w5: The Show Must Go On

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Es difícil hablar de la jornada de la NFL sin referirse al fallecimiento de Al Davis. Pero mi compañero Jose Villelabeitia ya le ha dedicado un magnífico obituariuo y a mí me toca seguir adelante. Como dicen en el mundo de la farándula por aquellas tierras, The Show Must Go On, el espectáculo debe continuar. O sea que continuemos, porque de espectáculo tuvimos mucho, empezando por el partido del Reliant Stadium.

 

Es una pena que los Oakland Raiders (3-2) no jugaran en el Black Hole, porque la puesta en escena seguro que era impresionante. Los americanos saben hacerlo. Pero lo que tambien tienen allí es buenos guionistas, sólo hay que ver las teleseries, y el guión del enfrentamiento de los Raiders y los Houston Texans (3-2) lo escribió uno muy bueno.

 

Primeron fueron el minuto de silencio, los stickers en los cascos con las siglas AL,  y los saludos a Mark Davis, hijo de Al. Todo lo protocolario.

 

Luego vino el típico partido de los Raiders, lleno de altibajos. Darren McFadden no pudo correr como acostumbra, bien frenado por la defensa de los tejanos (51 yardas en 16 acarreos), pero entre un par de aciertos de Jason Campbell, en forma de pases de TD a Darrius Heyward-Bey y a Chad Schilens, y un fabuloso Sebastian Janikowski, quien anotó FG de 42, 50, 53 y 54 yardas, sin fallos, los Raiders remontaron el partido y se plantaban en el 4º cuarto por delante en el marcador y con todo el «momentum» a su favor. Hasta se atrevieron con un fake punt en su yarda 39.

 

Los Texans parece que no acaban de creerse que son buenos o es que tienen alguna maldición rondándoles. Les ha tocado jugar contra unos Raiders hipermotivados. Perdieron la semana pasada a su mejor hombre en ataque, Andre Johnson, y este domingo se quedaron sin su mejor hombre en defensa, Mario Williams, y para toda la temporada.

 

Matt Schaub tuvo que echar mano de Arian Foster (5 rececpiones, 116 yardas) y del TE Joel Dreessen (5, 112 TD) para mover las cadenas. Superó las 400 yardas de pase, ya no es noticia, pero completó menos de la mitad de sus 51 pases y fue interceptado en dos ocasiones.

 

Pero los Texans son los Texans y son capaces de ganar o perder un partido en la última jugada. Schaub tuvo su último balón, 5 puntos abajo, a 1:50 del final. En «1ª y 25» desde su yardas 33 completó un pase de 26 yardas a Kevin Walter. Parecía que iba a ser el perfecto spoiler de una victoria Raider tan emotiva. Tras un mal snap, Schaub se volvió a ver en 3ª y 23 en la 39 de Oakland, a 29 segundos del final, sin tiempos muertos. ¡Y completó un pase de 34 yardas a Dreessen hasta la yarda 5!, consiguiendo hacer un spike a 6 segundos del final. Esta película ya la he visto.

 

Ultima jugada, Schaub se escapa del pass rush y se encuentra en la yarda 10 con la endzone a un paso, sin defensores enfrente. Si hubiera ido con decisión llegaba seguro, pero entre sus dudas vio aún más fácil el pase a Jacoby Jones. Lanzó, pero allí apareció Michael Huff, guiado no sé si por los dioses del football o por el mismo espíritu de Al Davis, y atrapó el balón.

 

Aquello fue demasiado para Mark Davis y para Hue Jackson, que rompieron a llorar desconsoladamente. Los guionistas americanos saben hacerlo, fue un final para la historia de la NFL. Como vuelta de tuerca del guión, los principales actores: Heyward-Bey, Janikowski y Huff fueron tres de las controvertidas selecciones de 1ª ronda del draft de Al. El título de esta película está claro, Just Win Baby!

 

DE LA NFC WORST A LA NFC LEAST

Mucho hemos hablado de la peor división de la NFC (y de la NFL) en los últimos años, pero puede que la cosa vaya cambiando. Sí, ya sé que los St. Louis Rams (0-4), de bye esta semana, están aún a cero, y que los Cards firmaron un lamentable partido en el Metrodome, pero los Niners ganaron por 45 puntos a un equipo con un récord de 3-1, y los Seattle Seahawks (2-3) vencieron nada menos que en New Meadowlands a unos New York Giants (3-2) que tuvieron que echar mano de una funesta decisión arbitral para ganar precisamente en Glendale el domingo pasado.

