Urgencias históricas y urgencias histéricas

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Empecé a seguir la NFL en la década de los años 70. Uno de los jugadores que me vienen a la cabeza y del primero que tengo plena conciencia es del QB Frank Tarkenton, aunque lo que realmente me terminó de enamorar de este deporte fue ver trotar, y nunca mejor dicho, a Earl “The Tyler Rose” Campbell, aquel tanque modelo Panzer que llevaba el número 34 de los desaparecidos Houston Oilers.

En 1976 la NFL tomó la decisión de ampliar la liga por primera vez desde la fusión de la NFL y la desaparecida AFL, se amplió a 28 equipos de los 26 que resultaron de la fusión, 14 equipos por conferencia. Nacieron los Tampa Bay Buccaneers y Seattle Seahawks, los primeros integraron en su primer año de existencia la AFC West y los segundos la NFC West, al año siguiente ambos equipos se intercambiarían puestos y conferencias. En la realineación de franquicias del año 2001 tras la llegada de los Houston Texans los Seahawks regresarían a la NFC West de nuevo.

Una de las primeras decisiones que toma toda nueva franquicia, la más importante con toda seguridad, es quien será la figura de su Head Coach. En el caso de Seattle el elegido sería Jack Patera, en Tampa el elegido fue John McKay, que era entonces uno de los entrenadores má reconocidos del planeta football. Fue entrenador de los USC Trojans de la NCAA desde 1960 hasta 1975 en que aceptó pasar al profesionalismo, una decisión de la que años después reconocería arrepentirse para siempre. Lo que atrajo a John McKay, además del notable incremento en sus emolumentos, fue la posibilidad de empezar a construir un equipo desde cero y no heredar una plantilla, McKay fue tentado muchísimas veces por otros equipos de la NFL pero siempre se negó a ser parte de ellos.

El inicio de McKay no pudo ser mas desastroso, en su primera año perdió todos los partidos de la temporada regular, 14 partidos, record que solo los Detroit Lions superarían cuando lograron perder 16 encuentros. La racha de Tampa no se detuvo sin embargo allí, el siguiente año enlazaría otros 12 partidos sin conocer la victoria, 28 consecutivos sin saber lo que es ganar, y no fue hasta la Semana 13 en que ganaría su primer partido ante los New Orleans Saints, derrota que le costaría el puesto a su entrenador, hecho que se repetiría la semana que viene cuando nuevamente Tampa ganaría su segundo encuentro, esta vez ante los St. Louis Cardinals, derrota que también le costó el puesto a su entrenador.

Aquellos primeros dos años de los Buccanners les llevaron a ser el auténtico hazmerreir de la liga y protagonista de todos los programas de humor de la época. Ineptitud se identificaba con Tampa Bay. Para fortuna de sus aficionados y prensa local John McKay era un personaje con excelente sentido del humor que dejó varias frases para la posterioridad a cuenta de la paupérrima impresión que su equipo causaba cada domingo, al terminar la primera temporada con ese infame record de 0-14 dijo que como su equipo no podía ganar ni en casa ni fuera de casa lo mejor sería jugar en un sitio neutra. O aquella otra donde dijo que cada vez que veía a su equipo ejecutar una jugada era siempre un punt. En la tercera temporada de los Bucs ganarían 5 partidos. Por fin en su cuarto año de existencia llegarían a unos playoffs cuando ganaran la NFC Central y llegarían hasta la misma final de la NFC donde fueron derrotados por Los Angeles Rams. Pero aquello solo fue un espejismo, después de aquella temporada McKay solo llevaría a su equipo otras dos veces a los playoffs, y una de ellas fue un año de huelga donde entraron mas equipos en playoffs que los que se quedaron fuera tras una temporada regular de solo 9 partidos. El bagaje que dejó McKay, tras su enorme éxito en USC, fue todo menos bueno, su record dice que ganó 44 partidos, perdió exactamente el doble, 88, y empató uno, lo que le deja con un miserable porcentaje de 0.33, y mas miserable si lo comparamos con su etapa en USC donde terminó con un record de 127-40-8 y 5 Rose Bowls.

Tampoco es que a su compañero de andanzas John Patera le fuera mucho mejor, duró menos que John McKay en el cargo, pero aún así duró varios años, entonces las cosas se entendía de otra manera muy diferente a la actual. En los tiempos actuales que corren John McKay, por muy John McKay que fuera con su impresionante curriculum de USC al finalizar su segunda temporada hubiera sido la víctima perfecta del llamado Black Monday, que es el nombre con el que popularmente se conoce como primer lunes tras finalizar la temporada regular, día en que los equipos suelen tomar la decisión de despedir a sus entrenadores, básicamente por no alcanzar las expectactivas que se habían puesto en ellos.

