w2: Piedra, papel, tijera

1227

En la lógica de las matemáticas, si A>B y B>C, entonces A>C. Pero en la NFL no hay lógica, y mucho menos matemáticas. La NFL es más parecida al juego del «piedra, papel, tijera», saques lo que saques puedes ganar a alguien, pero también puedes perder.

 

Así, cuatro de los equipos punteros de la AFC han protagonizado una especie de juego a cuatro bandas en estas dos primeras jornadas. Los Pats ganaron a los Bengals en su season opener. Estos ganaron el domingo a sus rivales divisionales Ravens. Los Cuervos vencieron a los Jets el pasado SNF y el domingo los Jets cerraron el círculo venciendo a los Pats. Si esta columna fuera para mayores de 18 años, podríamos escenificarlo como una suerte de «trenecito del amor». Como es para todos los públicos, hablaremos de máxima igualdad.

 

Los New York Jets (1-1) ofrecieron una cara muy distinta esta jornada, sobre todo el ataque de la mano de su QB Mark Sanchez. La inoperancia de hace una semana se convirtió en un ataque sólido, inteligente y efectivo. Los Jets se destaparon en la 2ª mitad, porque en la primera el dominio cayo del lado de los New England Patriots (1-1). Los Pats llegaron al descanso por delante en el marcador. Tom Brady había lanzado dos pases de TD, uno de ellos de 34 yardas para una espectacular recepción a una mano de Randy Moss (el único momento del partido en que apareció el talentoso pero díscolo WR), cubierto por el renqueante Darrelle Revis.

 

Pero en la 2ª mitad, las estrella de Brady empezó a declinar en la medida de que se alzaba la de Sanchez, que firmó su mejor partido como profesional completando 21 de los 30 pases que lanzó para 220 yardas y 3 TD. Los números de Brady en la 2ª mitad fueron 7/16, 69 yardas, 2 intercepciones en pases demasiado largos. Sanchez contó con el TE Dustin Keller (7 recepciones, 115 yardas TD), Braylon Edwards (5, 45, TD), detenido posteriormente por conducir bebido, y Jerricho Cotchery (4, 26, TD), pero también con LaDainian Tomlinson, que parece resucitado esta campaña. LT sumó 76 yardas en 11 acarreos y 26 más en 4 recepciones, moviendo las cadenas para los Jets.

 

La secundaria de los Pats, personificada en Darius Butler, quedó en evidencia, y no fue la única mala noticia que recibieron los de Bill Belichick, ya que Kevin Faulk se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha y será baja el resto de la temporada. Los Jets tienen sus propios problemas con Edwards, quien no va a ser renovado. Confían en que Santonio Holmes se porte bien y se convierta en el go-to receiver de Sanchez.

 

Los Cincinnati Bengals (1-1) lo que tienen pillado es el truco a sus rivales divisionales. Después del pleno de la temporada pasada, su victoria contra los Baltimore Ravens (1-1) es la 8ª consecutiva contra un rival divisional. Los Bengals demostraron que saben defender, manteniendo a raya a Ray Rice y dando un varapalo al emergente juego aéreo de los Ravens, interceptando en 4 ocasiones a Joe Flacco (17/39, 154 yardas, TD).

 

En el otro sentido del juego también dominó la defensa. Los Ravens siguen sin permitir un TD esta temporada, pero las mejores posiciones de campo de los Bengals permitieron que Mike Nugent se forrara a chutar FG. Estuvo perfecto en sus 5 lanzamientos y sus 15 puntos (récord personal) bastaron para superar la escasa producción de sus rivales. El público se diviirtió abucheando al ex bengal T.J. Housmandzadeh, que para alegría del respetable, no pudo atrapar ningiuno de los 6 pases que le lanzó Flacco.

