Uno de los temas que mas polémica está levantando en el inicio de la temporada 2019 son los Miami Dolphins, y no precisamente para bien. El equipo del sur de Florida ya avisó que esta temporada 2019 iba a ser especialmente dura y un alto en el camino de la antaño orgullosa franquicia. Había que sanar a un enfermo y el camino a emprender no sería nada fácil. Lo que quizás nadie pudo anticipar es que fuera a hacerse de la forma en que se está haciendo.
Los Miami Dolphins no solo pierden partidos, algo que en principio estaba contemplado como parte del proceso, sino que parece que el Front Office del equipo busca perderlos de forma deliberada. Y esto último es lo que no solo ha encendido a una afición avergonzada y abochornada por este producto, sino que ya empieza a ser la comidilla de la prensa deportiva nacional y motivo de preocupación para muchísimos aficionados de la NFL. Es tal la actitud que muestra el equipo que se pueden leer voces pidiendo que sea objeto de una investigación, y con sanciones incluidas si hubiera caso.
Y me pregunto
¿Es lícito lo que están haciendo los Miami Dolphins? Sí
¿Es legal lo que están haciendo los Miami Dolphins? Sí
¿Es ético lo que están haciendo los Miami Dolphins? Desde luego es cuando menos cuestionable.
Pero mas que hablar sobre la legalidad, la licitud o la moralidad, quizás convendría conocer las causas que han llevado a la franquicia a actuar así, estas están claramente enraizadas en las disfuncionalidades de la propia liga. La conducta de los Miami Dolphins no puede, no debe y no será nunca sancionada por que es la propia NFL la que ha indirectamente ha creado el caldo de cultivos para que estos casos se puedan dar. Si quieren erradicar conductas como estas, deberán cambiar las reglas del juego, porque todo lo que hace Miami, y antes lo hizo Cleveland, está permitido y es totalmente lícito.
Y os voy a exponer porque la NFL es la única culpable de todo esto y por ello nadie será sancionado ni investigado.
EL QUARTERBACK
La NFL lleva décadas cambiando el juego y favoreciendo a los QB. En la década de los 70 por una cuestión de simple supervivencia se cambiaron las reglas del juego para favorecer el juego de pase, la Steel Curtain amenazaba con aniquilar los ataques y hubo que reaccionar. Con esos cambios llegaron Dan Fouts y Dan Marino a revolucionar el juego de pase, pero sobre todo llegó Bill Walsh y los San Francisco 49ers. Entramos en la era dorada de los QB.
Desde entonces la NFL ha ido modificando el juego favoreciendo el juego de pase, protegiendo a los QB y siempre en detrimento de las defensas, lo que ha devaluado el juego de carrera. Las quejas de QB como Peyton Manning o Tom Brady incluso han contribuido aún más a la explosión del juego de pase, hoy día cualquier QB lanza para más de 4.000 yardas y de 30 TD con pasmosa facilidad. Se ha llegado al extremo que un partido defensivo o donde predomina el juego de carrera, es considerado un mal partido o solo apto para “puristas”. Por el contrario un partido con cientos de yardas de pase y ausencia de defensas, es el partido que quiere la liga y las TV.
Esto ha provocado un efecto colateral como es la búsqueda desesperada de un QB. Tener un buen QB siempre ha sido un añadido en la NFL, en la actualidad ya no es un solo eso, sin un buen QB ya te dicen que tus posibilidades de hacer algo en la NFL son nulas. No tenemos mas que ver la máquina de picar carne en que se ha convertido el draft, cada año salen elegido media docena de chicos en las dos primeras rondas como salvadores o mesías de sus equipos. No hay ninguna formación ni fase de aprendizaje, se les lanza directamente a jugar. Si valen durarán, si no valen, se elige a otro, y así hasta dar con uno que sirva.
En Miami se han creído eso, que un QB que no tienen desde que Dan Marino se retiró, será la curación y sanación de todos los males de la franquicia. Tras fracasar el experimento de Ryan Tannehill el equipo ha decidido apostar descaradamente por un QB en el draft de 2020 a pesar de contar con Josh Rosen en el roster. Y si no sale bien quien quiera que salga elegido en el 2020, en el 2021 se volverá a apostar por un QB.L
LOS AGUJEROS NEGROS DEL CONVENIO COLECTIVO DEL 2011
En 2011 se firmó un Convenio Colectivo, en adelante CBA, que trajo multitud de cambios a la forma de confeccionar las plantillas de la NFL. Quizás todos nos quedamos con las limitaciones a los contratos de los novatos, pero el CBA esconde cantidad de cosas, y entre ellas varios “loopholes”, lagunas legales en jerga jurídica. ¿Y qué hicieron algunos equipos, en particular los Cleveland Browns? Pues vieron las debilidades del sistema y los utilizaron en su beneficio.
Construir o reconstruir equipos acumulando elecciones de draft siempre ha existido, Vince Lombardi era un enfermo de eso, acumulaba y acumulaba elecciones para ir rejuveneciendo la plantilla e ir incorporando nuevos jugadores. Jimmy Johnson hizo lo mismo con los Dallas Cowboys, coleccionó una buena remesa de elecciones de draft en un movimiento considerado revolucionario en su día, el trade por Hershell Walker. Bill Belichick, que tiene una falsa fama de ser un mal gestor de elecciones de draft, todos años termina con multitud de elecciones en la zona media y baja del draft, que luego utiliza para ir reemplazando piezas de su roster. Es cierto que no elige estrellas, pero siempre encuentra jugadores de valor para su plantilla donde otros no lo hacen.
