Quien esté libre de un error que tire la primera piedra

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Quien no ha cometido nunca un error, nunca ha tratado nada nuevo”. Albert Einstein.

 

Tan solo había pasado unas pocas horas de una de las derrotas mas dolorosas en la corta historia de los Baltimore Ravens y el LB Ray Lewis, el líder indiscutible e incuestionable de la franquicia, a preguntas de los periodistas en el vestuario, una costumbre muy habitual en los USA, decía “We win as a team, we lose as a team”, ganamos como equipo, perdemos como equipo. No le falta ni un ápice de razón al futuro miembro del Hall of Fame, en un deporte como el football, a pesar de que existen grandes estrellas, sigue siendo el deporte colectivo por excelencia, a juicio de muchos el último, aunque es algo que nunca me ha convencido en absoluto, aún no he conocido un equipo de baseball o baloncesto donde no gane un equipo por buenas que sean las individualidades.

 

Ray Lewis salía al paso a preguntas de los periodistas sobre el FG fallado por su compañero el kicker Billy Cundiff en los segundos finales de la final de la AFC, que de haberlo transformado hubiera llevado el partido a la prórroga. Poco antes de esa acción Joe Flacco lanzaba un pase impecable al WR Lee Evans, un buen jugador que cansado de ser un eterno perdedor en Buffalo había conseguido que lo traspasaran a un equipo con opciones a un anillo. Evans recibía el pase perfecto, no hay defensa contra eso, sin embargo cometía un error, confiarse, creía tener el pase atrapando, sólo necesitaba darse la vuelta para poder celebrar el TD que hubiera dado la victoria a los Ravens, y el pase a su segunda Superbowl, pero Sterling Moore, un CB de esos de emergencia que Bill Belichick tiene por costumbre fichar de ninguna parte, le daba un golpe a la pelota y Evans, un veterano, perdía la posesión, y por ende, el TD que hubiera dado la victoria a los Ravens.

 

La acción de Evans es más grave que la de Cundiff, más grave en cuanto a sus consecuencias, los de Baltimore pasaron en los segundos finales de un dramático partido de verse primero en la Superbowl, después en la prórroga y finalmente en casa. Los Ravens habían planteado un excelente partido en New England, más aún tras la mala impresión que habían causado en la ronda de Divisionales donde ganaron a los Houston Texans por que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Dejaron a Tom Brady en números ridículos para lo que es habitual en él y en ataque Joe Flacco estuvo más que correcto tras empezar muy frío el encuentro, no tardó demasiado en darse cuenta que por algo la secundaria de los Patriots es solo la peor de la liga tras la de Green Bay.

 

Si eso ocurría en New England en la otra punta del país, en San Francisco, otro jugador protagonizaba el partido, en este caso hablamos de Kyle Williams, uno de esos suplentes que todos los rosters de la NFL tienen perdido y que para ganarse el pan y la sal tiene que hacerlo en el área más difícil, en los equipos especiales. Los 49ers perdieron por lesión a su habitual retornador tanto de punts como de kickoffs Tedd Ginn Jr., bucearon en su roster para poner a Kyle Williams, un jugador que debido a la cortedad de receptores de los de San Francisco alterna los equipos especiales con el puesto de WR, igual que Tedd Ginn.

 

Williams cometió dos errores garrafales en el partido, además cuando nunca se deben cometer errores, en el último cuarto y en la prórroga. Los playoffs los ganan habitualmente los equipos que no cometen errores más que aquellos que aciertan y San Francisco no estaba cometiendo errores en su duelo con los NY Giants por una plaza en la Superbowl. Tampoco éstos con un gran Eli Manning estaban cometiendo errores, algo muy difícil en un estadio como Candlestick Park donde la tarde noche estaba de los mas desagradable, agua y lluvia, una combinación letal en la zona de la Bahía, y más donde está situado el campo, que aguantó las embestidas del agua mas que de forma honrosa. El partido estaba tremendamente igualado, los 49ers estaban por delante en el último cuarto y con la durísima defensa que tienen solo tenían que aguantar el resultado, y fue cuando llegó el primer error de Williams en un punt, el balón le rozó la rodilla, más que suficiente para dar posesión a los NY Giants que aprovecharon el campo tan corto para poder anotar, los 49ers pudieron forzar la prórroga tras aquella anotación.

