San Diego Chargers

Estadísticas 2013 (9-7):

Ataque
Media
NFL
Puntos Anotados 24,8 12º
Yardas Totales 393,3
Yd. de Carrera 122,8 13º
Yd. de Pase 270,5
Defensa
Media
NFL
Puntos Encajados
21,8
11º
Yardas Totales Permitidas 366,5 23º
Yd. de Carrera Permitidas 107,8 12º
Yd. de Pase Permitidas
258,7
29º
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ALTAS
Kellen Clemens QB
Donald Brown RB
David Johnson TE
Kavell Conner ILB
Brandon Ghee CB
Brandon Flowers CB
BAJAS
Derek Cox CB
Terrell Manning LB
Cam Thomas NT
Stephen Schilling G
Charlie Whitehurst QB
Lavelle Hawkins WR
Larry English DE
Le’Ron McClain FB FA
Draft 2014:

Ronda Jugador Pos College
1-(25) Jason Verrett CB TCU
2-(50) Jeremiah Attaochu OLB Georgia Tech
3-(89) Chris Watt G Notre Dame
5-(165) Ryan Carrethers DT Arkansas State
6-(201) Marion Grice RB Arizona State
7-(240) Tevin Reese WR Baylor

El año 2013 fue el inicio de una nueva etapa deportiva en San Diego, con la llegada de un nuevo head coach, Mike McCoy de la mano de un nuevo General Manager, Tom Telesco. La nueva gerencia debía, en primer lugar, rejuvenecer una plantilla que se había ido devaluando con los años, y en segundo, recuperar el mejor nivel de algunos jugadores franquicia.

El proceso de renovación se inició con un buen draft en 2013. Los tres primeros picks de 2013 (DJ Fluker, Manti Te’o y Keenan Allen) acabaron la temporada como titulares indiscutibles. Además otro rookie, el undrafted Jahleel Addae, se consolidó como safety junto a Eric Weddle. Al draft hay que añadir exitosos fichajes de la agencia libre como Danny Woodhead, jugadores defensivos como Sean Lissemore o Lawrence Guy y la adquisición de Dwight Freeney, que cumplió durante la ausencia de Melvin Ingram, antes de lesionarse él mismo.

Junto a esta renovación, que continúa en 2014, se recuperó la forma y el nivel de jugadores que, o bien no habían estado a la altura de lo esperado, o habían perdido la forma que habían alcanzado en años anteriores.

Es el caso de Philip Rivers, que tras dos años desastrosos, firmó el mejor de su carrera (recibió el premio Comeback Player of the Year, a pesar de no haberse perdido ni un partido desde que es titular). Junto con las nuevas armas que se le proporcionó (Keenan Allen y Danny Woodhead) la clave de su recuperación estuvo en el banquillo. Mike McCoy y su coordinador ofensivo, Ken Whisenhunt, aplicaron un nuevo sistema ofensivo, completamente diferente al que Norv Turner había empleado en años anteriores. Un juego basado en largas posesiones, pases rápidos y cortos, y con una buena variedad de formaciones y rutas. El equipo acabó líder en yardas, jugadas y tiempo de posesión por drive de toda la liga. El juego ofensivo funcionó también gracias al gran nivel de Ryan Mathews. Tras varios años sin cumplir las altas expectativas creadas tras su elección como primera ronda del draft en 2010, por fin se ganó la confianza de los aficionados de San Diego y completo una gran temporada.

El aspecto negativo de la temporada fue sin duda la defensa. A pesar de algunas buenas actuaciones concretas (partidos frente a Colts y Broncos), rindió muy por debajo de lo esperado. Algunos fichajes como el de Derek Cox defraudaron, Manti Te’o no llegó al nivel exigido, y jugadores que debían dar un paso hacia adelante (Marcus Gilchrist, Shareece Wright, Kendall Reyes o Donald Butler) no lo hicieron todo lo bien que se podía esperar de ellos. John Pagano, coordinador defensivo, fue muy criticado a lo largo de la temporada, pero a pesar de ello seguirá en el puesto un año más.

