w6: ¿Quién quiere ganar la NFC?

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La NFC ha contado con grandes dinastías que han dominado la conferencia, además de las Super Bowls, desde la fusión AFL-NFL hasta finales del siglo pasado. Packers, Cowboys y 49ers suman 13 Lombardi Trophies en las 31 primeras ediciones de la Super Bowl (más de un tercio) y 18 títulos de conferencia en las 38 temporadas que van de 1960 a 1997 (casi la mitad).

 

La NFC, con los mencionados buques insignias, llegaron a ganar 13 Super Bowls consecutivas, de 1984 a 1996. Desde entonces, sólo se han llevado 4 anillos en las 13 ediciones disputadas. El dominio ha pasado a la AFC, en donde Steelers, Patriots y Colts se han repartido 8 de los 9 títulos de conferencia del siglo XXI, incluyendo los 7 últimos, y 6 «Lombardis» de los últimos 9 disputados.

 

El dominio de los «tres grandes» de la AFC en este siglo se contrapone a la anarquía de la NFC, en donde no queda rastro de las dominancias históricas, y los 9 últimos George Halas Trophies han ido a parar a 9 franquicias distintas. Esta ausencia de hegemonía es más notoria aún esta temporada. Mientras en la AFC los favoritos ya empiezan a perfilares: los de siempre (Steelers, Colts, Pats), más los del momento (Ravens, Jets), en la NFC nadie lo hace. Packers y Cowboys, favoritos casi unánimes en pretemporada, no sólo no destacan sino que se están enfangado. Si se echa un vistazo a la clasificación, sólo hay dos equipos que lleven una racha de victorias: los Giants (3) y los Eagles (2), y tampoco dice mucho a su favor que el equipo más «caliente» de la conferencia sufra para ganar en casa a un equipo que lleva 24 derrotas consecutivas a domicilio.

 

Probablemente habrá que considerar a los Philadelphia Eagles (4-2) como el equipo más en forma de la conferencia, a pesar de sus lesiones. Ayuda mucho el que cuando se lesione el QB titular salga el suplente y lo haga mejor; y que cuando se lesione el suplente, vuelva a salir el titular y lo haga igual de bien.

 

Andy Reid tiene un problema que para sí quisieran la mayoría de los head coaches de la NFL. Porque Kevin Kolb fue de nuevo de la partida y cuajó un impecable encuentro (23/29, 326 yardas,  3 TD, con un pick como único lunar). Fue el mejor QB de la jornada. Reid ha manifestado que Michael Vick sigue siendo el titular… cuando se recupere completamente (y eso puede ser más o menos relativo).

 

Los Atlanta Falcons (4-2) llegaban al Lincoln Financial Field con la etiqueta de «equipo más caliente de la NFC». Venían con una racha de 4 victorias consecutivas, pero a menos de un minuto para el descanso perdían 21-0 y ni las veían venir, cayendo constantemente en los play actions de Kolb. Inconsistencia total. Sólo la intercepción a Kolb les permitió evitar el rosco en la 1ª mitad, con el 1º de los dos pases de TD de Matt Ryan (23/42, 250 yardas, 2 TD, pick) a Tony Gonzalez.

 

DeSean Jackson anotó en un end around de 31 yardas y en una recepción de 34. Cuando éste salió del campo por una conmoción cerebral tras una colisión con Dunta Robinson, Jeremy Maclin tomó el relevo y anotó en recepciones de 8 y 83 yardas. Los Falcons no tuvieron respuesta ni por tierra (45 yardas en 15 acarreos de Michael Turner) ni por aire.

 

Los Eagles llevan con esta victoria una racha de 22 cuando llegan al descanso con ventaja en el marcador. Eso sí es fiabilidad.

 

Como decía, son los New York Giants (4-2) los que llevan la racha más larga de victorias en la conferencia, en gran parte por la revitalización de sus grandes activos: el pass rush de Justin Tuck y Osi Umenyiora, y un de nuevo eficiente juego de carrera. El domingo Umenyiora forzó dos fumbles en dos sacks, uno de ellos recuperado por Tuck, mientras que el juego de carrera funcionó con Ahmad Bradshaw corriendo para 133 yardas en 19 acarreos y con Brandon Jacobs rematando con 2 TD y otras 35 yardas. Así la vida fue más fácil para un Eli Manning (20/30, 170 yardas, 2 TD) que no cometió errores.