 

Los Giants empezaron a no correr como acostumbran (17 acarreos, 58 yardas de Ahmad Bradshaw) y cuando el juego de carrera fracasa se cae todo el andamiaje del equipo. Eli Manning se pone a perder balones (3 intercepciones, fumble) y la defensa hace aguas. Con todo, estuvieron a punto de ganar otro partido inmerecido con una espectacular jugada en la que Victor Cruz, no sólo evitó un pick sino que atrapó un balón inverosímil y lo llevó hasta la endzone.

 

Parecía que el partido se ponía de cara para los locales, pero los Sehawks hicieron un partido serio y no se echaron para atrás. La defensa de los Giants fue incapaz de parar a jugadores como Marshawn Lynch (12 acarreos, 98 yardas, TD) y Doug Baldwin (8 recepciones, 136 yardas, TD) y Charlie Whitehurst, quien sustituyó a Tarvaris Jackson, firmó un gran drive de 80 yardas que volvió a poner por delante a los suyos. Cuando Manning estaba a punto de ganar otro partido que no se merecía en los últimos dos minutos, el karma hizo justicia y un balón rebotado en Cruz fue interceptado por Brandon Browner, quien retornó el balón todo el campo (94 yardas) para el TD que sellaba la sorpresa.

 

Así, de la NFC Worst vamos a tener que pasar a hablar de la NFC Least, ya que además de los «blue men» también los Philadelphia Eagles (1-4) protagonizaron un  sonoro fracaso en su visita a Buffalo. El Dream Team está a un strike de quedar totalmente eliminado. Quién lo iba a decir, pero lo único que les mantiene vivos es que el resto de la división tampoco está para sacar pecho. Los líderes Washington Redskins (3-1) y los Dallas Cowboys (2-2) estaban de bye. Los Capitalinos son el equipo más regular de la división, pero perdieron en Dallas, o sea que tampoco están muy lejos del resto.

 

Los Eagles volvieron a perder un partido en el que cometieron muchos fallos, demasiados. Vale que Michael Vick no juegue cómodo detrás de una OL sin titulares, pero 4 intercepciones (una de ellas retornada para TD) son demasiadas para un QB que quiere ganar un partido. Si la OL falla en sus asignaciones hay que encajar el sack y no rifar el balón. Superó las 300 yardas de pase, lanzó dos pases de TD y fue el mejor corredor de su equipo, lo que no sé si es bueno o malo, porque eso le dejó sólo 11 handoffs a LeSean McCoy, cuyos 80 yardas y un TD merecían más. Pero los errores no acaban ahí. Jason Avant malogró un buen partido con 9 recepciones para 139 yardas dejándose birlar un balón después de que perdieran un partido por la misma razón hace 7 días. Por si fuera poco, remataron el partido con Juqua Parker picando como un rookie en una hard count de los Bills en 4º down. Un desastre.

 

Los Buffalo Bills (4-1) volvieron a la senda de la victoria gracias a su defensa, a un partido serio de Ryan Fitzpatrick (21/27, 193 yardas, pick) y a un demoledor Fred Jackson, que sumó 111 yardas y un TD en 25 acarreos y que firmó otra jugada de screen espectacular de 49 yardas. La victoria se quedó en casa. Vick se llevó el récord de yardas terrestres en la carrera de un QB, superando a Randall Cunningham, y algún golpe tardío más.

 

Al que se le está empezando a coger respeto es a los San Francisco 49ers (4-1). Los Niners no están invictos por una mala decisión de Jim Harbaugh, pero una mala tarde la tiene cualquiera. No se le puede reprochar nada a un head coach que está haciendo magia en la Bahía. Sin offseason, sin workouts y con un training camp express está implantando su nuevo sistema a ambos lados del balón con los mimbres que había y está proporcionando a los aficionados sensaciones que no percibíamos desde hace bastante más que una década.