En 2013 la AFC West fue la mejor de la liga en cuanto a resultados se refiere, con Denver y Kansas City como los equipos con más victorias durante gran parte de la temporada. Esto se debió no sólo al buen juego de estos equipos, sino también a la debilidad de las divisiones a las que se enfrentaban (AFC South y NFC East). De esta forma los Chargers se convirtieron en el tercer equipo de la división. A pesar de ello consiguieron alcanzar plaza en los playoffs gracias a un gran final de temporada (victoria en Denver un jueves por la noche incluida) y a los errores de otros equipos en discordia (y también arbitrales, por qué no decirlo).

En playoffs la visita a Cincinatti fue menos complicada de lo que parecía tras la derrota en casa ante los Bengals semanas anteriores. Gracias a los errores de Dalton y compañía y a una gestión conservadora (pero a la postre eficaz) del balón de McCoy, los Chargers consiguieron ganar un partido en postemporada por primera vez desde 2008. En la ronda divisional la visita a Denver no fue tan divertida como lo había sido el partido de la temporada regular, echando demasiado de menos a un renqueante Ryan Mathews que apenas pudo jugar algunos snaps.

A pesar de la derrota, la temporada 2013 de los de San Diego se puede calificar de positiva, sobre todo si se mira al futuro. Un equipo que venía de dos temporadas desastrosas y que comenzaba una nueva etapa de su historia, consiguió recuperar a su jugador franquicia, descubrir a jóvenes promesas, y disputar grandes partidos. Sin duda los aficionados recordaran por mucho tiempo las victorias a domicilio frente a los principales rivales divisionales (Kansas City y Denver).

MVP ATAQUEMVP ATAQUE: Philip Rivers. El año pasado logró arrancar las pales de los que lo qquería enterrar y firmó una gran campaña. El ataque de los Bolts llegará todo lo lejos que lo lleve Rivers.

La principal baza en San Diego para alcanzar de nuevo los playoffs, y llegar lo más lejos posible en enero, será desarrollar un ataque imparable, tanto por tierra como por aire.

Tras la eliminación en Denver pasaron pocos días hasta que se anunciase lo que todo el mundo esperaba, la marcha de Ken Wishenhunt a otro equipo con una oferta de head coach bajo el brazo. El destino elegido por Wishenhunt fue Tennesse. El motivo por el que el exHC de los Cardinals estuviese tan solicitado fue el gran papel desarrollado por el ataque de San Diego durante 2013. Philip Rivers se recuperó a un gran nivel y consiguió adaptarse a un nuevo sistema. Largos drives, altos porcentajes de pases completos y una buena utilización de la carrera fueron las señas de identidad de este nuevo ataque. Con nombres reconocibles como el propio Rivers, el rookie Allen, el pequeño Woodhead o el renacido Mathews. Tras la marcha de Wishenhunt será Frank Reich, el año pasado entrenador de quarterbacks, quien cogerá el mando ofensivo del equipo. Conoce el el equipo y sobre todo conoce a su quarterback, después de trabajar un año con él, por lo que lo único que cabe esperar es continuidad en el sistema de juego.

Rivers firmó en 2013 una de sus mejores, si no la mejor, temporada de su carrera. Cuando todos los ojos estaban puestos en él, y muchas voces ya comenzaban a cuestionar su capacidad para liderar un equipo, se destapó como el quarterback que todos esperaba. A parte de sus estadísticas, que muestran su buen hacer en el campo, dio carpetazo a los problemas de inseguridad que había arrastrado los años anteriores. La marcha de Norv Turner (el único head coach que había tenido hasta ahora) le ha sentado bien, y compañeros y aficionados lo agradecen.