Cuando McKay llegó a la liga a los entrenadores se les dejaba trabajar, no eran despedidos a la primera de cambio. Un equipo fichaba a un entrenador y a un proyecto, contaban con el beneficio de al menos dos o tres drafts para modelar una plantilla competitiva. Chuck Noll, el que fuera el célebre entrenador de los Pittsburgh Steelers de la llamada Steel Curtain construyó aquel equipo através de varios drafts. Bill Walsh en la década de los 80 pudo hacer exactamente lo mismo con los San Francisco 49ers, y eso que Eddie de Bartolo, el propietario del equipo no era precisamente conocido por su paciencia con los entrenadores, de hecho la carta de despido de Walsh estuvo varias veces en la mesa del propietario, si Walsh no lo gana todo en 1981 sus días como entrenador de los 49ers estaban contados.

La llegada de la agencia libre no trajo consigo sólo que los jugadores eran mas o menos libres para cambiar de equipos una vez que sus contratos llegaban a su fin, sino que trajo otras muchas consecuencias colaterales, y de las que los principales beneficiarios, y también perjudicados, han sido los Head Coachs y los General Managers, cuando ambos cargos no los ocupan la misma persona. La principal consecuencia que trajo para los Head Coach es que aquel beneficio del tiempo, paciencia y varios drafts del que disfrutó en su momento John McKay es impensable hoy en día con la agencia libre, un entrenador que en sus primeros 3 años en el cargo termina con un record de 7 victorias y 37 derrotas tiene los minutos contados, excepciones siempre las habrá, pero no es la regla común, incluso en la actualidad se llega a echar a entrenadores que un año meten al equipo en playoffs y en los dos siguientes no lo consiguen. Resumiendo, el puesto de Head Coach, un puesto de por si estresante, ha pasado a ser además uno de los mas efímeros, Raheem Morris, también de Tampa Bay, tras un buen primer año fue fulminantemente despedido tras el fiasco de su segundo año, no tuvo ni siquiera la oportunidad de un tercero para poder demostrar que lo que pasó en el segundo fue simplemente un error, siempre es mas fácil echar al entrenador que a la plantilla.

Tras ocho semanas de competición ya tenemos a varios entrenadores en la cuerda floja, antes se solía esperar a final de temporada para despedir, el conocido como Black Monday, pero desde hace tiempo no es nada extraño que un entrenador sea cesado fulminantemente en plena temporada regular para nombrar a un entrenador interino hasta finalizar la temporada. Son los casos de Romeo Crennel en Kansas City, Jason Garrett en Dallas o Leslie Frazier en Minnesota. Mientras que el puesto de Frazier de momento no parece correr peligro, Minnesota a nadie se le escapa que es un equipo en claro proceso de reconstrucción aunque vaya con un record de 5-3, los que corren serio peligro de no terminar en sus puesto son los otros dos, puestos a los que llegaron tras los ceses fulminantes de Wade Phillips en Dallas y Todd Haley en Kansas City. No lo hicieron tan mal en su tiempo de interinos y eso les valió seguir en el puesto sin la losa de interinidad, aunque el puesto sin esa etiqueta tampoco es que lo lleven tiempo disfrutando, Garrett está en su segundo año mientras que Crennel lo está en su primero.

Pero Jason Garrett y Romeo Crennel no están solos en su cada vez mas insostenible posición. Norv Turner, Head Coach de los San Diego Chargers, y que seguramente ha desperdiciado una de las mejores plantillas que ha tenido la NFL en los últimos años se tambalea cada vez más en su puesto, un puesto al que llegó tras ser coordinador ofensivo en San Francisco, donde no lo hizo mal, pero tras fracasar de manera sonora en Washington, a donde llegó tras otra etapa triunfal en Dallas. A la deshonrosa derrota ante Denver dejándose remontar 24 puntos en la segunda parte se une la más que bochornosa derrota en Cleveland en un partido donde uno de los equipos mas ofensivos de la liga anotó tan solo 6 puntos y su rival le basto completar 11 pases en todo el partido para llevarse una victoria.

