w14: El General Invierno

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El invierno llegó a la NFL, unos 15 días antes del propio solsticio. La nieve, el frío, el viento, suelen producir partidos interesantes y a veces memorables. Además la nieve siempre anuncia la llegada de los playoffs y del mejor momento de la temporada.

 

La climatología es un factor del football, algo que se obvia en los domes. Los equipos norteños tienen ventaja sobre los del sur. No es lo mismo un Packers vs. Saints en el Superdome o en un gélido Lambeau Field en enero. Al igual que hizo el General Invierno con la Grande Armée de Napoleon en 1812 o con la Wehrmacht de Hitler en la II Guerra Mundial, el frío y la nieve pueden anular las cualidades de algunos equipos y potenciar las de otros.

 

Un equipo que quiera ganar la Super Bowl debe estar preparado para jugar y ganar algún partido en condiciones climatológicas adversas, aunque sea del sur o esté acostumbrado a jugar en domes. En este momento recuerdo a los Bucs de 2002. Su gran defensa le hacía ser uno de los favoritos en los playoffs. Pero entre machacar a los Niners en Divisionales y jugar la Super Bowl XXXVII (donde machacarían a los Raiders) les quedaba un escollo, el jugar en Philadelphia a -3º C., y su récord era de 1-22 en partidos jugados por debajo de los 4º. Esa victoria valió más que la de la Super Bowl.

 

Y si en la NFL hay un equipo preprado para jugar en invierno es el de los New England Patriots (11-2). Hay muchos equipos norteños que deberían estar acostumbrados, pero ninguno como los Pats. De hecho, a los Chicago Bears (9-4) no les debería resultar extraño, pero el domingp parecían un equipo de Florida, y eso que su QB ha nacido en la localidad de Santa Claus.

 

La dinastía de los Patriots nació un nevoso día de invierno, en un partido contra los Raiders por todos recordado. Bill Belichick tiene un récord de 11-0 en partidos jugadors con nieve, mientras que Tom Brady tiene un récord de 32-4 cuando la temperatura es inferior a los 40º F (4º C).

 

Y el domingo lo volvieron a hacer. Trituraron a unos Bears que parecía que no habían visto la nieve en su vida. Brady completó 27 de los 40 pases que lanzó, para 369 yardas y dos TD. Brady lleva 8 partidos (media temporada) sin ser interceptado, con 19 pases de TD. El MVP de esta temporada está más que adjudicado. Deion Branch (8 recepciones, 151 yardas, TD) y Wes Welker (8, 115) fueron sus mejores receptores.

 

En defensa, con otra brillante actuación del CB rookie Devin McCourty, maltrataron a Jay Cutler (12/26, 153 yardas, 2 TD, fumble perdido) y abolieron el juego de carrera de Matt Forte (9 acarreos, 25 yardas). Para el descanso el marcador reflejaba un 33-0 y el partido estaba más que finiquitado.

 

Los Pats encarrilan un nuevo titulo divisional, ya que además los New York Jets (9-4) están en vía muerta. Después de la paliza recibida en Foxboro, vovlieron a disputar un partido penoso, en casa, frente a sus conocidos rivales Miami Dolphins (7-6). Se puede ver como un duelo defensivo, que lo fue, pero también como una total inoperancia ofensiva por ambas partes, que lo fue más aún.

 

Los Dolphins anotaron un FG y un TD de un flojísimo Chad Henne (5/18, 55 yardas, TD) a Brandon Marshall, ambos tras turnovers de Mark Sanchez. Aún no había acabado el 1º cuarto. En el resto del partido sólo cruzaron la yarda 50 en una ocasión, total para que Henne cometiera un fumble. Si en muchas ocasiones el kicker Dan Carpenter fue el mejor de su equipo, esa vez lo fue el punter Brandon Fields, que chutó 10 punts de un promedio de 56,4 yardas, lo que ayudó a mantener a los Jets lejos de la endzone.