 

La AFC Norte empieza a dar miedo por la calidad de sus defensas. Si en el Paul Brown Stadium disfrutamos de un espectacular duelo defensivo, qué decir de la performance de la «D» de los Pittsburgh Steelers (2-0). Se dice que en la actual NFL del «Pass Happy» no vas a ningún lado sin un buen QB. La excepción siempre es la de los Steelers. Si fueron capaces de ganar una Super Bowl con un signalcaller con un QB rating de 22,6 (y hay que decir que si un QB lanza al suelo todos sus pases consigue un QB rating de 39,6), no veo por qué no van a ganar un partido en el que los números de sus QB son: Dennis Dixon: 4/6, 18 yardas y Charlie Batch: 5/11, 25 yardas. Y ni siquiera funcionó la carrera de Rashard Mendenhall. Los Steelers ganaron el partido con 127 yardas ofensivas, que sin embargo les dieron opción a chutar 4 FG. Jeff Reed estuvo perfecto, convirtiendo los 4. Los equipos especiales colaboraron con un retorno de 89 yardas para TD de Antonio Brown del kickoff inicial. Lo demás fue cosa de la defensa.

 

Los Troy Polamalu, Lawrence Timmons, James Harrison, LaMarr Woodley y Cía. sumaron 4 sacks, 3 intercepciones y forzaron 5 fumbles, de los que recuperaron 4. !7 turnovers! Los Tennessee Titans (1-1) se volvieron locos. Jeff Fisher sentó a Vince Young (7/10, 66 yardas, 2 picks, fumble), pero Kerry Collins (17/25, 145 yardas, TD, pick, fumble) tampoco pudo con la defensa de acero, aunque apretó el partido al final. Chris Johnson se quedó en 34 yardas en 16 acarreos. A Jamal Lewis le pasó lo mismo en su día. Debe haber una máxima que diga que no se podrá batir el récord de Eric Dickerson (2.105 yardas) si se tiene a los Steelers en el calendario (aunque hay que decir que el año en Dickerson estableció el record, jugó un partido en Pittsburgh, ahí es nada).

 

Con Ben Roethlisberger dos partidos fuera aún y con Dixon en el dique seco, los Steelers han tenido que repescar a Byron Lefwich. Mike Tomlin podría plantearse el jugar sin QB directamente.

 

EL MOMENTO DE LOS OUTSIDERS

Todos los años, tras la 2ª jornada, vemos sorpresas en la clasificación. Un calendario más o menos asequible, alguna jugada afortunada o desafortunada y un equipo se puede ver con un 2-0 o un 0-2 en su casillero. A partir de aquí pueden correr ríos de tinta, pero dentro de un par de jornadas tendremos una idea más clara de cómo están los equipos, transcurrido el primer cuarto de la temporada regular.

 

Esta campaña llama la atención el arranque de Chiefs, Bucs, Bears, Texans y en cierta medida Dolphins y Steelers. El transcurso de las semanas nos dirá quiénes se mantienen arriba y quiénes han llegado fruto de las circunstancias. Pero lo cierto es que todos ellos han ganado sus partidos por méritos propios, y no tienen por qué bajar el pistón en las próximas jornadas.

 

Empiezo por el mayor outsider de todos ellos, los Tampa Bay Buccaneers (2-0). Es cierto que han tenido el calendario más sencillo, recibiendo primero a los Browns y visitando el domingo a unos Carolina Panthers (0-2) desorientados. Pero también es cierto que el juego de su joven QB Josh Freeman ha sido muy bueno, con la mitad de sus 24 pases completados para 178 yardas y 2 TD y sumó 43 yardas de carrera, sin cometer ningún error (el año pasado fue interceptado en 5 ocasiones en el mismo estadio).

 

No creo que los Bucs sean capaces de repetir el típico «de colista a campeón» de la NFC Sur. El equipo es muy joven y va a tener rivales muy duros, pero por lo menos pueden disfrutar de su posición y mirar hacia adelante con optimismo.