 

Los Detroit Lions (1-5) sí que los cometieron, y a pesar de todo no estuvieron lejos de romper su ominosa racha de derrotas fuera de casa, pero cometieron demasiados errores y faltas (11, para 91 yadas. Dos de ellas mantuvieorn vivos sendos drives anotadores de los Giants). Han igualado un récord propio y si no vencen en Buffalo el mes que viene se superarán a sí mismos. Shaun Hill adelantó a los suyos con un pase de TD a Nate Burleson pero, lesionado, no terminó el partido. Drew Staton (19/34, 222 yardas) consiguió mover las cadenas entonces a pesar del inoperante juego de carrera (16 yardas en 12 acarreos de Jahvid Best) y de sus propios turnovers (pick, fumble). En el 4º cuarto lanzó un pase de TD de 87 yardas a Calvin Johnson y a falta de 5 minutos los Lions avanzaban en campo de los Giants para ponerse otra vez por delante en el marcador. Entonces fue Burleson el que cometió un costoso fumble que mandó al garete las esperanzas de los felinos.

 

Mención especial para Jason Hanson, un kicker realmente fiable, que convirtió los 2 FG de 50 yardas que chutó.

 

New Orleans Saints (4-2) es otro de los equipos que lidera la conferencia, pero su 4-2 es muy tibio. El domingo, por lo menos se aprovecharon de la bisoñez de sus rivales divisionales Tampa Bay Buccaneers (3-2) propinándoles un severo correctivo. Los Bucaneros bajaron a la tierra después de un comienzo de temporada brillante, con un partido muy flojo.

 

La clave del partido fue la aportación de Chris Ivory, en el que por fin los Saints encotraron el relevo de los lesionados Reggie Bush y Pierre Thomas. El undrafted rookie corrió 158 yardas en 15 carreras, a una media de más de un «1º down». Drew Brees tuvo así los huecos para poder lanzar profundo a sus receptores abiertos. Completó 22/32 pases para 263 yardas, 3 TD y un pick. Fueron en total 476 yardas en ataque. Los Bucs no anotaron hasta los minutos de la basura, gracias a un pase de TD de Josh Freeman (25/43, 219 yardas) a Micheal Spurlock. Previamente Connor Barth había fallado sendos FG de 40 y 47 yardas.

 

Los que se descuelgan son los Green Bay Packers (3-3), que fueron derrotados en la prórroga por unos Miami Dolphins (3-2) más frescos y más sanos. Es la 2ª derrota consecutiva en OT, lo cierto es que la mala suerte se está cebando con los de Wisconsin. Aaron Rodgers se recuperó de su conmoción y fue capaz de mover el balón (18/33, 313 yardas, TD, pick), además de anotar en un QB sneak en un agónico 4ª y goal a segundos del fin del tiempo reglamentario. Volvió a encontrar a Gregg Jennings al que le lanzó un pase de TD de 86 yardas. Pero Chad Henne, que contó con más colaboración por parte de sus corredores (137 yardas de carrera entre Ronnie Brown y Ricky Williams), no le fue a la zaga, y completó 23/39 pases para 231 yardas, 2 TD y un pick. Brandon Marshall fue su mejor recpector (10, 127 yardas), aprovechando la escasa atencion que tuvo por parte de Charles Woodson, mientras que los anotadores fueron Davone Bess y el TE Anthony Fasano.

 

Rodgers forzó la prórroga con un QB sneak tras despistar a los Dolphins con un backfield vacío, cuando parecía que la victoria se iba para Miami. Los Packers frenaron a los Dolphins en el 1º drive de la OT, pero no consiguieron avanzar cuando tenían el «momentum» y tuvieron que devolver el balón. Al final, resolvió Dan Carpenter con su 3º FG de la tarde, de 44 yardas.

 

Los Washington Redskins (3-3) tambien pincharon en casa frente a unos Indianapolis Colts (4-2) superiores. El partido tenía dos caras. Cuando atacaban los Colts, la defensa de los Redskins se veía impotente a la hora de hacer frente a Peyton Manning y a su ataque en tempo «allegro«. La defensa no descansaba y no podía hacer sustituciones y Peyton tuvo otro de sus días (25/38, 307 yardas, 2 TD). En el otro sentido del juego, los Redskins corrían (100 yardas y 2 TD de Ryan Torain) y la defensa de los Colts se veían totalmente incapaces de frenar el ataque terrestre. Pero como nunca hay paciencia suficiente como para continuar corriendo hasta asfaltar la defensa rival, el partido se decantaba claramente por los visitantes, que además tenían la opción de correr cuando los Redskins se ponían en defensa Dime. Así Joseph Addai y cuando éste se lesionó, Mike Hart, tuvieron la mejor actuación de la temporada (171 yardas y un TD entre los dos).

