w11: Anarquía

1441

Ya sé que la NFL es una liga muy igualada, que any given sunday…, que hay muchas sorpresas, etc. Pero no estamos en septiembre, estamos llegando a Thanksgiving y no veo mucho fundamento en los equipos que pretenden levantar el Lombardi Trophy. Tenemos a los Texans ganando de milagro, en casa, contra uno de los peores equipos de la liga, a los Falcons parecido, a los Ravens con serios problemas a domicilio, a los contendientes Steelers, Bears y 49ers descabezados, jugando con el QB suplente (aunque a los Niners les fue bien, la semana pasada empataron con los Rams), a los Giants perdiendo tres partidos consecutivos, a los Cowboys con serios problemas para derrotar al peor visitante de la liga, a los Pats metiendo muchos puntos pero encajando muchos también. Otros equipos como los Packers tampoco están brillando como la temporada pasada. A este paso, outsiders como Broncos, Bucs, Saints, Colts o Bengals pueden dar la campanada. Con este fundamento hasta los Chiefs podrían ganar el título aún, por lo menos no están eliminados.

 

El mayor upset (interruptus) del domingo fue el del Reliant Stadium. Unos desconocidos Jacksonville Jaguars (1-9) tuvieron contra las cuerdas durante más de 70 minutos a los mismísimos Houston Texans (9-1), que venían de imponer su autoridad en Chicago. Los Tejanos ganaron al final porque los Jaguars no jugaron para empatar. Al comentarista del partido le extrañó que se jugaran un «4» y 10″ en medio campo a falta de 2:36 para el final de la prórroga, pero ¿para qué le servía un empate? Dos jugadas después un catch&run para TD de 48 yardas de Andre Johnson salvó los muebles.

 

Chad Henne, quien fracasó en Miami, sustituyó a Blaine Gabbert cuando éste se lesionó en el su 1º drive, en un sack y fumble (será baja para el resto de la temporada), y tuvo el mejor partido de su carrera. Sólo completó 16/33 pases, pero sumó 354 yardas y 4 TD. Danieal Manning se equivocó esta vez sacando del campo al QB titular. El rookie Justin Blackmon se salió, atrapando 7 pases para 236 yardas y un TD.

 

También hay que decir que la defensa de los tejanos no tuvo su mejor día, por decirlo finamente. Permitir 458 yardas a los Jaguars no presagia nada bueno. Llegaron a estar 14 puntos abajo a poco más de 5 minutos para el final. Pero Matt Schaub tiró del carro y con su 3º y 4º TD mandó el partido a la prórroga. Al fnal teminó con 43/55 pases completados para 527 yardas, 5 TD y dos picks. Johnson terminó con 14 recepciones para 273 yardas. Si ha sido la suerte del campeón o una inconsistencia preocupante, el tiempo lo dirá.

 

Con la aplicación de la nueva normativa de las prórrogas, estamos viendo cosas nuevas cada dia. Ya vimos el 1º partido que no terminaba con la primera anotación. En ésta vimos el número máximo de anotaciones que se pueden ver en una OT, tres. Aún nos queda ver que pierda el equipo que primero anote. No faltará mucho para que ocurra.

 

Los Cleveland Browns (2-8) también se lo pusieron muy difícil a los Dallas Cowboys (5-5). Venían frescos de bye, pero en ninguna cabeza podía entrar que los Boys estuvieran malogrando una oportunidad de oro para meterse en la carrera por los playoffs e incluso la pelea por el título divisional.

 

Los Browns fueron por delante en el marcador en casi todo el partido, manteniendo a los locales en sólo 3 puntos en los tres primeros cuartos. El final tuvo de todo. Los Boys también remontaron 14 puntos en el 4º cuarto, pero un fumble de Tony Romo (35/50, 313 yardas, TD) volvió a meter en el partido a los Browns. Luego parecía que los Cowboys sellaban el triunfo con un impecable goaline stand, pero Brandon Weeden (20/35, 215 yardas, 2 TD) volvió a adelantar a los suyos y luego los Boys llevaron el partido a la prórroga con un FG.

 

Los Cowboys tuvieron también mucha suerte de llevarse la «W». Si en Houston los Texans se beneficiaron de que los Jaguars no fueran a empatar, en Arlington Dallas se benefició de que los árbitros se comieran un fumble de Miles Austin que pitaron como incompleto y por tanto no se pudo revisar. Lo más brillante para los locales fue la actuación de Dez Bryant, que batió su marca personal con sus 12 recepciones para 145 yardas y un TD.