 

Aún así Jim Harbaugh siguió confiando en Kyle Williams, quizás porque tampoco tenía más en el roster, y tras atrapar el punt en la prórroga perdió la posesión mientras intentaba avanzar, fumble, recuperación por los NY Giants, que aprovecharon para avanzar aún más ante un equipo que estaba en estado de shock. La pérdida de la posesión ya puso a los NY Giants a distancia del FG ganador, Lawrence Tynes ya había anotado un FG ganador del George Halas Trophy en una gélida Green Bay a mas distancia, y no iba a fallar a esa distancia, ni tan siquiera un delay of game que retrasó el FG cinco yardas alteró al pateador escocés que transformó por el centro.

 

A diferencia de los Ravens donde Ray Lewis salió al rato a defender a su compañero, no ocurrió lo mismo con Kyle Williams, un jugador que seguramente sea un completo desconocido para casi todos los aficionados al football en general, no he escuchado a nadie de los líderes del vestuario de los de San Francisco salir a defender a su compañero como lo hizo Ray Lewis, y lo que es un rumor en la zona de la Bahía es que probablemente Kyle Williams no volverá a vestirse de rojo burdeos y oro nunca mas, no al menos mientras no haga olvidar su error.

 

Y es que a menudo nos olvidamos de eso, el football a dios gracias lo practican humanos, no robots, y los primeros fallan, cometen errores y estos son una parte básica del juego. Durante la temporada regular habíamos asistido a ataques que ejecutaban su juego con tal nivel de perfección, eso sí, ante defensas mas bien inoperantes, que los errores pasaban a un segundo plano. QB como Aaron Rodgers, Drew Brees o Tom Brady han llevado su juego a tal nivel de perfección que nos lo que nos llama la atención es cuando fallan, no cuando convierten. Sin embargo los playoffs nos han devuelto dos cosas fundamentales en el football, la defensa y los errores, y es que el football es eso, aciertos y errores por igual, o más que por igual, aquel que menos errores comete es aquel que suele avanzar en estos partidos. El día que en el football no se cometan errores habremos matado al football, o más que al football, al deporte.

 

Lo que sí es totalmente injusto, nunca me ha gustado, es personalizar las derrotas en un jugador o acción. En las redes sociales no tardaron los nombres de Lee Evans, Billy Cundiff y Kyle Williams en ser de los mas sonados, como tampoco tardaron demasiado en ser todos ellos portada de los medios de comunicación y objeto de toda clase de críticas, incluso en un absurdo total Kyle Williams recibió varias amenazas de muerte o contra su integridad física en las redes sociales. En un partido de playoffs ocurren tantísimas cosas que es casi imposible decir que esto o aquello fue la diferencia, sin embargo hay errores o acciones que se notan demasiado como un drop, un FG fallado o un fumble, sobre todo si es en los segundos finales, ni que decir de un fallo arbitral, aunque estos afortundamente están minimizados gracias a la posibilidad de la revisión de las jugadas.

