Cuando la fe no movió montañas

1229

Tuvo que aparecer toda ya una auténtica leyenda en el campus de la universidad de Alabama, el masivo DT de más de 360 libras Terrence Cody, apodado vulgarmente como “Mount”, para detener el último y definitivo avance de Tennessee en un intento de los Vols del coach Lane Kiffin por arruinar en la mismísima Tuscaloosa la ilusionante temporada de su archirival, los Crimson Tide del súper poderoso coach Nick Saban, en el clásico de otoño The Third Saturday In October, una de las rivalidades más fervientes y apasionantes de todo el sur de Estados Unidos. Realmente, nadie esperaba que Alabama, y especialmente su defensa (No.1 absoluta de toda la nación), mostrase signos tan evidentes de cansancio en los tres últimos minutos de este auténtico rivalry-game, pero una racha de cinco muy duros showdowns consecutivos en la conferencia SEC apunto estuvieron de hacer pedazos las ilusiones en la presente temporada de este orgulloso programa, sí no llega a ser por la figura del célebre DT de Gulf Coast CC (Mississippi) Terrence Cody, tremendamente popular en este estado en apenas dos temporadas como Crimson Tide, debido a sus sobrenaturales capacidades físicas para este deporte. Hasta en dos ocasiones, Cody reventaría la protección de field-goal de los Vols para conseguir penetración en el interior y bloquear contundentemente dos intentos bastante bajos de FG del PK Daniel Lincoln.

Una semana más, Alabama volvió a fracasar en el juego aéreo comandado por su QB Greg McElroy (18/29 para 120 yardas), a pesar de que el OC Jim McElwain diseñase un game-plan orientado a fomentar situaciones ventajosas sobre el estelar (pero otrora entristecido) WR Julio Jones (7 recepciones para 54 yardas), quien demostró lo infrautilizado que se encuentra bajo ese ataque, pero que sobre todo (y más importante para intereses Crimson Tide), se mostraría completamente sano por primera vez en todo el año. El bajón de rendimiento de McElroy ha coincidido con el momento exacto en el que se ha enfrentado ante defensas de identidad de la SEC, sufriendo su palpable desconocimiento de la velocidad, físico y atletismo de éstas. Su extenso repertorio de pobres lecturas y lanzamientos fuera de objetivo han sido una constante estas últimas semanas, hasta tal punto en el que el propio Nick Saban mostrase este sábado signos importantes de haber perdido su confianza en él ante terceros downs largos, donde prefirió buscar en corto a Julio Jones con quick-throws conservadores. ‘Bama, mientras tanto, seguiría disfrutando del éxito de su Wildcat (versión pseudo smash-mouth) de “dos cabezas” con su RB Heisman-Candidate Mark Ingram (18 carreras para 99 yardas) y el espectacular RB true-freshman Trent Richardson llegando al hand-off en el motion, aprovechándose de los sorprendentes aspectos en two-deep de los safeties de Tennessee hasta que el gurú DC Monte Kiffin decidió finalmente bajar nueve hombres al box. Los Volunteers conseguirían hacer daño con constantes quick-slants ofrecidos por la defensa rival, y el CB Kareem Jackson sufriría varias veces ante estas situaciones. El QB Jonathan Crompton (21/36 para 265, 1 TD y 1 INT) se combinaría varias veces con el RB Montario Hardesty en el slant y saliendo del backfield, sin embargo, mostraría también decisiones y ejecuciones bastante pobres, como un lanzamiento sobre-lanzado (adentrado en territorio Tide) e interceptado fácilmente por el safety Mark Barron. Las posesiones de los Vols fueron estériles, mientras que Alabama, cuando encontró un drive con poder y contundencia tras la Wildcat llegando hasta la 4 de UT en los últimos instantes de la primera parte, decidiría sorprendentemente buscar dos fades sin éxito sobre Julio Jones.

Comenzada la segunda parte, los Vols ingeniarían un interesante drive de 13 jugadas, donde castigarían por tierra sorprendentemente a la brutal defensa de ‘Bama, hasta que aparecería el all-around-player Javier Arenas con un explosivo CB-Blitz para conseguir el primer sack de toda la tarde sobre Crompton y concluir con cualquier posibilidad. Pero ante el evidente bloqueo ofensivo de Alabama, Tennessee amenazaría con otro nuevo drive profundo en los primeros instantes del último cuarto, pero la defensa de Alabama resistiría con firmeza los invistes, apenas permitiendo yardas y los Vols se consolarían con un intento de FG de 43 yardas, sin embargo, la defensa de ‘Bama conseguiría penetración por el interior y Mount Cody bloqueaba con violencia el intento de field-goal. Alabama no había conseguido ni un sólo primer down en toda la segunda parte, hasta que a menos de 10 minutos para el final del partido un lanzamiento de 10 yardas de Greg McElroy en el flat del lado derecho sobre el TE Brad Smelley acaba con esta racha negativa y un perfecto PK Leigh Tiffin, clave en esta victoria (4 de 4 incluyendo de 50 y 49), conseguía un nuevo FG largo de 49 yardas.