 

Pero si el ataque de los Dolphins naufragó, el de los Jets fue un absoluto desastre. Los de Rex Ryan llevan 2 partidos sin anotar un TD ofensivo. Santonio Holmes tuvo una oportunidad, totalmente desmarcado en la endzone, con el balón cayéndele mansamente en las manos, y lo dejó caer. En pocas ocasiones va a tener un TD más fácil en el resto de su carrera. Sanchez tuvo otro partido horrible (17/44, 216 yardas, pick) con 4 fumbles, aunque tuvo la suerte de perder sólo uno. El juego de carrera tampoco fue mucho más lejos y LaDainian Tomlinson y Shonn Greene sólo sumaron 66 yardas en 27 acarreos.

 

Los Jets están en serio peligro de quedar fuera de los playoffs, con un calendario difícil por delante. Y por si todo esto fuera poco motivo de vergüenza, su preparador físico Sal Alosi añadió otro gran borrón en el haber de la franquicia al zancadillear en la banda al gunner de los Dolphins, Nolan Carroll. Aunque se ha disculpado de inmediato, los mismos Jets le han sancionado.

 

NO HUBO UN 298

Como si fuera una señal del fin de los tiempos y de la llegada del Apocalipsis, el techo de teflon del Metrodome sucumbió a la nieve y el partido se trasladó al lunes y al Ford Field. ¿Los cielos daban un día más a Brett Favre para su recuperación? ¿O era la señal de inicio del fin, después de que el #4 faltara a su cita con el football por 1ª vez desde el 27 de septiembre de 1992?

 

Lo cierto es que el partido comenzó, con Favre desubicado en la banda, en una imagen que hará historia. Han sido 238 los QB que han jugado un partido desde que Favre tuvo su 1ª titularidad, pero serán muchos más los que lo harán después de que una luxación del hombro derecho dejara el récord de titularidades consecutivas en 297. La vida sigue y el football también.

 

Pero además del «show de Favre» también hubo un partido, y los Minnesota Vikings (5-8) de Lesile Frazier, con Tarvaris Jackson (15/30, 118 yardas, pick) a los mandos, se manifestaron como un equipo flojo, flojísimo. Sus 164 yardas ofensivas totales lo dicen todo, con Adrian Peterson corriendo para sólo 26 yardas en 14 acarreos. La defensa de los New York Giants (9-4) estuvo absolutamente demoledora. Si Favre llega a jugar el partdo, el pass rush de los neoyorkinos lo remata, sin duda. Sólo las dos intercepciones a Eli Manning (22/37, 187 yardas, TD) animaron a los «locales».

 

El ataque vikingo fue inofensivo, pero la defensa no estuvo mucho mejor, permitiendo más de 220 yardas de carrera, por primera vez desde hace 5 años. Brandon Jacobs (14 acarreos, 116 yardas, TD) tuvo la carrera más larga como profesional (73 yardas), mientras que Ahmad Bradshaw (11, 103, TD) acabó el partido lesionado en una muñeca.

 

Los Giants recibirán el domingo que viene a los Philadelphia Eagles (9-4) en una especie de Final Divisional. De momento, los Eagles se deshicieron de un enemigo peligroso, los Dallas Cowboys (4-9), que sin nada que perder sólo les queda fastidiar a los rivales.

 

El arranque del partido, en primetime, volvió a ser espectacular, con un pase de 60 yardas de Michael Vick (16/26, 270 yardas, 2 TD, 2 picks, TD de carrera) a DeSean Jackson (4 recepciones, 210 yardas, TD). Los números del pequeño californiano son tan espectaculares que casi se le perdonan sus tonterías al anotar. No hay una pareja más eléctrica en el football en la actualidad. Pero a medida que trascurría el partido, la defensa vaquera castigaba a Vick y la de los Eagles flojeaba en el placaje, y los Cowboys tomaron el mando del encuentro. Jon Kitna (24/35, 242 yardas, 2 TD para Jason Witten, 2 picks) tuvo unos numeros aceptables y Felix Jones (83 yardas desde el scrimmage, TD) estuvo batallador.

 

Los Eagles necesitaban un break y una recepción de 91 yardas para TD de Jackson les llegó en el momento oportuno. A partir de ahí no tuvieron que hacer más que poner a LeSean McCoy (16 acarreos, 149 yardas) de «closer», agotando los últimos 4 minutos y medio sin dar opción a los Boys.

