Cincinnati Bengals

2211

Estadísticas 2011:

Ataque
Media
NFL
Puntos Anotados
21,5
18º
Yardas Totales
319,9
20º
Yd. de Carrera
111,1
19º
Yd. de Pase
208,8
20º
Defensa
Media
NFL
Puntos Encajados
20,0
Yardas Totales Permitidas
316,2
Yd. de Carrera Permitidas
104,7
10º

Yd. de Pase Permitidas

211,6

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ALTAS
Terence Newman CB
Derrick Harvey DE
Jamaal Anderson DE
Jason Allen CB
BenJarvus Green-Ellis RB
Travelle Wharton G
BAJAS
Andre Caldwell WR
Cedric Benson RB
Bobbie Williams OG
Jonathan Fanene DE
Jerome Simpson WR
Chris Crocker / Gibril Wilson S

Draft 2012:

Ronda Jugador Pos College
1-(17) Dre Kirkpatrick CB Alabama
1-(27) Kevin Zeitler OG Wisconsin
2-(53) Devon Still DT Penn State
3-(83) Mohamed Sanu WR Rutgers
3-(93) Brandon Thompson DT Clemson
4-(116) Orson Charles TE Georgia
5-(156) Shaun Prater CB Iowa
5-(166) Marvin Jones WR California
5-(167) George Iloka S Boise State
6-(191) Daniel Herron RB Ohio State

 

 

El lugar era lóbrego, húmedo y sombrío. Todas las mazmorras lo son. Y aquella de la escuela de gladiadores de la hispánica Cartago Nova no era una excepción. A la tenue luz de una antorcha, dos hombres avanzaban por un estrecho pasillo maloliente, plagado de ratas, excrementos y cascotes de piedra desprendidos de unas decrépitas paredes que se caían de puro viejo.

 

– Señor –dijo el fiel entrenador de gladiadores Marvinius Lewus a su poderoso amo, el dueño de la escuela-, si me permitís, creo que deberíais mejorar las instalaciones…

– ¡Gastar y gastar, no piensas en otra cosa! –exclamó el patricio. Claro, como tú no tienes que pagarlas. A ver si te crees que he amasado mi fortuna despilfarrando de esa manera. Espero que merezca la pena haberme hecho bajar hasta aquí –añadió-.

– Distinguido patrón, encontré al esclavo que vamos a visitar deambulando entre los lupanares del puerto. Al principio, pensé en echarlo de comida a las fieras. Pero, por un lado me daba pena, por los pobres tigres que no tenían culpa de nada, arrojarles semejante bazofia a su comedero; y por otro, el sujeto me confesó que podía ver el futuro y pensé que a lo mejor a usted le podría servir de utilidad. Se hace llamar Ernestus Campoaltus.

 

MVP ATAQUEMVP ATAQUE: A.J. Green. Nuestra principal arma de destrucción masiva. El WR deberá afrontar su 2ª campaña como profesional siendo consciente del sobremarcaje al que va a ser sometido, pero sintiéndose el actor principal de la escena bengalí como objetivo preferente de Andy Dalton. Con un ataque terrestre entre interrogantes, de su estado de forma dependerá el ritmo al que bailen los Bengals de 2012.

Marvinius, quien se desenvolvía en el calabozo con inusitada soltura entre individuos de baja estofa y delincuentes, no tardó en encontrar su celda. El agudo chirriar de la puerta metálica al abrirse despertó al famélico esclavo, que se revolvió en su camastro de paja reseca.

 

– ¿Qui…quién es? –acertó a balbucear el prisionero-.

– ¡Pues vaya mierda de adivino! –bufó el patricio-. Mi nombre es Mikelius Marronius. Y soy el dueño de tu destino. Dicen que puedes augurar el porvenir. Vaticina el mío y podrás salvar tu miserable vida.

 

El espantado reo abrió sus ojos como platos y enmudeció, incapaz de articular palabra, petrificado por el miedo. El servil Marvinius, antiguo pancraciasta[1], le agarró del cuello y le zarandeó instándole a hablar, golpeándole la cabeza contra el muro. En ese instante, aturdido por el golpe, Ernestus entró en un estado de ensoñación y comenzó a relatar la abstracta visión que acababa de formársele en su perturbada mente.

