En la NFL es casi mejor tener suerte que ser bueno

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En mi columna parece que solamente hablamos de los equipos buenos, de los grandes jugadores, de los “bust” y cuando toca hablar de un equipo malo, o mejor dicho, con un récord malo, es porque nadie esperaba que pudieran tener esa marca, caso de los New Orleans Saints este año. Parece que huimos de los equipos “apestados”, de esos equipos que rara vez ocupan las portadas, supongo que sí lo harán en sus ciudades. Y no les falta razón, solemos olvidarnos de los equipos con peores records, sobre todo cuando esos records se repiten temporada tras temporada y no son capaces de salir de una espiral perdedora. Y aquí viene la pregunta ¿Se puede salir del pozo?

Mi respuesta es sí, por supuesto que se puede. ¿Y cómo? Si tuviésemos la respuesta a eso probablemente estaríamos en un Front Office, pero mirad, después de tanto tiempo soy de la opinión que salir de ese pozo no solo es cuestión de hacer las cosas bien, sino sobre todo tener suerte, lo primero ocurre cuando te llega lo segundo. No en vano en la NFL y en el deporte hay una máxima, es mejor tener suerte que ser bueno, aunque también se dice que la suerte sonríe a los más preparado, lo siguiente es gestionar esa suerte.

Personalmente esos conceptos como hazmerreir, circo, casa de putas (y me van a perdonar por usar esa palabra) y otras definiciones parecidas no me gustan, a pesar de que he pecado en más de una ocasión al utilizarlas para definir la situación de algún equipo. No me gusta por una sencilla razón, porque sé que algún día me puedo encontrar en esa situación y no me gustaría que a mi equipo se refirieran de esa forma, aunque en muchas ocasiones lo merecían. Es muy fácil sacar pecho y lucir galones cuando se gana, más fácil es hacerlo cuando se gana durante mucho tiempo, pero también hay que estar allí cuando se pierde, cuando se enlazan año tras año temporadas perdedoras, malas elecciones de draft, pésima gestión del Salary Cap y la agencia libre. En resumen, todo ese conjunto de factores que hacen que una franquicia se encuentre en mucho peor situación que otras, y eso es lo que lleva a la espiral de derrotas y malas temporadas una tras otra.

Los mejores récords de la NFL desde la reordenación del año 2002

No hay mejor ejemplo que las dos franquicias mas ganadores desde el año 2002, año en que la liga cerró el cupo con 32 franquicias y procedió a la reorganización de las divisiones y conferencias al formato actual. Hablamos de los New England Patriots e Indianapolis Colts, dos equipos que hoy son ejemplo de excelencia deportiva y de gestión. Ambos equipos dominan la AFC en compañía de los Pittsburgh Steelers, la tercera franquicia mas ganadora desde el año 2002. Pero que nadie se engañe, estos equipos en su momento pasaron por las mismas penurias y males que ahora mismo sufren los peores equipos de la liga, también ellos fueron en su día eso que he llamado hazmerreir, y no poco, sino bastante.

Empecemos por los Indianapolis-Baltimore Colts, una de las franquicias mas sólidas de hoy, pero con un pasado mas que oscuro. Los Colts nacieron en la antigua AAFC, fueron junto con los Cleveland Browns y San Francisco 49ers las franquicias absorbidas por la NFL, pero apenas duraron un año jugando como “swing team” (equipo sin hogar). Terminaron su primer año en la NFL con un lastimoso récord de 1-11 y con fortísimas pérdidas económicas, lo que llevó a sus propietarios a devolver el equipo a la liga que la acabaría disolviendo en 1951. La presión popular devolvió el equipo a la ciudad y en 1953 volvieron al campo con nuevos uniformes y logo. Continuaron siendo una franquicia perdedora, pero en 1956 tomarían una de esas decisiones “afortunadas” que cambió el rumbo de la franquicia, contratar a un albañil que jugaba al football semi profesional en sus ratos libres llamado Johnny Unitas. Dos años después los Colts asombraban al mundo cuando en la final de 1958 ganaron a los todo poderosos NY Giants.