Ken Whisenhunt se llevó a Tennesse a Charlie Whitehurst, el hasta ahora quarterback suplente y ayudante de Philip Rivers. Este puesto estará disputado entre Kellen Clemens, llegado desde St. Louis esta offseason y Brad Sorensen, que participa en el training camp de los Chargers por segundo año. Veremos si McCoy finalmente confía en la experiencia de Clemens o la juventud y el buen hacer (por lo que se le ha visto en las pretemporadas) de Sorensen. De todas formas, el puesto no se espera que sea más que un ayudante del quarterback. Rivers no se ha perdido ni un partido desde 2006, y esperemos que continúe esta buena racha.

En el backfield volveremos a ver a Ryan Mathews disputar la mayoría de snaps, en lo que es su quinta temporada (y última de su contrato rookie). Mathews disputó una sensacional temporada en 2013 y se espera (y se le exige) que haga lo mismo en 2014. Ha solucionados los problemas de seguridad de balón y mejorado su durabilidad (jugó todos los partidos en 2013, aunque no todos en el mejor estado físico), pero necesita confirmar su mejoría si quiere continuar en el equipo en 2015. Junto a él Danny Woodhead es el comodín que utilizan McCoy-Rivers para dar variedad a su ataque, un jugador rápido, seguro y que sabe jugar duro cuando es necesario. Capaz de salir a recibir pases a los costados pero también de correr por el centro cuando es necesario. Para completar el backfield Tom Telesco se ha traído desde Indianapolis a otra primera ronda, Donald Brown, que buscaba un nuevo equipo tras la llegada de Trent Richardson a los Colts. Pocos equipos pueden presumir de tener un backfield de tanto nivel, ya que al parecer el papel de Brown no se reducirá al de terceros downs o jugadas en la goal line. Aunque no cumplió lo que se esperaba de él por su elección en el draft, ha demostrado que puede correr por el centro y ser rápido como un feature back, por lo que será un lujo tenerlo en el banquillo esperando su oportunidad. No hay que descartar tampoco que su fichaje se haya hecho mirando al futuro, ante una posible marcha de Ryan Mathews el año que viene. En el draft se adquirió en la sexta ronda a Marion Grice, de Arizona State, que peleará con el undrafted Branden Oliver por un puesto en el roster. La ausencia de un fullback tras la marcha de Le’Ron McClain puede dejar un puesto estable en el entre los 53 elegidos en septiembre para un cuarto running back.

Si hubiese que nombrar a un jugador para definir la temporada 2013 ese sería Keenan Allen, incluso por encima de Philip Rivers. Su explosión a partir del tercer partido (hasta la lesión de Malcom Floyd apenas había jugado algunos snaps) marcó la temporada al convertirse en el principal aliado de Rivers. Desde su elección en tercera ronda, muchas voces anunciaban que podía ser el robo del draft, y así se demostró meses más tarde. Su adaptación al sistema de McCoy fue perfecta gracias a sus características: rapidez de movimientos, perfecto corredor de rutas y gran habilidad para ganar “yards after catch”. No sólo batía a los defensas rivales en cada ruta, sino que con el paso de los partidos, consiguió desviar la atención de las defensas, dejando espacio para sus compañeros. Sus aportaciones pudieron ser todavía mayores de no haberse producidos algunos errores de coordinación con Rivers, lo que de cara al futuro es una noticia positiva. La química entre quarterback y receptor irá mejorando y podremos seguir viendo más y mejores jugadas de los, ahora mismo, dos jugadores más valiosos del ataque de San Diego. El cuerpo de receptores no ha tenido grandes incorporaciones. Malcom Floyd, recuperado de su lesión de cuello, vuelve para ocupar la plaza de segundo receptor, y serán Eddie Royal y Vicent Brown los que se repartirán el resto de snaps y jugadas en el slot. Brown será un jugador a tener en cuenta, tras ilusionar en su temporada rookie (2011) y perderse una temporada entera por lesión (2012), decepcionó el año pasado. Sin embargo el talento que mostró en sus primeros años lo sigue teniendo, y este puede ser su último año para mostrarlo. Eddie Royal seguirá siendo un jugador comodín, tanto para jugar en el slot como para los retornos. Las únicas incorporaciones en este puesto han sido las del veloz receptor de Baylor, Tevin Reese, en la séptima ronda del draft y Dontrelle Inman. Ambos pelearán por un puesto en el roster, ya que Seji Ajirotutu continuará pero más centrado en los equipos especiales que en su faceta como receptor.

