w13: Domingo de records

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Hay que empezar diciendo que nos encantan los récords. El football no es sólo cosa de números, pero las cifras siempre tienen su carácter mágico y a casi todo el mundo le gusta ver cómo van cayendo distintas marcas jornada a jornada, temporada a temporada. Bueno, a casi todo el mundo que no se llame Dan Marino, proque al pobre, que comentó que cambiaría todos sus récords por un anillo de Campeón, no le va a quedar ninguno para hacer trueques.

 

Acerca del último gran récord de Marino, el de yardas de pase en una temporada, ya hablo en el Recordímetro, pero éste no es el únco interesante en estos momentos.

 

En 1º lugar es más que noticiable que en la jornada 13, a falta de 4 partidos (un 25% de la temporada) tanto Cam Newton como Ron Gronkowski hayan batido o igualado récords de temporada para su posición. El #1 del pasado draft ha batido el récord de TD de carrera para un QB (13) en su 1ª temporada como profesional. Por su parte, el TE parecía haber batido el récord de TD de recpeción para su posición, pero como uno de los 3 TD que anotó en la tarde del domingo fue en un pase lateral es técnicamente de carrera. Con 13 queda igualado a Antonio Gates y Vernon Davis, pero no tengo muchas dudas de que lo vaya a batir, probablemente el próximo domingo mismo.

 

Pero el domingo se consiguió una marca aún más impresionante. Desde que la NFL se llama NFL ningún equipo había mantenido su endzone cerrada al juego de carrera en 12 partidos consecutivos. Los San Francisco 49ers (10-2) no han encajado aún un TD de carrera esta temporada. El domingo rompieron una marca de los Providence Steamroller, que no encajaron ningún TD de carrera en los 11 primeros partidos de la temporada de ¡¡¡1928!!! En la NFL moderna el récord de partidos consecutivos (en cualquier momento de la temporada) sin encajar un TD de carrera era también de 11. Hay que remontarse a 1920, en la temporada inaugural de la liga de football profesional, entonces llamada APFA, para encontrar a unos Decatur Staylers que no encajaron ningún TD de carrera en los 13 partidos de la temporada (sólo encajaron 21 puntos entonces, la liga no estaba demasiado equilibrada).

 

Los Niners tienen una defensa extraordinaria. La mejor defensa terrestre de la liga (y la mejor en puntos encajados y en takeaways) puede batir el récord de menos TD de carrera encajados en una temporada. Para una campaña de 16 partidos la marca es de 4 TD, 11 equipos la han logrado. Para temporadas más cortas, el rércord absoluto es de 2, lograda por Lions (1934), Cowboys (1968) y Vikings (1971).

 

El último jugador que anotó un TD de carrera frente a los 49ers fue Steven Jackson en la 16ª jornada de la pasada temporada, pero este domingo ni se acercó, de hecho no pisó el campo de los Niners con el balón y terminó con 19 yardas en 10 acarreos. Tampoco el resto de los St. Louis Rams (3-9) hicieron gran cosa, sólo sumaron 157 yardas ofensivas y se llevaron un soberano rosco. Los Niners hicieron su partido habitual: poca puntería inical en la redzone, David Akers subiendo los puntos al marcador (4/4 FG) y una 2ª mitad en la que Alex Smith se suelta y empieza a mover el balón y a subir puntos en el marcador. No necesitan más con esa defensa.

 

Smith fue muy presionado, sobre todo en la 1ª mitad. Pero supo aguantar el castigo (4 sacks) sin perder el balón, como el jueves pasado, y cuando el equipo se abrió colocó el balón con precisión (17/23, 274 yardas, 2 TD). Sin unos clamorosos drops de Davis o de Michael Crabtree (4 recepciones, 96 yardas, TD) sus números serían de lujo. Por su parte, Frank Gore sumó 73 yardas en 21 acarreos y de paso batió el récord de la franquicia de yardas de carrera del mismísimo Joe Perry.

 

El shutout trajo además el 1º título divisional y billete para los playoffs desde 2002. Un domingo casi redondo, sólo sobró la lesión de abductores de Patrick Willis.

 

CAMINO DE LA PERFECCIÓN

Los New York Giants (6-6) tumbaron la temporada «casi» perfecta de los Pats hace 4 años y había mucha expectación acerca de si podían hacer los mismo con los Green Bay Packers (12-0). Los Giants eran el tipo de equipo que podía plantear problemas a los queseros, y al final se demostró que las previsiones no eran demasiado desacertadas cuando Eli Manning (23/40, 347 yardas, 3 TD, pick) empató el partido a 58 segudos del final.

