La casa que los contribuyentes hicieron

1951
El Lucas Oil Stadium, la casa de los Colts
El Lucas Oil Stadium, la casa de los Colts
El Lucas Oil Stadium, la casa de los Colts

En 1914 los Baltimore Orioles, que entonces jugaban en la International League, atravesaban graves problemas financieros. El propietario, Jack Dunn, trató primero de vender una parte de la franquicia y después recolocarla en otra ciudad, pero le fue imposible. Entonces solo le quedó una solución, vender a sus mejores jugadores a los equipos de las Grandes Ligas. El 4 de julio de 1914 Dunn vendió en un mismo lote a tres de sus pitchers: Ernie Shore, Ben Egan y Babe Ruth.

Ruth empezó su carrera profesional como pitcher siendo uno de los mejores, eventualmente jugaba de bateador aunque en los Boston Red Sox esa tendencia se empezó a invertir y acabaría jugando como bateador jugando de forma eventual de pitcher. Cuando en 1919 fue traspasado a los New York Yankees era considerado un bateador, el propietario de los Red Sox también atravesaba graves problemas financieros y ese fue oficialmente el motivo por el que acabaría traspasando a su entonces mejor jugador y dando inicio a lo que se conoció como la maldición de El Bambino. El impacto de Babe Ruth en New York no se hizo esperar, en su segunda temporada con los Yankees, hasta entonces el 2º equipo de la ciudad muy por detrás de los NY Giants (actualmente en San Francisco), llegaron a las World Series, que perderían ante los NY Giants.

La llegada de Babe Ruth no solo levantó el vuelo de una franquicia moribunda como eran los Yankees sino que económicamente la operación resultó un tremendo éxito, los Yankees consiguieron algo que hasta entonces parecía imposible, llevar mas espectadores que los Giants a The Polo Grounds, estadio que usaban los Yankees conjuntamente con los propios Giants. La reacción del propietario de los Giants, Charles Stoneham, que a su vez era propietario de The Polo Grounds no se hizo esperar, subir el precio del arrendamiento, buscaba echar al equipo del estadio e incluso de la ciudad cuando le sugirió irse a Queens, Brooklyn era territorio de los Dodgers.

Ruth con la camiseta de los Red Sox

La reacción de los dos propietarios de los Yankees, los multimillonarios Tillinghast L´Hommedieu Huston y Jacob Ruppert no se hizo esperar, compraron unos terrenos justo al otro lado del rio Harlem, se podían ver desde The Polo Grounds, y empezaron a construir el mayor estadio para baseball que se conocía en la época, con capacidad para casi 50.000 espectadores, lo normal es que los estadios de la época tuvieran capacidad para unos 30.000 espectadores. Cuando se les preguntaba a ambos propietarios si realmente creían que podrían recuperar la inversión, pagaron el estadio de su propio bolsillo, argumentaban que amortizarían la operación gracias al público que Babe Ruth arrastraría. Los Yankees empezaban a ser el equipo mas popular gracias a sus títulos y estilo de juego mas agresivo, y que por tanto atraía mas público. Además en el diseño del campo se tuvieron en cuenta las especiales circunstancias de la condición de bateador zurdo de su gran estrella, el lado derecho del diamante era considerablemente mas corto para facilitar los batazos de Babe Ruth.

De todo lo anterior viene la popular leyenda de “The house that Babe Ruth built”, la casa que Babe Ruth construyó. El estadio estuvo en pie 85 años, aunque durante 3 años no se pudo utilizar para renovarlo por completo. El Yankee Stadium además ha sido escenario de otros muchísimos eventos deportivos, fue hasta la construcción de Meadowlands casa de los NY Giants de la NFL y escenario del partido mas famoso de la historia de toda la NFL, la final de 1958. También fue escenario de combates de boxeo, de partidos de fútbol, conciertos y tres Papas celebraron misas. En 2008 los Yankees jugaron su última temporada en aquel estadio antes de trasladarse al nuevo Yankee Stadium, situado justo en la acera de enfrente. Poco después la casa que Babe Ruth construyó fue derribado y actualmente es un aparcamiento.