Nadie cuestiona que un equipo se dedique a coleccionar elecciones, es algo normal y que siempre se ha hecho. Es eso combinado con los agujeros del CBA lo que ha provocado una situación anómala y que nunca antes se había visto en la NFL. En concreto son dos los agujeros legales que han dado lugar a esto, el “Rollover” y la regla del 89%, vayamos por partes, porque es la combinación de ambas medidas lo que ha provocado esto, una no se puede entender sin la otra.
- El Rollover
Hasta el año 2011 los espacios salariales eran compartimentos estancos, es decir, si un equipo no usaba todo el espacio salarial disponible, este se perdía y no era recuperable.
En 2011 se cambia eso, si un equipo no utiliza en el año todo el espacio salarial disponible, puede trasladarlo al siguiente, además lo puede hacer de forma indefinida, es lo que se conoce como el “Rollover”. Eso explica porque hay equipos que disponen de mas de 200 millones de espacio salarial en un año mientras que el resto dispone de los 150 fijados para ese mismo año, han ido traspasando (“roolovereando”) espacios salariales de un año a otro.
2. La regla del 89%
El gran fallo de los CBA anteriores al 2011 era que si bien establecía un techo de gasto, no hacía lo mismo con un mínimo de gasto. Esos enormes espacios salariales no utilizados por los equipos, combinado con que eran compartimentos estancos, dio lugar a los llamados “equipos tacaños”. Franquicias como Tampa Bay o Cincinnati todos los años acababan con cantidades desorbitadas de espacio salarial sin utilizar y que se perdía. El sindicato de los jugadores exigió en el CBA que los equipos no solo tenían un límite de gasto, sino que además habría un mínimo de gasto salarial.
Esto creó la conocida como “Regla del 89%”. Se crearon dos espacios temporales, dos cuatrienios en los cuales se sumarian los espacios salariales de cuatro ejercicios y los equipos debían destinar al menos un 89% de la suma total al pago de salarios. Esta medida pretendía erradicar las prácticas de los llamados “equipos tacaños” y asegurar el dinero llegaría a los jugadores. Si los equipos no lo gastaban daba igual, la propia NFL les obligaría a entregarles el importe no desembolsado y compensar a los jugadores que no percibieron aquellos mínimos.
SASHI BROWN, MAS ABOGADO QUE GESTOR DE PLANTILLAS
El primero que vio estos agujeros fue Sashi Brown en Cleveland. Sashi Brown nunca fue un hombre del football, sino un abogado que estaba en el mundo del football. Como abogado que es estudio el CBA en profundidad, detectó qué se podía hacer y qué no se podía hacer. Observó conductas como el caso de los Indianapolis Colts en 2011 en su búsqueda mas que descarada de Andrew Luck y que acabó sin consecuencias, o el saneamiento salarial de plantilla de los Oakland Raiders bajo la batuta de Reggie McKenzie. Entonces se le ocurrió la idea del “Tanking”, algo que nunca antes había practicado de forma tan descarada y obvia.
Los Cleveland Browns no solo acumulaban elecciones de draft, sino que además acumulaban cantidades ingentes de espacio salarial que iban trasladando a años venideros, espacio que han utilizado en atraer agentes libres o firmar jugadores con salarios elevados, caso de Jarvis Landry y Odell Beckham. Sashi Brown no participó de la gestión deportiva, pero le dejó el camino hecho al que sí es un hombre de football como es John Dorsey. Ahora tan solo quedan por ver si arroja o no resultados.
EL CASO MIAMI
Los Miami Dolphins han seguido el mismo camino, Miami gasta un tercio del espacio salarial que gastan los New England Patriots, un equipo que no suele pagar a las estrellas. Yo me atrevería a decir que incluso que Miami lo hace de una forma mucho mas descarada, no esconden sus intenciones, no solo quieren acumular elecciones y mucho espacio salarial, sino que además venden todo lo que pueden vender, incluso a sus mejores jugadores. Y todo lo hacen con un solo objetivo, buscan de manera descarada y sin disimulo alguno tener la primera elección del draft de 2020, y quien sabe si no también la del 2021 para elegir en ambos años un QB si fallan en la primera oportunidad.
Podemos debatir la moralidad de todo esto, personalmente me parece que debería ser sancionable con la pérdida de elecciones de draft, pero ocurre que ni la NFL ni el CBA han establecido el marco legal jurídico para que esto no pueda ocurrir de momento. Quizás aprovechando el nuevo CBA, que actualmente se está negociando, se puedan poner medidas que eviten esta clase de actitudes impresentables que son moral y éticamente muy reprobables, que claramente adulteran la competición y perjudican la imagen de la liga. Quizás aumentando el mínimo a gastar, subirlo a cerca del 95% combinado en que se debe ejecutar en un periodo de dos años, se obligaría a los equipos a destinar mas dinero a salarios y por tanto a mejores jugadores.
Pero resumiendo, la NFL no puede, no debe ni podrá sancionar ahora mismo a los Miami Dolphins, no han infringido ni una sola regla, sino que han aprovechado un agujero legal que la propia NFL ha creado ¿Puede sancionar una organización a uno de sus miembros por un fallo propio de esa propia organización? No, no puede. Y la NFL no es quien para juzgar la moralidad o ética de una conducta, no al menos una organización que entre sus miembros tienen personajes con conductas mas que reprobables y que han escapado sin castigo alguno.