Con Johnny Unitas como QB el equipo fue una de las potencias de la NFL y uno de los equipos que pasaría a la AFC cuando la NFL y AFL se fusionaron. Tras la salida de Unitas el equipo repuntó en mitad de la década de los 70, pero la desastrosa gestión del nuevo propietario del equipo, Robert Irsay, sumió al equipo en la absoluta mediocridad y relegándolo al papel de equipo inoperante. El punto culminante fue cuando con premeditación, alevosía y nocturnidad el equipo abandonó Baltimore para marcharse a Indianapolis, donde continuó siendo igual de irrelevante.

Johnny Unitas, Peyton Manning y Andrew Luck llegaron por golpes de suerte a los Colts

Otro momento lamentable llegó cuando el equipo con el primer pick del año 1983 eligieron John Elway, jugador que había amenazado que jamás jugaría para Robert Irsay, si lo seleccionaban se iría a jugar al baseball. Al final el equipó traspasó los derechos del jugador a Denver para continuar siendo irrelevante. También los Colts fueron protagonistas de uno de los mayores bust de la historia cuando eligieron en el draft al QB Jeff George. En 1995 el equipo llegó a la final de la AFC de la mano de Ted Marchibroda y con Jim Harbaugh de QB, pero tras quedarse a un “Hail Mary” de volver a la Super Bowl, regresaron a la mediocridad.

En 1998 el equipo tenía la primera elección del draft tras otro año desastroso con un record de 3-13. Jim Irsay había sucedido a su padre y contrató los servicios de un hombre de reconocida solvencia como Bill Polian. Aquello permitió al equipo hacerse con los servicios de Peyton Manning, esa decisión cambio el rumbo de la franquicia. No solo el QB les hizo una de los mejores equipos y un eterno contendiente, sino que en el único año que se lesionó los Colts se las arreglaron para solo ganar dos partidos y nuevamente hacerse con los servicios de otra perla, Andrew Luck. Esa decisión seguramente garantizará que el equipo sea de nuevo contendiente durante otros 10-12 años como mínimo, aunque en este segundo caso son muchas las voces que sugieren que aquel equipo hizo más esfuerzos por perder partidos que por ganarlos.

El caso de los New England Patriots tiene en común un hecho, una decisión «afortunada» que cambió el rumbo de la franquicia. Hasta el año 2001 fueron un equipo irrelevante pese a su presencia en dos Super Bowls (se les consideró “cenicientas”), ambas saldadas con derrotas contundentes. La franquicia nació en la antigua AFC en 1960, donde solamente pasó a los playoffs en una ocasión, en 1963. Integrada en la NFL entró en post temporada en 1976 y 1978, donde fueron eliminados en su primer partido. En 1985 regresan a la post temporada colándose como equipo de wildcard, eran el equipo caliente y eso les permitió llegar a la Super Bowl tras eliminar a los favoritos Miami Dolphins, privando a todo el país de la revancha mas esperada, los de Florida fueron el único equipo que ganaron a los intratables Chicago Bears. En la final fueron aplastados por los de Mike Ditka en un partido donde lo mas relevante fue ver a William “Refrigerator” Perry anotar un TD.

Poco después las cosas volverían por donde solían, el equipo pasaba al olvido y relegado a un segundo plano por los Boston Red Sox y Boston Céltics, los iconos de la ciudad. Tras varios intentos de recolocar en otra ciudad la franquicia la familia Sullivan acaba vendiendo el equipo a otro propietario, que se hará con los servicios de Bill Parcells y al que encomiendan construir una franquicia ganadora, su primera decisión fue elegir a Drew Bledsoe. Robert Kraft se hace dos años más tarde con la propiedad y seguirá confiando en Parcells, pero este abandona el equipo después de llevarlo a su segunda Super Bowl quejándose de injerencias en la gestión del equipo (su famosa cita sobre si eres el cocinero tienes derecho a elegir las materias primas).