El 13 de enero de 2008 los Indianapolis Colts jugaron su último partido en el RCA Dome, una derrota en la ronda de Divisionales ante los San Diego Chargers, un estadio que echaba el cierre solamente 24 años después de haberse abierto. La siguiente temporada la empezarían en su nuevo estadio, el Lucas Oil Stadium, situado a unos cientos metros enfrente del RCA Dome,. Aquel nuevo estadio inmediatamente recibió el nombre de “The house that Peyton Manning build”, en clara referencia al ejemplo del Yankees Stadium. Sin embargo la realidad es muy diferente, el Lucas Oil Stadium es el caso mas escandaloso de financiación pública de una instalación deportiva de todos los que pueblan todas las grandes ligas norteamericanas con cerca del 86% de financiación pagada por los contribuyentes del condado de Marion, donde está sito el estadio y lo que se conoce como “the doughnut counties”, todos los condados que rodean al Lucas Oil Stadium y que supuesta se deberían beneficiar del efecto llamada del estadio. En todos aquellos condados menos uno sus habitantes aprobaron en diferentes referéndums aplicar varías subidas de impuestos con el que contribuir a la financiación del estadio, se estimó un coste de mas de 690 millones de dólares, de los cuales 590 serían aportados por los contribuyentes y el resto, 100 millones, los pondría la familia Irsay. Los Colts no solo pagarían un arrendamiento de risa, sino que se quedarían con todos los ingresos que el estadio sería capaz de generar, entre ellos los derechos para poder denominarse Lucas Oil Stadium, unos 120 millones de dólares, prácticamente lo que han tenido que aportar en su construcción.

Con posterioridad se han conocido muchos mas detalles sobre la construcción del estadio, tales como que el consorcio que explota el mismo tuvo que reconocer que el déficit anual que suponía explotar la instalación ascendía a los 10 millones de dólares y que los ingresos que no eran capaces de cubrir los gastos de explotación, algo que a la familia Irsay no le importa lo mas absoluto, a los que además les avalan sus antecedentes, no es la primera vez que los Irsay se la juegan a una ciudad, ya lo hicieron en 1984 con Baltimore, y de no haberle “regalado” los contribuyentes el Lucas Oil Stadium quien sabe donde estarían recolocados ahora mismo los Colts, tener una franquicia NFL se ha convertido una cuestión de orgullo para muchas ciudades con la excepción de Los Angeles, la segunda ciudad del país no parece tener ningún interés en tener una franquicia NFL desde que Rams y Raiders la abandonaran.

Los restos del RCA Dome, frente al Lucas Oil Stadium

Robert Irsay, padre de Jim Irsay, fue un multimillonario de Baltimore que se hizo con los Baltimore Colts es una operación bastante extraña, hasta entonces era un propietario minoritario. Caroll Rosembloom, propietario mayoritario de los Colts se había casado en segundas nupcias, estaba loco por abandonar la Costa Este y marchar a la Costa Oeste. Para poder hacerlo Robert Irsay compró la franquicia de Los Angeles Rams y después hizo un intercambio con Rosembloom. De esta forma Irsay se quedó con la propiedad de los Colts. Los Colts tenían un problema histórico con su estadio, el Memorial Stadium, un estadio vetusto en la década de los 70 tanto para el baseball como para el football, hasta el extremo que los Orioles y los Colts compartían tanto vestuario como oficinas administrativas. Rosembloom se cansó de pedir renovaciones o un nuevo estadio y acabó marchándose a Los Angeles. En un principio Robert Irsay no protestó demasiado por la situación del estadio pero a medida que avanzaban los años fue dándose cuenta que la situación era insostenible y empezó a negociar la salida del equipo de la ciudad, además la NFL en 1983 le dio permiso para poder mover la franquicia a donde considerara oportuno.

Robert Irsay estuvo negociando con varias ciudades para recolocar su franquicia tras el enésimo rechazo de las propuestas de financiación de la renovación del Memorial Stadium. En marzo de 1984 los acontecimientos se precipitaron y terminaron con uno de los capítulos mas dantescos que se recuerda en la historia de movimientos de franquicias. El 27 de marzo de 1984 el Senado del estado de Maryland daba autorización para tomar una medida sin precedentes, la ciudad de Baltimore podía hacerse con la propiedad de los Colts mediante un procedimiento de expropiación forzosa con el fin de mantener el equipo en la ciudad. El 28 de marzo Jim Irsay logra un acuerdo con la ciudad de Indianapolis, la que era la mejor oferta, Arizona, se había retirado de la puja al conocer las intenciones de expropiación forzosa.