En la posición de Tight End podemos asistir esta temporada a un relevo generacional. Ladarius Green mostró el año pasado que es una importante amenaza ofensiva, un TE moderno, “demasiado rápido para los linebackers, demasiado grande para los cornerbacks”. Si no tiene la titularidad asegurada es porque todavía debe mejorar en sus bloqueos. Por eso, y porque tiene por delante a uno de los mejores TE de la última década. Antonio Gates afronta su temporada número doce (y quién sabe si será la última), tras haber superado los problemas físicos que lo habían mermado los años anteriores, pero sabiendo que sus snaps se irán reduciendo en favor del joven Green. Si hablábamos de la calidad en el banquillo de los quarterbacks, lo mismo podemos decir de los tight end. Ladarius Green es ya una realidad y una buena baza para big plays, añadiendo más versatilidad al juego aéreo ensanchando el campo verticalmente. Antonio Gates por su parte conserva la calidad y suma experiencia para conseguir ser el centro de atención de las defensas cada vez que sale al campo.

En cuanto a la línea ofensiva, fue una de las grandes noticias de la temporada pasada, y se espera que lo siga siendo este 2014. A pesar de ser un equipo pasador, la protección del quarterback no es tan importante de lo que se podía esperar. Rivers ya no necesita que la línea le de mucho tiempo para esperar a que la jugada se desarrolle y ver varias opciones. Los pases son rápidos y cortos, por lo que en unos pocos segundos tras el snap, el balón ya ha debido salir de las manos del quarterback. Con esta perspectiva, el entrenador de la línea ofensiva Joe D’Alessandris formó una línea versátil, en la que varios jugadores jugaron en varias posiciones debido a las lesiones, y a pesar de ello cumplieron con su cometido. Este año los tackles volverán a ser los mismos del año pasado: King Dunlap en el lado ciego, y DJ Fluker en el opuesto. El rendimiento de Dunlap sorprendió a todos, y a pesar de perderse varios partidos por conmociones (que hicieron que Fluker jugase de LT), se sigue confiando en él para la posición más importante de la línea. Por su parte DJ Fluker, en su segundo año, deberá mejorar en la protección del pase, donde se vio superado por rushers más rápidos que él, mientras que en cuanto a la carrera mostró su mejor cara abriendo auténticas autopistas para Mathews y cía. En el interior repetirán Chad Rinehart y Jerome Clary, aunque los problemas físicos y las dudas de éste último pueden dejar hueco para el irish Chris Watt, elegido en tercera ronda del draft. Un reach a primera vista, pero que con un buen entrenador como D’Alessandris, puede dar un buen resultado y que se espera que supla al elemento más débil de la pasada temporada, que fue Jerome Clary. En el centro el veterano Nick Hardwick jugará un año más, aportando su experiencia, para completar su onceava temporada. Otros linieros como Rich Ohrnberger, Johnny Troutman, Mike Harris o Willie Smith cumplirán con su misión de backups, variando sus posiciones según se vayan sucediendo las más que probables lesiones.

MVP DEFENSAMVP DEFENSA: Eric Weddle. Uno de los jugadores más veteranos del equipo, es también de los más queridos. Sin duda un sólido líder en una defensa con muchos jóvenes.