 

– Veo que vuestros descendientes alcanzarán idéntica fortuna de la que vos disfrutáis aquí, pero ellos lo harán más allá de donde termina el Mare Nostrum. En la que unos llamarán la ciudad de la reina, y otros más vulgares, Cincinnati. Al igual que usted, también dirigirán lo que parece ser una escuela de gladiadores, cuyo emblema será una cabeza de tigre similar a la del medallón que adorna su cuello. Igualmente, heredarán su visión para los negocios, su contención en el gasto y su exquisito gusto en el vestir.

– ¿Ves como sí que es elegante esta túnica corta que visto, y que deja al descubierto mis torneadas pantorrillas? –comentó altivo Marronius a su edecán-. ¡Háblame más de esa escuela de gladiadores si no quieres acabar en galeras, insecto vil! –ordenó al preso-.

– El líder, al que denominan quarterback, se hace llamar Andy Dalton. Es un joven audaz y decidido. Inteligente y religioso. Pero que sabe sacar la rabia cuando es necesario, lo que hace que parezca que de su cabeza salga fuego. Eso, o que es pelirrojo. Puedo ver que pese a su juventud todos le consideran como un héroe, capaz de guiarles a conseguir muchas victorias. A su lado, su fiel escudero calvo Bruce Gradkowski, que por su aspecto parece más bien un bárbaro de origen vándalo, de más allá de Germania. Entre ambos, aportan al resto la tranquilidad de estar bien dirigidos.

 

– Pero por si acaso, una escuadra personal les protege –continuó-. Se hacen llamar línea ofensiva, una formación similar a la tortuga de nuestras temidas legiones, compuesta por 5 guerreros. Justo el centro, un tal Kyle Cook aporta solidez y estabilidad. Componen la línea junto a él (lo que ellos llaman guards) por la izquierda un veterano llamado Wharton, cuyo nombre de pila es algo así como “travelo”, quizá porque antes era Carolina, o de Carolina… y por la derecha un joven llamado Kevin Zeitler, a quienes prefirieron en lugar de un celta proveniente De un Castro[2]. Pero el auténtico líder se encuentra en el extremo (que ellos llaman tackle) izquierdo: un robusto centurión llamado Andrew Whitworth, temido y respetado en todo el reino como uno de los mejores en su posición. En el tackle derecho, sin embargo, se encuentra un rollizo mercenario llamado Andre Smith cuya actitud hacia el combate deja bastante que desear. Por su aspecto parece procedente de Ghana, en la provincia africana de Numidia.

 

– ¡Ya! –interrumpió Marvinius-. Conozco bien a los procedentes de esa región llamada Numidia-la-Ghana. Cuesta mucho hacerles trabajar.

– Y decidme adivino –continuó Marronius-, ¿qué espectáculo de circo será el preferido por las masas en el futuro: los combates a muerte entre tracios[3] y reciarios[4], los bestiarios que pelean contra las fieras, las batallas entre los carros de los essedarios[5], las naumaquias[6],…? Lo digo por anticiparme y empezar ya a volcarme en ellos.

 

– Pues según mi visión, noble patricio, causarán furor las carreras de cuadrigas. Pero sin carros, ni caballos, sino que será el propio auriga, al que ellos llaman runningback, quien emprenda la carrera llevándose por delante a cuantos rivales se interpongan en su camino. En el caso de vuestros descendientes, el principal será un tal Benjarvus Green-Ellis, un antiguo advocatus[7] que ahora se gana la vida en la arena, según parece, porque son menos peligrosos los criminales del circo que los que frecuentan los tribunales. Junto a él, compartirán carreras unos tales Bernard Scott, Brian Leonard y Chris Pressley, especialistas respectivamente en velocidad, seguridad y potencia (lo que ellos llaman fullback).

 

– Pero, se seguirá combatiendo a muerte, ¿no?

– Pues por extraño que parezca, mi señor, en aquel tiempo estará muy mal visto que la gente que participa en dichos espectáculos fallezca como consecuencia de sus heridas. Incluso tras su muerte, donarán sus cuerpos a los archiatri[8] para que los analicen.

– Pues si no se pueden matar entre ellos, imagino que, para incitarles a combatir, estarán motivados por suculentas recompensas de buenas cantidades de sestercios.