En la madrugada del día 29 quince camiones de la compañía de transportes Mayflower Transit, con sede en Indiana, se personaron en las instalaciones de los Colts y cargaron en unas pocas horas con todo el equipamiento e instalaciones. Los quince camiones tomaron todos rutas diferentes hacia su destino final, Indianapolis, con el fin de despistar a la policía estatal de Maryland ante el miedo de que les pudieran detener una vez que el decreto de expropiación forzosa estuviera firmado, algo que iba a ocurrir en la mañana del día 29 de marzo en cuanto el Gobernador del estado firmara el Real Decreto, la firma del decreto llegó tarde y los camiones habían abandonado el estado de Maryland. En la frontera del estado de Indiana esperaba la policía estatal para escoltar a los camiones. Este capítulo que acabamos de describir continúa a la fecha siendo uno de los mas dantescos de la historia de la NFL y si en Baltimore se hiciera una votación seguramente los Irsay no serían precisamente los mas populares.

LA ERA PEYTON MANNING

Peyton el día de su elección en el draft (AP)

En Indianapolis hasta la llegada de Peyton Manning en 1998 los Colts no pueden considerarse un ejemplo de franquicia ganadora. En 1983, cuando aún estaban en Baltimore, John Elway, el seguro nº 1 del draft anunció que si era elegido por los Colts no jugaría en la NFL para jugar en la MLB. En 1991 los Colts tocaron suelo, terminarían 1-15, se quedaron a un solo punto de terminar 0-16. El General Manager y quien manejaba todos los hilos de la franquicia era Jim Irsay, hijo de Robert. En 1994 el padre aparta a su hijo de la gerencia y nombra a Bill Tobin como GM, cuya primera decisión es elegir a Marshall Faulk en el draft de 1994 y se hace con los servicios del QB Jim Harbaugh. En 1995 y 1996 los Colts viven sus primeros años de gloria en Indianapolis cuando alcanzan la final de la AFC y se quedan a un Hail Mary de alcanzar la Superbowl, pero pronto regresarán las penurias.

En enero de 1997 Robert Irsay fallece y la franquicia pasa a manos de Jim Irsay que a finales de 1997 toma la decisión mas importante de su etapa como propietario, se hace con los servicios de Bill Polian como GM cesando a Bill Tobin. La primera decisión de Bill Polian es conocida por todos, cesa al Head Coach Lindy Infante y se hace como Jim Mora. Poco después elige con el número 1 del draft a Peyton Manning, el resto es historia. En solo dos años Bill Polian da la vuelta a la franquicia, traspasa a Marshall Faulk a los Rams y en el siguiente draft se hace con el RB Edgerrin James, esa temporada los Colts se hacen con la AFC East con un record de 13-3 ante rivales como los Buffalo Bills de Wade Phillips y los Miami Dolphins de Jimmy Johnson y Dan Marino, pero caen a las primeras de cambio en los playoffs ante los Tennessee Titans, Peyton Manning en su primera aparición en la post temporada empieza a escribir las primeras líneas de su leyenda negra con los partidos de playoffs.

Con la llegada de Tony Dungy la franquicia cambia nuevamente de rumbo, para entonces Peyton ha madurado y es uno de los mejores QB de la liga, pero su gran asignatura continúan siendo los playoffs, una y otra vez choca con Tom Brady y los New England Patriots, hasta que por fin en 2006 los Colts de Peyton Manning consiguen avanzar hasta la Superbowl y hacerse con el Vince Lombardi tras derrotar a los Chicago Bears.

Tony Dungy hizo grandes a los Colts

Los éxitos de la franquicia en aquellos gloriosos años son el detonante para que Jim Irsay empiece a acariciar su siguiente proyecto, un nuevo estadio que reemplace al RCA Dome, que tras los movimientos y renovaciones de varios estadios de otros equipos es el estadio con menor capacidad, pero sobre todo cuenta con una importante desventajas, no cuenta con las comodidades y medios de otros estadios como palcos de lujos, aparcamientos, concesiones, etc… y que generan millones y millones al resto de las franquicias.