 

El domingo aniquilaron a los correosos Tampa Bay Buccaneers (3-2) con un preciso Alex Smith (11/17 para 170 yardas y 3 TD), un demoledor y versátil jugo de carrera (190 yardas y un TD entre Frank Gore y el rookie Kendall Hunter) y una inesperadamente sólida defensa, liderada por el dueto Patrick WillisNaVorro Bowman, con nuevas caras en una sólida secundaria y un prometedor pass rush de su rookie de 1ª ronda, Aldon Smith. La defensa sumó 3 sacks, 2 pick y un fumble. El  margen de victoria es el mayor desde un 48-0 a los Los Angeles Rams en 1987.

 

LA BLACK & BLUE EN HORARIO ESTELAR

Packers y Lions siguen marcando invictos el paso al resto de la liga. Aún es pronto para echar las campanas al vuelo (les queda la mitad del trabajo), pero si siguen así podrían llegar al partido de Acción de Gracias más interesante de la historia, con Packers y Lions enfrentados con un récord de 10-0 a la hora de hacer el pavo. A alguno se le puede quemar.

 

Aunque no conviene irse tan lejos aún. De momento, lo que los Detroit Lions (5-0) pusieron en escena en el MNF (el 1º en una década en la Motown) es la confirmación de que este año van a por todas, después de marcar distancias con los Chicago Bears (2-3).

 

El ambiente fue tremendo en el Ford Field, No hay afición con más ganas de un éxito deportivo. El ruido fue tan ensordecedor que los Bears cometieron 9 salidas falsas. El partido estuvo apretado. Matt Stafford había adelantado a los suyos con el típico melonazo a Calvin Johnson en doble cobertura que Megatron convirtió en un TD de 73 yardas. C.J. se quedó sin anotar la pareja por 1ª vez esta temporada, pero es el único receptor que ha anotado 9 TD en los 5 primeros partidos de la temporada en la historia de la liga.

 

Pero los Bears ofrecieron resistencia, liderados por un bravo Jay Cutler que estuvo luchando prácticamente solo contra la adversidad, corriendo por su vida entre el abrumador pass rush de los Lions, ganando tiempo en el pocket y lanzando con precisión en cuanto podía. Completó 28/38 pases para 249 yardas y un TD, y Matt Forte colaboró con 116 peleadas yardas de carrera en 22 acarreos contra la cuadrilla de Ndamukong Suh. Pero el partido lo rompió Jahvid Best, cuando protagonizó una escapada de 88 yardas para TD al final del 3º cuarto. El partido ya tenía dueño y los Lions se colocaban con un 5-0 por 1ª vez desde ¡1956!, más de medio siglo.

 

Y si los Lions fueron los protagonistas de la noche del lunes, los Green Bay Packers (5-0) lo fueron de la del domingo. Los Atlanta Falcons (2-3) querían venganza por su eliminación el año pasado en los playoffs divisionales. Y el inicio del partido fue prometedor. En un ambiente de gala en el Georgia Dome y con las primeras 15 jugadas ya escritas, como popularizó Bill Walsh, los Falcons se adelantaron 14-0 con 10 acarreos de Michael Turner, allanando el camino y anotando un TD, y con Matt Ryan completando 8/10 pases, uno de ellos para TD a Roddy White.

 

Pues bien, incomprensiblemente el resto del gameplan de Mike Smith fue para tirar a la basura. Turner sólo dispuso de 6 handoffs en el resto del partido, ¡inaudito!, y eso que «Icy Matt» completó menos de la mitad del resto de sus pases y fue interceptado en dos ocasiones. Más le vale a Smith anotarse previamente las jugadas del partido entero la próxima vez. Así, Aaron Rodgers impuso su ritmo (26/39, 396 yardas, 2 TD) y los Packers anotaron 25 puntos incontestados. Los Packers suman y siguen.

 

ENCONADAS RIVALIDADES

Este domingo teníamos interesantes duelos divisionales empezando por uno de los clásicos de estos últimos años, el New England Patriots (4-1) vs. New York Jets (2-3), o lo que es lo mismo, un «Bill Belichick vs. Rex Ryan«.

