Arizona encuentra oasis en su travesía

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La universidad de Arizona puede dudosamente “presumir” de ser el único integrante de toda la conferencia PAC-10 en no haber sido invitado nunca a la Rose Bowl desde que se afiliasen dentro de la propia conferencia en 1978. Sin embargo, las expectativas han cambiado radicalmente en Tucson después de que los Wildcats se quedasen ya a las puertas de llevarNick Folesse la propia conferencia la anterior temporada (3 derrotas ajustadas por 3 puntos). Los pupilos de Mike Stoops recuperan prácticamente intacto su ataque con 8 titulares, mientras que la defensa continúa mostrándose áspera y física, después de permitir solamente 8 puntos en los dos primeros en fre ntamientos. El showdown ante Iowa (No.9 del AP Poll) era el escenario perfecto (posiblemente el encuentro más importante en los 81 años de historia del Arizona Stadium) que envisionaba el programa para cimentar un punto de partida en su particular travesía a través del desierto dirección (oeste) Arroyo Seco, pero los Hawkeyes ya enseñaron a estos chicos el año pasado como se juega a esto, después de dominarlos en el control del reloj en Iowa en una victoria por 10 puntos. Sin embargo, parece ser que los Wildcats tomaron buena nota de éste filosofía old-sch ool in-your-face. Arizona bloqueaba el primer punt de Iowa en todo el partido para que el QB Nick Foles (28/39, un 72% para 303 yardas, 2 TD y 1 INT) conectase en la endzone con el WR David Douglas, mientras que el CB Trevin Wade interceptaría a Ricky Stanzi después de que Marvin McNutt viese como el lanzamiento se le escapaba entre sus manos, retornándolo el propio Wade 85 yardas para TD. Después de un primer cuarto ofensivamente miserable de los Hawkeyes, Arizona minaría aún más la moral de los pupilos de Ferentz (viajaron 2.500 kilómetros en un kickoff de noche en Iowa City y ante temperaturas de 38 grados en el desierto), con Travis Cobb retornando el kickoff 100 yardas para TD, después de que el RB Jewel Hampton (fuera el resto de la anterior temporada por cruzado) liderase la primera anotación visitante (en el primer TD recibido por los Wildcats en todo el año). Con 20 puntos arriba en el descanso, Arizona cimentaría su ventaja en la primera parte con un big-play tras otro, en un excitante y muy ruidoso Arizona Stadium y gracias a una línea defensiva asfixiante y tremendamente física (6 sacks). En la segunda mitad cambiaría completamente todo con los comeback-kids (ganado a pulso tras la exitosa anterior temporada) deteniendo en 58 yardas totales (en el tercer cuarto) a Arizona y Ricky Stanzi (18/33 para 278 yardas, 3 TD y 1 INT) encontraría completamente abierto hombre-a-hombre frente al safety al WR Johnson-Koulianos en un post-pattern de 37 yardas para TD. En el último cuarto, el WR William “Bug” Wright veía como en su intento de retorno de punt, el balón golpeaba sobre su casco (en todo un «bug», haciendo gala de su mote), provocando un fumble recuperado contundentemente por Iowa en la yarda 18 de los Wildcats, donde Stanzi conectaría para TD sobre su back-foot con el WR Marvin McNutt en el jump-ball sobre la endzone. Inmediatamente, Nick Foles picaba fácilmente en el drop-back del end Broderick Binns, y éste retornaba la intercepción 20 yardas para TD. Cuando Iowa tenía todo el momento a su favor, vendiendo cara la piel del oso después de recuperar los 20 puntos de distancia sobre el marcador (en menos de 15 minutos), Nick Foles comprendió que los Wildcats no podían dejar pasar esta fantástica oportunidad. El QB natural de Austin y procedente Michigan State (transfer) mostró su carácter ganador y liderazgo, cimentando y responsabilizándose personalmente (5 de 6 para 76 yardas) del drive ganador de 72 yardas, después de que Iowa estuviese cerca de truncar las ilusiones de la base de fans de Tucson. En tercer down y 4 yardas, Foles encontraría en el fondo de la endzone, entre una marea de defensores, al diminuto WR William Wright (el mismo que ocasionó el fumble en el retorno), permitiendo que Arizona se situé momentáneamente con un 3-0 por primera vez desde la exitosa temporada del 12-1 de 1998, además de batir al primer rival ranqueado en el Top10 en el desierto desde 1989. Qué ambos conjuntos se combinasen para únicamente 82 yardas de carrera (en 56 intentos) habla de la naturaleza de éste partido y de ambos conjuntos. Arizona ya tiene el respeto perdido después de la sonrojante derrota por 33-0 en la pasada Holiday Bowl ante Nebraska, pero su temporada no debe acabar aquí. (R: 27-34)