En diciembre de 2004, solo 20 años después de haberse abierto el RCA Dome, la ciudad de Indianapolis da a conocer un estudio de la consultora Pricewaterhouse Coopers donde se asegura que un nuevo estadio supondría una inyección de mas de 30 millones anuales a la economía local, estadio que se estima costará uno 500 millones de dólares y que se financiará mediante impuestos a las máquinas tragaperras, aunque días después se conoce que el coste real del estadio será de 690 millones, 190 millones mas de los previstos. El 26 de diciembre en un RCA Dome lleno hasta la bandera Jim Irsay y el alcalde de la ciudad anuncian el acuerdo para construir un nuevo estadio con capacidad para mas de 63.000 espectadores.

En abril de 2005 se aprueba el plan de financiación del estadio, tras fracasar la iniciativa de hacerlo mediante un impuesto a las máquinas tragaperras se acuerda incrementar diferentes impuestos en el condado de Marion así como en los 8 condados colindantes, que en los meses siguientes los contribuyentes en diferentes referéndums aprueban, solo uno de ellos lo rechaza. Además el condado donde se instalará el estadio, Marion, acuerda duplicar el porcentaje de incremento de impuestos al ser el principal beneficiario del estadio. En agosto de aquel mismo año Jim Irsay firma un acuerdo para arrendar el estadio los próximo 30 años lo que asegura la permanencia de los Colts hasta al menos 2034. Poco después empieza la construcción del estadio cuyo coste final se estima será de 690 millones, de los cuales los Colts deberán poner aproximadamente unos 100 millones. En febrero de 2006 los Colts alcanzan un acuerdo con la compañía local Lucas Oil para que el estadio pase a denominarse Lucas Oil Stadium, el acuerdo es por 20 años y la compañía dará 120 millones de dólares a los Colts, no a la empresa propietaria del complejo.

Cuando por fin se terminar el estadio su coste final ha ascendido a 720 millones, 30 mas de los inicialmente previstos, para financiarlos se tiró de un fondo de reserva sin que los Irsay aportaran un solo dólar mas, ellos aportaban los 100 millones inicialmente pactados, cantidad que podrían pagar con la venta de los derechos del nombre del estadio, con lo que se puede casi afirmar que no pusieron un solo dólar, nunca hubieran podido cobrar semejante dineral de no haberse construido el estadio. Al coste desorbitado del estadio y que ha sido casi íntegramente financiado vía impuestos hay que añadir que la explotación del complejo es deficitario y ya se han aprobado medidas que ayudan a cubrir ese déficit de explotación, medidas en las cuales por supuesto los Irsay nunca colaboran.

Por eso hay que tener cuidado con el lenguaje y no caer en errores. En el caso que hemos expuesto de los New York Yankees sus entonces propietarios arriesgaron comprando un terreno y construyendo un estadio desconocido para la época por su tamaño y que hacía imposible a los economistas de la época pensar que aquello pudiera ser rentable. Pero lo fue, los Yankees son la franquicia mas ganadora de todas las grandes ligas, ni un solo equipo de las otras ligas igualan su palmarés y desde luego Babe Ruth contribuyó a construir aquel escenario, tanto deportivamente como económicamente.

En el caso de Indianapolis solamente sugerir que Peyton Manning construyó aquella casa es una tremenda falacia además de una gran mentira. Seguro que Manning ha hecho de una franquicia que estaba moribunda una de las mas potentes de toda la NFL, franquicia a la que no solamente le tocó la lotería cuando pudo elegir a Peyton Manning, sino que le tocó por una segunda vez cuando nuevamente pudieron elegir al mejor QB que ha salido del college desde los tiempos del propio Peyton como es Andrew Luck, que muy probablemente vivirá tardes de gloria en la próxima década en el Lucas Oils Stadium. Pero de allí a decir que un estadio que han pagado los contribuyentes, eso sí, de forma voluntaria, hay un trecho enorme, por eso mas que decir que la casa que Peyton Manning construyó dejémoslo en un “la casa que los contribuyentes construyeron”.