 

Tashard Choice (7 acarreos, 16 yardas) protagonizó la situación bochornosa de la semana, al pedir un autógrafo a Vick (para su sobrino dixit) delante de las cámaras. Pero peor fue lo de Jorrick Calvin, que al recibir un kickoff se puso a correr por la endzone de un lado para otro (desconociendo que el reloj no se pone en marcha hasta que se sale de la misma) y acabó cometiendo una falta personal en un momento clave del partido al ser increpado por sus rivales.

 

STEELERS Y RAVENS ENCUENTRAN FORMAS ALTERNATIVAS DE GANAR

Steelers y Ravens no ceden en su camino hacia los playoffs. Ambos estan prácticamente clasificados, bien sea como campeón divisional o vía Wild Cards. Pero ninguno de los dos está mostrando dominio sobre sus rivales en el campo. Sus ataques tienen problemas, como se pudo apreciar el fin de semana, sin embargo ambos encontraron maneras alternativas de llevarse la victoria.

 

Los Pittsburgh Steelers (10-3) repondieron al modelo «punt en 1º down». Es una manera irónica de decir que la defensa puso más puntos en el marcador que el ataque. Evidentemente nadie va a chutar un punt en 1º down, pero en el football de hace un siglo ya se hacía cuando una defensa era muy dominadora.

 

Ben Roethlisberger (21/33, 258 yardas más 23 en 3 scrambles) está muy cascado y se le nota en el campo. Rashard Mendenhall (18 acarreos, 66 yardas) no pudo con la defensa de los Cincinnati Bengals (2-11), y estos llegaron al final del 1º cuarto con un 7-0. ¿Estába el liderato de los Steelers en peligro?

 

No. Troy Polamalu abrió el camino, retornando un pick 45 yardas para TD. La defensa frenó en seco la carrera de Cedric Benson (8 acarreos, 19 yardas) e interceptó en tres ocasiones a Carson Palmer (20/32, 178 yardas, TD). LaMarr Woodley retornó para TD otro de los picks a Palmer. Los puntos de la defensa habrían bastado para derrotar a los Bengals. Los tres FG de Shaun Suisham sólo sirvieron para hacer bulto. Lo mejor del ataque fue una espectacular recepcion de Antwaan Randle El, a un mano, en un salto estratosférico. Una de las Top 5 del año, sin duda.

 

Pero si los Steelers ganaron con su defensa, los Baltimore Ravens (9-4) lo hicieron gracias a una jugada defensiva (el pick six de Josh Wilson en la prórroga) y al gafe que llevan los Houston Texans (5-8), que volvieron a perder un partido en el último segundo, después de una de las remontadas más increibles de los últimos años.

 

Los Ravens construyeron una cómoda ventaja de 21 puntos en la 1ª mitad, con Joe Flacco (22/33, 235 yardas, 2 TD para Derrick Mason) aprovechando las facilidades de la defensa aérea de los Texans. Tenían el partido controladísimo, con David Reed retornando para TD el kickoff de la 2ª mitad. Pero como siempre digo, los Texans son un equipo ciclotímico y el lunes llevaban su traje rojo de las grandes ocasones. Así, aprovechando la indolencia de los Ravens (que se pusieron en [mode defensa en zona blanda, con poca presión: on], Matt Schaub (31/62, 393 yardas, 3 TD, 2 picks), con un magnífico Andre Johnson (9 recepciones, 140 yardas, 2 TD), con Arian Foster (125 yardas desde el scrimmage), convirtiendo 4 situaciones de 4º down, firmando drives de 93 y 99 yardas, llegó a empatar el partido a 21 segundos del final, con una jugada de conversión de 2 puntos paras Jacoby Jones.

 

Era la locura en el Reliant Stadium. John Harbaugh estaba con la cara de «hemos vuelto a hacer el canelo otra vez». Pero éste no es el año de los Texans, y en la prórroga, gracias a la presión de Haloti Ngata, llegó el error de Schaub y la 6ª derrota en los últimos 7 partidos.