 

Los Panthers, en cambio, volvieron a estar lastrados por el errático juego de su QB Matt Moore (6/16, 125 yardas, TD), que volvió a estar impreciso, dubitativo y volvió a perder dos balonex (pick y fumble). John Fox ha demostrado tener menos paciencia con Moore que la que tuvo con Jake Delhomme la temporada pasada (tendrá que ver con que es su último año del contrato), y ha decidido entregar los bártulos a Jimmy Clausen para la próxima jornada. El rookie fue también interceptado después de sustituir a Moore. No ha sido un buen comienzo para el católico. Habrá que ver de lo que es capaz en próximas jornadas con un equipo que no ha demostrado juego aéreo ni terrestre ni defensa en este inicio liguero.

 

El éxito de los Kansas City Chiefs (2-0), en cambio, viene de la mano del juego de su defensa. La visita a Ohio tambien era propicia, los Cleveland Browns (0-2) van a ser uno de los fijos en el Lockerómetro. Esta vez dirigidos por Seneca Wallace debido a la lesión de Delhomme, el equipo siguió sin funcionar. Salvo en un play action que Wallace aprovechó para lanzar un profundo pase de TD de 65 yardas a Josh Cribbs, el resto del partido fueron incapaces de doblegar a la defensa de los Chiefs, ni por tierra ni por aire. Estos no tuvieron necesidad de que Matt Cassel estuviese acertado, que no lo estuvo (16/28, 176 yardas, 2 picks). Bastó con acercarse tres veces a la redzone para que Ryan Succop, Mr. Irrelevant de 2009, conectara 3 FG, y con un big play de la defensa (intercepción retornada 33 yardas para TD por Brandon Flowers, para poner más puntos en el marcador que los inoperantes Browns. Un premio para Todd Haley, que dejó a un lado su conservadurismo para rematar el partido como se debe, con un 4ª y pulgadas desde la 36 de los Browns tras el two minutes warning, en lugar de devolver el balón a sus rivales.

 

El pasado diciembre Jerome Harrison les corrió 286 yardas y Cribbs anotó dos TD en retornos. Este año los Chiefs vinieron con la lección aprendida. El domingo Harrison sumó 36 yardas y perdio un fumble. Cribbs totalizó 24 yardas en dos retornos. Una señal de que el equipo va para arriba y de que su head coach sabe lo que hace.

 

Pero de todos los outsiders, los que tienen mejor pinta son Houston Texans (2-0). Los Tejanos llevan un lento pero continuo progreso en las últimas campañas. Este vez parece que puede ser su año. No sólo porque hayan ganado sus dos primeros partidos sino por la manera en que se ha producido. Los Texans ya tenían una gran plantilla a ambos lados del balón, sólo les faltaba madurez. Después de vencer a su «coco» particular y de remontar 17 puntos en 17 minutos en el FedEx Field, para acabar ganando una prórroga por 1º vez en la historia de la franquicia, podemos decir que Houston es ya un firme candidato para alcanzar los playoffs.

 

Si los partidos duraran tres cuatos de hora, habríamos hablado del sorprendente inicio liguero de los Washington Redskins (1-1), de la gran actuación de Donovan McNabb (28/38, 426 yardas, TD), de los dos TD de Clinton Portis, pero por regla hay que jugar 60 minutos… por lo menos.

 

Con la carrera de Arian Foster frenada (19 acarreos, 69 yardas), Matt Schaub tuvo que llevar el peso de la remontada, con una actuación de récord de la franquicia al completar 38 de sus 52 pases para 497 yardas, 3 TD y un pick, a pesar de encajar 5 sacks. Andre Johnson (12 recepciones, 158 yardas, TD), a pesar de tener un esguince de tobillo, y Kevin Walter (11, 144, TD), además del propio Foster (69 yardas en 3 recepciones), fueron sus colaboradores. En el otro sentido deljuego, Mario Williams vlvió a liderar a la defensa con tres sacks.