En el año 2000, nuevamente con Bill Parcells como protagonista, tiene lugar una de las historias más rocambolescas de la NFL. Parcells dimite como Head Coach de los NY Jets, en su condición de General Manager nombra a Bill Bellichick como su sucesor, hasta entonces su asistente personal. En la rueda de prensa de presentación del nuevo entrenador Bellichick presenta su dimisión y al día siguiente es presentado como nuevo Head Coach de los New England Patriots, donde el propietario Robert Kraft le daba poderes absolutos, algo que nunca iba a tener en los Jets con Parcells por encima. Bill Bellichick hereda los restos que le deja Pete Carroll, el entrenador que había reemplazado al propio Parcells y en su primer año el equipo terminó 5-11. Pero una decisión “afortunada” que se tomó en el draft del 2000 cambiaría el destino de la franquicia para siempre, con la elección número 199 se elegía a Tom Brady, un QB que se consideraba en aquel entonces que tendría mucha suerte si llegaba a formar parte de un roster.

El golpe de Mo Lewis que sacaría a Drew Bledsoe dando la oportunidad a Tom Brady

En 2001 las cosas no iban mucho mejor para los de Bill Bellichick, Drew Bledsoe era la cara de la franquicia y el líder indiscutible del equipo, esa misma pretemporada había firmado un contrato de 100 millones, el primer jugador de la historia de la NFL que firmaba uno de aquellos contratos. Un inoportuno golpe de Mo Lewis en el segundo partido sacaba al QB del partido y le daba la oportunidad a Tom Brady, entonces jugador de 2º año que se había ganado el derecho a ser suplente en los entrenamientos. Los Patriots con Tom Brady se pusieron con una marca de 1-3 y mas tarde de 3-4. Drew Bledsoe estaba listo para jugar y la prensa de Boston pedía su regreso antes de que la temporada se fuera al traste, sin embargo Bill Bellichick contra viento y marea decidió dejar sentado al chico de los 100 millones en beneficio del desconocido Tom Brady.

Cuando muchos apuntaban que la historia de Bellichick en su estancia en Cleveland estaba a punto de repetirse, el equipo estaba 5-5 en Acción de Gracias y caminaba sin rumbo, empezaron una racha ganadora que les permitió terminar con un récord de 11-5 y con el Seed Nº 2 de la AFC. En la ronda de Divisionales se impondrían a los Oakland Raiders en uno de los finales más polémicos de la historia con la famosa Tuck Rule. De allí a la final de la AFC donde se impusieron a los Pittsburgh Steelers para terminar llevándose la Super Bowl contra todo pronostico contra “The Biggest Show on Turf”. Los St.Loius Rams cayeron en la trampa que les tendió Bill Bellichick en defensa, sin dejar de lado la arrogancia de Mike Martz, HC de los Rams, al infra utilizar a su mejor jugador, Marshall Faulk.

El resto es historia, los New England Patriots han vivido y viven su era dorada, salvo en 2002 y 2008, se han impuesto siempre en la AFC East donde apenas tienen rivales. Tom Brady y Bill Bellichick han batido todo tipo de records y de momento su palmarés incluye cinco presencias en la Super Bowl, de las cuales ganaron tres. Y lo mas importante, no importa lo que haga el resto de su división o conferencia, son al igual que los Colts contendientes eternos.

Terry Bradshaw en su primera visita a Pittsburgh, donde llegó gracias a una moneda

Hemos mencionado también a los Pittsburgh Steelers, otro equipo que hasta la década de los 70 fue uno de los eternos perdedores de la NFL, un equipo del que difícilmente puede encontrarse comparaciones. Desde su fundación en 1933 solamente entraron a post temporada en 1947, donde salieron derrotadas sin anotr una sola vez. Hasta 1972 solo tuvieron 6 temporadas con récord positivo, el resto de su historia hasta es un completo despropósito. En 1969 los Rooney eligen a un coordinador defensivo llamado Chuck Noll, cuya primera decisión es elegir a Joe Greene, jugador alrededor del cual se construiría la Steel Curtain. El momento de suerte le llega en el draft de 1970, aquel año el número 1 indiscutible del draft era un QB de Lousiana Tech llamado Terry Bradshaw. Pittsburgh tenía un récord de 1-13 empatado con los Chicago Bears, equipo que también quería al QB, fue un sorteo con una moneda la que dio la elección a los Steelers, que no dudaron en hacerse con el jugador. Aquel equipo de Chuck Noll logró algo casi imposible, ganar 4 Super Bowls en 6 años.