 

Y si los Cowboys se escaparon de una de esas derrotas que sólo ellos saben protagonizar, los Atlanta Falcons (9-1), según palabres de su head coach, encontraron la forma de ganar un partido en el que Matt Ryan fue interceptado en 5 ocasiones. Are you kidding me? ¿Qué más tiene que hacer una defensa para que su ataque pueda producir lo mínimo para ganar un partido? Ryan fue interceptado en la 1ª jugada del partido y en un minuto los Arizona Cardinals (4-6) ya ganaban 7-0 gracias a un TD de LaRod Stephens-Howling (22 acarreos, 127 yardas). Pero ni así. Los Cards no volvieron a pisar la endzone en los siguientes 59 minutos. Sustituyeron a John Skelton (2/7, 6 yardas) por Ryan Lindell (9/20, 64 yardas), pero fue como ir de Guatemala a… volver a Guatemala.

 

Los Falcons solventaron la papeleta limitando a los Cards a FG, anotando con la defensa (retorno de fumble de Jonathan Babineaux) y con un TD de Michael Turner a poco más de 6 minutos para el final. Ryan fue anotado aún por 5ª vez en los últimos 5 minutos, pero los Cards apenas avanzaron 8 yardas más en el partido. Los Falcons vuelven a ganar pero cada vez parecen más frágiles. De los Cards, dice una leyenda que antes había por allí un jugador que atrapaba balones llamado Larry Fitzgerald. El domingo el pobre atrapó sólo uno para 11 yardas. ¿Y este equipo escogió al WR Michael Floyd con su pick de 1ª ronda en el pasado draft? ¿No intuían otras necesidades más urgentes?

 

SIN QB TITULARES EN PRIMETIME

Curiosamente, tanto en el SNF como en el MNF se enfrentaban equipos con defensas punteras y con problemas en la posición de QB en la jornada. Tres de ellos jugaban con sus QB suplentes por lesión de los titulares, y los Ravens jugaban con Joe Flacco en «versión visitante», o sea que, también con problemas. Del poker de QB sólo brilló el minero. De las defensas, la única que flojeó fue la de los Bears.

 

El «duelo de ida» entre Baltimore Ravens (8-2) y Pittsburgh Steelers (6-4) resultó bastante deslucido, para lo apasionante que resulta la rivalidad, debido a las lesiones. Ambos las padecían, pero las de los Steelers eran más determinantes, sobre todo la de Ben Roethlisberger. Sí que resultó igualado como siempre (de la misma manera que han terminado ambos las dos últimas temporadas regulares, igualados), y las defensas volvieron a imponerse a los ataques, pero la total inoperancia ofensiva de ambos resultó decepcionante. Byron Leftwich se escapó en la 3ª jugada del partido, anotando en un scramble de 31 yardas entre el despiste de la defensa de los Ravens. Supongo que aún estarían acostumbrando sus ojos al horrible uniforme de los Steelers. Pero a partir de ese punto, los locales no volverían a pisar el campo rival hasta el 3º cuarto.

 

Lo de los Ravens no fue mejor, el ataque sólo fue capaz de aportar dos FG. Al final ganaron el partido porque Jacoby Jones volvió a anotar en un retorno, esta vez en un punt. A partir de ahí, sólo se dedicaron a «calentar» a Leftwich. El suplente se llevó la del pulpo y acabó con las costillas contusionadas. Visiblemente mermado, sólo pudo dirigir un drive digno, que se estrelló en la yarda 4 al final del 3º cuarto. Tuvo tres oportunidades en el 4º cuarto para intentar por lo menos un FG que empatara el partido, pero la defensa de los Ravens fue impenetrable.

 

Los Ravens se llevan la victoria y una cómoda ventaja en la clasificación, pero lo de su ataque es preocupante. 200 yardas ofensivas, 6 puntos, no es algo que invite al optimismo. Los Steelers miran ahora a Charlie Batch.

