w1: Los Jets se estrellan antes de despegar

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Los New York Jets (0-1), unos de los grandes favoritos para muchos analistas, incluyendo el que esto suscribre, el los pronósticos de pretemporada, se estrellaron en la jornada inaugural, víctimas de su propia ansiedad, de las faltas en defensa y de la nulidad de su ofensiva, incapaz de mover el balón frente a otra de las grandes defensas de la liga, la de los Baltimore Ravens (1-0).

 

El enfrentamiento del MNF entre los Ravens originales y su copia fue un partido de alta tensión. Más propio de una Final de Conferencia (no estaría mal ver un “rematch” en enero) que de un partido de la 1ª jornada. Las rivalidades ya comenzaron antes del partido, desde el precalentamiento y las tanganas fueron frecuentes tras las primeras jugadas.

 

La defensa de los Jets salió muy enchufada en el estreno de su New Meadowlands Stadium. Su 1º jugada fue un sack a Joe Flacco con fumble recuperado incluído. Así forzaron tres turnovers en los cuatro primeros drives de los Ravens. Pero si los neoyorkinos estuvieron magníficos en la defensa contra la carrera, no se puede decir lo mismo de su secundaria. Entre el holdout de Darrelle Revis, las faltas de Antonio Cromartie y la inexperiencia del rookie Kyle Wilson, la confusión en la secundaria de los locales fue evidente. Sus holdings supusieron la mayoría de los 8 priomeros downs concedidos por faltas a los Ravens. Flacco, con mucha serenidad frente a los continuos blitzes, convirtió 9 de los 12 pases que lanzó en 3º down, todos ellos para una cuenta nueva. Anquan Boldin (7 recepciones, 110 yardas) se soltó en la 2ª mitad y la defensa de los Jets no pareció entonces tan buena.

 

Claro que qué se puede decir del ataque. Mark Sanchez (10/21, 74 yardas) completó un 0 de 9 en conversiones de 3º down hasta el último minuto del partido, donde consiguió su primera y última. El sucesor de Thomas Jones, Shonn Greene, apenas sumó 18 yardas de carrera y cometió dos fumbles de los cuales perdió uno. Mejor estuvo LaDainian Tomlinson en el estreno con su nuevo equipo. Con 78 yardas en los 13 balones que tocó, se le vio más fresco que en su última temporada en San Diego.

 

Al final la triunfadora fue la defensa de los Ravens, que sólo permitió 176 yardas, 6 primeros downs y 3 FG a los Jets, que igualan la peor marca de 1º downs de la historia de la franquicia. Además del partido, los Jets han vuelto a perder a Kris Jenkins para el resto de la temporada, después de lesionarse la misma rodilla.

 

Los Green Bay Packers (1-0), otro de los candidatos a disputar la Super Bowl XLV, también sufrieron  bajas importantes para el resto del año, la del DT Justin Harrell y la de su RB Ryan Grant. Pero por lo menos ganaron el partido, y eso que no se llevaban el triunfo en Philadelphia desde 1962. En un partido correcto a ambos lados del balón, aunque Aaron Rodgers (19/31, 188 yardas, 2 TD, 2 picks) tuvo más problemas de los habituales a la hora de mover el balón. La noticia del partido, además de la victoria, fue el FG de 56 yardas que convirtió Mason Crosby, estableciendo un récord de la franquicia.

 

Los Philadelphia Eagles (0-1) estrenaban QB y lucían su horroroso uniforme throwback conmemorando el 50º aniversario de su último campeonato de la NFL. Tuvieron entonces una noticia buena y otra mala. La mala es que Kevin Kolb tuvo una penosa actuación (5/10, 24 yardas) hasta que abandonó el campo debido a una conmoción cerebral (debe haber sido difícil para los médicos el distinguir la conmoción del estado «resacoso» normal del signalcaller). La buena es que Michael Vick salió en su lugar y firmó una partido «de los de antes». Completó 16 de sus 24 pases para 175 yardas y un TD. Pero además sumó 103 yardas de carrera en sus 11 scrambles.

 

Queda abierto el debate en la Ciudad del Amor Fraterno. De momento Kolb mantiene la titularidad, aunque puede que no esté listo para el próximo domingo. En caso contrario, ¿se convertirán los Águilas en los nuevos Halcones?