 

El partido fue un toma y daca en el que Aaron Rodgers (26/48, 369 yardas, 4 TD, pick) nunca se encontró cómodo. El balón voló sin freno en ambos sentidos del juego, con espectaculares recepciones como la de Jordy Nelson en la banda o la del Donald Drive para TD, por un lado, y con profundos pases a Victor Cruz y un increíble TD de 67 yardas del TE Travis Beckum en el que ridiculizó a la secundaria de los Packers, por otro.

 

El partido pudo haber caído de culaquier lado, pero en los 58 últimos segundos Rodgers demostró quién domina la liga y quién va a ser el unánime MVP de la temporada. Desde su yarda 20, con dos pases ya alcanzó el FG range en apenas 10 segundos. El resto del tiempo lo dedicó a dejar una buena posición para que Mason Crosby los mantuviera invictos con un fácil FG de 31 yardas.

 

El partido terminó con idéntico resultado al de la Season Finale de la aludida temporada de 2007. Los Giants estuvieron a punto de derrotar a los Pats en la temporada regular y luego lo hicieron en la Super Bowl. ¿Harán lo mismo con los Packers en playoffs?

 

Dos de los rivales con quienes se pueden enfrentar los Packers en los playoffs disputaron un interesante SNF. En el Superdome se vieron dos equipos diametralmente opuestos. Por un lado los New Orleans Saints (9-3), con un ataque demoledor y muy bien dirigdos desde la banda. Por el otro los Detroit Lions (7-5), un equipo con un gran talento defensivo, pero cuya indisciplina y desgobierno desde la banda les está haciendo mucho daño.

 

Drew Brees (26/36, 342 yardas, 3 TD) sigue en números de récord (ver Recordímetro), moviendo el balón con un gran criterio y precisión, bien apoyado en una tripleta de corredores, con peligrosos receptores profundos y con un gran Jimmy Graham como «go-to receiver» cuando los safeties está profundos. Moviéndose con soltura en el pocket y realizando profundos dropbacks inhabilitó el pass rush de los Lions y no tuvo problemas para mover el balón con regularidad en todo el partido.

 

Los Lions no estuvieron mal en ataque, Matt Stafford (31/44, 408 yardas, TD, pick) aprovechó las dobles y triples coberturas a Calvin Johnson para mover el balón con Nate Burleson o Titus Young o con jugadas de screen, pero las faltas en juego y las faltas personales una vez terminada la jugada, hundieron al equipo. No sólo fueron las 107 yardas en 11 faltas, sino que muchas de ellas denegaron grandes ganancias ofensivas y primeros downs. Con Ndamukong Suh sancionado dos partidos, es totalmente increíble cómo Jim Schwartz asistía impasible en la banda a una tras otra absurda penalización.

 

Los Lions pueden respirar porque el resto de equipos implicados en las plazas de Wild Cards también perdieron sus partidos. Y sus rivales Chicago Bears (7-5) además no sólo perdieron el partido sino que perdieron por lesión a Matt Forte, su principal referente en una ofensiva en la que ya falta Jay Cutler.

 

Desde luego no se puede tener más mala suerte después del buen nivel de juego que habían alcanzado hace algunas semanas. Y no sólo por las lesiones, los Kansas City Chiefs (5-7) ganaron el partido, además de por su buena defensa, por un milagorso Hail Mary de Tyler Palko antes del descanso. Los cánones dicen que los defensores no deben intentar atrapar el balón sino palmearlo, y es lo que hizo Brian Urlacher, pero un afortunado Dexter McCluster atrapó el rechace. Es el 2º Hail Mary consecutivo que se convierte en TD después de que lo palmee la defensa. Tal vez hay que modificar los cánones.

 

El caso es que los Chiefs anotaron su 1º TD en tres partidos, y en el 1º drive tras el descanso sumaron un FG. Eso fue todo. La defensa de los Bears forzó 7 «3 y fuera» consecutivos en el resto de drives de los Chiefs, pero fueron incapaces de ganar el partido. Caleb Hanie tuvo una tarde miserable en la que sufrió 7 sacks y 3 intercepciones por parte de la defensa de los Chiefs. Los Bears no llegaron a las 200 yardas ofensivas totales. Feo panorama en la Ciudad del Viento.