 

 

  • La NFL vive tiempos revueltos a cuenta de la emisión en el canal PBS, único canal público que existe en USA del documental League of Denial además de la publicación del libro de idéntico título sobre el que se basa un programa de casi dos horas de duración. Desde hace tiempo se cuestiona el papel de la liga en materia de seguridad y de salud de los jugadores, Roger Goodell se ha atribuido el papel de salvador, aunque es un papel bastante hipócrita y un ejercicio de cinismo si analizamos de forma global su papel. En la búsqueda de ingresos infinitos, como si la liga no ingresara ya suficiente dinero, el Comisionado plantea fórmulas para ampliar la Regular Season, pasarla de los actuales 16 partidos a 18, ampliar la post temporada y recientemente ha saltado el rumor de aumentar los partidos que se juegan los jueves por la noche, todo ello con un solo objetivo, que las TV paguen mas por los derechos de emisión. La realidad sin embargo aconseja todo lo contrario, los equipos a duras penas pueden terminar las temporadas con sus plantillas sanas y la liga pretende jugar aún mas partidos y disminuir el tiempo de descanso entre partidos. Este fin de semana han caído QB como Jay Cutler y Sam Bradford, pero a esa lista se unen estrellas como Reggie Wayne, Jermichael Finley, Brian Cushing, Arian Foster, Ben Tate, Champ Bailey y una larga lista que empezó en los Training Camps y que cada semana se amplía mas y mas.
La lesión de Mark Sánchez pudo suponer su último partido como Jet
  • El tema de las lesiones no es baladí, sino no hay mas que mirar lo que está sucediendo con la posición de QB. En la NFC East ya cayó uno de los 4 QB titulares que empezó la temporada y esta semana Nick Foles tuvo que abandonar el partido con síntomas de una conmoción. En la NFC North Jay Cutler es baja para varias semanas, en Minnesota la lesión de Christian Ponder ha dado lugar a un baile de sillas en el puesto y en Green Bay Aaron Rodgers tiene molestias en la rodilla. En la división South de momento siguen los 3 QB de los que empezaron. En la NFC West Sam Bradford está fuera. En la AFC también hay su buena ración de QB que tienen problemas, Geno Smith es titular porque Mark Sánchez se lesionó en pretemporada y en Buffalo han tenido que buscar en las listas de parados algún QB que pudiera jugar, además de fichar a Matt Flynn. En Miami los Dolphins se han visto obligados en plena temporada a buscar refuerzos para la OL para que las defensas rivales no acaben destrozando a la perla de la franquicia, su QB Ryan Tannehill. En la división South Texans, Jaguars y Titans han tenido que tirar de banquillo para reemplazar a sus QB lesionados mientras que en la North Brian Hoyer, que arrebató la titularidad a Brandon Weeden se ha lesionado también. En la West en Oakland tuvieron que sacar a Matt Flynn antes de cortarlo para reemplazar a Terrelle Pryor. En una liga comandada por los QB no se puede permitir que al final acaben jugando los terceros QB y si Roger Goodell se empeña en seguir queriendo en ampliar la temporada que nadie se extrañe si al final tenemos una Superbowl entre un QB rookie que debutó en la final de conferencia contra uno de esas decenas de QB jornaleros que pueblan la liga.
  • El domingo en Meadowlands se vivió uno de los capítulos mas extraños que hemos tenido últimamente. Los NY Jets ejecutaron un FG de 56 yardas en la prórroga, un FG que por otra parte era casi imposible, Nick Folk nunca había transformado un FG tan largo. El FG se quedó corto pero uno de los árbitros pitó una falta, que en un principio nadie entendió qué había sucedido hasta que se dieron las explicaciones. Uno de los jugadores de New England había empujado a un compañero de línea y eso es algo que el reglamento prohíbe desde el pasado verano. Esta regla se introdujo a propuesta de varios OL que entendían que esa prohibición de empujar harían mas seguros los FG. En las 6 semanas anteriores no se había pitado una sola vez esta nueva falta y la primera vez que fue a ocurrir fue precisamente en una prórroga con un FG que daba la victoria si se transformaba. Si el kicker hubiera anotado no hubiera pasado nada, la falta se declinaba y adelante, pero Folk marró el FG y la consiguiente