 

Los Wolfpack “ayudan” en la causa… pero siguen en la suya

 

Qué Nevada es uno de los ataques más productivos de todo el país no se le escapa a nadie. Con 165,6 yardas por partido de diferencia sobre sus rivales de la pasada temporada (guarismos superiores incluso a los de su célebre rival de conferencia, Boise State) habla del brutal potencial ofensivo del programa dirigido por Chris Ault, pero su característica Pistol Offense (popularizada y extendida ahora por toda la nación en poderosos programas como la universidad de Alabama) necesitaba de un marquee game a escala nacional que atrajese los focos de la nación, después de decepcionantes showdowns, en South Bend ante Notre Dame o en Lincoln ante Nebraska, en los últimos años. Tampoco Nevada recibe el valor real que merece a la sombra de Boise State en la WAC, pero irónicamente esta victoria reforzará sobre el papel el futuro matchup entre ambos en Reno, algo que se traduce en oportunidades de contender por el campeonato nacional por parte de los Broncos, en la particular búsqueda de rivales de identidad de Boise State. Pero regresando a la Wolfpack, que es la que nos concierne, el QB Colin Kapernick volvió a demostrar que es uno de los jugadores más dominantes del país en todas las fases (10/15 para 181 yardas y 2 TD, además de 148 yardas de carrera y 3 TD), liderando con eficiencia, compostura y dosis de electricidad escapando del pocket, un ataque que hizo todo lo quiso sobre la defensa de los Bears durante 37 minutos de éste showdown (mientras que CAL solamente dispuso de la posesión durante 23 minutos). El problema de Nevada se centra en una débil defensa que permitió 502 yardas (en solamente 23 minutos, mientras que los Wolfpack subirían 497 sobre CAL en 37), pero cuando el estelar RB Shane Vereen (19 carreras para 198 yardas y 3 TD) se echó sobre sus hombros toda la ofensiva de los Golden Bears tras una portentosa carrera de 50 yardas y dejando a CAL en solamente un touchdown de diferencia, el CB Marlon Johnson se adelantaría sobre un quick-throw de Kevin Riley en un lanzamiento sobre el WR true-freshman Keenan Allen, interceptándolo y retornándolo mansamente 65 yardas para TD, mostrando cierta oportunidad en un momento de inflexión del partido, después de que la defensa de los Wolpack apenas aportase rendimiento en toda la noche a los de Reno (3 intercepciones, de todos modos). El punto de inflexión en la temporada de Nevada se encontrará la próxima semana en Provo ante BYU, pero siempre es buen comienzo desmantelar un conjunto de la propaganda, historia y tradición de California en la conferencia PAC-10. (R: 31-52)

 

Arky dispone ya de su “signature-win” fuera de Fayetteville

 