 

UN MAL DÍA PARA PONERSE ENFERMO

El apéndice de Matt Cassel no escogió un buen momento para dar guerra. Mira que la temporada de la NFL es corta y justo ese vestigio de nuestro pasado herbívoro tenía que inflamarse y provocar una apendicectomía de urgencia al últimamente brillante QB en vísperas del partido más importante de la temporada regular para los Kansas City Chiefs (8-5). Una victoria frente a los San Diego Chargers (7-6) les hacía campeones. Ahora, tras la patética actuación de sus sutituto, Brodie Croyle (7/17, 40 yardas, 4 sacks encajados), los californianos les pisan los talones con el 5º título consecutivo de la AFC Oeste a sólo un error de los Chiefs.

 

Una cosa es que te falte tu QB titular y otra es que sumes 67 yardas ofensivas totales. Los Chargers sólo tuvieron que concentrarse en frenar al mejor ataque terrestre de la liga, después de haber permitido 251 a los Raiders la semana pasada. Sin peligro por el aire, y con el reloj controlado por el ataque (40 minutos) Jamaal Charles fue contenido en 40 yardas en sus apenas 10 acarreos. Thomas Jones sólo tocó el balón en tres ocasiones, para conseguir una yarda. Una paliza total. Phillip Rivers (18/24, 226 yardas, 2 TD para Malcom Floyd, pick) y, sobre todo, el running-by-comitée de Mike Tolbert, Ryan Mathews y Darren Sproles (38 acarreos, 184 yardas, 2 TD), asfaltaron a unos líderes divisionales que sólo en un drive jugaron en campo de los Chargers, después de que un sack de Tamba Hali con fumble de Rivers, les diera el balón en la yarda 37. Su avance en el drive fue de !-6 yardas! y ¡chutaron un punt! Así no es de extrañar que los Chargers firmaran su 1º shutout sobre los Chiefs en temporada regular. Croyle lleva un récord de 0-10 como titular. Ahí queda eso.

 

Tampoco escogió un buen día Aaron Rodgers (7/11, 46 yardas, pick) para salir del campo conmocionado poco antes del descanso. Tampoco es que los Green Bay Packers (8-5) estuvieran haciendo un buen partido hasta entonces. La defensa de los Detroit Lions (3-10) ya habían logrado dos sacks, un pick, recuperaron un fumble y mantenían su marcador en cero.

 

Pero con el joven Matt Flynn (15/26, 177 yardas, pick) cantando las jugadas y sin un juego de carrera digno de recibir ese nombre (los 2 QB corrieron más yardas que los 3 RB), los Packers estuvieron perdidos. Anotaron un FG, pero en la única ocasión en que pisaron la redzone, Flynn fue interceptado en la endzone. Los Packers también defendieron bien. Controlaron el juego de carrera e interceptaron en dos ocasiones a Drew Stanton (10/22, 117 yardas, más otras 44 de carrera), pero éste estuvo más fino en su única visita a la redzone, conectando con el TE Will Heller para el único TD del partido, a mediados del 4º cuarto.

 

Los Lions terminan con la peor racha de derrotas intradivisionales de la NFL desde la fusión (19), desde su victoria en Chicago en octubre de 2007. Ahora sólo les queda acabar con la ominosa racha de derrotas a domicilio. En las dos próximas jornadas tienen sendas visitas a Florida para intentarlo.

 

EL BUEN FOOTBALL DE LA NFC ESTÁ EN EL SUR

La NFC, una división siempre loca, está en su mejor monento desde su creación en 2002. Nunca ha tenido tres equipos compitiendo al máximo nivel a estas alturas de la temporada, y tal y como va la competición, opta a copar las plazas de Wild Cards, algo que sólo lo ha hecho la tradicionalmente más potente NFC Este.

 

Los Atlanta Falcons (11-2) siguen liderando la división, y conferencia, pero ya ven que no se pueden permitir ni un solo traspiés. El domingo cumplieron con el trámite de vapulear al peor equipo de la liga, los Carolina Panthers (1-12), a los lomos del juego de carrera de Michael Turner (28 acarreos, 112 yardas, 3 TD). Si el partido parecía cómodo para el lider, los Panthers se lo pusieron aún mejor cometiendo un fumble en la 1ª jugada del partido y dejándoles el balón ya en FG range.