– No os creáis excelencia, aquella sociedad será tan puritana que hasta lastimar al contrincante a cambio de dinero también estará prohibido.

– Entonces, ¿qué harán los entrenadores para estimularles? –intervino Marvinius- supongo que a base de látigo, igual que aquí, ¿no es cierto?

 

– Pues no digo que no hayan lanistas[9] que empleen ese método –respondió Ernestus- pero mi impresión es que la táctica que emplean es la de hacerles pasar hambre. Tal debe ser su privación, que se matan por coger la comida que les lanzan. Sobre todo, melones. Hacen auténticas acrobacias por atraparlos al vuelo. A estos les llaman wide receivers, y destaca en especial uno llamado A.J. Green, un prodigio de la naturaleza, bendecido por los dioses. Llamado al ocupar un puesto en el Olimpo de los más grandes. Junto a él se alinearán una legión de jóvenes con tanto porvenir y calidad en ciernes, como inexperiencia en coliseos de máxima categoría: Jordan Shipley, Mohamed Sanu, Marvin Jones, Armon Binns, Ryan Whalen, Brandon Tate,… Todos ellos con la ardua labor de sustituir, tanto en la arena como en el corazón de la plebe, al legendario y popular gladiador conocido como VIII-V.

 

– Hmmm, interesante –comentó Marronius-. Reducirles la comida. Efectivo a la par que económico. Lo tengo que poner en práctica.

– Parece ciertamente dura la vida de estos gladiadores –intervino Marvinius-. Yo imaginaría que, al igual que aquí, serían personajes muy populares, e iconos sexuales en orgías para el placer de las damas patricias.

– ¡Oh, y lo serán, no le quepa duda! –confirmó Ernestus-. En especial unos luchadores denominados tight-ends, una mezcla de todo lo anterior, que bloquean, corren, atrapan melones,… Será frecuente verles participar en bacanales rodeados de músicos, danzarinas y esculturales meretrices, como por ejemplo, un tal Gronkowski, de la escuela de gladiadores de Nueva Britannia. Los de sus descendientes en cambio, serán más comedidos. De Jermaine Gresham y Orson Charles, en especial del primero de ellos, se espera mucho en la arena del circo.

 

[1] Pancraciasta: luchador de pancracio (combate cuerpo a cuerpo de origen griego muy popular entre los romanos)

[2] Castro = Poblado fortificado en la Iberia romana, especialmente frecuentes en Gallaecia

[3] Tracio = Gladiador cuyo armamento consistía en casco abierto, pequeño escudo rectangular y espada corta.

[4] Reciario = Gladiador que combatía ataviado con túnica, red y tridente.

[5] Essedarios = Gladiadores que combatían montados en carros, imitando a los guerreros bretones.

[6] Naumaquia = Espectáculo circense consistente en la representación de una batalla naval

[7] Advocatus = En la antigua Roma, abogado.

[8] Archiatri = Médico público en la antigua Roma

[9] Lanista = Entrenador de gladiadores

 

MVP DEFENSAMVP DEFENSA: Geno Atkins. El demonio de Tasmania ha sido el primer defensor atigrado en llegar a una ProBowl desde tiempos inmemoriales. De la contagiosa energía del joven DT dependerá el estado general de una defensa que, aunque acabó 7ª en la NFL el pasado año, debe superar dicho listón para imponerse en la competida AFC Norte, donde sólo fue la 3ª de la división.

– ¿Y cómo harán para defenderse? –preguntó Marvinius, más interesado que su patrón en los previsibles avances tecnológicos que traerá el futuro-. ¿Caetras[1] ibéricas? ¿Hoplones[2] griegos? ¿Cotas de malla? ¿Lorigas[3]?

– Bárbaros salvajes –respondió Ernestus con solemnidad y los ojos encendidos-. Las defensas las compondrán bestias salidas del inframundo de la mano de Plutón. Seres monstruosos, que escupen fuego. De rojas cabelleras sanguinolentas como Domata Peko. O demonios que quitan el aliento como Geno Atkins. A estos se les llamará defensive tackles y combatirán por el centro de la formación. Pero más violentos serán aún quienes peleen en las alas, que se llamarán defensive ends. Guerreros hijos de Marte, con una excepcional combinación de fuerza y rapidez. Auténticas alimañas que sacian su apetito merendándose quarterbacks. Carlos Dunlap aporta la velocidad y agresividad en el pass-rush, mientras que Robert Geathers la contundencia y solidez como run-stopper.