 

AMARGA CELEBRACIÓN

Siguiendo con conmemoraciones, Cowboys y Vikings celebran su 50º aniversario. Son franquicias históricas, pero jóvenes comparadas con sus veteranas rivales de las divisiones NFC Este y Norte, respectivamente. Presentaron los logos conmemorativos que van a lucir en esta campaña, pero de momento ambos se quedaron sin nada que celebrar.

Los Minnesota Vikings (0-1) sucumbieron frente al vigente campeón New Orelans Saints (1-0) en un tirando a soso Season Opener. Ambos equipos nos ofrecieron una apasionante Final de Conferencia hace 9 meses, pero está claro que estamos en la primera semana todavía y que el engranaje está algo oxidado, sobre todo el de Brett Favre, tras otra típica offseason de «ahora me retiro, ahora vuelvo».

 

El #4 tuvo una  discreta actuación (15/27, 171 yardas, TD, pick), y seguro que echó de menos a Sidney Rice. Falló algunos pases claros y en general se le vio algo oxidado. Habrá que darle tiempo para que vaya cogiendo ritmo, aunque me temo que este año no se va a retirar… «a lo grande». Los Saints tampoco estuvieron demasiado rodados, con un Drew Brees regular (27/37, 237 yardas, TD), pero su defensa sí que rayó a gran altura. Ha sido la victoria con anotación más baja de la era Sean Payton. Sólo un prolegómeno de las maldiciones que acechan a los Saints esta temporada. Reggie Bush, de momento, ya ha devuelto su Heisman Trophy, y sólo acabamos de empezar.

 

Pero si los Vikings celebraron su aniversario con poca pólvora, los Dallas Cowboys (0-1) lo hicieron, como vaqueros, disparando… pero a su propio pie. Los Washington Redskins (1-0) defendieron bien y controlaron durante casi todo el partido el poderoso ataque vaquero. Pero nunca habrían ganado este partido sin la inestimable colaboración de sus archirrivales.

 

Fue un buen estreno para un entrenador «de campanillas» como Mike Shanahan, el hombre cuyos equipos han promediado 138,4 yardas de carrera por partido y 4,5 yardas por carrera (ambos récord de la NFL), con 6 de sus RB por encima del millar de yardas en alguna temporada. Tiene bastante trabajo aún con su equipo, que sólo corrió con cierta consistencia en la 2ª mitad. Otra de los estrenos del día era el de Donovan McNabb tras el center. Debe tener bien estudiados a los Cowboys, porque curiosamente es el 3º partido consecutivo que juega contra ellos. No pasó del aprobado (15/32, 171 yardas, scramble de 17), pero no fue un mal comienzo. Con todo, el ataque sólo subió 2 FG al marcador.

 

Fue necesaria a aportación de los Vaqueros. La inestimable ayuda se concretó en las últimas jugadas de cada mitad. Una de las peores jugadas de la temporada (lo será, sin duda, aunque estemos en la 1ª semana) fue la protagonizada por Tony Romo y Tashard Choice antes del descanso. A 4 segundos del final, con un 3-0 en el marcador, en su propia yarda 36, Romo cantó un Hail Mary. Bueno, es una opción para irse al vestuario por delante en el marcador. Pero el pocket colapsó y Romo, sin poder lanzar, en lugar de hacer un slide, se le ocurrió hacer un pase lateral a Choice. Éste, con más de 75 yardas por delante y la defensa en sus narices, en lugar de irse al suelo al primer contacto con un defensor, batalló por ganar alguna yarda mas!!!??? El resultado fue que DeAngelo Hall le birló el balón y anotó un comodo TD con el reloj a 0. Fue el único TD de los locales.

 

Pero si la ayuda era pequeña, en la última jugada del partido lo remataron. Con 5 puntos abajo en el marcador, Romo consiguió llegar a la yarda 13. Tras dos incompletos, le quedaba una oportunidad a 3 segundos para el final. Caracoleó en el pocket ante la presión de los Redskins y tras unos interminables segundos consiguió contactar en la endzone con un desmarcado Roy Williams. Habría sido un magnífico TD… si Alex Barron, sustituto de Marc Colombo y el hombre que más faltas ha cometido en el último lustro en la NFL, no hubiese cometido un flagrante holding. Todo un chasco para los de Jerry Jones. El único que se salva de la quema es Miles Austin, que atrapó los 10 balones que le lanzó Romo en todo el partido y que los tradujo en 146 yardas y un TD.