 

Matt Ryan (20/34, 227 yardas, TD, pick) tuvo su partido tranquilo habitual, no necesitó más. En defensa presionaron a Jimmy Clausen (14/24, 107 yardas, pick) y forzaron 5 sacks. Sólo les permitieron correr (207 yardas y un TD en 27 acarreos de Jonathan Stewart y Mike Goodson), pero más que nada porque no se esforzaron demasiado en el placaje después de un 17-0 al descanso.

 

Pero los que se están poniendo en forma de cara al crucial encuentro del Georgia Dome de dentro de 15 días son los New Orleans Saints (10-3). Drew Brees (25/40, 221 yardas, 3 TD, 2 picks) cuenta ya con Reggie Bush y Pierre Thomas y su juego se va pareciendo cada vez más al del Campeón de 2009. Marques Colston (5 recepciones, 46 yardas, 2 TD) y Lance Moore (5, 70, TD) fueron los receptores más productivos.

 

Los St. Louis Rams (6-7) se vieron apabullados. Malcolm Jenkins interceptó en dos ocasiones en la redzone a Sam Bradford (18/32, 231 yardas), retornando una de ellas 96 yardas para TD. Pero entre tanta adversidad, el cherokee mostró su carácter en una jugada similar, cuando a 5 minutos del final, con el partido ya resuelto, Steven Jackson (20 jugadas, 134 yardas desde el scrimmage) cometió un aparente fumble a una yarda de la goaline. Roman Harper recuperó el balón e inició lo que parecía un 2º retorno de campo a campo para TD. Bradford fue el único Ram que no estaba dispuesto a encajar otro TD y se fue detrás del CB durante 82 yardas hasta que lo cazó. Además de velocidad mostró su carácter y liderazgo. Los Dioses del Football le recompensaron con la reversión de la jugada, ya que fue «down by contact» y con la anotación del TD en la siguiente jugada.

 

Los Tampa Bay Buccaneers (8-5) siguen quemando las naves (si hace una semana perdieron a Aqib Talib y al center Jeff Faine, en ésta han pasado a la Injury Reserve el rookie de 1ª ronda Gerald McCoy y el DT Quincy Black) pero sumando victorias, aunque sea con jugadas de vídeos de «Follies». Los Washington Redskins (5-8) disputaron un partido igualado, con Ryan Torain (24 acarreos, 172 yardas, 158 en la 1ª mitad) galopando por todo el campo y con un Donovan McNabb (22/35, 228 yardas, 2 TD) más entonado, capaz de dirigir un drive anotador en los últimos minutos, para anular la ventaja que les dio a los Bucs el pase de TD de Josh Freeman (15/25, 266 yardas, TD) a Kellen Winslow.

 

Y digo empatar, porque todo el mundo daba por empatado el partido con el TD de Santana Moss a 9 segundos del final. Pero en el football no hay que dar nada por descontado. En el extra point el holder Hunter Smith recibió el balón ligeramente elevado e hizo de «butterfinger», malogrando el intento y eliminando matemáticamente a su equipo de la lucha por los playoffs.

 

Es un caso de «lo hacemos así porque así lo solemos hacer». ¿Por qué un equipo cuando logra el TD de «empate» no va a por una jugada de 2 puntos y liquida ahí mismo el partido?. No lo digo a toro pasado, por el fallo en el extra point. Tienes más opciones de ganar un partido jugando una conversión de 2 que yendo a la prórroga. La única razón por la que no se hace es porque si fallas todo el mundo le echa la culpa al head coach, y si pierden en las prórroga es por fallo de los jugadores. Pero los Redskins estaban en una situación perfecta para «jugársela». Con poco que perder ya, sería una magnífica oportunidad para devolverles lo que les hicieron los propios Bucs hace 5 años, con Mikel Alstott convirtiendo una jugada de 2 puntos desde la yarda 1, después de que los árbitros anularan por penalización el bloqueo del extra point del empate.

 

CHEERLEADER DE LA SEMANA

Las cheerleaders del norte de Florida deben estar contentas. No es para menos. Los Jacksonville Jaguars (8-5) sumaron otra victoria in extremis (ya van 5 remontadas de 10 o más puntos en los últimos 6 partidos) y siguen comandando su división a tres jornadas del final de la tempora regular.

