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Estadísticas 2012:
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Draft 2013:
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Un año más, al partir como campeones, los Giants nos dieron su cara menos buena, y no llegaron ni a clasificarse para los PO. Lo bueno, es que los fans de los de azul estamos muy acostumbrados a estos altibajos. Lo malo, es que aún nos preguntamos qué debe pasar en ese vestuario para que sucedan estas cosas.
Después de comenzar fuertes la temporada y ponerse a liderar la división con un 6-2. Las dos derrotas frente a Pittsburgh y Cincinnati antes del bye comenzaron a sembrar las dudas en la plantilla. Y pese a la gran victoria frente a GB, la derrota ante los Redskins de un sorprendente y brillante RGIII, fue un lastre demasiado pesado para los hombres de Tom Coughlin.
Pero, ¿qué falló exactamente? Pues, realmente, un poco todo.
El ataque fue muy inconsistente, tanto por tierra (1800 yardas y 14º equipo) como por aire (3900 yardas y 12º), pero, sobretodo, la intermitencia de jugadores como Victor Cruz, Hakeem Nicks o Ahmad Bradshaw (los dos últimos por lesión), fueron determinantes a la hora de no mover las cadenas con fluidez. Y es que parecía que a los Giants les faltaba avanzar con cierta solidez. La lesión de Andre Brown tampoco ayudó, y las novedades en la OL fueron otro de los escollos en este ataque, que tiene muchos nombres y buenos jugadores, pero le falta un plus de concentración y solidez para estar entre la élite.
Y la defensa. Ay, la dichosa defensa. La 28ª contra el pase y la 25ª contra la carrera. Si lo miramos así de fríamente, así no se va a ningún lado. La línea se veía superada una y otra vez. Justin Tuck hizo una pésima temporada, JPP no podía hacerlo todo y Chris Canty estuvo muy mermado. De los LB’s, nadie esperábamos gran cosa, pero es que, todo lo que sucedió fue malo. Y la secundaria, de la que tanto esperábamos, naufragó con el resto de la unidad.
Y nos plantamos en la temporada 2013 sin coger a ningún LB ni DB en la agencia libre ni en el Draft (que Dios nos coja confesados).
 MVP ATAQUE: Eli Manning: El de Ole Miss vuelve a dirigir un ataque en el que se ha convertido en el Offensive Coordinator, prácticamente. Por él pasan todas las opciones de éxito en el ataque. |
Otro año más, y van ya 10, los Giants van a confiar al balón a Eli Manning. Sí, ese jugador que despierta todo tipo de filias y fobias. Aquel que algunos ven como el hermano pequeño de Peyton Manning y otros como el hermano que tiene dos anillos. El Dr Jekyll y Mr Hyde de la liga a los mandos.
Nosotros sabemos qué debe hacer. Proteger el balón, proteger el balón y proteger el balón. Los Giants se han convertido en un equipo de pass-first, como la mayoría de la liga, y Manning ha demostrado que puede llevar a un equipo ganador, y cargar con la responsabilidad de la remontada (es uno de los jugadores en activo, sino el que más, que más remontadas ha protagonizado en su carrera). Si se limita a hacer bien lo que sabe hacer, y no arriesga en pases a triples coberturas y similares, tiene el talento, el físico y las herramientas para mantenerse entre los mejores. Pero, si le da por hacer esos lanzamientos sobre el pie de atrás o esos que lanza mientras corre como pollo sin cabeza, podemos pasarlo realmente mal.
Los WR’s, serán la pareja estelar formada por Hakeem Nicks y Victor Cruz. Sí, Nicks primero. Es el bueno. Es el que juega fuera. Es el que tiene las manos más seguras, que corre las mejores rutas, que ofrece más garantías… Si está sano, claro. Es una delicia verlo jugar. Y a su lado, la Hormiga Atómica, Víctor Cruz, que debería estar muy contento con su nuevo contrato, jugará de nuevo en el slot. Se ha mostrado como uno de los WR más peligrosos en el momento que recibe el balón, o cuando hay algún tipo de error en la secundaria rival. Estos dos tíos solos, pueden ganar un partido. Pero, para ayudarles, Rueben Randle cuajó una excelente temporada rookie, y tendrá muchos snaps este año, junto con el veloz Louis Murphy, Jerrel Jernigan y Ramses Barden, deberían ser suficientes y variadas herramientas a disposición de Manning en el cuerpo de WR’s.