 

EL DÍA EN QUE ARIAN FOSTER CORRIÓ 231 YARDAS FRENTE A LOS COLTS

Tal vez no se convierta en fiesta local en Texas, pero el 12 de septiembre de 2010, el día en que Arian Foster corrió 231 yardas (y anotó 3 TD) frente a los Indianapolis Colts (0-1) será largamente recordado por los aficionados de los Houston Texans (1-0). No sólo por el récord de la franquicia batido por el joven RB, sino porque puede significar el inicio del «surpasso» en la AFC Sur.

 

Los Colts llevan dominando la división 7 años, con 12 victorias en temporada regular como mínimo. Pero torres más altas han caído. Como cayó el Imperio Romano, caerá el de Peyton Manning. ¿Será esta temporada?

 

De momento sólo ha sido un partido. Los Texans, que van mejorando año tras año, pero a quienes los Colts se les resisten como el demonio (tenían un récord de 1-15), plantearon un partido inteligente. En lugar del «pass happy» habitual de Matt Schaub, los tejanos se dedicaron a correr (39 carreras frente a 17 pases), y la defensa terrestre de los Colts quedó en entredicho. Manning se forró a lanzar balones (40/57, 433 yardas, 3 TD), a pasar del duro pass rush al que le sometieron Mario Williams y compañía, pero algún drop de Pierre Garçon y un fumble de Austin Collie no le ayudaron demasiado. Y para colmo de males, los Colts, además de la derrota, perdieron a Bob Sanders es posible que para el resto de la temporada.

 

Los tejanos presentan oficialmente su candidatura a equipo a tener en cuenta en 2010. Sólo les faltaba creérselo, y su victoria ante los Colts puede ser el aldabonazo que necesitaban.

 

EL OESTE SIGUE SALVAJE

Como decían en los antiguos westerns, si quieres ver buen football… no debiste cruzar el río Pecos, forastero. El salvaje oeste era todo lo que quedaba «West to the Pecos«. Era donde acababa «la civilización». Ahora es donde acaba el buen football.

 

Las divisiones Oeste de la AFC y, sobre todo, de la NFC están bajo sospecha. Y lo que ha ocurrido esta jornada inaugural no las despeja precisamente. Los que se presumía eran gallos de sus respectivos corrales, Chargers y 49ers, fueron derrotados en buena lid por rivales divisionales. Y de los que se esperaba una notoria mejoría, como los Raiders, volvieron a las andadas.

 

La primera jugada de los San Francisco 49ers (0-1) fue prometedora para su afición: intercepción de Nate Clements y balón a la yarda 29. A continuación, la defensa enlazó dos «3 y fuera consecutivos». Los Mineros estaban intratables… pero sólo en defensa. La incapacidad de Alex Smith de mover el balón y la de la OL en abrirle carriles a Frank Gore acabó hundiendo mentalmente al equipo y los Seattle Seahawks (1-0) les pasaron por encima, anotando 31 puntos consecutivos. Smith fue interceptado en dos ocasiones, se sumaron sólo 49 yardas de carrera y las conversiones de 3º down fueron 1/15!!!. Un desastre.

 

Pete Carroll no se podía imaginar un debut así. Los Seahawks consiguieron (o los 49ers permitieron) no sólo que un jugador que no pisaba un estadio desde 2007 como Mike Williams anotara un TD, sino que hasta el abuelo Matt Hasselbeck anotara un TD de carrera en un rollout. Como bien le dijo Mike Singletary a Carroll en la felicitación protocolaria, «gracias por patearnos el culo«. El rapapolvo que les cayó luego a sus jugadores sería de órdago.