 

Los Oakland Raiders (6-7) dominaron el partido durante buena parte del mismo, mostrando su fortaleza en el juego de carrera al igual que lo hicieron en San Diego. Darren McFadden estuvo soberbio, con 123 yardas de carrera y 2 TD en 16 acarreos, además de sumar otras 86 yardas y otro TD en tres recepciones.Un gran día para los jugadores de Fantasy que lo alinearon. Pero a la hora de la verdad, su QB, mejor dicho, sus QBs le fallaron.

 

Los Jaguars fueron haciendo la goma con David Garrard (11/22, 159 yardas, 3 TD, pick) y Rashard Jennings (5 acarreos, 109 yardas, TD), hasta dar la vuelta al marcador al final del 3º cuarto. 7 puntos abajo en el marcador, empezaron los problemas para los Raiders. Primero Jason Campbell (21/30, 324 yardas, 2 TD) perdió el balón en un sack y Terrance Knighton retornó el fumble para TD, aunque una mala decisión arbitral anuló las jugada por un presunto golpe al casco del QB. Luego, mientras Campbell se recuperaba, Kyle Boller fue interceptado en 4º down.

 

Pero la defensa de los Raiders frenó a los Jaguars y Campbell tuvo otra oportunidad. Esta vez, el propio McFadden empató el partido a menios de dos minutos del final. Pero como los Jaguars son especialistas en encontrar cualquier manera de ganar el partido in extremis, en sólo dos jugadas, el retorno de 65 yardas del kickoff de Deji Karim y una carrera de 30 yardas de Maurice Jones-Drew (23 acarreos, 101 yardas, TD) les dieron la ventaja definitiva.

 

Pero para que la cheerleader siga contenta, los Jaguars deben sentenciar la división la próxima semana en el Lucas Oil Filed. Los Indianapolis Colts (7-6) tuvieron la suerte de cruzarse con los Tennessee Titans (5-8) el jueves por la noche y pusieron fin así a su racha de tres derrotas consecutivas. A un partido de los líderes divisionales, una victoria sobre sus rivales divisionales les auparía al liderato, mientras que una derrota les dejaría prácticamente fuera de los playoffs, después de 8 temporadas ininterrumpidas jugando en enero.

 

Peyton Manning (25/35, 319 yardas, 2 TD para Pierre Garçon) también pudo dejar atrás su ominosa racha de 11 intercepciones en las tres últimas jornadas y completó un partido sin fallos, con un par de  brillantes combinaciones con Reggie Wayne (4 recepciones, 106 yardas). Los Colts no hicieron un pertido brillante, pero contaron con los errores de los Titans, cuyas faltas y fumbles facilitaron la ventaja de 21-0 en el marcador a dos minutos y medio para el descanso.

 

Los Colts no volvieron a llegar a la endzone. Kerry Collins (28/39, 244 yardas, 3 TD) y Chris Johnson (22 acarreos, 111 yardas, TD, más 8 recepciones para 68 yardas) se animaron y fueron limando diferencias, pero el partido no estuvo tan apretado como indica el marcador. Los Colts sobrevivieron a base de FG de Adam Vinatieri (3/3) y gracias a la falta de coraje de Jeff Fisher, quien yendo 6 puntos abajo en el marcador a falta de 4 minutos para el final, no se atrevió con un «4ª y 1ª en su yarda 34, y devolvió el balón a Manning. Cunado lo volvieron a tener, ya estaban perdiendo por dos anotaciones, quedaban menos de 3 minutos y habían gastado dos tiempos muertos.

 

Los Titans pierden su 6º partido consecutivo y la posición de Fisher se tambalea. La recuperación de Kenny Britt (4 recepciones, 39 yardas) relegó a Randy Moss al banquillo. Moss no estuvo entre los 9 jugadores que atraparon un pase de Collins. ¡Una gran compra!

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los San Francisco 49ers (5-8), con 5 victorias sobre equipos con récord negativo, están a un partido del liderato de la NFC Worst. Incluso pasando del partido en San Diego del jueves, ganando a Rams y Cards en las dos últimas jornadas podría ganar la división y alzanzar una plaza de palyoffs con un récord de 7-9 y con todas sus victorias contra equipos con récord negativo. Sería la bomba.