falta supuso avanzar 15 yardas, 1er down automático y nuevamente la oportunidad de poder ganar el partido. En esta ocasión Folk transformó un FG de 42 yardas, distancia mucho mas manejable. Las reacciones no se hicieron esperar pero la falta estaba perfectamente pitada, guste o no guste, había falta y lo que sorprende aún mas es que precisamente desde el entorno de los Patriots llegaran las protestas mas beligerantes, un equipo que hace 11 años se le aplicó por primera vez una regla llamada la «Tuck Rule», desconocida entonces y que le permitió avanzar en los playoffs. Si somos objetivos es mejor que esto haya ocurrido ahora y no en los playoffs, no me quiero ni imaginar la que se podría liar si esto mismo supone la eliminación de un equipo en post temporada, eso no quita para que Al Davis en su tumba de alguna forma sienta que se ha producido algo de justicia.
  • Que la NFL es una liga donde el juego de pase tiene cada vez mas peso es evidente y donde tener a un buen QB es la diferencia entre ser un aspirante al título y ser un equipo mas, pero muchos equipos desde hace tiempo renuncian casi por completo al juego de carrera para basarlo todo o casi todo en el juego de pase. Sin embargo es cada vez mas frecuente leer sectores que empiezan a defender que el abuso del juego aéreo y la total renuncia a correr está produciendo precisamente el efecto contrario, acabas perjudicando a tu propio juego de pase y de paso a tu equipo. Un ejemplo muy claro de esto que acabamos de exponer es el total desbarajuste que tienen los Baltimore Ravens, un equipo que tiene con casi toda seguridad el mejor combo de RB con Ray Rice y Bernard Pierce pero que renuncia a usarlos y deja que sea Joe Flacco el que lleve todo el peso del ataque con los evidentes perjuicios que conlleva, en juego aéreo no funciona y la defensa acaba pagando estar tanto tiempo en el campo. Esta semana hemos visto otro claro ejemplo, los Minnesota Vikings tienen al mejor RB de la liga en Adrian Peterson, sin embargo en el pasado Monday Night el ataque de los Vikings se olvidó por completo de él, solo hizo 13 acarreos para apenas 28 yardas. Josh Freeman, en su primer partido se dio todo un banquete, lanzo 53 veces, aunque el problema no solo es ese, sino que solo completó 20 pases, un 37,74 % de porcentaje de conversión para apenas 196 yardas, cifras ridículas. Un caso de esto que estamos exponiendo pero al contrario son los Green Bay Packers, un equipo que en los dos últimos años se ha caracterizado tan solo por usar el juego de pase y confiar su destino casi en exclusiva al brazo de Aaron Rodgers, que en muchos partidos incluso acabó siendo el mejor corredor. Este año eligieron a Eddie Lacy en el draft y el RB va entrando poco a poco en el ataque dando un equilibrio al dar credibilidad al juego terrestre, lo que permite que Rodgers, que no está en su mejor año acabe los partidos con buenos números. También la defensa de Green Bay parece algo mas entonada que en otros años pese a las numerosas bajas, seguramente mucho de ello tenga que ver con que sale mas descansada y menos tiempo al campo, lo que aumente su efectividad.
Josh Freeman lanzó ¡53 veces! (AP)
  • Un ejemplo de cómo un ataque se vuelve mucho mas equilibrado y peligroso con un buen juego terrestre es el caso de San Diego. En los últimos años el ataque de los Chargers ha hecho aguas con un Phillip Rivers desconocido, muchos lo achacaban exclusivamente a la figura de Norv Turner. Ha llegado Mike McCoy, mejora la OL y con los mismos RB, Ryan Matthews, el mismo QB, y unos WR peores que los que ha tenido en años anteriores, el ataque de los San Diego Chargers es uno de los mas bonitos de ver además de tremendamente efectivo. El ataque de los Chargers no solo tiene un muy buen aéreo, bastanta mejor que el de año anteriores, sino que lo tiene gracias a que por fin tienen juego terrestre y Matthews es el RB que los Chargers esperaban cuando lo seleccionaron, y decimos que es tremendamente efectivo no solo porque pone puntos en el marcador, sino porque controla el reloj con drives muy largos y trabajados permitiendo que su defensa descanse, otro de los motivos que el abuso de juego terrestre acaba pasando factura, obligas a estar a tu defensa demasiado tiempo en el campo. No sé si se le puede dar el premio, pero  Rivers está mereciendo el premio de Comeback Player of the Year, y el claro ejemplo de cómo el juego de carrera ayuda y mucho a un pocket passer puro como el QB.