Tampoco la situación de Ron Rivera de Carolina pueda considerarse precisamente cómoda, tras un primer buen año con la llegada de Cam Newton al equipo, en su segundo Rivera parece que ha perdido el control del equipo y sobre todo Cam Newton es una auténtica sombra del jugador que asombró en su primer año. Errático, impreciso, cometiendo errores de bulto y todo ello mezclado con celebraciones fuera de lugar y unas ruedas de prensa posteriores a los partidos con declaraciones que rozan lo ridículo. De momento en Carolina el que ha caído es su GM, pero Rivera puede ser el siguiente, en los mentideros de la NFL corre el rumor que es solo cuestión de tiempo que Jerry Richardson encuentre un nuevo GM para que este despida a Ron Rivera si no endereza una nave que solo ha ganado un partido este año y ha sido derrotado en otras seis ocasiones.

Además de todos los señalados anteriormente hay que añadir el caso especial de Andy Reid. El Head Coach de Philadelphia es el mas veterano de la liga con 13 temporadas consecutivas, el siguiente es Bill Belichick, pero nunca hasta la fecha había estado más cuestionado que este año y eso cuando se entrena en Philadelphia es todo un hito, de alguna manera Reid siempre se las arreglaba para reconducir el equipo y la situación. Pero la temporada pasada los Eagles decidieron apostar fuerte en la agencia libre y montaron lo que alguno, Vince Young en concreto, de forma inoportuna llamó “Dream Team”, y este al final acabó siendo el “Nightmare Team”. Los Eagles comenzaron mal la temporada, remontaron por momentos y estuvieron buena parte de la temporada haciendo la goma, no estaban formalmente eliminados y seguían teniendo alguna posibilidad de entrar en los playoffs, aunque al final la realidad se acabó imponiendo.

Este año el equipo decidió tener aspiraciones mas modestas, o más que mas modestas, no hacer declaraciones fuera de lugar, aunque hay jugadores que no saben callar y Michael Vick mencionó la palabra “Dinastía”. Aunque los Eagles empezaron ganando partidos por un solo punto y en algún caso casi de casualidad las sensaciones para nada eran buenas y especialmente tras el desastre ante Atlanta el asunto ha explotado. Nunca Philadelphia con Reid había perdido un encuentro cuando volvía a la competicón tras un bye, pero siempre hay una primera vez y esta semana Andy veía rota esa racha, a lo que hay que unir que la semana anterior se había cesado al coordinador defensivo Juan Castillo sin que su reemplazo Todd Bowles haya aportado nada especial.

Ahora el siguiente sacrificado puede ser Vick. Yo no me puedo creer que Andy Reid pueda poner en manos de un rookie como Nick Foles su suerte, Reid sabe que este año o entra en playoffs o sus horas están contadas como entrenador y poner a Foles solo le encuentro una explicación, se lo ha decidido jugar todo con el rookie, si sale bien seguirá, pero como salga mal el maremoto que se avecina en la ciudad del amor fraterno puede ser de record mundial. En todo caso en tiempos desesperados la única solución son medidas desesperadas, Reid no cuenta con la suerte de Joe Philbin o Chuck Pagano, que están en su primer año con QB rookies.

Lo cierto es que Reid no se podrá quejar en ningún caso. Tras 13 temporadas en el cargo ha llevado al equipo a una SuperBowl, algo que antes solo había conseguido Dick Vermeil, y puede presumir de haber llegado hasta 4 finales de conferencia, solo ganaría una. Ha confeccionado plantillas mas que competitivas donde la defensa siempre ha sido una marca de identidad, no creo que nadie eche mas de menos al tristemente fallecido Jim Johnson que el propio Reid, aunque quizás su gran pero es que tras unos primeros años donde sí parecía tenerlo todo más o menos claro en ataque empezó a jugar con fuego, a abusar del juego de pase, en fin, que viniendo como venía de la escuela de la West Coast Offense, sus genes vienen del mismísimo Bill Walsh y continúan con Mike Holmgrem, y es el profesor de otro acérrimo del sistema como Jon Gruden, el ahora comentarista de la ESPN. No pueden decir lo mismo sus colegas de profesión Romeo Crennel, Jason Garrett o Ron Rivera, el caso de Norv Turner es especial, nadie termina de entender que extraño embrujo tiene Turner con la familia Spanos. Todos ellos ni de lejos parece que vayan a poder disfrutar del privilegio que Andy Reid ha tenido, aunque Reid siempre podrá hacer mención a su palmarés, y ni mucho menos podrán gozar del privilegio de John McKay, que pese a su desastrosa gestión durante tantos años en Tampa Bay no se marchó hasta que decidió decir un buen día que había tenido bastante, eran otros tiempos evidentemente.

Hoy día en unos casos y otros premian tanto las urgencias históricas, pero sobre en otros equipos priman mucho mas las urgencias histéricas, ninguna de ambas las tuvo que sufrir John McKay, y mas recientemente Andy Reid, aunque finalmente todo apunta que acabará siendo devorado por precisamente las urgencias histéricas, de los demás que cada uno piense de que serán víctimas, de históricas solo se me ocurre un equipo, pero donde además las histéricas puede que agraven mucho mas la cosa, ¿Verdad Jason?.