 

El domingo volvió Alex Smith (17/27, 255 yardas, 3 TD) y los Niners parecieron hasta buenos, anotando 40 puntos, 30 de ellos en la 1ª mitad. Pero claro que algo tuvo que ver el que enfrente tuvieran a los Seattle Seahawks (6-7), que parece que vinieron a jugar a flag, porque lo de placar no fue con ellos. Vernon Davis, con una recepción de 42 yardas para TD, Brian Westrbrook, con otra de 62 también para TD, y con Anthony Dixon, ni siquiera echaron de menos a Frank Gore. Matt Hasselbeck (27/42, 285 yardas, 2 TD), con sus 4 intercepciones, una de ellas retornada para TD por Dashon Goldson, hizo el resto.

 

A estas alturas de la temporada tenemos los típicos partidos de solteros contra casados como el del Orchard Park. Los Buffalo Bills (3-10) ganaron a los Cleveland Browns (5-8) en uno de los peores partidos del año. Los Browns ya empezaron mal no jugando un 4ª y gol en el drive inicial teniendo en sus filas a Peyton Hillis (21 acarreos, 108 yardas, fumble perdido). Luego siguieron peor cuando, 4 puntos abajo en el marcador, fueron incapaces de cruzar la línea de medio campo en toda la segunda mitad. Claro, se me ha olvidad comentar que Jake Delhomme (12/20, 86 yardas, pick, fumble perdido) era el QB. ¿Qué prentenderá Eric Mangini? ¿No sería mejor rodar a Colt McCoy? Los Bills no fueron mucho mejores, pero por lo menos Ryan Fitzpatrick (14/23, 142 yardas, TD, fumble perdido) supo lanzar un pase de TD.

 

Por último, los Denver Broncos (3-10) van a acabar siendo material para chistes. Son tan malos que hasta los Arizona Cardinals (4-9) les metieron 43 puntos. Son tan malos que no ganan ni con entrenador nuevo (Eric Studesville, sustituyendo al despedido Josh McDaniels). Son tan malos que hasta un kicker les ganaba por 22-3 en el 4º cuarto, después de que Jay Feely convirtiera 5 FG (el más largo de 55 yardas) y anotara un TD corriendo en un fake.

 

El rookie John Skelton (15/37, 146 yardas) tuvo la suerte de tener enfrente a los Broncos y acabó el partido sin intercepciones, algo poco frecuente para un QB Cardinal. Kyle Orton (19/41, 166 yardas, 3 picks) tuvo otro partido horrible y Tim Hightower machacó al final con sus 148 yardas y 2 TD en 18 acarreos. Es la 1ª vez que los Cards ganan a los Broncos en los 9 enfrentamientos que han tenido.

 

 

Seed

Record

1

11-2

Clasificados para los playoffs

2

10-3


3

8-5

Por delante de JAC por enfrentamiento directo

4

8-5

5

9-4

Por delante de NYJ por enfrentamiento directo

6

9-4


Siguen vivos:

(7-6) > (7-6) > (7-6) > (6-7) > (5-8) > (5-8)

Recién eliminados:

 

Seed

Record

1

11-2


2

9-4

Por delante de PHI por enfrentamiento directo

3

9-4

Por delante de NYG por enfrentamiento directo

4

6-7

Por delante de SEA por enfrentamiento directo

5

10-3


6

9-4

Por delante de GB por récord de conferencia

Siguen vivos:

(8-5) > (8-5) > (6-7) > (5-8) > (4-9)

Recién eliminados:

, y

 

Como dicen por allí, Best team in football, right now. Sin cambios

Best team… en la NFC. Sin cambios

Siempre van a ser un peligroso rival en playoffs. Sin cambios

 

Con visitas a los Falcons y Steelers en las dos últimas jornadas, el #1 del draft ya es casi fijo. Ver abajo.

Aunque los Panthers ganen a los Cards el próximo domingo, el enfrentamiento directo favorece a los Bengals.

Son tan malos que hasta los Cards los machacan.

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