 

El partido no tuvo el dramatismo de otras ediciones, tal vez porque los Pats hicieron un gran partido a ambos lados del balón. Tom Brady (24/33, 321 yardas, TD) movió el balón con más facilidad de la esperada, con el lunar de su intercepción en la endzone, la única en Foxboro en su carrera. Wes Welker pilló sólo 5 balones, pero sumó 124 yardas). Pero el MVP ofensivo es para BenJarvius Green-Ellis, que machacó el front seven de los Jets con sus 27 acarreos para 137 yardas y 2 TD. Los Pats subieron 30 puntos justitos al marcador, continuando su racha (13, a uno del récord de los Rams), pero fue más que suficiente para doblegar a los Jets porque su defensa también completó un buen partido. El marcador puede ser engañoso porque los Jets no estuvieron tan cerca. Mark Sanchez firmó tres drives anotadores y 7 «3 y fuera» en los otros 8 que dispuso.

 

También hubo chispas en el viejo Sur. Los Carolina Panthers (1-4) y los New Orleans Saints (4-1) se tienen ganas, y no importa la diferencia de récord entre ambos, el partido será tenso y disputado. Cam Newton volvió a ilusionar a sus aficionados, lanzando otro par de TD y corriendo para otro, con un socio como Steve Smith, espectacular de nuevo en una recpeción de 54 yardas para TD. DeAngelo Williams también se sumó a la fiesta con 115 yardas en 9 acarreos, uno de ellos para un TD de 69. En resumen, espectáculo en Charlotte en un match que enfrentó a los dos últimos Heisman Trophies, representantes de los dos últimos Campeones Nacionales de la NCAA. Mark Ingram también anotó un TD en el duelo.

 

Pero si el alumno estuvo bien, enfrente estaba el profesor, Drew Brees. y éste enseñó sus galones. Si sus números (32/45, 359 yardas, 2 TD, pick) no fueron mucho más espectaculares, si lo fue su maestría a la hora de dirigir el drive que daba la vuelta al marcador en el último minuto. Fue un drive de 89 yardas, en algo más de 6 minutos, con 8/9 paes cortos completados, marcando el tempo del partido en el momento justo. Una lección magistral.

 

En el oeste, los San Diego Chargers (4-1) siguen sumando victorias «feas», pero por lo menos están ganando en septiembre y octubre, algo que no acostumbran a hacer frecuentemente. Phillip Rivers repartió el balón entre 8 receptores, pero ninguno de ellos era Antonio Gates y con ello sigue protagonizando partidos mediocres, con TD de pase y de carrera, pero también con un pick y un fumble perdido. Los 5/5 FG de Nick Novak, el más largo de 51 yardas, ayudaron a montar un colchón de 16 puntos que estuvieron a punto de malograr en el 4º cuarto.

 

Pero la noticia del partido estaba en los Denver Broncos (1-4). Después de otra penosa actuación de Kyle Orton en la 1ª mitad (6/13, 34 yardas, pick), John Fox y John Elway tuvieron que ceder a la voluntad popular e hicieron algo que no querían, poner el equipo en manos de Tim Tebow. El #15 no es que estuviera brillante en la 2ª mitad, pero estuvo a punto de hacer magia.

 

Después de dos «tres y fuera» en el 3º cuarto y de otro fallido drive en el 4º, se puso las pilas y anotó sendos TD de pase y carrera en dos cortos drives. Tras el último FG de los Chargers, tuvo un último balón en la yarda 20 a falta de 24 segundos, sin tiempos muertos, para ganar el partido. Con sus misiles habituales, completó pases de 20 y 31 yardas y le dio tiempo a hacer un spike a falta de un segundo. Desde la yarda 29, y después de caracolear entre media defensa de los Chargers, lanzó a la endzone pero su pase no encontró receptor. Habría sido el apoteosis en el Mile High. Tal vez era demasiado para una jornada en la que la épica estaba reservada a los Raiders. Pero Tebow se ha ganado la titularidad y seguro que en Denver ya no se aburren.

 

 

Los Minnesota Vikings (1-4) por fin dieron una alegría a sus cheerleaders, y a sus aficionados.

 

En menos de 10 minutos los Vikings ya ganaban 21-0 y los Arizona Cardinals (1-4) ya habían cometido dos turnovers. Antes de terminar el 1º cuarto los Vikings ganaban 28-0 y los Cards llevaban 16 yardas ofensivas totales.