 

Reggie Wayne, Austin Collie y Dallas Clark fueron, los receptores más activos de Manning, pero los highlights fueron para Pierre Garçon, que protagonizó un par de drops clamorosos, pero también un  TD de 57 yardas y una estratosférica recepción a una mano que sin duda será una de los «top three» de la temporada.

 

Sólo los turnovers (fumbles de Manning, Adday y Kenny Moore) mantuvieron a los Redskins en el partido, haciendo la goma. Al final tuvieron incluso un par de balones para darle la vuelta al marcador, pero entonces es cuando la presencia de Dwight Freeney y Robert Mathis se siente más y Donovan McNabb (26/49, 357 yardas, TD) no supo hacer más que completar un pase corto, lanzar dos incompletos, encajar un sack y ser interceptado en su último pase desesperado. Los Colts llevan así 29 victorias consecutivas cuando van ganando en el 4º cuarto.

 

CHEERLEADER DE LA SEMANA

Los Minnesota Vikings (2-3) dieron una alegría a sus cheerleaders y al resto de la parroquia vikinga ganando la “Desperation Bowl” a los Dallas Cowboys (1-4). Es para estar contento, ya que ganaron un partido crucial sumando apenas 188 yardas ofensivas (por 314 de sus rivales) en un partido regularcito en todas sus líneas. Sin embargo las 118 yardas y un TD de Brett Favre y las 73 y otro TD de Adrian Peterson bastan para ganar si tienes delante a los Cowboys, especialistas en derrotarse a sí mismos.

 

También ayudó (y mucho) el retorno para TD del kickoff inicial del 3º cuarto, obra de Percy Harvin, que cambió la dinámica del partido. Los Vikings pasaron de ir a rastras tras sus rivales a dominar el partido en la 2ª mitad.

 

Los Boys volvieron a poner piedras en su camino. Tony Romo movió las cadenas (24/32, 220 yardas, 3 TD), pero también fue interceptado en dos ocasiones por E.J. Henderson, quien engañó por completo al QB en el 4º cuarto con el típico, “amago blitz pero luego bajo en cobertura”. Peor fueron de nuevo las numerosas faltas (11), incluyendo otra por “celebración excesiva” de un TD, después de que la pasada jornada otra similar tuvo un coste altísimo. Vamos, ¿es que están los Cowboys para celebrar algo? Eso es una muestra de poca disciplina y de poco control del head coach. La verdad es que si miras a Wade Phillips, te parece más un entrañable abuelito a quien le vas a dar el beso de buenas noches, que un head coah de la NFL. Me parece que los vaqueros van a ser otro de los equipos que le van a echar los tejos a Bill Cowher.

 

 

Randy Moss re-debutó en casa con una actuación discreta (5 recepciones, 55 yardas). A partir de aquí se separan las trayectorias de los «cincuentañeors». Los Boys quedan tocados y semi-hundidos, en una división en la que todos están más o menos fuertes. Por el contrario, los Vikings se salvan de caer al hoyo y ven cómo el resto de sus rivales divisionales no tiene mejor aspecto. Favre sigue en la cola de los QB de la liga en rating, y se enfrenta a una semana llena de asuntos extradeportivos, que culminará con la nueva visita a Lambeau Field, la 119ª, con la que batiraá el récord de John Elway en el Mile High. Si los Vikings ganan a sus grandes rivales, que pasan por momentos más que complicados, darán la vuelta a su temporada.

 

LA NFC «NO TAN WORST»

Siempre hay jornadas de esas en que los equipos del oeste no parecen tan malos. Con los Cards de bye, el resto de los equipos de la NFC «Worst» ganaron sus respectivos encuentros. El pleno negativo se lo llevaron los de la AFC Oeste, quienes no rascaron bola, aunque la mitad de ellos tuvo en sus manos la victoria.