Como TE, y después de la marcha de Martellus Bennett, se ha traído de los Raiders a Brandon Myers, que puede ofrecer seguridad en el pase corto y mucha productividad bloqueando. Siendo un TE más clásico, de los que le gustan a Coughlin, será utilizado sólo en jugadas de mucha necesidad.
Los corredores, después de la marcha de Bradshaw, serán el sophomore David Wilson, que realizó una estupenda temporada y mostró el porqué fue elegido en primera ronda, y Andre Brown, que vio truncada su magnífica temporada por una inoportuna lesión, de la que se espera que esté totalmente recuperado. Con un Wilson llevando la gran parte de los snaps y Brown jugando más cerca de la endzone, la dupla tiene buena pinta sobre el papel, aunque está claro que presenta dudas a nivel de durabilidad y veteranía. El encargado de abrir huecos para ellos, será, de nuevo, uno de los ídolos de la Gran Manzana, Henry Hynoski. El FB se ha ganado a los aficionados con su buen juego, su intensidad y sus espectaculares bloqueos.
La OL volverá a ser prácticamente la misma, pues sólo Justin Pugh, elegido en primera ronda, consta como novedad, a la espera de ver si juega en el RT en lugar de David Diehl, o puede encontrar su sitio en el interior de la línea. En principio, y de izquierda a derecha, la cosa quedaría así: Will Beatty, Kevin Boothe, David Baas, Chris Snee y el mencionado Pugh o Diehl. No es una unidad con muchas estrellas, y el año pasado dio muestras de debilidad importantes, así que será interesante ver cómo rinde, pues por ellos pasa gran parte del éxito del equipo.
Y todo este material humano, estará en manos del coordinador ofensivo, Kevin Gilbride, que suele caracterizarse por hacer lo que necesita el equipo en todo momento, sin hacer ningún tipo de locuras y adaptando el playbook al juego de Manning.
 MVP DEFENSA: Jason Pierre-Paul: La bestia parda de South Florida tiene hambre. Después de la floja temporada pasada, JPP quiere demostrar que es uno de los mejores pass rushers de la liga. Y viene con un par de coleguitas… |
Con la partida de Osi Umenyiora del equipo, Coughlin ha decidido volver a pasar a Mathias Kiwanuka al DE, para acompañar a la pareja formada por Justin Tuck y Jason Pierre-Paul. De este modo, el entrenador quiere volver a disponer de una temida tripleta de DE’s, fácilmente alineables y conmutables en la DL.
Es de esperar que Tuck vuelva a recuperar el nivel de hace dos años, pues el año anterior ni se le vio, con lo cual, el bueno de JPP tuvo unos números más que discretos, teniendo que lidiar prácticamente sólo con la OL rival. En el centro, y tras la marcha de Chris Canty, se espera que Linval Joseph vuelva a ser el ancla contra la carrera del equipo, y se ha fichado al veterano Cullen Jenkins para aportar veteranía y buenas maneras. Shaun Rogers y Johnathan Hankins serán los principales relevos en el centro de la línea, aunque no se perfilan como relevos de garantías.