Desde que en el 2005 se alzasen ante pronóstico con la SEC, Georgia ha entrado en una preocupante sequía de apariciones en el big-game de Atlanta, que ha comenzando a preocupar dentro del programa. Después de finalizar No.2 y No.13 en el AP Poll en las temporadas 2007 y 2008 tras acumular squads repletos de talento y profundidad, hay una sensación “vaga” de que el head-coach Mark Richt comienza a desaprovechar hornadas de gran talento en Athens. Sin embargo, ante el gran retroceso experimentado por la universidad de Florida o la profunda reconstrucción en Rocky-Top, muchos analistas de prestigio abogaban porque los Dawgs fulminarían tajantemente esta racha negativa en la presente temporada. Pero con el mediocre juego desplegado hasta el momento, es muy probable que estos Bulldogs no aspiren a grandes metas dentro de la conferencia (sobre todo teniendo en cuenta que viajarán a Auburn o Florida en Jacksonville, además de la derrota en Columbia ante South Carolina, quienes les aventajan ya en un partido). Es la primera vez desde 1993 que los Bulldogs se presentan con un record de 0-2 en la SEC (y ambas derrotas Between-The-Hedges, como se conoce vulgarmente a Sanford Stadium). Sino llegan a ser por 8 minutos excesivamente relajados de los Hogs, el impacto de la derrota hubiese sido mucho más severo. Con una cómoda ventaja 24-10 de Arky sobre el luminoso, después de sobrepasar en todas las fases del partido a los Dawgs, sólo un play-calling indeciso desde la banda y varios lanzamientos demasiado largos del QB Ryan Mallet, permitirían a UGA recuperar la diferencia en el marcador gracias, en parte, al cañón del joven QB Aaron Murray (el único que se salva de la quema). La línea defensiva de los Bulldogs estaría missing desde el segundo al último drive de los Hogs, mientras que la supuesta poderosa línea ofensiva de UGA (155 titularidades, No.1 de todo el FBS en este apartado) fue incapaz de generar nada en el juego terrestre (139 yardas de carrera con un pobre promedio de 3.4 yardas). Sus equipos especiales, que apuntaban sobre el papel a uno de los mejores de toda la nación, encajarían (momentáneamente) un retorno de punt del WR Joe Adams (aunque sería anulado) y experimentaría un punt horrible del punter All-American Drew Butler (de 31 yardas, con la gran posibilidad de encerrar a los Hogs en su campo), permitiendo a Ryan Mallet tener una última oportunidad en los instantes finales. Cuando muchos comenzaban a cuestionarse el síndrome del head-coach Bobby Petrino para cerrar showdowns en el último cuarto, Ryan Mallet (21/33 para 380 yardas y 3 TD) justificó su “hype” de contendiente al Heisman con un drive de 73 yardas, en 3 jugadas y 33 segundos. Cierto es que la defensa de UGA mostró un esfuerzo paupérrimo con el partido sobre el limbo. El nombre de Mark Richt se asoma sobre el hot-seat de Athens, después de todo lo que ha significado en antaño para el programa. (R: 31-24)


Nebraska encuentra potencial QB en Taylor Martinez


Rápidamente, el head-coach Bo Pelini ha sido capaz de reconducir la enorme nave Cornhusker y recuperar la autoestima entre la ferviente base de fans de Lincoln, después de sobrevivir entre temporadas miserables poco aptas para los altos estándares de este histórico programa. Ya la temporada pasada conseguiría “revivir” a la célebre black-shirt defense que giraría entorno al espectacular DT Ndamukong Suh (posiblemente, el jugador con mayores elogios entre la nación de la historia del programa). Este año, Nebraska se encuentra en el tercer año bajo el sistema de Bo Pelini, con varios de sus recruits ocupando puestos de relevancia y el squad comienza a ser bastante experimentado, sin embargo, los Cornhuskers necesitaban urgentemente descubrir un sólido QB sobre el que confiar, tras la mediocre temporada tanto de Zac Lee como de Cody Green. Esta era la guinda del pastel que Nebraska necesita para poder pelear codo con codo con Oklahoma o Texas por la supremacía de la conferencia Big-XII (antes de marcharse a la Big-10 la próxima temporada), y pueden haber encontrado ese ingrediente en el redshirt freshman Taylor Martinez. Martinez se mostraría muy confiado y calculador sobre el pocket (7/11 para 150 yardas y 1 TD), reduciendo sus errores al mínimo, mientras que Jake Locker, el QB de este showdown con mayor “hype”, posibilidades de Heisman y discusiones de un potencial pick No.1 del Draft, experimentaría una actuación paupérrima (4/20 para 71 yardas, 1 TD y 2 INT), situando a sus receptores ante situaciones poco ventajosas, incapaz de encontrar nadie abierto tras la agresiva secundaria de Nebraska y con varios lanzamientos retrasados. El 20% de completaciones de Locker es el tercer peor registro de un QB en todo el FBS con al menos 20 intentos desde el 2004. En cambio, todo lo que Nebraska hizo fue literalmente pasar por encima terrestremente sobre la defensa de Washington, quienes por primera vez en toda la historia del programa permitirían a tres rivales superar las 100 yardas de carrera; El QB Taylor Martinez (19 intentos para 137 yardas y 3 TD) y los RB Roy Helu (10 carreras para 110 yardas y 2 TD) y Rex Burkhead (13 carreras para 104 yardas y 1 TD), sumando un total de 383 yardas terrestres en 35 minutos (533 yardas netas). Los 56 puntos de los Cornhuskers son el mayor registro del programa fuera del Memorial Stadium desde la Alamo Bowl del 2000. (R: 56-21)