 

Distinto fue el partido del Candlestick Park, por lo menos por el lado de los San Francisco 49ers (7-2-1), que lograron una gran victoria gracias a su dominio total del juego a ambos lados del balón. En ataque Colin Kaepernick sorprendió a todos con un sensacional partido en su primera titularidad. Completó 16 de los 23 pases que lanzó, para 243 yardas y 2 TD, sin un sólo error, sujetando bien el balón en los dos sacks que encajó. Y no sólo tuvo buenos números, sino que se le vio muy cómodo, con una gran «pocket presence» frente a una defensa tan peligrosa y productiva como la de los Chicago Bears (7-3). En 34 minutos de juego el partido estaba prácticamente sentenciado con un 27-0.

 

En el otro sento del juego, la defensa de los 49ers se dio un festín, aprovechando la debilidad de la OL rival y el despiste de Jason Campbell, que no sabía por dónde le llegaban los golpes. La defensa sólo permitió 143 yardas ofensivas, el juego de carrera fue anulado, interceptó a Campbell en dos ocasiones, sumó 6 sacks, forzó tres fumbles y anotó un safety. Un día más en la oficina. Los Smith, Aldon y Justin, se pasearon por el backfield rival como quisieron, y el primero llegó a apuntarse 5 sacks y medio. El abuso de los Smith, fuera del terreno de juego, habría sido un delito.

 

Los 49ers ganan su 4º MNF consecutivo e igualan a los Cowboys en victorias en los lunes (43). Los Bears tienen serios problemas con el ataque.

 

LOS TAPADOS SE VAN DESTAPANDO

Mucho se ha hablado de Texans, Ravens y Steelers, pero a la chita callando, Pats y Broncos están llamando a la puerta y puede ser los equipos dominadores de la conferencia en el final de la temporada. Ambos cuentan con la ventaja de dominar sus respectivas divisiones con tres partidos de ventaja, ambas repletas de equipos malos o muy malos, y sin ninguna competencia seria.

 

Los Denver Broncos (7-3) pusieron precisamente tierra de por medio frente a su principal rival divisional, los San Diego Chargers (4-6)Peyton Manning dio un poco de animación al partido lanzando un pick six a Eric Waddle en su 2º drive, pero cuando entró en calor en el 2º cuarto puso las cosas en su sitio. Sus tres pases de TD no pudieron ser igualados por Phillip Rivers. Este lanzó sendos pases de TD a su WR de moda, Danario Alexander, pero también fue interceptado en dos ocasiones. También encajó 4 sacks, 3 de ellos de Von Miller, dos de los cuales con fumble incluído, aunque sólo uno perdido.

 

La peor noticia para los Broncos fue la lesión de rodilla de Willis McGahee, que se pierde el resto de la temporada. La mejor para los Chargers sería que le encuentren sustituto a Norv Turner.

 

Los New England Patriots (7-3) recibían a unos Indianapolis Colts (6-4) con idéntico récord y con la prensa calentando el ambiente y buscando una nueva rivalidad mediática Tom BradyAndew Luck. Durante el primer cuarto pareció existir tal duelo, pero a la larga se vio que ambos QB y ambos equipos están todavía en planos distintos. Luck empezó a perder balones (3 picks, un fumble) y los Pats empezaron a anotar puntos con todas sus unidades, como parece que se están habituando. Julian Edelman anotó en el retorno de un punt, Aqib Talib hizo bueno su fichaje retornando 59 yardas para TD una intercepción, Alfonzo Dennard protagonizó otro pick six de 87 yardas, Tom Brady lanzó tres pases de TD, los corredores sumaron otro par. Yo creo que sólo les faltó anotar un Safety.

 

Los 59 puntos anotados igualan la marca de la franqucica. El único lunar fue la fractura de muñeca de Rob Gronkowski en el extra point que hacía el punto 59º. Parece ser que es una práctica habitual el que los titulares jueguen hasta el final en las unidades de patadas, pero tratándose de Bill Belichick y de asuntos de inflar los marcadores, la noticia no ha pasado inadvertida para nadie. El karma persigue a Belichick, que se ande con ojo.

 

Los Pats tienen semana corta porque juegan después de la cena de Acción de Gracias en New York. Allí les esperan unos ¿resucitados? New York Jets (4-6) que vencieron inesperadamente y con solvencia a los St. Louis Rams (3-6-1), que abrieron y cerraron el marcador, pero que entre tanto los de Rex Ryan les endosaron 27 puntos incontestados. Mark Sanchez hizo un partido sin fallos, completando 15/20 pases para 178 yardas y un TD, con un decente juego de carrera de Shonn Greene y Bilal Powell, que anotó por partida doble, sus primeros TD como profesional. A tomar en consideración los números de Tim Tebow, un pase para -1 yardas y 2 carreras para -5, Creo que está claro que no acertó mudándose a la Gran Manzana. Me extraña mucho que Belichick no le haya echado aún el lazo.