John Pagano fue uno de los nombres más mencionados el año pasado en San Diego. Estuvo muy cuestionado durante toda la campaña y su renovación, aunque esperada, no ha tranquilizado a la afición. Por un lado, es cierto que con los jugadores que disponía, no era fácil frenar a ataques como los de Peyton Manning (a pesar de que se consiguió en una ocasión), pero por otro lado, se esperaba algo más de creatividad en los planteamientos defensivos. Hubo partidos (como el de Denver, o el de Indianapolis) en los que la táctica defensiva funcionó a la perfección, en muchas jugadas en las que se notó la mano de Pagano. Sin embargo en otros (la mayoría), no se vio esa creatividad. Es más, se vieron preocupantes signos de debilidad, como errores en los placajes o mala colocación y lectura de las jugadas. Esa irregularidad es la que hace que crezcan las dudas sobre el coordinador defensivo y por lo tanto sobre la defensa en general. En cualquier caso, Pagano vuelve un año más con una defensa más reforzada que el año pasado y con algunos problemas, a priori, solucionados.

El primer cambio lo encontramos en el Defensive Tackle. En realidad no es un cambio nuevo, pues Sean Lissemore y acabó la temporada pasada como titular, arrebatándole el puesto a Cam Thomas, que ya no está en el equipo. Lissemore fue una incorporación casi de última hora la temporada pasada, tras ser cortado por los Cowboys. Tom Telesco no lo dudó y consiguió traerlo a San Diego. Poco a poco fue creciendo durante la temporada hasta hacerse con el puesto y ganarse la confianza para mantenerlo este 2014. Junto a el Kwame Geathers también dispondrá de snaps. Ambos tienen la posibilidad de jugar también como Ends en una 3-4 como la de San Diego, por lo que no sería descartado que alternasen posiciones con Kendall Reyes y Corey Liuget, DE ya asentados, pero que tampoco han conseguido el impacto que se esperaba de ellos (segunda y primera ronda del draft respectivamente). Tras ellos Lawrence Guy, Damik Scafe y Ryan Carrethers (quita ronda del draft) completarán las rotaciones de la línea.

Uno de los principales focos durante la temporada pasada estuvo puesto en el cuerpo de linebackers, y en diferentes frentes. En el interior Donald Butler y Manti Te’o repetirán titularidad. El primero no se ha convertido en el pro-bowler que se esperaba, pero sigue siendo el mejor linebacker interior del roster. Junto a él Manti Te’o, a pesar de un rendimiento mediocre, tiene todavía mucho margen de mejora. Errores de lectura y muchísimos placajes fallados fueron la tónica dominante de su juego durante 2013. Sus problemas fueron solucionándose tímidamente con el paso de las jornadas, pero no ha perdido la confianza de los entrenadores y si su juego se desarrolla como se espera, ahí hay un líder para muchos años. En los costados los veteranos Dwight Freeney y Jarret Johnson continúan en el equipo, secundados por los jóvenes Melvin Ingram y la segunda ronda de este año, Jerry Attaochu (Georgia Tech), a los que hay que sumar a Tourek Williams y Thomas Keiser. Salvo Jarret Johnson, y quizás Tourek Williams, el resto son rushers especializados. Teniendo en cuenta que uno de los principales problemas del front seven el año pasado fue la defensa de la carrera, no es un dato esperanzador. Si bien es cierto que la NFL cada vez se está convirtiendo en una liga de quarterbacks, y que Peyton Manning juega en tu división, por lo que tener buenos cazadores de Qb puede considerarse una buena decisión. De todas formas será interesante ver cómo jóvenes talentos todavía por pulir como Ingram o Attaochu van aprendiendo de un veterano como Dwight Freeney.