  • Los Miami Dolphins e Indianapolis, dos equipos que parecían destinados sobre el papel no sólo a ser los peores equipos de sus respectivas divisiones sino de la AFC, son una de las agradables sorpresas de la temporada ocupando la segunda posición de sus respectivas divisiones, la AFC East y AFC South. Ambos equipos tienen muchas similitudes además de sus respectivos record, 4-3. Sus Head Coach son novatos en estas lides, Joe Philbin ex coordinador ofensivo en Green Bay y Chuck Pagano ex coordinador defensivo en Baltimore, aunque deberán tomar buena nota de lo que les ocurre a otros colegas, sobre todo cuando existen urgencias histéricas de por medio. Ambos equipos están dirigidos por dos QB rookies de primera ronda cuyo papel es ocupar el sitio de jugadores de leyenda, mientras que Ryan Tannehill es el primer QB de primera ronda que llega a Miami desde la elección de Dan Marino en 1983, Andrew Luck es el relevo de Peyton Manning en la franquicia,. El primero en tan solo 7 partidos es ya la gran esperanza del equipo y la mas agradable sorpresa del año en Miami, mientras que Luck está demostrando todo lo bueno que se suponía que llevaba dentro. Ambos equipos se verán las caras el próximo domingo en uno de los duelos mas interesantes de la jornada, el que gane se habrá claramente posicionado para una hipotética plaza de wildcards.

  • Un equipo puede ganar o perder los domingos por marcadores muy cortos y lo mismo podía estar 5-3 que 3-5, basta que algún jugada la ejecute bien, tenga mas o menos suerte y el FG se transforme, ya sea este de 25 ó 60 yardas, sin embargo el caso de los Detroit Lions no es tal, sino que es una historia que se repite semana tras semana. Durante tres cuartas del partidos las tropas de Matthew Stafford ni están ni se les espera, al igual que su defensa y equipos especiales, de repente cuando todo parece perdido, normalmente el último cuarto, Stafford despierta de su letargo y empieza a lanzar pases a diestro y siniestro, no precisamente a Calvin Johnson, antes conocido como Megatron y este año mas conocido como “Megadrop”, cosas de ser portada del videojuego Madden, sino con el resto de sus receptores, es lo que vengo llamando todo el año “Modo Miracle On”. Vale que un equipo puede apelar a la épica de vez en cuando, pero cuando se convierte en norma tienes un serio problema, o mas que un problema no eres eso que se dice que un equipo fiable y es que eso es lo que son los Lions, un equipo tan poco fiable como el line up de los Detroit Tigers que acaba de ser borrado de las World Series de la MLB.

  • Una de las opciones que tiene el NFL Game Pass es que uno puede ver aquel partido que desee en directo cada domingo, y una vez pasada la jornada lo puede ver de nuevo cuantas veces quiera, incluso existe eso que se llaman versión “condensed” donde uno puede ver en una hora un partido completo. Sin embargo los rectores del NFL Games Pass deberían cuestionarse si es interesante para su comercialización que determinados partidos puedan estar disponibles, uno de estos partido es el Cleveland Browns vs. San Diego Chargers, no creo que nadie en su sano juicio, ni el mas fanático seguidor de los Browns, que los hay muchos, o el mas ferviente seguidor de Norv Turner, pueda aguantar ver la comedia de horrores que ambos equipos perpetraron en Cleveland, ese 7-6 que refleja el marcador no es fruto del tremendo esfuerzo defensivo de ambos equipos sino de los deméritos de ambas escuadras, si quitamos las carreras de Trent Richardson el resto del partido debería ser declarado de perjudicial para la salud de un aficionado.

  • Como ya viene siendo habitual desde hace 6 años el estadio de Wembley en Londres fue sede de las International Series, aunque en realidad se trate de un solo partido. Los New England Patriots repetían experiencia en tierras británicas y puestos a viajar mas de 6 horas en avión estoy seguro que el equipo de Bill Belichick se siente mucho mas cómodo haciéndolo hacia el este que hacia el oeste. Mientras que en Seattle los Patriots sufrían una muy dolorosa derrota en Londres se pasearon y entrenaron ante unos muy flojos St.Louis Rams, que quedaron muy lejos de aquel equipo peleón y que nunca se rinde. Hace tres temporadas los Patriots ejercían de visitantes contra Tampa Bay y ganaban con una comodidad pasmosa, este domingo repetían experiencia ante los Rams, mediado el segundo cuarto el partido estaba mas que resuelto. La NFL en todo caso puede sentirse afortunada, a los aficionados que se suelen acercar a Wembley el partido o su desarrollo es seguramente lo que menos les importe, y sí el disfrutar y gozar de un día lo que es la NFL Experience.