 

Los Rams están en una racha de 5 partidos sin ganar, aunque empataron la semana pasada en San Francisco. Cosas de la anarquía imperante.

 

Las Cheerleaders de los Washington Redskins (4-6) llegaban de descansar en la semana de bye y lo dieron todo para saludar a las Fuerzas Armadas y para animar a los suyos, quienes aprovecharon la ocasión para desmantelar a uno de sus rivales divisionales.

 

Los Philadelphia Eagles (3-7) son un equipo roto. Andy Reid ha dado grandes tardes de gloria a la afición, pero creo que todo el mundo coincide en que es hora de pasar página.

 

El 1º cortafuegos fue el despido del coordinador defensivo Juan Castillo. El fuego lo superó. El 2º iba a ser el cambio en la dirección del ataque. Desde hacía semanas se cuestionaba el juego de Michael Vick y se pedía sacar al rookie Nick Foles a los leones. Pues bien, una oportuna conmoción cerebral de Vick dio la excusa para que Reid quemara su último cartucho, pero visto lo visto en el FedEx Field, el fuego ha superado todos los cortafuegos y Reid está ya ardiendo.

 

El pobre chaval fue interceptado en el 1º minuto de juego, en su 2º pase, y en el siguiente drive volvió a lanzar otro pick. No es una buena manera de estrenarse. Acabó completando sólo 21 de los 46 pases que lanzó, para 204 yardas y encajó 4 sacks.

 

Claro que las cosas tampoco les fueron mejor a los Eagles en el otro sentido del juego. Robert Griffin III tuvo el mejor partido de su carrera profesional completando 14 de los 15 pases que lanzó, para 200 yardas y 4 TD, además de correr para 84 yardas en 12 acarreos. Sí, sólo se le fue un pase al suelo. Unos números de escándalo. Ante la pasividad de la defensa rival lanzó pases de TD de 49 y 61 yardas a un tal Adrick Robinson, completamente desmarcado, y a Santana Moss, quien atrapó cómodamente el balón frente a una doble cobertura.

 

La victoria no creo que empuje a los Redskins hacia la pelea por los playoffs, pero para los Eagles la derrota es «season over«. Para colmo de males, LeSean McCoy acabó lesionándose en los minutos de la basura.

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Seguimos con los jueves con partidos divisionales, diciéndolo finamente, poco interesantes. El de esta semana, por ejemplo, ha puesto en evidencia que ninguno de los equipos participantes aspira a algo este año. Por lo menos, emoción sí tuvo, ya que la inoperancia de los ataques mantuvo el macador estrecho.

 

Los Buffalo Bills (4-6) mantuvieron a los Miami Dolphins (4-6) sin cruzar el medio campo hasta pasados 41 minutos de juego. A pesar de haber anotado un TD en el 1º balón que tocaron, por medio del retorno de un punt por Leodis McKelvin, los Bills no volvieron a pisar la endzone y sólo pudieron subir 4 FG al marcador. Ryan Fitzpatrick estuvo comedido y C.J. Spiller hizo el trabajo sucio, corriendo para 91 yardas en 22 acarreos, a veces para adelante, a veces para atrás. Así los Dolphins, que también habían anotado en un retorno de kickoff de Marcus Thigpen, a pesar de no haber entrado en campo contrario hasta el final del 3º cuarto, como he dicho, un pase de TD de Ryan Tannehill a Davone Bess los puso a una sola anotación.Tannehill tuvo dos ocasiones para darle la vuelta al partido, pero fue interceptado en ambas. Partido para la denostada defensa de los Bills.

 

Los Tampa Bay Buccaneers (6-4) siguen con su escalada de victorias y buen juego. En Charlotte encontraron la manera de cambiar la inercia de un partido que se iba para los Carolina Panthers (2-8). Un pick six, una carrera de Jonathan Stewart y un pase de TD de Cam Newton a Brandon LaFell a 6 minutos del final ponía a los locales 11 puntos arriba. Pero como Josh Freeman no pudo seguir su racha de partidos sin fallos (25/46, 248 yardas, 3 TD, 2 picks), fue a su taquilla y encontró el traje de Capitán Comeback. En 6 minutos dirigió dos drives anotadores con un pase de TD y conversión de 2 puntos a Vincent Jackson a 20 segundos del final, para forzar la prórroga. Luego resolvió la misma con un pase de TD a Dallas Clark y listo. Volvió a guardar el traje en su taquilla.