 

Una de las grandes sorpesas de la jornada fue la victoria de los Seattle Seahawks (3-2) en la Ciudad del Viento. No es que los  Chicago Bears (4-2) no estén al nivel de su récord, que no lo están, es que los Seahawks sor realmente malos fuera del Qwest Field. Pero si sabes aprovechar la semana de bye y tienes enfrente al equipo del cabezón de Mike Martz, puedes preparar un buen gameplan. Este consistió simple y llanamente en ir a por Jay Cutler, que volvía a la alineación después de que los Giants le machacasen 15 días antes. Los Sehawks le propinaron otra media docena de sacks, uno de ellos para un Safety. Los Bears ya ha encajado 27 en los 6 primeros partidos de la temporada. Martz no se apea de la burra: 12 jugadas de carrera por 47 de pase. Multiples receptores y poca protección al QB. El resultado puede acabar en un juicio por lo penal.

 

A los Seahawks les bastó un apañadita ofensiva para ganar el partido. Matt Hasselbeck completó 25/40 pases para 242 yardas y un TD y entre Justin Forsett y Marshawn Lynch sumaron 11 yardas y 2 TD. Suficiente. El mejor de los locales fue Devin Hester, que retornó un punt 89 yardas para TD en los minutos finales. Hester iguala el récord de Brian Mitchell con sus 13 retornos totales para TD y se queda a sólo uno del récord de retornos de punt para TD (10) de Eric Metcalf.

 

Los St. Louis Rams (3-3) volvieron a mostrarse fuertes en casa, precisamente contra unos San Diego Chargers (2-4), que cuentan sus salidas por derrotas.

 

Lo único que le faltaba a Philiph Rivers (22/37, 249 yardas, TD, pick, 7 sacks encajados) era perder a Antonio Gates por lesión. Lo llevo diciendo varias semanas, es como para colgar las botas. Los Chargers tienen estadísticamente el mejor ataque y la mejor defensa de la liga (yardas totales/permitidas), pero su récord es de 2-4. Hay que encontrar quién en la franquicia ha ofendido tan gravemente a los dioses del football.

 

El domingo un magnífico Sam Bradford (18/31, 198 yardas, TD) y Steven Jackson (29 acarreos, 109 yardas, TD) pusieron a los Rams 17-0 a dos minutos para el descanso. El resto del partido se lo pasaron defendiendo y quemando el reloj. Rivers hizo lo quue pudo con el supporting cast que le quedaba, llegando a ponerse a 3 puntos a falta de 3:16 para el final. Pero no volvió a tocar el balón, 5 carreras consecutivas de Jackson agotaron el tiempo.

 

LONDON CALLING

A dos semanas vista, la victoria de los San Francisco 49ers (1-5) en la Batalla de la Bahía, si se acompaña de una victoria en Charlotte el próximo domingo, hará que los Mineros se jueguen algo en Londres.

 

No es que los 49ers completaran un buen encuentro, completaron un buen 4º cuarto, por lo menos en lo que se refiere al ataque. Durante los 3 primeros cuartos el ataque de los locales volvió a ser insufrible. Hasta el último drive del 3º cuarto, los 49ers sumaban 137 yardas ofensivas totales y 3 puntos. La defensa, sin embargo, completó un magnífico partido, manteneniendo alejados a los Oakland Raiders (2-4) de la endzone. Jason Campbell (8/21, 83 yardas, 2 picks) estuvo inoperante y el juego de carrera de Michael Bush (20 acarreos, 47 yardas) tampoco fue más allá.

 

La última jugada del 3º cuarto, un pase de TD de 32 yardas a Michael Crabtree, culminaba un magnífico drive de 91 yardas de Alex Smith (16/33, 196 yardas, 2 TD) y fue un prolegómeno de un productivo 4º cuarto, en el que Frank Gore (25 acarreos, 149 yardas) sentó con su escapada de 64 yardas el TD de la tranquilidad de Vernon Davis. Los 49ers completaron su 1º partido sin turnovers y el resultado salta a la vista. Crabtree se vengó del equipo que lo tenía que haber seleccionado con el pick #7 en el draft del año pasado. Por lo menos era lo que esperaban él y su agente.

 

Los Denver Broncos (2-4) podrían estar disfrutando de una magnífica victoria… si a Renaldo Hill no se le hubiera ocurrido cometer una interferencia de pase tan flagrante. A los cebras nos les quedó otra que pitarlo. Hill agarró la máscara de Santonio Holmes en la yarda 2, de manera tan notoria como absurda. Los New York Jets (5-1) se encontraban en 4ª y 6, en mitad del campo, a 1:16 del final y 3 puntos abajo en el marcador.