 

Sus rivales divisionales, Arizona Cardinals (1-0) y St. Louis Rams (0-1) disputaron otro soso partido de la NFC Worst, donde el único aliciente fue el marcador apretado hasta el último Hail Mary. Por los Rams, el flamante pick #1 del draft, Sam Bradford, se estrenó con un pase de TD al filo del descanso, aunque también le cayeron tres intercepciones. Por los Cardinals, Derek Anderson anduvo espeso. Necesitó 15 pases para que uno de los mejores WR de la liga, Larry Fitzgerald, atrapara 3, uno de ellos para TD. Steve Breaston demostró que Boldin no era necesario, atrapando 7 balones para 132 yardas y salvando un TD al birlar el balón a Clifton Ryan, cuando estaba a una yarda de retornar un fumble recuperado para TD.

 

Lo mismo que a los 49ers les pasó a los San Diego Chargers (0-1). Visitaban a un rival divisional. Se pusieron por delante en el marcador. Todo parecía ir sobre la seda pero… se abrieron los cielos, se desató una tormenta y los Kansas City Chiefs (1-0) recuperaron el espíritu de la pasada década, dándo le la vuelta al marcador en un memorable MNF, ante su mojada afición, con algunos aciertos ofensivos, como el TD de carrera de 56 yardas de Jamal Charles, algunas buenas jugadas defensivas, y un espectacular retorno de punt de 94 yardas para TD del rookie Dexter McCluster, el más largo de la historia de la franquicia.

 

Los Cheifs tienen mejor pinta este año, y el lunes lo demostraron. El mal arranque de los Chargers no es novedad, es «marca de la casa». Lo cierto es que echaron de menos al díscolo Vincent Jackson. Philiph Rivers hizo lo que pudo (22/39, 298 yardas, 2 TD), pero no pudo empatar el partido en los últimos segundos en 1ª y goal desde la yarda 4. Por su parte, el esperado debut del RB rookie Ryan Mathews no pasó de dsicreto, con 75 yardas en 19 acarreos y un fumble perdido.

 

Los que siguen sin tener buena pinta son los Oakland Raiders (0-1). Jason Campbell estuvo muy presionado en su debut (4 sacks) y su actuación resultó bastante gris (22/37, 180 yardas, TD, pick, fumble perdido). En defensa no estuvieron mejor, lo que facilitó las cosas para los Tennessee Titans (1-0). Permitieron a Chris Johnson su ración de yardas habitual (142 yardas, 2 TD) y convirtieron a Vince Young en un QB ultrapreciso (13/17, 154 yardas, 2 TD). El objetivo de este año para CJ2K son las 2.500 yardas de carrera. Suena imposible, ni siquiera con un gran partido como el del domingo le coloca en la media. También dudo de que se vuelva a acercar tanto al record de Eric Dickerson (2.105 yardas). No todos los días va a jugar contra los Raiders. Pero estaré al loro por si hay que rescatar el «Chrisjohnsonómetro».

 

Los Denver Broncos (0-1) tampoco se lucieron mucho en su visita al caluroso norte de Florida. Frente a ellos los Jacksonville Jaguars (1-0) parecieron hasta buenos. David Garrard lanzó 3 pases de TD, dos de ellos para el TE Marcedes Lewis. Maurice Jones-Drew corrió para 98 yardas y punto. Un poco de esperanza para una afición que tiene que estar con el equipo si no quiere que vuele para L.A. Pero el morbo del partido lo protagonizó el ídolo local, Tim Tebow. Dos carreras, dos yardas es lo único que vimos del Mesías en su tierra natal.

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Tal vez el partido más comentado del resto de la jornada sea el de la visita de los Detroit Lions (0-1) a sus rivales Chicago Bears (1-0). No porque los Lions perdieran a domicilio, es algo que ha pasado en las últimas 21 ocasiones. Ni porque Jay Cutler lanzara una intercepción, el año pasado lanzó «sólo» 26. Lo es por la jugada tonta de la jornada. ¿Qué digo de la jornada?, de la temporada. Después de que Julius Peppers justificara su contratación mandando a Matt Stafford a la enfermería con un hombro dislocado, Shaun Hill lanzó un pase profundo a la endzone, donde Calvin Johnson hizo valer su envergadura. Balón atrapado, un pie, dos pies, cae al suelo. ¿TD de la victoria a 30 segundos del final? ¡No! El WR incompresnsiblemente suelta el balón al contactar con el suelo. La regla puede parecer absurda, pero es clara. El balón debe seguir controlado después del contacto con el suelo. Se puede argumentar contra la regla, aunque al final siempre hay una fina línea entre los que es una recepción y lo que no, pero lo cierto es que Johnson firmó el «gaffe» del año. Me recordó al balón que soltó DeSean Jackson antes de entrar en solitario en la endzone, pero las consecuencias han sido mucho peores. En reumen, ¡no sueltes el balón hasta que los árbitros piten TD!

