Siempre he defendido que el mundo taurino y la NFL tienen muchas cosas en común, y no porque en el football exista un movimiento muy habitual de los DL conocido como “Bull Rush”, sino porque muchas de las cosas que ocurren en el coso taurino pasan también en el emparrillado. Sin querer entrar en polémicas, el que las quiera buscar aquí no las encontrará y mucho menos conmigo, entre los aficionados a los toros existen los “Toristas” y los “Toreristas”, los primeros defienden la figura del toro mientras que los segundos son defensores de los toreros.
Entre los “Toreristas”, y entre los aficionados en general, existen los que aman o adoran a ciertos toreros. Un ejemplo de uno de los hombres más de moda en España, Enrique Ponce. El torero valenciano, uno de los más galardonados y que lleva años en los puestos más altos del escalafón, tiene toda una cohorte de seguidores, son los conocidos como “Poncistas”. También existes los “Morantistas”, los que defienden a Morante de la Pobla, como existen los “Rocareyistas”, defensores del huracán peruano Andrés Roca Rey. Cada torero tiene su legión de seguidores, identificadlos es muy sencillo, basta poner el nombre del maestro y ponerle como coletilla un “istas”.
Todos los “Toreristas” se caracterizan por un factor común, defienden, y nunca mejor dicho, a su torero fetiche, a capa y espada. Si el Maestro ha estado falta en su ceremonia, la culpa es del toro que es muy malo y no embiste. Si embiste demasiado y es peligroso, no es toreable porque es una alimaña. En otras ocasiones la culpa la tiene el viento, si no la tiene el viento la lluvia , el sol o el calor, incluso se les disculpa el cansancio o haber pasado una mala noche porque la noche anterior cenó unas gambas en mal estado. El “Torerista” siempre encuentra una razón para salvar a su ídolo, el que sea mayor, que físicamente no está ya para torear, o que simplemente lo que era su duende o magia ya no existe, es inaceptable. La culpa nunca es del Maestro, y cuando ya no quedan disculpas, es del tendido.
Lo que acabo de describir ocurre también en la NFL, en este caso como los “Quarterbackbelievers”. Al igual que los “Toreristas” defienden ante todo y sobre todo a su QB. Si está mal, siempre hay una razón por la que está mal, le duele un pie o ese hombro recién operado aún le molesta. Si su puntería no es la que fue, es culpa de los receptores que no saben coger la distancia o tienen manos de cocodrilo. Si su brazo no funciona igual que antes, está aún oxidado y ya volverá a ser el que fue a medida que avance la temporada. El “QBbeliever” siempre encuentra una razón para salvar a su ídolo, el que sea mayor, que físicamente no está ya para jugar, o que simplemente lo que era su duende o magia ya no existe, es inaceptable. La culpa nunca es del QB, y cuando ya no quedan disculpas, es del tendido.
EL CASO CAM NEWTON
El pasado mes de marzo, cuando la parte mollar de la agencia libre había terminado, los Carolina Panthers cortaban a Cam Newton. El QB tenía contrato con los de Carolina para el año 2020, era su último de un contrato que firmo en 2015 y su salario estipulado era de 18.6 millones, una cantidad más que accesible y razonable para un QB1, incluso algo baja salvo que el QB se encuentre en su contrato de novato. A pesar de ello los Carolina Panthers decidieron cortar amarras con Cam Newton después de nueve años en la franquicia y ser su la cara y símbolo (fue la primera selección absoluta en el draft del 2011). Uno podía pensar que los Panthers empezarían una nueva era eligiendo un QB en el draft, alguien más del agrado de su nuevo Head Coach, Matt Rhule, sin embargo los Panthers se descolgaban haciéndose con los servicios de Teddy Bridgwater, un QB de esos suficientemente bueno para no hacerte perder demasiados partidos, pero que tampoco te hará ganar los suficientes y que como su propio nombre dice, es un QB puente. Pero lo que más sorprendía era el contrato que le ofrecieron a Teddy Bridgewater, 63 millones por 3 años, de los cuales 33 eran totalmente garantizados: 15 millones de Signing Bonus, los 8 millones de salario base de 2020 y 10 millones de salario base de 2021. El espacio salarial para 2020 es de 13 millones.
