Previa Rose Bowl. Wisconsin vs. Oregon

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Como subcampeón nacional actual en la final de Glendale del año anterior ante la Auburn de Cameron Newton y con USC sumergida en un ban de la NCAA y cambio radical de régimen, que la ha mantenido sumergida y fuera del spotlight los dos últimos años, Oregon se alzan como la clase de su conferencia y el rival a batir del lejano oeste. Los Ducks de Chip Kelly han evolucionado a un ataque vertical y tremendamente eléctrico en campo abierto, con una defensa incansable y veloz, que ha conseguido que el ojito derecho de Nike, no solamente sea conocido alrededor del país por sus innovadores y extravagantes diseños, sino por su potencial para contender al campeonato nacional cada temporada.

 

Por contra, los Badgers de Brent Bielema llevan varios años haciendo gala de sus masivas líneas ofensivas construidas entorno a auténticos mamuts y con juegos terrestres poderosos, físicos y entre tackles, pero que esta temporada se han encontrado con la última pieza en el puzzle, traducido en el liderazgo y capacidad de playmaker que Russell Wilson les ha provisto tomando snaps tras el center como quarterback. Wisconsin, por fin, presenta el equilibrio necesario, que incluso durante instantes prematuros de la temporada, le han situado como el máximo contendiente del norte para conseguir un billete a New Orleans y competir por el campeonato nacional.

 

Sin embargo, ambos programas han visto como sus opciones iban diluyéndose según la temporada avanzaba, para finalmente cuidar sus respectivos negocios, llevándose la conferencia PAC-XII por parte de Oregon y la Big-Ten, Wisconsin, consiguiendo así un preciado billete automático a la tradicional, célebre y prestigiosa Rose Bowl, o como popularmente se conoce, “the big daddy of them all” (la más grande de todas ellas). Ambos programas intentarán quitarse la espina y salir vencedores del entonces torneo de las Rosas en Pasadena. Sin ir más lejos, tanto los Badgers como los Ducks, respectivamente, presentan el dudoso honor de salir derrotados de las dos últimas ediciones en la cuenca del Arroyo Seco en Los Angeles.

 

Para ello, Oregon intentará poner en juego lo que mejor sabe hacer; desplegar su high-tempo offense y abrir el campo con su Spread, abriendo líneas terrestres, impulsando el juego vertical y poniendo el balón en la mano de sus playmakers en campo abierto. Aquí los Ducks podrían encontrar los desemparejamientos que buscan, teniendo en cuenta la limitada velocidad interior de jugadores como el Mike y líder absoluto de la unidad, Chris Borland y que el fuerte de los Badgers no se encuentra especialmente deteniendo el juego terrestre oponente (No.46 del país en este apartado). Sin embargo, Wisconsin es No.3 de la nación defendiendo el pase y No.8 total, con freelancers en el back-seven, como el free-safety Aaron Henry o el corner Antonio Fenelius, capaces de encontrar ese big-play defensivo que desnivele la balanza en el instante más oportuno.

 

En estos emparejamientos, el RB true-freshman De’Anthony Thomas, o como a Snoop Dogg bien le gusta apodarle, “La Mamba Negra”, podría convertirse en la auténtica pesadilla de la defensa de los Badgers, tanto saliendo desde el slot, en situaciones de bubble-screen en campo abierto o en la zone-read recibiendo el hand-off de Darron Thomas. Sí Oregon consigue abrir el campo con éxito, el estelar RB LaMichael James (finalista del Heisman en el 2010) encontrará los gaps que le gusta explotar entre tackles y las líneas de carrera que ataca con tanta verticalidad, llegando al segundo nivel y siendo imposible de detener en campo abierto.

 

Para que todas estas situaciones puedan presentarse, la clave y el hombre que pone en acción la maquinaria de Chip Kelly es Darron Thomas. El quarterback junior es Top15 del país en eficiencia de pase, con 30 TD y 2 INT (prácticamente 2.500 yardas de pase), consiguiendo elevarse como la figura clave de este ataque, por su capacidad para leer las defensas rivales en la zone-read y dar ventaja a sus compañeros, proveyéndoles el balón en campo abierto y así realizar jugadas. El wide-out Josh Huff será uno de sus aliados en campo abierto y por fuera de los números, mientras que no habrá que olvidar el impacto del split-back y el habitual backup de James, Kenjon Barner, otro jugador que sabe como sacar máximo rendimiento de las líneas de ataque que proporciona la vertical Spread de Oregon.

 

 

Por contra, el gran objetivo de Wisconsin será intentar sacar del campo el mayor tiempo posible a este ataque y poner así en funcionamiento su smash-mouth offense con el poderoso juego terrestre de Montee Ball, uno de los runnigbacks que mayor éxito haya experimentado en toda la presente temporada (1.759 yardas de carrera y 32 TD, además de 255 yardas aéreas y 6 TD).

 

El RG Kevin Zeitler de 317 libras y el center Peter Konz de 313, sin olvidar al tackle del blind-side Ricky Wagner de 322 libras, conforman la clásica línea ofensiva masiva tradicional en Madison y que buscará facilitar el trabajo de Ball y el dominio ofensivo que los Badgers necesitarán imponer para superar la vertical Spread de Oregon y facilitar la tarde a su defensa en Pasadena.

 

La diferencia en esta clásica versión terrestre de poder de Wisco, está sin duda en su quarterback procedente de NC State, Russell Wilson. No.2 en eficiencia de pase de todo el país (con 191.60 de rating, sólo superado por el actual Heisman, Robert Griffin), Wilson, en los primeros instantes del año, también entró en consideración como auténtico contendiente al Heisman, sin embargo, las derrotas consecutivas en sendos hail-maries ante Michigan State y Ohio State, consiguieron alejarle del radar, del mismo modo que a los propios Badgers. De todos modos, Wilson es uno de los mejores gestores como signal-caller del país, aunque con el brazo y el talento suficiente para encontrar a los wide-outs Nick Toon o Jared Abbrederis desde cualquier situación de campo. Toon, especialmente, es un jugador espigado, con un salto vertical fantástico y unas manos excelentes, capaz de bajar cualquier lanzamiento sobre su radio.

 

Defensivamente Oregon no es nada especial, estadísticamente No.45 defendiendo el juego terrestre oponente y 82 contra el pase. La baja por suspensión del corner Cliff Harris será incluso mucho más sensible. Tanto Eddie Pleasant desde el rover como el free-safety John Boyett, tendrán que multiplicarse para apoyar a defender a Montee Ball desde el box y sobrevivir a la amenaza de Russell Wilson desde el aire. La línea ofensiva de Wisco puede provocar un roto a la línea defensiva de los Ducks, a quienes incluso superan en determinados casos hasta en 100 libras y la defensa de Oregon podría acabar con su flamante diseño de Nike, de verdín hasta las orejas.

 

La edición de este año de la Rose Bowl nos regala un encuentro lleno de contrastes, con dos estilos ofensivos completamente opuestos, con filosofías que chocan entre si. Dos formas de entender este deporte y dos programas, que en algún momento de la temporada, entraron en las quinielas como máximos contendientes al título y que seguramente buscarán venganza de anteriores ediciones en idéntico escenario.

 

Probablemente, si Wisconsin sabe explotar con paciencia su mismatch en ataque y controlar así el tempo del encuentro, anulando el peligroso ataque oponente, tendrá mucho sembrado. La clave será conocer si Wisco puede romper el servicio y desnivelar en algún instante la balanza con respecto al poderoso ataque de los Ducks, ya que los Badgers deberían de dominar terrestremente. Esta es una de las mejores bowls de todo el panorama de post-temporada.

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