 

– Definitivamente se ha vuelto loco –reconoció Marronius-. La lengua se le ha vuelto de esparto y ni hablar sabe ya. ¡Por Júpiter, qué palabras tan extrañas usa! Además ¿cómo pueden solamente cuatro individuos contener el ataque de todo un ejército?

– Es que su secreto serán las rotaciones, excelencia –apuntó Ernestus-. El relevo continuo con combatientes de refresco permitirá que puedan mantener la presión contra el enemigo: Sims, Still, Johnson, Anderson, Thompson

– Pero si aún así los rivales sobrepasan esa línea, ¿qué harán para derrotarles?

– Tras esta denominada línea defensiva, existe otra unidad llamada linebackers. Unas criaturas que, igual que mitológicos faunos, son mitad hombre y mitad carnero.

– ¿Quizá porque son altos y fuertes como gigantes, pero embisten como cabras? –inquirió Marvinius-.

 

– No estoy seguro –respondió dubitativo Ernestus-. Creo que es más bien porque tienen un imponente cuerpo de humano pero minúsculo cerebro de cabrito. En este caso, el líder de la línea, que ocupa la posición central en la arena, es además el caudillo de una tribu mercenaria: el Rey de los Maualuga. Un melenudo cabecilla picto[4] que deberá demostrar su valía si quiere seguir siendo reclutado en el futuro o será sustituido por el joven incendiario Burfict. Le escoltarán a ambos lados dos antiguos optiones[5] procedentes de las legiones de la bahía de occidente, curtidos en M y I batallas: Manny Lawson en el flanco fuerte, y Thomas Howard en el flanco débil. Sin embargo, esta unidad es la más frágil de todas, ya que se encuentra mermada de efectivos por la inexperiencia de los reservistas Muckelroy y Skuta, y por la maldición aplicada sobre Dontay Moch por el Dios Todopoderoso llamado Goodell por administrarse prohibida poción mágica.

 

– ¿Y si, aún así, consiguen atravesar el frente? –siguió insistiendo Marronius-.

– La última línea de defensa se llaman safeties. En esta escuadra habrá dos. Ambos, curiosamente, en una costumbre muy habitual entre sus herederos, recibiendo una segunda oportunidad. El más fuerte se llamará Taylor Mays, un antiguo guerrero troyano repudiado de su tierra por cobarde; mientras el otro, un liberto[6] de nombre Reggie Nelson, y que tras adquirir previamente justificada fama luchando contra fieras, en especial, grandes lagartos, fue desterrado por indolente y en tierras de sus descendientes recuperó su prestigio.

– ¿Y eso es todo? –preguntó escéptico Marronius-.

– En absoluto, noble señor. Cuando esos melones de los que hablaba antes son lanzados por el aire, y en vez de caer en las manos de sus receptores son interceptados por gladiadores del bando contrario, se originan unas extraordinarias celebraciones de júbilo. Tal es así, que cuando se produce una acción de este tipo, bellas bailarinas, que llaman cheerleaders, interpretan exóticas danzas para enardecer a la plebe. Estos combatientes se hacen llamar cornerbacks. Al más importante le llaman por su bravura el León Hall, mientras que el otro es un joven llamado Dre Kirkpatrick, obtenido con la primera elección del draft.

– ¿Draft? ¿Qué es eso de “draft”? –preguntó extrañado Marronius-.

– Es una especie de mercado de esclavos, donde los ricos patricios seleccionan a los jóvenes que entrarán a formar parte de su servicio.

– ¿Será ésta la única manera de adquirir gladiadores en el futuro? –preguntó con patente curiosidad-.

– Es la más importante, pero al igual que ahora, también reclutarán como luchadores a presidiarios liberados de la pena de cárcel para combatir en la arena. Sus herederos serán unos expertos en este arte de descubrir talento entre los reclusos. Como por ejemplo, uno al que llaman Pacman Jones. También es habitual recurrir a veteranos emigrados de otras escuelas para enseñar a estos jóvenes: Nate Clements, Jason Allen, Terrence Newman… Esta colección de guerreros cuya misión es la de evitar que el melón llegue a su destino, por la cantidad y calidad de los mismos, será una de las joyas de la escuadra de sus descendientes.