 

La jugada clave del tiempo reglamentario fue el pase de TD de 34 yardas al cojo Johnnson en un agónico 4ª y 10 a dos miutos del final. Dos drives antes, el bloqueo de un FG había impedido a los Redskins ponerse a dos anotaciones. Todo soplaba a favor de los tejanos, incluso el lanzamiento de la moneda en la prórroga. En ésta la clave estuvo en los FG. Los Texans tuvieron la oportunidad de chutar uno de 52 yardas, pero con viento en contra desistieron. Los Redskins llegaron a la misma distancia y Graham Gano convirtió lo que parecia el FG de la victoria… si Gary Kubiak no hubiera pedido el típico tiempo muerto para «enfriar al kicker» (algo en lo que precisamente Mike Shanahan era especialista). No sé por qué la NFL no ha tomado aún cartas en el asunto. Se deberían prohibir los tiempos muertos en los FG una vez que los equipos estén colocados. Al final, Schaub llevó el balón hasta dejar un cómodo FG de 35 yardas para que Neil Rackers certificara la victoria.

 

P.D. Quedaban 3:30 para el final de la prórroga. Me imagino que en la banda alguien estaría recordándole a McNabb las reglas de la prórroga.

 

¡0-2!

Ya habrá alguien echándole la culpa al logo del 50º aniversario. pero habrá que busca otras casusas del sorprendente y negativo inicio liguero de Cowboys y Vikings.

Son sólo dos jornadas, aún pueden acabar la temporada regular con un 14-2 y ganarse el bye en Wild Cards, en teoría, pero ya empiezan a saltar las alarmas en dos franquicias con «urgencia». Las 32 pelean por ganar el Lombardi, pero para Dallas y Minnesota esta temporada es especial y la ansiedad por alcanzar la Super Bowl es mayor. No por su 50º aniversario. Los Cowboys pelean por tener el privilegio de disputar el partido con números romanos en casa, en su Cowboys Stadium. Para los Vikings, es probablemente la última (esta vez sí) temporada en la que Brett Favre les puede llevar a ganar su 1º título. Por ello, el 0-2 además de inesperado es muy preocupante.

 

Los Minnesota Vikings (0-2) tienen precisamente el lastre de un Favre que no está al 100%. Tuvo su peor partido como vikingo, elevando su récord de intercepciones de la liga con tres más, además de perder el balón en la endzone que se convirtió en un TD para los Miami Dolphins (2-0). Pero no sólo eso. Un fumble de Ronnie Brown y una buena defensa les dio dos oportunidades para dar la vuelta al marcador en los últimos 5 minutos. Pero primero la defensa de los Dolphins firmó una espectacular goaline stand frente a Adrian Peterson (145 yardas, TD, más 41 yardas de recepción), quien lo intentó en los 4 downs. Luego Favre fue incapaz de encontrar receptor desde la yarda 27 rival. Un fiasco total. Los Vikings no perdieron ninguno de los 9 partidos que jugaron en el Metrodome la pasada temporada.

 

El ganador del partido fue la defensa de Miami. 4 turnovers más otros dos en downs, tres sacks, un TD defensivo. No está mal. El CB Vontae Davis y Karlos Dansby fueron sus jugadores más destacados. Chad Henne sólo necesitó gestionar la ventaja (14-0), completando 9 de de los 15 pases que lanzó para apenas 114 yardas y un TD (para Brian Hartline). Su buen comienzo también puede ser en cierta medida, inesperado, es la 1ª vez que abren con un 2-0 desde 1988, pero lo cierto es que están dando una imagen de equipo temible.

 

Los Vikings también empezaron flojos en 2009. Con un Favre que hace pellas en el training camp, al ataque le costó algo ajustar los engranajes. Este año pasa tres cuartos de lo mismo, agravado con la ausencia de Sidney Rice, y con un Percy Harvin tocado. De momento la consigna es «don’t panic«. Tendrán la oportunidad de empezar a subir «W»s a su casillero el próximo domingo frente al mejor invitado posible, los Lions, justo antes de un bye que les puede venir muy bien.