 

Todo un duelo de pulgadas


Los Badgers de Bret Bielema son uno de los auténticos darkhorse de la conferencia Big-10 y ya el año pasado dieron su guerra con un récord de 10-3 y 81.3 yardas por partido de diferencia (No.2 de toda la conferencia) con únicamente 10 titulares recuperados. Este año el squad es bastante más experimentado (16 titulares retornan) y las expectativas generales han crecido después de la fantástica victoria en la Champs Sports Bowl ante la universidad de Miami. De todos modos, no con ello quita que Wisconsin haya necesitado de una acción concreta (en el momento concreto) para continuar vivo, pero los grandes equipos son capaces de realizar jugadas en los momentos clave. Qué se lo digan sino a Alabama el año pasado o Florida en el 2006 (ambos campeones nacionales en esas temporadas), aunque esta sufrida victoria puede haberle salido muy cara a los Badgers con la lesión del WLB Chris Borland, quien se volvería a dañar su hombro operado. Arizona State retornaría con facilidad un kickoff 97 yardas por parte de Omar Bolden para ponerse por delante, sin embargo, el WR George Bell no situaría un pie en la endzone por 4 pulgadas después de un fantástico lanzamiento de Steven Threet (los Devils se conformarían con el FG) y apenas segundos para finalizar la primera parte, Kyle Middlebrooks retornaría nuevamente 95 yardas el kickoff quedándose en 36 pulgadas (con el reloj a cero) de anotar otro nuevo touchdown. El cachondeo (sarcástico) del respetable de Madison fue clarividente cada vez que los Badgers conseguían placar un retorno de kickoff o de punt, no sin antes permitir una gran ganancia. La unidad de cobertura de Wisconsin fue de auténtico chiste (ASU conseguiría 261 yardas en retornos de kick-off, más que sus guarismos aéreos o terrestres en ataque). Pero el coaching-staff de Bielema desempeñaría un fantástico trabajo permitiendo que el big-back John Clay (quien alcanzó por noveno partido consecutivo la marca de las 100 yardas terrestres, el mejor registro actual del FBS) llegase fresco a los instantes finales, donde quemaría a la defensa de ASU con una carrera de 19 yardas para subir 7 puntos de diferencia en el marcador en los instantes finales del tercer cuarto. Sin embargo, los Sun Devils recortarían diferencias muy cerca del final del último cuarto con una carrera corta de 2 yardas del RB Cameron Marshall, pero en el intento de extra-point para igualar el encuentro, el SS Jay Valai se elevaría sobre la protección de los Devils, bloqueando el intento por 4 pulgadas. (R: 19-20)


Clemson sufre una tortura después de un arranque brillante

 