  • En Detroit jugaron dos de los “outsiders” de la liga, los Lions como locales y los Bengals como visitantes. Ambos equipos tienen talento a raudales y son capaces de lo mejor y peor, pero también presentan serios interrogantes. En el caso de Cincinnati es su QB quien mas dudas genera, de hecho es habitual leer que lo único que separa a los Bengals de aspirar a todo es su QB Andy Dalton. Dalton el domingo acalló a mucho de sus críticos cuando ejecutó varios pases profundos, pases que se supone no podía realizar, pero esta vez estuvo soberbio. En Detroit lo que genera dudas es una secundaria que pese a los refuerzos y el trabajo de presión que hace el Front Seven se le pilla en pañales la mayoría de veces y con esa secundaria pretender hacer algo mas que simplemente entrar en pretemporada es una quimera. Por último no se puede descartar el peso que tiene Calvin Johnson en ataque, cuando está ausente los Lions lo notan en demasía, pero sobre todo no pueden usar esos pases suicidas que Matthew Stafford se juega a triples coberturas con la esperanza de que Megatron la baje, esa misma jugada se le ha visto hacer a otros QB y ser crucificados por eso, por lanzarla a una triple cobertura.
Triple cobertura, sin problemas para Megatrón
  • En el partido de Indianapolis los Broncos salieron derrotados, pero es una derrota de las que pueden sacarse mas cosas positivas que negativas, entre ellas la mas importante, los Broncos se pueden olvidar de ese absurdo juego que consiste en buscar una temporada perfecta. No me cansará de decir que la temporada perfecta de los Miami Dolphins fue una casualidad, los jugadores nunca fueron conscientes de lo que consiguieron hasta pasado un tiempo y cuando se empezó a ver de lo tremendamente difícil que es conseguirlo. Por eso es un debate que cuando antes se olvide mejor y es que en Denver ya se empezaba a hablar de quien derrotaría a los Broncos. Ese debate no parece que vaya a darse en Kansas, los Chiefs son hasta el momento el único equipo perfecto pero nadie en Kansas cree realmente que este equipo puede terminar invicto la temporada, una cosa es mejorar espectacularmente de un año para otro, pero pasar de ganar tan solo dos partidos a ganar 16 sin conocer la derrota es algo que no está al alcance de nadie.
  • Lo que sí parece estar al alcance de los Jaguars es terminar la temporada 0-16 e igualar la marca de los Detroit Lions, aunque los Jaguar por el camino pueden batir registros inigualables. En los 3 partidos como locales que han jugado los Jaguars en Jacksonville aún no saben lo que es anotar un TD, toda su producción ofensiva es un safety y 3 FG. La próxima semana jugarán en Londres como locales y después les toca el bye con lo que la racha de no ver un TD en Jacksonville puede prolongarse mas en el tiempo. En los mentideros de la NFL ya se empieza a decir que jugar contra los de Jacksonville es tener una semana extra de bye, equipos como San Diego y San Francisco incluso disfrutarán de dos semanas de descanso al coincidir su partido de descanso tras jugar contra los de Gus Bradley.
  • En NFL Hispano tengo la costumbre de hacer el Mid Season Balance tras la Semana 9 cuando en la gran mayoría de los medios es habitual hacerlo tras la Semana 8, siempre he dicho que prefiero a que todos los equipos hayan jugado al menos 8 partidos. Por eso la semana que viene no haré mi habitual Mid Season Balance para tocar otro tema que hace un tiempo quería tocar pero que no encontraba el momento. Hablo de esa mala costumbre que se ha importado de la MLB en la que en cuanto un equipo se descuelga de los playoffs enseguida se empieza a pensar en la temporada que viene y hablar de traspasos de jugadores con contrato a cambio de elecciones, algo que es muy habitual en el baseball, pero que no lo era tanto en el football. De momento lo dejo allí, pero con toda seguridad será el tema principal de la semana que viene.

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