 

Estoy de acuerdo con mi vecino de columna, José Villelabeitia, en que la regla debe cambiar (no así el que sea revisable, es una falta interpretativa y se debe pitar en el campo, como los holdings). Creo que una sanción de 15 yardas y 1º down sería perfecta y justa. También me parece excesiva e injusta la sanción por contacto ilegal, que dan un 1º down automático y pueden convertir un 3ª y 20 en un 1º down por un punch un poco más allá de las 5 yardas. Pero eso es otra historia.

 

La jugada salvó a unos Jets que estuvieron a merced de los Broncos. Mark Sanchez (17/30, 198 yardas, TD) lanzó sus primeros dos picks de la temporada en la 1ª mitad del partido, pero no se vino abajo y tuvo una buena 2ª mitad. En el otro sentido del juego, Kyle Orton (14/34, 209 yardas, TD) le buscó las cosquillas a Darrelle Revis y el CB quedó en evidencia frecuentemente, sobre todo el el pase de TD al rookie Demaryius Thomas. Tim Tebow anotó su 1º TD en un scramble de 5 yardas en el 1º cuarto. Sale ocasionalmente a disputar algún snap, pero aún no ha lanzado un pase. Seguro que en Wembley hay muchos aficionados con ganas de verle jugar. Habrá que estar atentos si Orton sufre algún tipo de vudú el próximo domingo.

 

Al final, LaDainian Tomlinson, que ya había empatado el partido a mediados del 4º cuarto con una carrera de 20 yardas de las suyas, anotó cómodamente el TD de la victoria. Los Broncos, a la desesperada, cometieron un fumble en un snap y el partido finalizó para disgusto de los locales.

 

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Y si lo que les pasó a los Broncos fue malo, lo de los Kansas City Chiefs (3-2) es peor, porque en una jugada similar, la falta la hizo el atacante, Andre Johnson (8 recepciones, 138 yardas, TD). Los Chiefs llevaban una ventaja de 10 puntos a menos de 5 minutos del final, merced a un espectacular partido de Matt Cassel (20/29, 201 yardas, 3 TD) y de sus corredores, con 193 yardas de carrera y un TD para Mr. Inside (Thomas Jones) & Mr. Outside (Jamaal Charles). Dwayne Bowe estuvo más atento y atrapó 6 balones para 108 yardas y 2 TD. Hasta Mike Vrabel pilló desprevenida a la defensa tejana, anotando un TD en situación de goaline. Claro, ¡Sólo lo ha hecho antes 9 veces!

 

Los Houston Texans (4-2) siguen siendo un equipo de impulsos. Son capaces de enlazar 4 victorias consecutiva o 4 derrotas, o encajar 3 TD seguidos para meter luego 4. Matt Schaub (25/33, 305 yardas, 2 TD) dirigió la remontada que evitó la 3ª derrota consecutiva y ponerse con un récord de 3-3. Arian Foster acercó a los suyos a 3 puntos con su 2º TD, a falta de 3 minutos y medio. En el siguiente drive, Johnson anotó el TD de la vicotria después de verse beneficiado por la jugada antes aludida.

 

Otro de los partidos de la jornada fue el de Foxboro. Los Baltimore Ravens (4-2) tuvieron en su mano la victoria en un tenso duelo entre dos equipos que, diciéndolo finamente, no se caen bien. Un buen partido de Joe Flacco (27/35, 285 yardas, 2 TD) se vio malogrado por la cobardía de John Harbaugh, que no se atrevió a jugarse un par de 4º downs teniendo en sus filas una gran OL y a Ray Rice (126 yardas desde el scrimmage en 36 toques de balón). Especialmente sangrante fue el 4ª y pulgadas en medio campo con 10 puntos de ventaja en el 4º down. Harbaugh fue más conservador que el play calling del Army-Navy de 1923. Tom Brady (27/44, 292 yardas, TD, 2 picks) sólo necesitó 4 jugadas para llevar el balón al punto donde se habrían quedado si no hubieran completado el intento.

 

A los New England Patriots (4-1) si no los rematas te la lían. Con el retorno de Deion Branch (parece que no se había ido con sus 98 yardas y un TD en 9 recepciones), los Pats volvieron a su estilo clásico de ataque machacón, que no sabes por donde te va a venir, y consiguieron remontar el partido y llevarlo a la prórroga. En ésta, después de 6 drives, una absurda falta personal de Le’Ron McClain propició una buena posición de campo que permitió a Stephen Gostkowski chutar el FG de la victoria, de 35 yardas, a sólo 2 minurtos del final del tiempo extra.