Visto los números no parece que fueran motivos económicos los que llevarán a los Carolina Panthers a cortar a Cam Newton. Teddy Bridgewater les salía al menos 14,4 millones más caro que Cam Newton. Tampoco el espacio salarial ganado, apenas 5,6 millones, parecía justificar la operación. La decisión sólo podía ser deportiva o por cuestiones de salud, pero no porque Matt Rhule quería empezar una nueva era y con un QB nuevo, para eso no te haces con un QB como Teddy Bridgewater, sino porque no creía en el estado físico de Cam Newton, que ha tenido dos años muy difíciles con lesiones en el hombro y en el tobillo, a lo que hay que acumular el bagaje de jugar como lo hacía el QB, exponiendo su cuerpo a muchos golpes.
Uno podía pensar que un QB como Cam Newton no iba a tener un solo problema para encontrar equipo, más en una liga tan sedienta de QB como la NFL actual. Sin embargo Cam Newton accedía a un mercado de QB que ha vivido su año más movido desde la existencia de la agencia libre, que se unía a dos hechos excepcionales, la situación de pandemia provocada por el COVID 19 limitaba la posibilidad de que los equipos pudieran ver cuál era el verdadero estado físico de Cam Newton. En resumen, en el momento que los Carolina Panthers deciden prescindir como prescindieron de Cam Newton y a la vista de quien era su reemplazo y su coste, solo cabía una explicación, el único equipo que conocía el verdadero estado físico de Cam Newton no creía en él ¿Qué razones podían tener las restantes 31 franquicias para creer en Cam Newton? Ninguna, de allí que el QB permaneció sin equipo hasta junio.
En junio los New England Patriots firmaban a Cam Newton con el mínimo salarial. De conformidad al convenio colectivo que rige las relaciones contractuales entre jugadores y equipo, el salario mínimo para un veterano con siete años de experiencia o más es de 1.050.000. De esa cantidad solamente 550.000 son garantizados en el momento de la firma, los restantes 500.000 se vuelven garantizados si forma parte del roster final, además de un bonus de 87.500 $. El contrato luego incluye multitud de incentivos, hasta 5,75 millones en función de objetivos.
Seguramente leeréis que los New England Patrios lo van vuelto hacer y que son unos genios al haberse hecho con Cam Newton por un refresco y un paquete de cacahuetes. Los New England Patriots han jugado sin riesgo, si la operación les hubiese salido mal el coste de la operación no hubiera pasado de 550.000, un riesgo que seguramente más equipos hubieran podido tomar. Aquí la única verdad es que los New England Patriots no fueron más listos que los demás, igual que tampoco fueron más listos que los demás cuando esperaron hasta 6 rondas para elegir a Tom Brady. Simplemente les tocó la lotería, compraron un boleto, el de Tom Brady en su día y el de Cam Newton ahora, y les salió premiado. Cam Newton declaró tras firmar su contrato que no lo hacía por dinero, sino por respeto, pero la única verdad es que había más que serias dudas sobre su estado físico. Quién mejor le conocía y sabía de su verdadero estado físico tomó la decisión de cortarlo y reemplazarlo por alguien más caro, que casualmente también acumula un historial médico igual o mas sospechoso y cuyas prestaciones físicas estaban a años luz de las de un Cam Newton por debajo de su antiguo potencial ¿No podían los Panthers haber renegociado el contrato de Cam Newton?
Lo cierto es que absolutamente nadie tenía una sola razón para confiar en Cam Newton con una excepción, los “Cambelievers”. Los “Cambeleivers” siempre encuentra una razón para salvar a su ídolo, el que sea mayor, que físicamente no está ya para jugar , o que simplemente lo que era su duende o magia ya no existe, es inaceptable. Son iguales a los “Poncistas”, “Morantistas” o “Rocareyistas”, su QB está por encima del bien o del mal, y si algo va mal, la culpa es del tendido.
Este tipo de defensores de toreros, o de QB a toda costa en el fondo son como nuestra madres, al menos la mía y la mayoría de las madres que conozco. Ya pueden sus hijos hacer toda clase de perrerías, gamberradas o desplantes, que al final siempre son sus hijos y todo se lo perdonan. A los “Toreristas” y “QBbelievers” les pasa lo mismo que a las madres con sus retoños, el amor de madre todo lo puede, incluso aunque ello suponga ir contra el sentir general.