También en la NFC nos podemos encontrar con casos parecidos, equipos que nadaban en las aguas de la mediocridad, o que eran perdedores por sistema, pero a los que de repente una decisión afortunada cambia todo su destino. Los 3 mejores equipos de la NFC en el mismo periodo son los Green Bay Packers, Philadelphia Eagles y New Orleans Saints.

Los Green Bay Packers son un caso similar al de los Colts, han salido en más de una ocasión del túnel por un golpe de la fortuna. Tras dominar la NFL en sus primeros años, tras la II Guerra Mundial el equipo entró en una profunda crisis, no solo deportiva, sino económica que casi lleva al equipo a la ruina y desaparición. En 1959 aterriza Vince Lombardi y el equipo vive su segunda era dorada en los 60, incluso gana las dos primeras Super Bowls. Cuando Vince Lombardi abandona el equipo de nuevo llega la sequía, se enlazan temporadas perdedoras con la salvedad de 1974, el equipo a duras penas llega a la marca de 0.500 hasta que en 1989 Lindy Infante termina con una marca de 10-6 y es nombrado entrenador del año, solo dos años después es cesado tras dos temporadas perdedoras.

En 1992 el equipo toma una de esas decisiones «afortunadas» que cambian el rumbo de una franquicia. Ron Wolf se hace con los servicios de un asistente de Bill Walsh y de los 49ers, Mike Holmgrem. Simultáneamente toman una de esas decisiones con suerte, mandan una segunda ronda a los Atlanta Falcons para hacerse con los servicios de un QB con fama de juerguista, indisciplinado pero con enorme talento, Brett Favre. El QB se hace con la titularidad por una lesión de Dan Majkowski, puesto que no dejaría hasta el año 2008. En 1993 los Packers hacen otro movimiento que convulsionaría la liga, se hacen de forma inesperada con Reggie White, un jugador que podía haber elegido a que equipo irse, pero que apuesta por un equipo que llevaba décadas siendo un perdedor, y para mas inri, perdido en un pueblecito de Wisconsin.

Aaron Rodgers llegó en un golpe de suerte a los Green Bay Packers como futuro reemplazo de Brett Favre

Durante el reinado de Brett Favre el equipo hace otra apuesta, utilizar su primera ronda en buscar un futuro reemplazo para Brett Favre, y la fortuna quiere que Aaron Rodgers les llegue en el draft del 2005. El QB estaba previsto que pudiera haber salido elegido incluso en primer lugar con destino a San Franciscos, pero las dudas que generaban los QB de la Universidad de California, entrenados por Jeff Tedford (todos unos bust cuando pasaron a la NFL), le hacen caer posiciones en el draft hasta que los Packers en el puesto 24 se hacen con él. Pensar si Aaron Rodgers hubiese sido el QB que es ahora en otra franquicia es imposible de saber, tres años detrás de Brett Favre es una formación que no tiene precio.

Los New Orleans Saints actualmente están pasando por un bache, sus problemas defensivos y sus desajustes en ataque los tienen con un récord de 5-8, fuera de los playoffs en una división normal, pero con opciones en la lastimosa NFC South. Sin embargo esto es algo que no debería sorprender en absoluto a los fans más antiguos del equipo, pocos equipos han simbolizado mas la derrota, la pésima gestión y las malas elecciones en el draft que los Saints.

Los New Orleans Saints son ese equipo que mandó a los Washington Redskins sus seis elecciones del draft del año 1999 mas la primera y tercera ronda del año 2000 para subir siete posiciones en el draft, es decir, del decimosegundo al quinto lugar para hacerse con los servicios de Ricky Williams, el RB que había perforado todos los récords de la NFL jugando para los Texas Longhorns. Tras tres temporadas más bien discretas los Saints acabaron mandándolo a los Miami Dolphins a cambio de su primera ronda del año 2002 mas una ronda condicional basada en el rendimiento deportivo del RB, que acabaría siendo otra primera. Ricky Williams protagonizó una temporada antológica en los Dolphins corriendo para 1.853 yardas, su mejor registro como profesional.