En los últimos instantes, Tennessee encerraría a Alabama dentro de sus propias 5 yardas, sin embargo, Ingram, en un alarde de gran confianza sobre los bloqueos de su línea de ataque, buscaría la dirección de la pila para cortar sobre el otro lado y llegar al siguiente nivel donde sería placado por la espalda. De lo contrario, hubiese sentenciado con un big-play. Con el LB Rico McCoy y el NT Dan Williams en la banda fuera del partido, Tennessee conseguiría aún así detener a ‘Bama, pero un desastroso roughing-into-the-kicker parecía acabar con cualquier esperanza, hasta que el “hombre más seguro de la faz de la tierra” (asegurado al menos en el estado de Alabama), Mark Ingram (con más de 200 intentos sin provocar un fumble), cometería uno en el momento más inoportuno. Crompton aprovecharía la extenuación de la defensa de ‘Bama (recibirán como agua de mayo el off-week de esta semana) y encontraba al all-around WR Gerarld Jones en el slant corriendo un crossing-pattern para anotar con facilidad un TD de 11 yardas. Todo se reduciría entonces a recuperar el onside-kick y Tennessee, con una fantástica ejecución de la jugada, sorprendentemente lo conseguía. Crompton conectaría 23 yardas en el seam con el TE Luke Stocker completamente abierto en el centro, pero una nefasta gestión del reloj de Lane Kiffin desde la banda dejaba a Tennessee con un intento de FG de 44 yardas a falta de 4 segundos, pero entonces la tarde volvería a oscurizarse repentinamente para el PK Daniel Lincoln. (R: 10-12)

Hasta que Christian Ponder dijo basta

El primer jueves noche en primetime en Chapel Hill en toda la historia del programa contaría con invitados de lujo como Lawrence Taylor o Julius Peppers, quienes retornaban a su alma máter, y todo estaba preparado para que se convirtiese en una noche especial para el resurgente programa liderado por Butch Davis desde la banda. Y no pudo comenzar mejor el encuentro para North Carolina, con su primer TD en el primer drive de un encuentro en toda la presente temporada. En un fracasado intento de la defensa de FSU por confundir el ataque de UNC con multitud de aspectos, el all-around WR Greg Little quemaría la secundaria con consecutivos crossing-routes, mientras que la línea defensiva de los ‘Noles sería incapaz de proporcionar presión ni controlar sus líneas de pase, teniendo el DC Mickey Andrews que solicitar un TO en los primeros minutos de este duelo. Un gadget-play con lanzamiento del fullback Bobby Rome sobre Little y un end-around sobre el propio Little, adelantaba a UNC con un drive fulminante en los primeros instantes. Mientras tanto, la OL de los Seminoles, considerablemente inferior en tamaño y poderío frente al front-seven de North Carolina, pasaría dificultades para contener a los Robert Quinn, Marvin Austin y cia, y esa superioridad sería aparente en los últimos instantes del primer cuarto, cuando los ends de UNC lograrían penetración y el DE EJ Wilson conseguía el sack y fumble forzado sobre Ponder, recuperado por Austin en la 27 de FSU, donde TJ Yates conectaría inmediatamente en el seam con su TE Ed Barham. Nueve penalizaciones de los Seminoles, -14 yardas terrestres y una inoperancia absoluta en ataque, donde la velocidad de la defensa de UNC marcaría la diferencia, sería la tónica habitual de una primera parte dominada completamente por los Tar Heels. A la vuelta del descanso, North Carolina, partiendo de una excelente posición de campo (en la 45 de los ‘Noles), ampliaría aún más la distancia con otro nuevo drive sólido basado en constantes misdirections-plays sobre Shaun Draughn y Greg Little (en ese momento, 117 yardas sobre las 110 totales de FSU) y en una paupérrima ejecución de la defensa de Florida State, pero entonces este encuentro cambiaría radicalmente, llegó el momento de Christian Ponder. El quarterback junior lideraría con maestría y autoridad el primer drive consistente de los ‘Noles en toda la noche (14 jugadas y 76 yardas), donde conectaría 6 yardas para TD en el slot-pattern con Taiwan Easterling, y entonces TJ Yates, muy disciplinada y sólido toda la noche, cometería su primer error grave, siendo interceptado por el FS Jaime Robinson en un inexplicable envío profundo buscando a un Greg Little rodeado de defensores rivales. Desde su propia yarda 3, Ponder ejecutaba el drop-back y enviaría profundo sobre el WR Rod Owens, quien con amago de hook-pattern provocaba el resbalón de su marca ganando la distancia suficiente para conseguir separación y más tarde, manteniendo su equilibrio con el intento de placaje de su propio marcaje, quedándose completamente libre para un TD de recepción de 98 yardas, que iguala el récord de la universidad para la jugada más larga. El partido había cambiado completamente, siendo ahora Christian Ponder y su atlética OL quienes se harían con el control absoluto del partido y un FG de 40 yardas del PK Dustin Hopkins en los primeros instantes del último cuarto, dejaba este duelo en tan sólo un punto, impensable varios minutos atrás. La imagen de preocupación y nerviosismo por parte de Lawrence Taylor desde la banda hablaba por si sola. Christian Ponder, ante los mejores guarismos de toda su carrera en Tallahassee (33/40 para 395 y 3 TD), enviaría un lanzamiento profundo sobre Jarmon Forston de 34 yardas y el QB natural de Texas subiría en el pocket conectando con su TE Beau Reliford, quien salía del backfield desde su posición de h-back para recepcionar un lanzamiento de 18 yardas para TD, dando la vuelta al marcador por primera vez en toda la noche y dejando a los Tar Heels sin capacidad de respuesta. (R: 30-27)