Nada menos que 58 años (desde 1952), con trece enfrentamientos consecutivos mordiendo el polvo, Clemson se presentaba con este panorama en The Plains como auténtico underdog, llevando la bandera de una conferencia ACC donde sus principales contendientes están de auténtica capa caída en este comienzo de la presente temporada (1-8 frente a equipos de conferencias que no presentan clasificación automática para el BCS), sin embargo, nunca los Tigers estuvieron tan cerca de batir a sus homónimos rivales en una batalla épica y tremendamente física, decidida por un error aislado (dentro del cómputo del enfrentamiento), pero totalmente decisivo y tremendamente doloroso para los intereses del propio squad de South Carolina. Este talentoso grupo del head-coach Dabo Swinney se mostraba un tanto tapado e infravalorado en la pretemporada, después de la pérdida de uno de sus mejores baluartes de toda la historia del programa, el RB CJ Spiller, quien puso rumbo directo a la NFL. El OC Billy Napier y el propio Swinney desplegarían un play-calling fantástico (como hacía tiempo que no se veía a Clemson en todo un showdown en primetime), manteniendo fuera de equilibrio a la defensa local y evitando alejar el balón lejos del radar del poderoso front-seven de Auburn, y el nuevo Thunder & Lighting combo de runningbacks entre Jamie Harper (230 libras) y Andre Ellington (180 libras), quienes toman el testigo de James Davis y precisamente CJ Spiller, fue una auténtica pesadilla para la defensa de Auburn, demostrando que Clemson sigue siendo una factoría especial y muy productiva de excepcionales corredores. La defensa de AU decidiría atacar con su característica agresividad y decisión el backfield de Clemson, pero entonces Kyle Parker (21/35 para 227 yardas y 2 TD) respondió con todo un arsenal de screen-plays que funcionaron incluso en las situaciones más obvias, hasta que llegaría el momento que Clemson se aprovecharía de una defensa local fuera ya de sitio y completamente desquiciada. Sweeney llamaría a un fake de screen preciosamente ejecutado, para que Kyle Parker enviase un fantástico lanzamiento de 24 yardas, bajado en una no menos impresionante recepción en plancha del RB Jamie Harper. Los Tigers de Clemson silenciaban Jordan-Hare Stadium con una primera parte dominante e incluso cómoda, donde doblegarían en varias estadísticas ofensivas a un ataque local, nuevamente fuera de sitio (como en varias fases de la semana anterior en Starkville) y con un decepcionante play-calling del supuestamente gurú Gus Malzahn, con el QB Cameron Newton completamente desasistido. Solamente un aislado field-goal del estelar PK Wes Byrum (en el único viaje a la redzone rival en toda la primera parte) daba algo de respiro a AU con vistas a la segunda parte. A pesar de una nueva espectacular intercepción de la atlética secundaria de Clemson en el primer drive de toda la segunda mitad para la ofensiva local, Auburn mostraría en todo su esplendor su high-tempo offense con un ritmo endiablado e involucrando con mayor rigor a Newton (así señores es como funciona éste ataque), provocando, además, que la defensa de Clemson se mostrase brazos en jarra debido al agotamiento y el físico encuentro planteado desde la banda por Gene Chizik. Newton (7/14 para 203 yardas, 2 TD y 2 INT) comenzaba a combinarse por aire con el WR Darvin Adams (5 recepciones para 118 yardas y 1 TD), y ahora el dúo de RB entre Onterio McCalebb y Michael Dyer encontraba muchos más resquicios que durante toda la primera parte. El marcador situaría a Auburn sobre el luminoso con 24 puntos incontestados, después de unas frenéticas acciones ofensivas (258 yardas en solamente el tercer cuarto) y una agresividad e intensidad defensiva excepcional, hasta tal punto que un violento golpe del SS Mike McNeil sobre la espalda de Kyle Parker en un scramble, dejaría terriblemente tocado (y con incluso dificultades para mantenerse erguido) al QB sophomore durante el resto de la segunda parte. Las imágenes de Parker desconsolado en la banda y con cara de sufrimiento, fueron una constante durante toda la segunda parte, pero Parker hizo uso de la épica y el sufrimiento, y junto a la explosividad de Ellington (22 carreras para 140 yardas y 1 TD), conseguían igualar en el último cuarto un encuentro que parecía fuera ya de sus manos, después haberlo dominado durante gran parte de éste showdown. Con ambos squads decididos a la prórroga, Ellington incluso estaría muy cerca de girar la esquina para TD, y con el dolor en su espalda aumentando, Parker no podría encontrar a un objetivo abierto en la endzone en un comúnmente asequible roll-out para sus estándares. Con el único objetivo de ampliar la prórroga, el PK Chandler Catanzaro igualaría el partido momentáneamente, pero un doble movimiento en el instante del snap (correctamente sancionado, después de inicialmente ser señalado al revés), repetiría la acción y esta vez, Catanzaro enviaría su lanzamiento de 32 yardas desviado sobre la izquierda de los goal-poast. Auburn sufre, pero ante la mejor Clemson que un servidor recuerde en los últimos años, y los pupilos de Chizik continúan creciendo como equipo, después de una segunda parte imponente. (R: 24-27)

 

Texas se agarra con vigor a su defensa para sobrevivir

 