 

VUELCO EN LA DIVISIÓN MÁS APRETADA

Llevo diciendo que la AFC Oeste parece ser una división en la que nadie quiere ganar, pero curiosamente todos pueden hacerlo. Los cuatro están apretados en dos partidos de diferencia, tras la estrepitosa derrota de unos líderes nada sólidos y las victorias de los demás.

 

De la de los Chiefs ya he hablado. Toca hablar ahora del ¿nuevo milagro de Tim Tebow?. Yo creo que ya no cabe hablar de milagros sino de un juego eficaz que ha hecho ganar a los Denver Broncos (7-5) 6 de los 7 últimos partidos disputados.

 

Sí que hubo remontada, aunque esta vez el remate lo pusieron la intercepción de Andre’ Goodman a minuto y medio del final y el FG de Matt Prater. Pero precisamente éste fue el mejor partido de Tebow como profesional. En ausencia de Von Miller, fue el QB el que tiró del equipo todo el partido.

 

El sistema de juego es simple, como en high school, pero esa es su principal virtud. Correr, correr (Willis McGahee sumó 111 yardas y un TD en sus 20 acarreos) y sorpender con el pase profundo en play actions o alargando la jugada en el pocket, aspecto en el que las carácterísiticas físicas de Tebow le ayudan a sobresalir, como en el caso de Big Ben. Tebow, frente a los Minnesota Vikings (2-10) completó 10 de los 15 pases que lanzó, para 202 yardas y 2 pases de TD a Demaryus Thomas, su socio profundo, que sumó 144 yardas con sólo 4 balones atrapados.

 

Los Vikings, de nuevo sin Adrian Peterson, tuvieron a un motivado Christian Ponder para plantar batalla. En otro duelo contra Tebow, el rookie se fue hasta las 381 yardas de pase, con 3 TD, dos de ellos para Percy Harvin (8 recepciones, 156 yardas), pero también con dos intercepciones. La 2ª, en el que podía ser su drive ganador, fue mortal.

 

Los Broncos alcanzan a los Oakland Raiders (7-5) y les arrebatan el liderato. Decir que los Raiders hicieron un mal partido en Miami es echarles un piropo, porque lo que hicieron fue una actuación indigna de un equipo que quiere jugar los playoffs. Los Miami Dolphins (4-8) mantuvieron a 0 a los Raiders durante más de 50 minutos, con unos eficientes Matt Moore (TD de pase y de carrera) y Reggie Bush (22 acarreos, 100 yardas, TD), y con una sensacional defensa que permitió menos de 50 yardas de carrera y que además anotó con un pick six de Kevin Burnett. Las habilidades de Carson Palmer sólo sirvieron para maquillar el resultado en los últimos 10 minutos. Si lo de viajar al Este se quiere poner como excusa, que les pregunten a sus vecinos de la Bahía.

 

En la pelea por el título no se puede descartar ni a los San Diego Chargers (5-7), que frenaron su hemorragia de derrotas, no sé si porque mejoraron su juego, o simplemente porque se enfrentaban a los Jacksonville Jaguars (3-9). Phillip Rivers estuvo por 1ª vez en la temporada impecable, aprovechando las ausencias en la secundaria de los locales, completando 22 de los 28 pases que lanzó, para 294 yardas y 3 TD, bien complementado por sus corredores Ryan Mathews y Mike Tolbert, que sumaron 136 yardas y 2 TD.

 

Los de Jacksonville se llaman Jaguars pero en ataque podrían llamarse los Mo-Jos, porque Maurice Jones-Drew no sólo lidero a los suyos en el juego terrestre y en el aéreo, sino que sus 188 yardas desde el scrimmage fueron casi 2/3 partes de la producción ofensiva total de su equipo.

 

LA AFC NORTE FRENTE A FRENTE

El doble duelo en la mejor división de la AFC certificó que Ravens y Steelers siguen siendo los dominadores de la misma. Los Bengals se mantienen con uñas y dientes (en su caso garras y colmillos) en posiciones de Wild Cards, pero van a tener una gran competencia para mantener la posición.

 

Los Baltimore Ravens (9-3) pueden ganar un partido sin que juegue Joe Flacco (10/23, 158 yardas) en ataque y sin que lo haga Ray Lewis en defensa. Contra los Cleveland Browns (4-8) bastó con una sobredosis de Ray Rice (29 acarreos, 204 yardas, su mejor marca personal, TD), la colaboración de Ricky Williams, que sumó otro TD y otras 76 yardas de carrera, y el remate del TD de 68 yardas de retorno de punt de Lardarius Webb.