[1] Caetra = Pequeño escudo redondo típico de Iberia
[2] Hoplón = Escudo de gran tamaño que cubría de cabeza a los pies a las falanges macedónicas.
[3] Loriga = Armadura de la infantería romana compuesta por finas láminas de metal.
[4] Picto = Tatuado. Denominación que dieron los romanos a los descendientes de los caledonios escoceses.
[5] Optione = Ayudante del centurión en las antiguas legiones romanas.
[6] Liberto = Antiguo esclavo convertido en hombre libre.

 

Aun así –advirtió Marronius-, aparte de estos enfrentamientos cuerpo a cuerpo, supongo que habrán otras atracciones que hagan levantar al público de sus asientos. Esos lanzamientos de melón de los que hablas, por ejemplo ¿no dan para más variantes?

– Ciertamente, excelencia. Otros gladiadores están especializados en dar patadas a ese melón. Los hay de dos tipos: unos, llamados punters, que golpean el melón hacia las alturas, alcanzando los dominios de Saturno, tratando de alejarlo lo máximo posible, como Kevin Huber. Otros en cambio, llamados kickers, como Mike Nugent, lo impulsan hacia adelante intentando hacerlo pasar entre las columnas de una especie de arco de triunfo invertido.

– ¡Qué ridiculez! –exclamó Marvinius-, ¿qué tiene esto de emocionante?

– La gracia consiste en que cuando un guerrero llamado retornador, como Brandon Tate, recupera el melón, todos los gladiadores de la arena se lanzan como poseídos contra él, generando los más espectaculares combates. Tanto es así, que los pontífices[1] que vigilan las contiendas, ataviados con pintorescas túnicas a rayas blancas y negras, suelen lanzar al aire, jubilosos, multitud de pañuelos amarillos.

 

– ¡Ya está bien de cháchara sobre el circo! –exclamó hastiado Marronius-. ¿Qué me dices de Roma? ¿Cual será su destino?

– Roma, Roma… –pensó Ernestus-…, por Roma no me sale nada, ¿puede ser el nombre de un particular?

– ¡Habla o te atravieso con mi espada! –amenazó Marvinius-.

– Está bien, está bien. Lo más parecido que me sale es Rome. Jerome Simpson. Un acrobático antiguo gladiador de la escuela de sus descendientes. Pero ya no está con ellos. Y su porvenir es más bien funesto. Veo su imagen perseguido por la justicia y entre rejas.

– Bien, ya hemos oído suficiente, podemos irnos. Puedes liberarle, Marvinius –sentenció el patricio-.

– ¡Pero señor! –exclamó alarmado el sirviente-, el vidente ha pronosticado negros nubarrones sobre Roma. ¡Tenemos que avisar al César del peligro que se le avecina!

– ¡Bah, mejor no le molestemos! Seguro que nuestro ilustre triunviro Julio estará muy ocupado con sus propios problemas. Ahora mismo son los idus de Marzo, y en esta época, los magistrados en el Senado no paran de pincharle.

 

¿Pudieron haber cambiado los Bengals el signo de la historia? Nunca lo sabremos. Lo que sí es indudable es que a partir de 2012, una nueva era está a punto de escribirse en la NFL, con la franquicia atigrada como principal protagonista, por la juventud y calidad que atesoran sus nuevas estrellas. Un equipo que por primera vez en mucho tiempo es más un bloque que un amasijo de buscadores de protagonismo, cuya principal asignatura pendiente es dar un paso al frente y ser capaz de superar a equipos de mayor potencial, su talón de Aquiles el pasado año.

[1] Pontífices = los más importantes entre los sacerdotes de la antigua Roma, expertos en la tradición religiosa y supervisores de todos los ritos y celebraciones públicas.

 

Juventud y ganas de triunfar es la principal moneda de estos renovados Bengals, liberados de egocéntricos individualismos del pasado.

DOWN

La cruz de la moneda anterior es la inexperiencia. Un mal arranque podría debilitar la ilusión de estos jóvenes y dar al traste con la temporada.

 

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