 

Es de señalar el golpe casco contra casco que le propinó Brandon Meriweather a Todd Heap, del que se recuperó a duras penas. Es uno de los que han originado el debate de moda en esta semana, la posible sanción de partidos por este tipo de golpes. Todo hay que decirlo, el safety ya se ha disculpado por el golpe.

 

James Harrison fue el principal protagonista del asunto, con sus innecesarios, violentos y peligrosos golpes a la cabeza a Josh Cribbs y Mohamed Massaquoi. El LB no sólo no se arrepiente sino que alardea de sus golpes y aún ha amenazado con retirarse de la NFL. Harrison robó un poco de protagonismo a Ben Roethlisberger en su retorno a la competición después de otro azaroso verano y una sanción de 4 partidos. Teniendo en frente a los Cleveland Browns (1-5), la ocasión parecía propicia para el lucimiento del QB, y así lo fue. Sobreponiéndose a una temprana intercepción, Big Ben completó 16/27 pases para 257 yardas y 3 TD a sus tres principales receptores. Los Pittsburgh Steelers (4-1) ganan profundidad con su retorno y se convierten en el enemigo a batir en la liga.

 

Las lesiones de Seneca Wallace y Jake Delhomme propiciaron el debut del rookie Colt McCoy en la NFL. Completó 23/33 pases para 281 yardas. Fue interceptado en dos ocasiones (no es fácil comenzar tu carrera contra los Steelers y con tus receptores conmocionados), pero por lo menos lanzó su 1º pase de TD, al TE Ben Watson, de 12 yardas.

 

La jornada se completó con un aburrido MNF entre unos Tennessee Titans (4-2), que, a pesar de la lesión de Vince Young (3/5, 61 yardas, TD), siguieron funcionando con Kerry Collins (11/16, 110 yardas, TD). Chris Johnson sumó otras 111 yardas y otro TD. Los Jacksonville Jaguars (3-3), en cambio, no funcionaron ni con el titular, David Garrard (7/12, 49 yardas, pick), ni con el suplente cuando éste se lesionó. Trent Edwards debutó ante su nueva afición completando 14 de los 24 pases que lanzó y siendo interceptado en 2 ocasiones. Tuvo un buen drive inical, pero Marcedes Lewis dejó caer un balón a 10 yardas de la goaline. Un desastre.

 

BYES DE LA SEMANA

La 6ª jornada estaba destinada a ser espectacular. El que Buffalo Bills (0-5) y Carolina Panthers (0-5) estuvieran de bye no cabe duda de que cotribuyó a ello. Ambos equipos ya han optado por el Plan B, pero de momento ni Ryan Fitzpatrick ni Jimmy Clausen les han dado una victoria. A los dos les vendrá bien una semana de descanso para poder darle la vuelta a su penoso inicio liguero. Tampoco le viene mal el descanso a los Cincinnati Bengals (2-3), que están muy lejos del equipo que sorprendió a todos la pasada temporada y que ganó todos sus partidos divisionales. Ni Carson Palmer ni la defensa se acercan al nivel esperado. Por último, tenemos de descanso a los Arizona Cardinals (3-2), uno de los peores equipos de la liga con récord positivo. También optó por su Plan B particular, o Plan C, y no le vendrá nada mal a su undrafted rookie QB, Max Hall, una semana extra para ir cogiendo las riendas del ataque de los Cards. Sus tres rivales divisionales ganaron el domingo, algo que no se ve con frecuencia.

 

 

 

Es, hoy por hoy, el equipo más sólido a ambos lados del balón.

 

Los Broncos les regalaron el partido, pero siguen arriba.

 

 

A falta de que se defina quién es favorito en la NFC, los Ravens completan el triplete de la AFC.

 

 

Tienen dos visitas complicadas a la vista. Así no hay manera de perder el liderato.

 

Reciben a los 49ers tras el bye. Ojo!, que llegan con una racha de una victoria consecutiva.

Ni Delhomme ni Wallace, ya estamos en el Plan C: McCoy.

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Josu Arrieta
Josu Arrieta es natural de Errenteria (Gipuzkoa), médico de profesión, y aficionado al fútbol americano desde la década de los 80, lo que le convirtió en seguidor de los 49ers, con Jerry Rice como bandera. En cuanto al college football, reparte su corazón entre la tradición de los Fighting Irish de Notre Dame y los Broncos de Boise State, por sus vínculos con la numerosa colonia vasca de Boise. Analiza en su columna semanal la jornada de la NFL desde 2005. @JosuArrieta

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