El end true-freshman Jackson Jeffcoat recuperaría un fumble de los Red Raiders dentro de su propia yarda 7 después de un erróneo snap para que el RB Foswhitt Whittaker salvase la distancia restante con un TD de carrera. En el siguiente drive de los Longhorns, Garrett Gilbert encontraría en el fondo de la endzone al WR Mike Davis después de un imponente drive de 7 jugadas y 79 yardas y todo apuntaba a una aplastante victoria de Texas con 14 puntos de ventaja en el marcador en apenas 6 minutos, sin embargo, Gilbert sería interceptado consecutivamente, siendo la última de ellas retornada 85 yardas para TD por el CB Jarvis Phillip (Gilbert aún sería interceptado nuevamente por Jarvis Phillips en la redzone al final de la primera parte). En el segundo cuarto, Taylor Potts encontraría en la esquina de la endzone en el fade al WR Lyle Leong para igualar el encuentro con un envío de 15 yardas. La ofensiva aérea de TTU poco tiene que ver con el particular festival de Mike Leach (144 yardas totales de ataque, los peores guarismos del programa en 10 años) y la línea ofensiva de los Raiders (quienes ya no cuentan con aquellos particulares maulers) sería incapaz de detener el frente defensivo de los ‘Horns, donde el dúo de defensive-ends entre Eddie Jones y Jackson Jeffcoat causaría auténtico terror, además de una secundaria que con estrellas como Aaron Williams, Curtis Brown, Chykie Brown y Blake Gideon (posiblemente la mejor de todo el país) sería una auténtica odisea de batir por aire para Potts. En el drive del comienzo de la segunda parte, Taylor Potts guiaría a TTU a la redzone de Texas, pero Curtis Brown interceptaría el lanzamiento y su retorno se intuía directo a la endzone, hasta que el RB Baron Batch conseguía pararle por la espalda en la yarda 14 de TTU, donde Texas se conformaría únicamente con un FG para adelantarse sobre el marcador. Gilbert aparecería en el drive definitivo guiando a los ‘Horns en una impresionante serie de 23 jugadas, 80 yardas y 9:25 minutos, no sin antes jugarse terrestremente un fake de punt dentro de su propia yarda 29 en una situación de cuarto down. Texas también se aliaría con una penalización por tauting de Will Ford en una situación de 3rd down y 13 yardas, después de que el TE Greg Smith cometiese el drop sobre la 27 de TTU. (R: 24-14)

 

Con esto de la Web 2.0, esta semana he decidido innovar en mi columna adaptando las novedosas e interesantes directrices de mi vecino de arriba, Jose Villelabeitia, quien magistralmente ha bautizado este apartado como “audibles” en su fabulosa columna semanal de la NFL. Mi ingenio no va a ir más allá de unas simples y rápidas reflexiones, características de nuestras «borracheras» semanales de football, pero que me parecen interesantes de liberar como aspectos intrínsecos de la propia semana. Vamos con ellos:

 

 

 

 