 

Al que puede ir entrando el «panic» es a Wade Phillips, que se siente en estos momentos en el banquillo más caliente de la NFL. Los Cowboys del 93 empezaron 0-2 y acabaron ganando la SB XXVIII. Pero en aquellas dos derrotas influyó el hold out de Emmitt Smith, y en las de este año los culpables se multiplican. Tony Romo no está fino (34/51, 374 yardas, TD, 2 picks). El juego de carrera brilla por su ausencia (menos de 40 yardas el domingo entre los tres afamados backs). Y la defensa tampoco se muestra resolutiva. El domingo fue quemada por un magnífico Jay Cutler (21/29, 277 yardas, 3 TD). El caso es que los Dallas Cowboys (0-2) se encuentran en el disparadero. El único regular es Miles Austin. El domingo pasado atrapó 10 balones para 146 yardas y éste otros 10 para 142 yardas. Absoluta regularidad.

 

Los Chicago Bears (2-0), en cambio, son otra de las sorpresas agradables del inicio liguero. La llegada de Mike Martz para revitalizar el ataque, de momento, ha funcionado a la perfección. Martz ajustó su play calling para que un Cutler agobiado por DeMarcus Ware moviera el balón más rápido y éste lo ejecutó a la perfección. Habrá que ver la continuidad de este milagro. El próximo MNF reciben a los Packers para dirimir quién es el gallo del corral de la Black’&’Blue en el 1º cuarto de la temporada.

 

MANNING BOWL (ver 2.0)

La 2ª edición de la Manning Bowl tuvo menos interés y atención que el disputado hace 4 años. Segundas partes nunca fueron buenas. Hace 4 años los hermanos Manning dirigían dos escuadras que se encontraban entre las candidatas a disputar la Super Bowl, se enfrentaban en la jornada inaugural, por primera vez. Ahora las cosas están más tranquilas. Cada uno ha ganado un anillo de campeón, pero el tiempo ha puesto a cada uno en el lugar que le corresponde, a Peyton un par de escalones por encima de Eli.

 

En la noche del domingo, el mayor volvió a soplarle en la oreja al pequeño. El pobre Eli no le habrá ganado ni a las chapas en casa. Peyton Manning vovió a colocar a los Indianapolis Colts (1-1) en [mode 12 «W» on]. El 4 veces MVP no sólo sabe lanzar magníficamente (20/26, 255 yardas, 3 TD), sino que es todo un coordinador ofensivo tras el center, leyendo las defensas como nadie y seleccionando la jugada precisa en cada momento.

 

Los New York Giants (1-1) intentaron frenar a Peyton con una defensa Dime. Este, con toda su paciencia, cantó jugadas de carrera (40, para 163 yardas y un TD entre Joseph Addai y Donald Brown. Una vez establecido el juego de carrera, Peyton fulminó a la secundaria con sus play actions. Los Colts jugaron además muy bien en defensa. El equipo que permitió 231 yardas a Foster, frenó al, hasta hace no mucho, potente juego de carrera de los Giants, y el pass rush de Dwight Freeney y Robert Mathis crucificó al pobre Eli Manning (13/24, 161 yardas, 2 TD) a quien interceptaron en una ocasión, forzaron dos fumbles y sufrió sacks a pares de cada uno de los DE.

 

El partido estaba finiquitado al descanso con un 24-0 en el marcador. La 2ª mitad sólo sirvió para engrosar las estadísticas… y para que pudiéramos asistir a la dura pugna entre miembros de la organización y un espectador que quería quedarse con el casco que Brandon Jacobs había lanzado cabreado, lo que le ha acarreado una multa de 10.000$.

 

Fue una noche dura para Eli, y también seguro que para Olivia Manning. De todos es sabido que las madres van con el pequeño. Archie no manifiesta sus prefrencias, es una situación difícil para un padre, pero también un orgullo.

 

SALVADOS POR LA CAMPANA

Los San Francisco 49ers (0-2) tuvieron contra las cuerdas a los vigentres campeones en un apasionante MNF. Fueron muy superiores a ambos lados del balón, pero la antológica colección de errores de los mineros mantuvo a los New Orleans Saints (2-0) en el partido.