Mike Ditka mandó todas las elecciones del draft del año 1999 y parte del 2000 por hacerse con el RB Ricky Williams

Pero antes de aquel trade los Saints fueron una de las peores franquicias que ha podido ver la NFL. Archie Manning, el padre de los hermanos Manning, desperdició toda su carrera en una franquicia que simplemente no quería ganar, en toda su carrera nunca tuvo un record ganador, nunca jugó en post temporada y en sus años finales fue traspasado primero a Houston y luego a Minnesota, sus mejores años los dejó en la ciudad de Loiusiana. En otro equipo son muy pocos los que dudan que hubiera tenido una carrera digna del Hall of Fame. Ser seleccionado en el draft por los Saints era un castigo, un equipo conocido como una picadora de carne humana, tacaña y que muchos se preguntaban qué hacia exactamente en la NFL, enclavada en una división donde San Francisco 49ers y Los Ángeles Rams siempre partían con dos victorias seguras en su casillero.

El rumbo de la franquicia cambio en el año 2006 el día que se apostó por un coordinador ofensivo bajo la tutela de Bill Parcells, Sean Payton. El head coach quería para su proyecto a Tony Romo, entonces suplente en Dallas, pero se encontró con la negativa de Jerry Jones. Poco después fue cuando le sonrío la fortuna, ese hecho que cambia todo el rumbo de una franquicia, el fichaje de Drew Brees. El QB quedó como agente libre tras la temporada 2005, los San Diego Chargers decidieron prescindir de él tras lesionarse su hombro de gravedad, además tenían al prometedor Phillip Rivers en la recámara. El QB tenía muy claro cual iba a ser su destino, los Miami Dolphins. Aquello parecía el guión de una película de Hollywood. el equipo entrenado por Nick Saban estaba a tan solo un QB de ser un contendiente serio a la Super Bowl, eran el matrimonio perfecto, mas en un equipo con una enorme tradición en el puesto de QB.

El contrato estaba redactado, el jugador quería ser un Dolphin, el propietario Wayne Huizenga quería al jugador, por primera vez desde la retirada de Dan Marino en 1999 se soñaba con un QB de nivel para el equipo. Sin embargo cuando todo parecía a punto pasaron dos hechos, los médicos de los Miami Dolphins tenían dudas sobre la recuperación total de la lesión, y de por medio les ofrecieron la posibilidad de adquirir otro QB que venía de una gravísima lesión, Daunte Culpepper. Wayne Huizenga se encontraba comiendo en su club de golf cuando recibió la llamada «¿Con qué QB nos quedamos?» Wayne Huizenga que nunca se metía en la parcela deportiva delegó la decisión en el Front Office y Nick Saban, que apostaron por Daunte Culpepper pese a que el propietario quería a Drew Brees.

Aquella decisión cambio el rumbo de dos franquicias, abrió la puerta a los New Orleans Saints para hacerse con los servicios de un QB que ni en el mejor de sus sueños hubieran esperado firmar, el equipo venia de protagonizar una temporada de 3-13 y con rumores de recolocar la franquicia en San Antonio, donde jugó el año de su exilio forzado. Los Dolphins continuaron siendo, y lo siguen siendo, irrelevantes, privaron a la NFL de un duelo que podría haber sido histórico, Drew Brees y Tom Brady en una misma división. Aquel golpe de suerte cambió el rumbo de una franquicia perdedora a una franquicia ganadora, llegaron a ganar una Súper Bowl, jugaron una final de conferencia y durante el periplo Payton -Brees han sido contendientes eternos, lo que les permitió ser uno de los equipo de la NFC con mejor récord desde la reorganización de las divisiones tras décadas de futilidad e inoperancia.