 

En una lluviosa tarde en Cleveland, los Browns sólo hicieron de sparring para los Ravens, que mantienen su pulso con los Pittsburgh Steelers (9-3). El ganador de la AFC Norte tiene muchos boletos para representar a su conferencia en la Super Bowl XLVII, y ambos contendientes pelean por jugar en casa un hipotético y decisivo enfrentamiento de playoffs entre ellos.

 

Los Cincinnati Bengals (7-5) están haciendo una buena temporada, pero volvieron a no ser un rival para los Steelers. Ben Roethlisberger lanzó dos pases de TD a su receptor favorito, Mike Wallace, y Rashard Mendenhall anotó otro par. También hay que añadir un retorno de punt de 60 yardas para TD de Antonio Brown. El resto lo pusieron los errores de los Bengals. Andy Dalton volvió a conectar con el también rookie A.J. Green para la única anotación de los Bengals en el partido, pero la defensa de los Steelers es un plato demasiado indigesto aún para un QB rookie, por muy bien que esté jugando esta temporada.

 

 

 

Titular Dan Marino 1984
Tom Brady 2007
Drew Brees 2009
Peyton Manning 2004
Récord Yardas de Pase TD de Pase % Completados QB Rating
Objetivo 5.084 50 70,6 121,1
Aaron Rodgers @12
3.844**
37
70,6
125,3*
Proyección 2011
5.125,3 49,3 70,6 125,3
Status

 

* Aaron Rodgers ha tenido un QB rating por encima de 100 en los 12 partidos de la temporada, Récord de la NFL.

 

** El récord de Dan Marino (5.084) está en el punto de mira de una terna de lujo.

>>> Drew Brees lleva 4.031, con una proyección final de 5.374,6

>>> Tom Brady lleva 3.916, con una proyección final de 5.221,3

 

 

 

La derrota de los Giants no fue la única de los equipos de la NFC Este, sus otros tres rivales divisionales también perdieron. El caso más grave es el de los Dallas Cowboys (7-5), quienes tuvieron en la mano una victoria que les permitía recibir a los Giants la próxima jornada en inmejorables condiciones para sentenciar la división. Ahora en cambio, pueden perder hasta el liderato el próximo domingo.

 

Los Cowboys no estuvieron cómodos en Glendale. Los Arizona Cardinals (5-7) presionaron a Tony Romo (28/42, 299 yardas, TD) de manera constante, sumando hasta 5 sacks, y DeMarco Murray no encontró huecos en una defensa muy motivada.

 

El partido significaba el retorno de Kevin Kolb a los mandos del ataque de los Cards. No estuvo mal, pero tampoco brilló. La victoria cayó del lado de los de casa por alguna maldición que hace que los Boys caigan en la prórroga en sus visitas a Arizona. Así han terminado sus últimos tres enfrentamientos en el desierto.

 

No se puede explicar de otra manera el que los Cowboys gestionaran tan mal los segundos finales del tiempo reglamentario. En un «3ª y 11» crucial, Romo contactó con Dez Bryant que llevó el balón hasta la yarda 31. Quedaban 26 segundos y dos tiempos muertos. Inexplicablemente, los boys no intentaron mejorar un poco su posición, dejaron correr el reloj y para colmo, Jason Garrett pidió un tiempo muerto para «enfriar» a su propio kicker mientras éste convertía el FG. Cuando lo volvió a lanzar, Dan Bailey falló, el partido se fue a la prórroga y LaRod Stephens-Howling dio a los suyos una gran victoria convirtiendo un pase corto que buscaba el FG range en un TD de 52 yardas sinilar a un retorno de punt. Increíble.

 

La jornada había comenzado el jueves con un duelo de pájaros de pocos vuelos. Los Philadelphia Eagles (4-8) tocaron fondo con otro lamentable partido de Vince Young, incapaz de conectar con regularidad con sus receptores. Casi conectó mejor con los defensores de los Seattle Seahawks (4-8), que le interceptaron en 4 ocasiones, una de ellas para TD. Y en el otro sentido fueron incapaces de fenar al  potente Marshawn Lynch (22 acarreos, 148 yardas, 2 TD), ni cuando lo tuvieron rodeado por media defensa. Es el último clavo en el ataúd de Andy Reid y de su equipo, cuyo único referente fue LeSean McCoy (84 yardas de carrera más 49 en screens, con 2 TD totales).