  • En los últimos años, Clemson jamás respondería a las expectativas en grandes escenarios. El sábado en The Plains lo hizo y en un ambiente terriblemente hostil.
  • Por cierto, el duo entre Jamie Harper y Adrian Ellington tiene muy poco que envidiar a los backfields más destacados.
  • En tres partidos, Cameron Newton es ya el icono absoluto de Auburn, a lo Terrelle Pryor en Columbus, con quien realmente encuentro similitudes cada vez más cercanas.
  • Este es el año de Auburn. Sin duda, el rival más peligroso de Alabama, pero Gus Malzahn tiene que sacar mayor rendimiento y eficiencia de ese ataque, tiene que demostrar sus dotes de gurú ofensivo.
  • La SEC debe temer el retorno de Mark Ingram. Nunca antes vi a un jugador con tanta agresividad y deseo de dominar a su oponente después de salir de una reciente lesión de rodilla y ante un rival menor. Ingram es aún más grande y explosivo, da realmente miedo.
  • Cincinnati es otro programa sin Brian Kelly, no hay mordiente y me temo que su retorno a la irrelevancia será inminente.
  • Hay que tener realmente muchas agallas para mandar un fake de FG en la OT, cuando era «viable» extenderla con otro nuevo FG. Mark DAntonio lo hizo y ante Notre Dame. Horas más tarde, sufriría un ataque al corazón. Los entrenadores en college dedican su vida a un programa, mientras que soportan una presión terrible. Esta vez valió la victoria de los Spartans, pero bien pudo haber tenido un resultado tenebroso.
  • De todos modos, pobre lectura de Brian Kelly en esa acción. Después del sack de Darius Fleming y ante un lejano FG de 48 yardas, toda la responsabilidad caería sobre un inexperto PK Kevin Muma. El fake es la única opción que puede vencerte y a Kelly se le presupone un genio creativo, debió valorar esa posibilidad. Kelly buscó bloquear a toda costa el FG, mientras que su defensa nunca estuvo preparada.
  • No me pregunten porqué. Notre Dame nunca tendrá defensa o equipos especiales, pero siempre encuentran competentes QB. Dayne Crist es ese hombre en South Bend.
  • Arizona es la viva imágen de Iowa el año pasado, pero éstos, en cambio, tienen un QB con compostura y liderazgo en el que confiar en los momentos críticos. Solo espero que su temporada no se circunscriba a la que para muchos es la victoria más importante del programa hasta la fecha.
  • Jake Locker tiene un talento y potencial fantástico para la NFL, pero el «hype» a su alrededor es desorbitado. Le ocurrió cuando llegó a Washington como el recruit más importante de la historia del programa, donde incluso se le comparó con Tim Tebow, y le vuelve a ocurrir ahora de nuevo cuando se le proyecta a cotas más altas.
  • Ahora que lo pienso, ¿Debería Josu Arrieta rebautizar su «Lockerómetro»? Propongo el «Luckómetro».
  • Michigan vuelve a filtrear en Ann Arbor, pero esta vez tiene a Danard Robinson para salir del embrollo.
  • Con acciones de auténtico receptor, Patrick Peterson demostró que, hoy por hoy, no hay mejor CB en todo el país.
  • Houston Nutt se mete en un verdadero lio. Ahora hasta Vanderbilt moja en Oxford, y en ese programa hay talento suficiente, con Jeremiah Masoli complemente integrado dentro del squad. Los Rebels deben hacer algo porque esto sólo acaba de empezar.
  • Ryan Mallet es el QB de moda después de su clinic en Athens, pero en la secundaria de Georgia son unas madres. La Cover-2 fue inoportuna e inocente, pero también pobremente ejecutada, ¿nadie pudo golpear a Greg Childs sobre la línea de scrimmage?
  • Georgia añora muchísimo a AJ Green. Arkansas no respetó nada de lo que intentarían sobre el aire Aaron Murray y los propios Bulldogs.
  • TCU mostró lo lejano que se encuentra Baylor de los programas trascendentes del país. La vida del QB Robert Griffin, llamado a marcar época tras un fantástico debut como true-freshman, es miserable en Waco. Su frustración fue constante ante la línea defensiva de los Frogs, hasta tal punto de calificar la actuación como «vergonzosa». ¿Puede estar Baylor acabando con el esperanzador potencial de Griffin?
  • El enorme progreso del puss-rush de Fresno State. Han pasado del anteúltimo lugar del FBS con meramente 11 sacks en toda la anterior temporada, a en únicamente dos partidos 10 (No.1 de todo el país), gracias a una línea defensiva liderada en el interior por Logan Harrell, líder en sacks de toda la nación, y Chris Carter en el exterior.
  • Oklahoma parece capaz de lo mejor y también de lo peor. Todo me hace apuntar a un conjunto impredecible. Sencillamente, una incógnita.
  • El sueño de alcanzar una bowl BCS e incluso el Heisman es ahora toda una utopía en Houston, después de perder para toda la temporada a su mega-estelar QB Case Keenum con lesión de cruzado, pero es que para males Cotton Turner, su backup, se rompería la clavícula y también está fuera. El viaje de los Cougars a Pasadena fue una auténtica pesadilla.

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Israel Llata
Israel Llata es natural de Maliaño, una localidad de Santander (Cantabria). Ingeniero informático de profesión y aficionado al fútbol americano desde mediados de los años 90, asombrado por la habilidad atlética del quarterback Steve Young y aquellos exitosos 49ers. En los últimos tiempos centraría su mirada sobre un desconocido pero excitante college football, destapando su corazón como entusiasta aficionado de Alabama, una institución a la que rinde culto. Analiza en su columna semanal la jornada universitaria desde 2007. @israel_lata

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