En los LB, no repite ninguno de los titulares del año pasado, y eso que era la posición más debilitada del equipo. Y no porque se haya revolucionado la unidad con grandes fichajes, sino todo lo contrario. Chase Blackburn, el LB que se había consolidado en el centro de la defensa, será reemplazado por un errante Dan Connor (por el cual yo suspiraba que fuera drafteado en su día por los Giants) que ha completado su paso por Panthers y Cowboys con más pena que gloria. En el lado fuerte, Keith Rivers jugó algunos snaps el año pasado, sin desentonar demasiado, y se espera que tenga ahí la continuidad que se le prevee necesaria para demostrar su potencial. Su principal reserva, será otro bust como Aaron Curry, que esperemos que también dislumbre su presunta calidad en el equipo de Coughlin. El lado derecho lo ocupará Jaquian Williams, que ha sido el backup de Michael Boley durante sus años en NY y será uno de los jugadores que el público de los Giants mirará con más detenimiento, pues se duda bastante que pueda cubrir ese hueco en una unidad, por otro lado, muy floja.
La marcha de Kenny Phillips marcará el devenir de la secundaria de los Giants. Pero no tiene porqué ser una noticia negativa. El despertar la temporada pasada de Stevie Brown ha sido la mejor noticia para una unidad que, mirándolo por el lado positivo, no puede hacerlo peor que el año anterior. Si Corey Webster recupera la concentración que perdió el año pasado, Prince Amukamara se asienta como el buen CB que parece que va a ser, Brown se consolida, y Antrell Rolle cuaja otra buena temporada, más la presunta mejora de Jayron Hosley, la recuperación de Terrell Thomas y la vuelta de Aaron Ross, la secundaria debería ser la unidad que menos dolores de cabeza dé a Perry Fewell, el Defensive Coordinator.
La gran incorporación a estos equipos especiales, es el Kicker Josh Brown, quien tuvo grandísimas temporadas en los Rams hace un par de años. Es uno de los kickers más fiables que había en el mercado, y que debiera ser una cierta garantía, sobretodo, si lo comparamos con el errático Lawrence Tynes, que nos tenía acostumbrados a lo mejor, pero, sobretodo, a lo peor. Como Punter, volverá a vestir la camiseta azul el showman Steve Weatherford. Un obsesionado del trabajo, del entrenamiento, del body-build y de todo lo relacionado con el deporte y la salud, que se ha ganado el aprecio de la grada de los G-Men, y que ha sido una pieza muy importante en los dos años que lleva en el equipo de la Gran Manzana.
Como retornadores, posiblemente Reuben Randle sea el retornador de punts, y David Wilson el de Kick Off, pero tendrá mucho que ver el nivel de importancia que adquieran en sus respectivos roles en ataque. No es descartable que Aaron Ross o Jerrell Jernigan puedan retornar los punts e incluso algún Kick Off.
Lo cierto es, que los equipos especiales de los Giants suelen hacer bien su trabajo, sin llegar al nivel de excelencia de los que gozan los de otros equipos. Esperemos no tener que acordarnos mucho de ellos, pues eso será buena señal.
Con estos mimbres, el futuro de los Giants es incierto, pues los hombres clave se van reemplazando poco a poco, y, algunos cambios van funcionando y otros no. El relevo generacional se va haciendo paso a paso, combinando draft con agencia libre, y sin gastar montones de dinero en fichajes de relumbrón, apostando más por la calidad del grupo que la individual, que es una de las señas de identidad de la franquicia.
Lo importante es que, desde que está el abuelo en la banda, los Giants siempre son contendientes.
Y estoy convencido que ningún equipo querrá cruzárselos en PO si es que llegan de nuevo a ellos.
 – Coughlin sabe sacar siempre un alto rendimiento al personal que tiene, y los Giants tienen buenos jugadores en todas las unidades.– El ataque aéreo es versátil y explosivo. Con Cruz, Nicks, Randle y Myers, más otros posibles receptores, hay buen material. – La DL viene repletita de buenos pass rushers. Si los LB cumplen, los QB rivales sufrirán. |
 – La línea de LB es poco esperanzadora. No hay un líder claro en el centro de la defensa, y eso se puede pagar.– La OL está renovándose poco a poco, y parece que le esté costando más acoplarse que en años anteriores. – La incertidumbre en ciertas posiciones (RB, LB, DT, OT…) puede tener un efecto negativo en el equipo. |