 

También perdieron los Washington Redskins (4-8). A pesar del abultado marcador, los New York Jets (7-5) sufrieron mucho para seguir en la carrera por los playoffs. El equipo no tira demasiado y estaba por detrás en el marcador a 5 minutos del final. Entonces llegó la mejor jugada de Mark Sanchez, un pase de TD de 30 yardas a Santonio Holmes, y un sack y fumble de Rex Grossman, que supuieron el punto de inflexión del partido. Shonn Greene aprovechó esa ocasión y la recuperación de un onside kick para anotar el 2º y 3º TD de carrera de su cuenta particular. Una victoria engañosa, propiciada por la crucial jugada defensiva en el 4º cuarto, al más «estilo Steelers».

 

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

El «Clásico» de la pasada década resultó deslucido por la ausencia de Peyton Manning, pero cuando todo el mundo esperaba una paliza de los New England Patriots (9-3) para vengar derrotas pasadas, al final los Pats tuvieron que recuperar un onside kick para certificar la victoria. Efectivamente, debe de ser muy mala la defensa de los Pats si Dan Orlovsky firma un partido con más de 350 yardas de pase y un QB rating por encima de 100. Pero el arreón final de los Indianapolis Colts (0-12) (21 puntos consecutivos en el 4º cuarto) no evitó que sumaran su 12ª «L» de la temporada. Para entonces Tom Brady (29/38, 289 yardas, 2 TD) y Gronkowski ya habían metido demasiada tierra de por medio.

 

Más interés tuvo el partido del Reliant Stadium, donde los Houston Texans (9-3) se llevaron su 6ª victoria consecutiva (récord de la franquicia), aparentemente inmunes a la plaga de lesiones que sufren. Los tejanos mantuvieron un ataque apañado bajo la batuta del rookie T.J. Yates (12/26, 188 yardas, TD), con un Andre Johnson recuperado (4 recepciones, 87 yardas) y con Arian Foster moviendo las cadenas con regularidad (31 acarreos, 111 yardas, TD, más 41 yardas de recepción). Pero fue suficiente porque su defensa volvió a estar estelar contra los Atlanta Falcons (7-5).

 

La defensa tejana limitó el juego de carrera de los georgianos a 70 yardas y Matt Ryan se desquició buscando a sus receptores, completando bastantes menos de la mitad de sus pases. Fue interceptado en dos ocasiones y no consiguió conectar ni con Julio Jones ni con Roddy White en la endzone en las dos últimas jugadas del partido. La verdad es que los Falcons tuvieron opciones de empatar el partido, pero primero cometieron un grave delay of game en un «4ª y 1» y luego Jones no estuvo muy espabilado en el drive final, perdiendo tiempo en un snap, cometiendo una falta por salirse del campo y recibir el balón, y dejando caer un balón que tenía en las manos en la endzone con el reloj a 0.

 

Los Tennessee Titans (7-5) consiguieron una importante victoria en Orchard Park, que les permite soñar aún con el título divisional o pelear por una plaza de Wild Cards. Por su parte, los Buffalo Bills (5-7) dicen poco menos que adiós a sus posibilidades en esta temporada que comenzaron con brillantez. Chris Johnson tiró de los suyos con otra buena actuación. Ha despertado tarde, pero sus 153 yardas y 2 TD es lo que esperaban los propietarios de la franquicica cuando le convirtieron en millonario. Los Bills se pusieron a tiro en el 4º cuarto, pero Ryan Fitzpatrick no está tan fino y un spike y 3 incompletos echaron por tierra el que podía ser un drive ganador en el último minuto.

 

Por último, los Carolina Panthers (4-8) abandonaron la posición de colistas de la NFC Sur que tenían en propiedad desde 2009 tras derrotar a los Tampa Bay Buccaneers (4-8) a domicilio. De Newton (12/21, 204 yardas, TD, 54 yardas de carrera, 3 TD) ya he hablado arriba. De los Bucs, liderados el domingo por Josh Johnson por lesión de su tocayo Freeman, no merece la pena hablar demasiado. Lo peor de todo fue que con la derrota no pude colocar de cheerleader de la semana a ninguna bucanera, a pesar de lo bien que les sentaba el naranja y blanco.

 

 

18-0 & counting.

Campeones divisionales a falta de un mes de temporada regular.

Mientras en la AFC no se ve un dominador claro, la NFC copa los primeros puestos.

 

Otros años a estas alturas podían estar 12-0.

Un rosco para fortificar su posición.

Siguen perdiendo, siguen en su posición.

 

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