  • Dick Le Beau, el coordinador defensivo de los Pittsburgh Steelers, no sólo es uno de los mejores en su puesto, sino que tiene uno de esos records curiosos con los que la NFL suele deleitarnos de vez en cuando, en concreto nunca ha perdido un partido contra un QB rookie, van 14, y el domingo no iba a ser una excepción, por mucho que ese rookie sea la sensación de la temporada, Robert Griffin III. El game plan de Le Beau de anular al QB funcionó a la perfección y el rookie estuvo ausente gran parte del partido, como casi todo su equipo que nunca estuvo en el partido. Me queda la duda si la mala actuación de RGIII y de todo su equipo, así como boutade de Mike Shanahan de poner a su QB a jugar de WR, fue mas fruto del shock que debieron sufrir cuando vieron saltar a los Steelers con su indumentaria, deberían repetirlo, especialmente contra los Baltimore Ravens para ver si surte parecidos efectos.

  • Los Chicago Bears también decidieron sacar del baul de los recuerdos su vieja equipación, aunque en el caso del equipo de The Windy City el único cambio notable es el color naranja de los dorsales frente a su habitual color blanco. Jay Cutler sufrió mucho una vez mas por culpa de su OL que lo dejó indefenso ante las acometidas de los Carolina Panthers, que además funcionaron en ataque durante buena parte del partido. Todo parecía indicar que esta vez sí, que los Panthers iban a ganar su segundo partido cuando la defensa de Chicago una vez mas hizo acto de presencia, Cam Newton lanzaba lo que parecía un pase fácil para Steve Smith, pero este resbaló y el CB de Chicago Tim Jennings atrapó el pase para anotar un fácil TD. Aunque el TD no ponía por delante a Chicago si le devolvía una confianza que parecía perdida a la par que hundía a los Panthers que vieron como Robbie Gould anotaba un FG en los segundos finales para llevarse el partido.

  • El Sunday Night Game era seguramente la última oportunidad para ver en un mismo terreno de juego a dos de los mejores QB que ha dado el football en la última década, Peyton Manning y Drew Brees. Ambos QB no se volverán a ver hasta dentro de 4 años salvo que medie una Superbowl y es mas que difícil que al menos Manning llegue tan lejos. El duelo lo gano de largo Peyton Manning que dio una lección magistral de cómo dirigir un ataque. Drew Brees pudo seguir con su racha de partidos consecutivos de TD dejándolo de momento en 50 partidos pero la sensación que transmiten estos Saints es que lo único que les importa son los records ofensivos y no su record, y mucho menos sus records en la parcela defensiva. Si ya el año pasado tanto Green Bay como New England dejaron las estadísticas defensivas en números que enrojecerían a un equipo de high school, los Saints parecen empeñados en superarlos y de largo, sus esfuerzos defensivos ya no merecen ni ser llamados esfuerzos, así es imposible ganar partidos salvo que tu anotes 40 puntos cada domingo y Denver es un equipo con una defensa mas que capaz, no una contra la que las marcas que obtenga cualquier ataque debería llevar el asterisco de “game played against NO Saints defense”.

  • San Francisco jugaba el lunes en Arizona, aunque si hubiera jugado en su ciudad natal creo que a pocos habitantes de la zona de la Bahia les hubiera importado, el lunes en la ciudad de las cuestas y tranvías solo había una palabra, GIANTS, y no se referían al equipo de New York, sino al equipo de baseball de la ciudad que se había proclamado campeón de las World Series de la MLB. Ese volar por debajo del radar es lo que permitió a los 49ers llegar a Arizona e imponerse con relativa comodidad con un excelente Alex Smith que solo falló un pase en todo el partido, el primero en hacerlo habiendo ejecutado al menos 15 pases en un solo partido. Incluso Randy Moss decidió despertar para anotar un TD marca de la casa, de esos que sólo anota de ciento a viento. Pero lo dicho, el nombre mas popular en San Francisco el lunes era Pablo Sandoval, apodado The Kung Fu Panda, nombrado MVP de las World Series y uno de los héroes de las finales de un equipo que ha conseguido algo muy difícil, el concepto de equipo prima por encima de todas las cosas, una idea que parece que tambien Jim Harbaugh ha conseguido trasladar al suyo.

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