Lista de elecciones de primera ronda de los Oakland Raiders desde el año 2004

Si analizásemos la historia de todas las franquicias que han tenido épocas doradas trufadas de campeonatos de división, de conferencia o de Super Bowls, siempre nos encontraremos con esa decisión «afortunada». Del mismo modo podremos encontrar decisiones desafortunadas que cambiaron el rumbo en sentido contrario, aunque en la mayoría les hundieron mas de lo que ya estaban. Un repaso a las nefastas elecciones de los Oakland Raiders es motivo mas que suficiente para darse cuenta de porque el equipo se encuentra en el estado caótico en el que lleva anclado varios años, elecciones como la de JaMarcus Russell, Rolando McClain, Robert Gallery y otras han hundido al equipo.

Pero no siempre fue así, si antes hemos dicho que Colts y Packers tuvieron épocas de gloria en el pasado, los Raiders fueron durante más de dos décadas un ejemplo de excelencia deportiva y una de las franquicias mas ganadoras de la NFL. Sus registros desde 2002 les ha hundido y alejado de aquella marca, ahora mismo son un equipo con Head Coach interino, con un par de promesas en Derek Carr y Khalil Mack, con Charles Woodson dando sus últimos coletazos en la franquicia que lo trajo a la NFL y donde vivió grandes temporadas. Los Raiders tienen muchos mas problemas que solamente los deportivos, hoy por hoy no saben siquiera donde jugarán el año que viene, su contrato con el Oakland Coliseum termina esta temporada.

Pero todo eso podría cambiar, marcharse a Los Ángeles, tener un buen draft en 2015, que Derek Carr acabe siendo lo que se esperaba que fuese su hermano Dave Carr, un QB franquicia, que Khalil Mack sea el prometedor LB que aterrorice a las OL contrarias, y quien sabe si pueden hacerse con Jim Harbaugh y en una temporada le de la vuelta a la franquicia como hizo con el equipo que está al otro lado del puente, los San Francisco 49ers. Y si todo funciona por que no podrían ser los Raiders el equipo que fueron durante más de dos décadas, el que popularizó la frase “Just win Baby” o “Commitment to excellence”, frase que sigue figurando en el túnel de vestuarios del equipo.

Por eso cuando he empezado he dicho que muchas veces es mejor tener suerte que ser bueno, y que lo primero suele traer lo segundo. En los Colts un día apostaron por un completo desconocido como Johnny Unitas, décadas después estaban en el sitio adecuado para hacerse con los servicios de Peyton Manning y Andrew Luck. Los Patriots eligieron a un desconocido en el puesto 199 del draft que saltó al campo tras lesionarse en su segundo partido el primer QB que firmó un contrato de 100 millones. Los Steelers ganaron un sorteo de moneda para hacerse con Terry Bradshaw. Los Packers apostaron por un QB que era lo mas parecido a la época a Johnny Manziel y que solo un par de años antes sufrió un terrible accidente de tráfico, regresando de una fiesta, donde le extirparon varios metros de intestino y que fue adicto a los calmantes durante mucho tiempo. Los Saints se hicieron con un descarte no solo de los San Diego Chargers, sino de los Miami Dolphins, para forjar su época dorada.

¿Suerte o buena gestión? La NFL se parece demasiadas veces mas a la rueda de la fortuna que a otra cosa

La NFL es así, todos los equipos pueden un día tomar una decisión afortunada que cambie para siempre su franquicia. Yo comprendo las penurias que ahora viven los seguidores de equipos como Tampa Bay, Jacksonville, NY Jets, Washington, Tennessee u Oakland, equipos habituales y habituados en la parte baja. Es fácil criticar a la propiedad del equipo, al Front Office, a las elecciones de draft, la mala gestión del Salary Cap y otras cientos de decisiones, pero todo eso puede cambiar con un simple acierto. Muchas veces decimos que la buena gestión deportiva acaba trayendo premio, pero sinceramente ¿Qué prefieres, tener suerte o ser bueno? Todo los casos que he expuesto primero tuvieron fortuna, y luego fueron buenos.

 

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