 

Nadie daba un duro por los Niners y más cuando ya en la 3ª jugada desde el scrimmage David Bass, Center sustituto del lesionado Eric Heitmann, mandó el balón a la estratosfera, ocasionando un Safety. Con un TD acto seguido, los Saints llegaban al final del 1º cuarto con un 9-0 y la afición local se temía lo peor. Pero Alex Smith siempre tiró para adelante y cuajó un partido magnífico. Completó 23/32 pases para 275 yardas y un TD, más 28 yardas e importanters primeros downs en scrambles. Pero además el juego de carrera funcionó, con el rookie Anthony Davis abriendo carriles para Frank Gore (112 yardas y un TD en 20 acarreos, con 56 yardas de recepción y otro TD). La defensa también supo frenar a Pierre Thomas (46 yardas en 18 acarreos) y a  Drew Brees (28/38, 254 yardas, 2 TD) a lo largo del resto del partido. Pero el buen juego de los locales y los drives sostenidos morían en intercepciones deflectadas (2) o en estúpidos fumbles como el de Delanie Walker, fallos como el de la recepción de un punt del rookie Phillip Adams, o en las numerosas faltas. Todo un cúmulo de desgracias.

 

A pesar de todo, a dos minutos del final, sin tiempos muertos, Smith consiguió recorrer todo el campo para recortar los 8 puntos de desventaja con un increible drive rematado por Gore y una milimétrica recepción de Vernon Davis (magnífico jugando en profundidad) en la conversión de dos puntos. Pero fue demasiado rápido. Le dejó 1:14 a Brees y éste no tuvo problemas para dejar a Garrett Hartley un fácil, a pesar del viento, FG de 37 yardas para volver a desequilibrar el partido con el reloj a cero.

 

La mala noticia para los Saints es que pierden a Reggie Bush para unas 6 semanas, en principio, por fractura de peroné. Los 49ers, con la celebración de la retirada del número de Jerry Rice, The Greatest Of All Times, parecían los Niners de los 80. Dieron una buena imagen, pero siguen teniendo serios problemas. Mike Singletary puede ser un buen motivador, pero sigue sin gestionar bien el equipo desde la banda. No se ven jugadores disciplinados y bien entrenados, por el contrario, la desorganización es palmaria. Los problemas de transmisión de las órdenes del coordinador ofensivo, la penosa gestión de tiempos muertos o el descontrol general pueden acabar con la carrera del head coah en San Francisco si los resultados en esta campaña no son los esperados. De momento, por lo menos, con un 0-2 están a sólo un partido del liderato divisional y siguen pareciendo el mejor equipo de la NFC Worst.

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los Green Bay Packers (2-0), pick favorito para los jugadores de Survival esta semana, confirmaron los pronósticos venciendo de manera cómoda a los flojos Buffalo Bills (0-2). Fue un día más en la oficina para Aaron Rodgers (19/29, 255 yardas, 2 TD) y también para Clay Matthews, que volvió a sumar sacks de tres en tres. Por los Bills, la noticia es que con sus 11/18 para 102 yardas y 2 intercepciones, Trent Edwards ha perdido la titularidad en favor de Ryan Fitzpatrick. Pero tampoco se tiene demasiada fe en el de Harvard.

 

Los Philadelphia Eagles (1-1) disputaron un partido loco en el Ford Field. Michael Vick volvió a hacer de Michael Vick. Completó 21/34 pases para 284 yardas, 2 TD, 0 picks y 37 yardas de carrera. Con él el equipo funciona y Andy Reid ha decidido darle continuidad en detrimento de  Kevin Kolb. Entre sus dianas destacó DeSean Jackson, con 135 yardas y un TD en 4 recepciones.

 

El partido tuvo sus alternativas, porque los Eagles anotaron 4 TD consecutivos y pasaron de perder por 10 a ganar de 18. Pero los Detroit Lions (0-2), a pesar de su récord y de la ausencia del lesionado Matt Stafford, son un equipo en progresión y casi remontaron la diferencia en los últimos ¡6 minutos!. Shaun Hill repartió a pares TD y picks, pero la verdadera estrella de los locales fue el RB rookie Jahvid Best, que lideró el juego aéreo y la carrera de su equipo con 154 yardas y un TD en 9 recepciones y 78 yardas de carrera y otro par de TD en 17 acarreos. No está mal para su 2º partido como profesional.