La posición de cornerback ha sido la más reforzada esta offseason. Dos jugadores nuevos destinados a ser titulares han sido adquiridos, uno vía draft, y otro en la agencia libre. La necesidad era obvia, pues fueron muchos los fracasos en esta posición. Desde la contratación de Derek Cox, Johnny Patrick y Richard Marshall al mal juego de Shareece Wright o Steve Williams. Con Jason Verrett (TCU) como primera elección del draft se busca un cornerback titular que pueda anular un lado del campo, aunque esta temporada podría empezar como nickel teniendo Shareece Wright una nueva oportunidad. Brandon Flowers, cortado en Kansas City por cuestiones de salary cap, ha sido una de las alegrías de la agencia libre. A pesar de la elección de Verrett se seguía viendo una secundaria incompleta. Con la llegada de Flowers las cosas se empiezan a ver de distinta manera. A pesar de que sólo ha firmado un año, su motivación está fuera de toda duda, ya que buscará un buen contrato para 2015 y como él mismo ha reconocido, uno de los motivos por los que eligió San Diego como nuevo destino fue para poder demostrar a los Chiefs lo equivocados que estaban al dejarle marchar.

Por último Eric Weedle sigue un año más como uno de los líderes indiscutibles del equipo. Desde hace años es el alma de la defensa y uno de los jugadores más queridos por la afición. Durante el año pasado jugó la mayoría de los partidos fuera de su hábitat natural, cada vez más cerca de la línea de scrimmage. La total libertad de movimientos que Pagano dio a Weddle le permitió actuar de forma inesperada para los rivales, desesperando a los quarterbacks rivales. Podía jugar por todo el terreno defensivo, sin una demarcación clara, entrando al backfield rival o cayendo en cobertura dependiendo de la lectura de la jugada. Se podría decir que durante muchos partidos Eric Weddle era un jugador total. Veremos si esta tendencia continúa en 2014, ya que todos esos cambios de posición se debían a las ayudas que debía realizar a sus compañeros. Con una defensa reforzada, debería poder centrarse en sus funciones habituales, aunque con los buenos resultados que obtuvo, Pagano tendrá una pieza con la que poder jugar con los ataques rivales. Junto a él no hay ningún titular claro, y el puesto de SS se lo disputarán Jahleel Addae (undrafted que se hizo un hueco en 2013), Marcus Gilchrist (que todavía comete demasiados errores) y Darrel Stuckey (jugador más solvente en los equipos especiales que como safety).

El principal problema de los equipos especiales de los Chargers es la ausencia de un retornador especializado. A esto se añade que los mejores retornadores son jugadores claves en sus respectivas posiciones, como Keenan Allen, Eddie Royal o Donald Brown. Salvo que sea un especialista con muchas garantías (como pueden ser casos como el de DeSean Jackson o Darren Sproles) no es buena idea poner a jugadores valiosos a retornar balones, con los riesgos de lesiones que suponen. La otra opción es sacrificar un puesto en el roster exclusivamente para un retornador, que no aporte nada más. Ésta última posibilidad no parece una opción para McCoy y compañía, por lo que salvo sorpresa durante la pretemporada, veremos a los antes mencionados rotar en los retornos.

El resto de puestos de los equipos especiales los completan los ya veteranos y conocidos Nick Novak (kicker), Mike Scifres (punter) y Mike Windt (long snapper).

– Las incorporaciones en esta offseason, sin ser nombres estelares, han venido a llenar vacíos en el roster (dos cornerbacks titulares) y a reforzar posiciones que tendrán vital importancia en el juego (profundidad y variedad en el backfield).
– Continuidad en el juego ofensivo tras la marcha de Ken Whisenhunt. McCoy y Reich buscan una identidad para los Chargers, y el ataque que vimos en 2013 puede ser la marca de la casa que quieren implantar.
– No ha habido bajas importantes. Todos los jugadores que fueron protagonistas el año pasado, vuelven en 2014.
– Las dudas sobre la defensa continúan. A pesar de los refuerzos, la sensación sigue siendo de debilidad defensiva, especialmente en el front seven. Los playmakers que hay en ataque, se echan en falta en defensa.

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