 

Desde luego, los Cardinals tenían mucha fe en el desplome habitual de los vikingos en la 2ª mitad de los partidos. Pero que mucha fe.

 

Sobre el bajón habitual no andaban mal encaminados, ya que si en el 1º cuarto anotaron 4 TD en los otros tres sólo anotaron 2 FG. El problema estuvo en que los Cards tampoco mostraron mucho poder ofensivo. Sólo subireron 10 puntos al marcador. Muy pobre. Kevin Kolb fue interceptado en dos ocasiones y su sustituto Richard Bartel en otra. Larry Fitzgerald, aburrido, sólo atrapó 4 balones para 66 yardas. Un desastre. Van camino del Luckómtero®.

 

Donovan McNabb tampoco estuvo mucho mejor, con un paupérrimo 10/21 para 169 yardas y un TD de carrera. Menos mal que Adrian Peterson sacó toda su rabia acumulada sumando 129 yardas y anotando 3 TD en sus 29 acarreos. Los Vikings se han estrenado, pero necesitan dar un paso adelante y jubilar a McNabb, si quieren mirar para arriba.

 

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Ben Roethlisberger es como un jabalí. No lo puedes dejar herido porque será más peligroso y te va a morder. Con un pie lesionado y siendo duda para el partido toda la semana, salió al campo, lanzó 34 pases de los que completó 24 para 228 yardas, ¡5 TD! y un pick y derrotó a unos Tennessee Titans (3-2) que llevaban tres victorias consecutivas en el Three Rivers, casi sin despeinarse. A los Pittsburgh Steelers (3-2) les salió todo, hasta un fake punt. Un aplauso para Mike Tomlin.

 

Fue un aviso a sus rivales, Baltimore Ravens (3-1) y Cleveland Browns (2-2) estaban de bye, de que no se puede dar por enterrrados a los Steelers. Los Titans tuvieron el peor partido de la temporada. Matt Hasselbeck (29/49, 262 yardas, TD, pick) tuvo un día duro contra la defensa de los Steelers y Chris Johnson (51 yardas de carrera, TD) aún no ayuda lo suficiente.

 

Los Indianapolis Colts (0-5) están en un mano a mano con los Miami Dolphins (0-4), de bye esta semana, para hacerse con los servicios de Andrew Luck. Y eso que Curtis Painter tuvo una gran primera mitad, conectando en un par de ocasiones con Pierre Garçon para sendos pases de TD de 6 y 67 yardas, llegando al descanso 10 puntos arriba.

 

Pero si Painter estuvo bien en la 1ª mitad, Matt Cassel estuvo perfecto todo el partido, terminando con 21/27 pases completados para 257 yardas y 4 TD. Dwayne Bowe y Steve Breaston se repartieron a medias los 4 TD. En la foto se puede ver el último de Bowe, un prodigio de concentración, equilibrio y habilidad.

 

Los Kansas City Chiefs (2-3) se anotaron la 2ª victoria consecutiva con un buen trabajo de su RB Jakie Battle (19 acarreos, 119 yardas) y una defensa que no permitió anotar a los Colts en la 2ª mitad. Ahora no parecen tan malos.

 

Por último, en el duelo entre felinos los Cincinnati Bengals (3-2) mostraron más garra que los locales Jacksonville Jaguars (1-4), si se me permite el chiste fácil. En otro duelo entre QB rookies, Andy Dalton (21/33, 179 yardas, 2 TD, pick) fue superior a Blaine Gabbert (15/28, 221 yardas, TD).

 

Los Bengals se están mostrando un equipo más sólido de lo que muchos pensaban, mientras que los Jaguars realmente no van a ninguna parte. Creo que los aficionados quieren ver ya otra cara en el banquillo la próxima temporada.

 

Jacksonville completó el rosco completo de la AFC Sur esta jornada, con cuatro derrotas de sus miembros. Quién la ha visto y quién la ve.

 

 

Sin novedad. Ganando en un campo difícil.

Con Pats y Bills en el retrovisor, nadie más asusta en la AFC en estos momentos.

Han ganado sus últimos 9 partidos (13 si contamos los de pretemporada).

 

Hoy por hoy, sigue siendo el peor equipo de la liga.

Van a ser duros rivales de los Dophins.

Me parecen peores que los Rams, aunque éstos no se hayan estrenado aún.

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