 

Los Bucs siguen metiendo presión a los Falcons, o pujando por las plazas de Wild Cards, al igual que los New Orleans Saints (5-5), que sumaron su 3ª victoria consecutiva en la excursión al Black Hole, que es más o menos lo que significa enfrentarse a los Oakland Raiders (3-7) en estos momentos.

 

Drew Brees (20/27, 219 yardas) dominó el partido de principio a fin. Lanzó tres pases de TD, dos de ellos a Lance Moore, Mark Ingram corrió para otro y Malcolm Jenkins firmó un pick. Más que suficiente para doblegar a unos Raiders totalmente planos. Carson Palmer esta vez sólo lanzó en 40 ocasiones, porque los Raiders corrieron en 26 ocasiones, pero siguió repartiendo TD y picks (2) a partes iguales.

 

Los Green Bay Packers (7-3) siguen sumando triunfos, no tan holgados como los de la pasada temporada, pero sí consistentes. En un partido apretado y con alternativas en el marcador se deshicieron de un incómodo rival divisional. Ya está peleada la Black’n’Blue como para meter a los Detroit Lions (4-6) en la ecuación.

 

Aaron Rodgers (19/27, 236 yaras, 2 TD, pick) ha encontrado en el slot Randall Cobb (9 recepciones, 74 yardas, TD) el recambio perfecto a Greg Jennings y está sacando los partidos adelante. Los Lions siguen oxidados. La conexión Matt StafordCalvin Johnson (5 recepciones, 143 yardas, TD, fumble), parece que empieza a arrancar, pero su fumble y dos intercepciones, una de ellas retornada para TD fueron demasiado costosas. El jueves reciben a los Texans a la hora de preparar el pavo. Será su última oportunidad de engancharse a esta liga.

 

Por último cerraré con, toda intención, con los Kansas City Chiefs (1-9), el único del Brakleyómetro en no mostrar ni siquiera reacción. Ya la tuvieron el lunes, pero este domingo no ofrecieron a su afición más que pobreza de juego. Parece que sus QB se pusieron de acuerdo para ofrecer unos números paupérrimos. Matt Cassel convirtió 9/14 para 95 yardas, Brady Quinn 8/16 para 93. Hasta Jamaal Charles se contagió y apenas sumó 87 yardas en 17 acarreos. 7ª derrota consecutiva… and counting.

 

Los Cincinnati Bengals (5-5) se pasearon por el Arrowhead, equilibraron su récord, y se dan un punto de autoconfianza para afrontar retos más ambiciosos, como la carrera por los playoffs. Tiene un calendario asequible para ello. Andy Dalton firmó una magnífica tarjeta con 18/29 pases para 230 yardas 2 TD y otro de carrera, de nuevo con A.J. Green como su mejor arma (6 recepciones, 91 yardas, TD).

 

BYES DE LA SEMANA: Última semana de byes. Los últimos equipos en descansar han sido tres buenos equipos de la NFC, con idéntico récord: New York Giants (6-4)Seattle Seahawks (6-4)Minnesota Vikings (6-4), y luego los anodinos Tennessee Titans (4-6).

 

Vacante. En plena anarquía es imposible definir favoritos. A ver si la semana que viene me animo.

 

Cero patatero.
Estuvieron a punto de dar la campanada, pero otra «L» más al casillero
Estuvieron a punto de dar la campanada, pero otra «L» más al casillero. Bis

Artículo anteriorFrenazo a los Dolphins
Artículo siguienteSufrir para ganar
Josu Arrieta es natural de Errenteria (Gipuzkoa), médico de profesión, y aficionado al fútbol americano desde la década de los 80, lo que le convirtió en seguidor de los 49ers, con Jerry Rice como bandera. En cuanto al college football, reparte su corazón entre la tradición de los Fighting Irish de Notre Dame y los Broncos de Boise State, por sus vínculos con la numerosa colonia vasca de Boise. Analiza en su columna semanal la jornada de la NFL desde 2005. @JosuArrieta

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.