 

También se ha comentado la «milagrosa» recuperación de Wes Welker de su lesión de rodilla. Sus 8 recepciones para 64 yardas y 2 TD colaboraron y mucho en la cómoda victoria de los New England Patriots (1-0) sobre los Cincinnati Bengals (0-1), que no se presentaron como los temibles tigres de la pasada temporada sino como gatitos, otra vez. Los Pats dominaron por tierra, mar y aire, es decir con juego aéreo (25/35, 258 yardas, 3 TD de Tom Brady), juego de carrera (118 yardas totales, están tan sobrados de RB que han mandado a Laurence Maroney para Denver) y defensa (sólo permitieron 3 puntos en la 1ª mitad).

 

Los New York Giants (1-0) también saldaron su partido inaugural en su nuevo estadio con una victoria cómoda frente a otros «gatitos», los Carolina Panthers (0-1), vengando las últimas derrotas frente a los Norcarolinos en su viejo estadio. Lo más noticiable es que Hakeem Nicks recibió 4 pases, tres de ellos para TD idénticos en la misma esquina de la endzone. Esto no dice nada bueno de la defensa de los Panthers, pero peor estuvo aún su QB, Matt Moore, que fue interceptado en tres ocasiones al lanzar indefectiblemente balones a receptores con triples coberturas. Eli Manning fue también interceptado en tres ocasiones, pero puso más puntos en el marcador.

 

Queda demostrado que los Pittsburgh Steelers (1-0) ganan más fácilmente sin Ben Roethlisberger que sin Troy Polamalu. No es que Dennis Dixon (18/26, 236 yardas, pick) estuviera brillante, que no lo estuvo, pero los Steelers sin el de «Raíces y Puntas» van 5-6 y con él 5-1 desde al año pasado. Otra espectacular intercepción del melenudo privó a Matt Ryan de adalantar a los Atlanta Falcons (0-1) tras el two minutes warning. Jeff Reed tuvo así la oportunidad de desnivelar un encuentro empatado a 3 FG, pero falló la que podía ser la 10ª patada ganadora de su carrera, de 40 yardas. Es que el partido estaba condenado a la prórroga, como los dos últimos enfrentamientos entre ambas franquicias, que se ven las caras cada 4 años. En la prórroga decidió Rashard Mendenhall, que se escapó 50 yardas para TD en la 1ª jugada ofensiva de los Steelers, que habían frenado el drive inicial de los Falcons.

 

Los Miami Dolphins (1-0) aprovecharon la visita a los Buffalo Bills (0-1) para empezar la temporada en positivo. Por los Dolphins hay que destacar la gran aportación de sus fichajes estrella: Brandon Marshall (8 recepciones, 53 yardas) y Karlos Dansby (8 placajes, un sack). Por los Bills, lo que más llama la atención es que con un QB sospechoso, su receptor estrella despedido, su backfield cargado y el 1º pick del pasado draft invertido en otro RB, la selección de jugadas fue de 27 pases/17 carreras, ¡en un partido apretado!

 

Por último, los Tampa Bay Buccaneers (1-0) y los Cleveland Browns (0-1) disputaron lo que se llamaría una «Locker Bowl» si la temporada estuviera más avanzada. Los Bucs son un equipo plano. No son especialmente buenos en ninguna de sus líneas. Pero lo de los Browns es peor. Cuesta entender cómo Mike Holmgren ha confiado en Jake Delhomme para dirigir su proyecto de reconstrucción de la franquicia. El año pasado lanzó 18 intercepciones y perdió tres fumbles. Este año ha empezado con otro par de pick offs.

 

Si han derrotado al favorito, deben ocupar su lugar.
Es el equipo más completo de su conferencia.
Ya que ha sido mi pick de pretemporada, lo voy a mantener, de momento.

 

Locker no les vendría nada mal la poróxima temporada.
A los Bills tampoco. De momento, están bien colocados.
La ausencia de Elvis Dumervil va a pesar en su defensa.

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