 

Los San Diego Chargers (1-1) equilibraron su récord a cuenta de unos Jacksonville Jaguars (1-1) que siempre llegan a California derrotados de antemano. La buena notica para los Chargers fue la buena actuación de Philiph Rivers (22/29, 334 yardas, 3 TD, 2 picks). La mala la lesión del rookie Ryan Mathews, que además volvió a cometer otro fumble. Por los Jaguars la mala noticia fueron las 4 intercepciones a David Garrard (15/23, 173 yardas, TD). La buena… no hubo.

 

Otros que sumaron una cómoda victoria fueron los Atlanta Falcons (1-1), a costa de unos penosos Arizona Cardinals (1-1). Matt Ryan jugó a placer, completando 21/32 pases para 225 yardas y 3 TD. Por su parte, Jason Snelling aprovechó las lesiones del resto de los backs de los Falcons para forrarse a carreras (24, para 129 yardas y 2 TD), a las que hay que añadir 5 recepciones para 57 yardas y un TD. Por los Cards, Derek Anderson volvió a su estilo de juego habitual (17/31, 161 yardas, 2 picks) y puso de manifiesto el problema que tienen los de Arizona. El rookie Max Hall disputó el último drive de los Cards para rodarse un poco pero el mormón fue interceptado en su 2º pase.

 

Los Denver Broncos (1-1) también aprovecharon la visita de un equipo de la NFC Worst para estrenar su casillero de victorias.  Los Seattle Seahawks (1-1) siempre bajan su rendimiento lejos del Qwest Field, pero en Denver estuvieron bajo mínimos. Los Broncos parecieron hasta buenos, con un Kyle Orton sin fallos (25/35, 307 yardas, 2 TD) y una defensa que interceptó en tres ocasiones a Matt Hasselbeck. No se me ocurre nada más que comentar, salvo la efectividad de los de Colorado en los home opener, ya que llevan 11 victorias consecutivas en sus estrenos en el Mile High.

 

Por último, Los Oakland Raiders (1-1) hicieron lo mismo que sus rivales divisionales, aprovechar la visita de un «NFC Worst» y estrenar su casillero de victorias. Pero la cosa no fue tan fácil. Los St. Louis Rams (0-2) son menos malos de lo que parecen y no se lo pusieron nada fácil. De hecho, Tom Cable tuvo que mandar a Jason Campbell al banquillo y poner a Bruce Gradkowski de nuevo a los mandos del ataque. El equipo no es que cambiara de raíz, pero por lo menos un pase de TD a Louis Murphy y tres FG de Sebastian Janikowski bastaron para superar la doble conexión para TD Sam BradfordMark Clayton.

 

 

Por eliminación, alcanzan el 1º puesto.
Un equipo que gana sin QB es una cosa seria.
Con un 2-0 y por lo menos por cortesía, se merecen el estrenarse en el Lombardímetro.

 

Otra derrota, en casa, frente a un rival al que machacaron hace menos de un año.
Un desastre que no creo que arregle el de Harvard.
Con una victoria saldrán de aquí, pero de momento…

Artículo anteriorSorpresa, sorpresa
Artículo siguienteEl campeón sabe sufrir
Josu Arrieta
Josu Arrieta es natural de Errenteria (Gipuzkoa), médico de profesión, y aficionado al fútbol americano desde la década de los 80, lo que le convirtió en seguidor de los 49ers, con Jerry Rice como bandera. En cuanto al college football, reparte su corazón entre la tradición de los Fighting Irish de Notre Dame y los Broncos de Boise State, por sus vínculos con la numerosa colonia vasca de Boise. Analiza en su columna semanal la jornada de la NFL desde 2005. @JosuArrieta

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.