 

Los errores siempre han existido en el football, y en playoffs cuando un error determina un partido se multiplica su efecto, y luego hay determinados errores que se notan aún mas, como por ejemplo los de los kickers, dificil oficio el de ellos, cuando anotan se supone que hacen aquello para lo que se les paga, pero cuando fallan son rápidamente defenestrados. Scott Norwood, el kicker de los Buffalo Bills que falló un FG en los segundos finales de una Superbowl, sigue ocupando el primer puesto, sin embargo siendo justos aquel día se le pidió mucho mas de lo que podía dar, hubiese sido su FG más largo de la temporada, pero pese a ello el pobre Norwood siempre pasará a la historia como el kicker que privó a los Buffalo Bills de una Superbowl, poco importa que llegarían al mismo partido en otras 3 ocasiones y todas ellas los Bills perderían. Muy de cerca podría estar Gary Anderson de los Minnesota Vikings cuando falló un FG en los segundos finales que hubiese dado el pase a la Superbowl a su equipo tras una de los mejores temporadas regulares de toda la historia que se recuerdan, lo mas grave del caso es que fue el primer y único FG que Anderson falló esa temporada.

 

En 1996 Lin Elliot, un kicker que había ganado una Superbowl con Dallas, jugaba en Kansas City, su porcentaje de conversión de FG era del 80%, pero en un partido de Divisionales en Arrowhead jugado a temperaturas polares Elliot falló 3 FG, el marcado final fue de 10-7, los Chiefs que habían terminado 13-3 aquel año se quedaban fuera de los playoffs. Elliot fue crucificado por la prensa y afición, una de las mas fanáticas de toda la NFL, se acabaría retirando del football tras aquello. Pero no son los únicos en este exclusivo club, Pete Stoyanovich privó a Dan Marino de una de las mejores oportunidades que tuvo para avanzar hacia una final de la AFC cuando falló un FG fácil a escasos segundos del final, Nate Kaeding de los San Diego Chargers falló en un partido de playoffs al igual que Elliot 3 FG, los mismos que había fallado en toda la temporada, y la lista de fallos podría seguir aumentando. Aunque no fue un FG fallado quien no se acuerda de la famosa jugada de Tony Romo en unos playoffs del año 2007 cuando falló en el snap y el kicker no pudó ejecutar el FG, Romo intentaría anotar el mismo, pero fue detenido a escasos centímetros de la línea, aquello sigue persiguiendo hoy en día a Romo, siempre que falla en un partido se le recuerda aquella jugada y como es capaz lo mismo de ligar genialidades con errores garrafales que cuestan derrotas.

 

Todas estas jugadas, especialmente las de los kickers y seguro que hay muchísimas más, personalizan las derrotas y tienen una enorme repercusión, hasta el punto que pueden poner en peligro la carrera de un jugador. Ya hemos dicho que el panorama para Kyle Williams pintan bastos a juicio de lo que se dice en San Francisco. Por eso el gesto de Ray Lewis, alguien que lleva en la NFL el tiempo suficiente para ser algo mas que un simple jugador es tan importante dejando muy clara una cosa, cuando los Ravens ganan lo hacen como equipo, y cuando pierden también, así debería ser, en el football se gana y se pierde como equipo, habría que mirar cuantos tackles hay por cada FG fallado, habria que ver cuantos pases se les caen a los receptores por cada fumble, y podemos seguir. La grandeza de Ray Lewis no es solo por lo que hace en el campo, sino por lo que hace fuera de él y dando la cara por su compañero y evitar que sea crucificado como en el pasado lo fueron otros, Lewis seguro que ha cometido errores en su carrera, y lo sabe, el domingo sin ir mas lejos Brady le anotó un TD en sus mismísimas narices, seguramente sepa que quizás pudo hacer algo mas si hubieran previsto esa jugada.

 

Por eso siempre he defendido que el football es mas bonito con lesiones, sangre, sudores y errores, seguramente es menos estético que ver QB convirtiendo el 70% de sus pases, además, qué leches, un error da para escribir líneas y líneas de historias, seguramente se hablará en un futuro mucho mas de los FG fallados por Cundiff, Norwood y otros muchos que del pase con el que Ben Roethlisberger a Santonio Holmes o Eli Manning a Plaxico Burress ganaron una Superbowl, a fin de cuentas hicieron lo que se supone que deben hacer, mientras que un error es eso, un error, lo que se supone que no debes hacer.

 

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