Los más viejos del lugar creyeron ver de nuevo a Marino

Como antesala del gran showdown del domingo entre los Pittsburgh Steelers y los Minnesota Vikings de la NFL, el Heinz Field Stadium mostraría un aspecto bastante modesto, no muy acorde con la envergadura y suma importancia de este encuentro para su propia universidad local, sin embargo, ya todos sabemos cual es el equipo que impera en Steel-City. Pittsburgh se jugaba conquistar la cabeza de la conferencia Big-East antes de sus duelos decisivos frente a sus dos máximos rivales por el título, Cincinnati y West Virginia, además, una potencial victoría subiría a su casillero un fantástico récord de 7-1, el mejor arranque para este programa desde 1982, donde entonces jugaba de QB titular un tal Dan Marino. Y la tarde no pudo ser mejor para los Panthers, quienes pasarían por encima de una muy apática South Florida, otra de las entonces grandes favoritas de pretemporada por la conferencia. Después de que el QB Bill Stull (comenzaría con un 11-11 en sus lanzamientos) y su cuerpo de receptores dominasen sin paliativos la secundaria de los Bulls, subiendo dos touchdowns sobre el marcador del TE Mike Cruz y el WR Jonathan Baldwin respectivamente, los Bulls mostrarían señales de vida por primera vez con un lanzamiento profundo de 40 yardas del QB BJ Daniels sobre Sterling Griffin, mientras que Daniels lideraría el drive con constantes option-reads y elusivas carreras, hasta que el RB Mike Ford redujese diferencias con un TD de carrera de 3 yardas, completando un drive fulminante de 8 jugadas, 80 yardas y poco más de 4 minutos, pero hasta ahí llegó South Florida, quienes a partir de entonces sencillamente no existieron. Bill Stull (18/25 para 245, 2 TD y 1 INT), sintiendo el aliento de los pass-rushers de USF, subiría en el pocket, amagaría el scramble, y manteniendo sus ojos sobre el campo, conectaría 35 yardas en un jump-ball sobre Jonathan Baldwin (6 recep. para 144 yardas y 1 TD), quien se encontraba en situación clara de man-to-man. El cuerpo de receptores de Pitt fue imparable para la secundaria de los Bulls, y un servidor perdería la cuenta de la cantidad de primeros downs de los Panthers (al final pude comprobar que fueron 21, frente a los 11 de USF). El RB Ray Graham conseguiría perforar el centro y mover la pila con una carrera de 16 yardas, que sumado a un facemask-penalty, dejaría a Pittsburgh en la yarda 5, donde el eléctrico RB Dion Lewis resolvía fácilmente la distancia restante con un cómodo TD de carrera de 1 yarda. De todas formas, el emergente RB estrella Dion Lewis había sido contenido de algún modo por la defensa de los Bulls, hasta los últimos instantes de la primera parte, donde explotaría con un eléctrico big-play de 48 yardas llegando hasta la 6 de South Florida. El propio Dion Lewis (23 carreras para 111 yardas y 2 TD) resolvería la distancia con un nuevo TD de 1 yarda con tan sólo 19 segundos para el descanso. Pittsburgh, después de hacer los deberes en la primera parte (anotarían en todas sus 5 posesiones), se tomaría con gran comodidad la segunda, en parte también por la nula capacidad de respuesta de los pupilos del coach Jim Leavitt. (R: 14-41)

CJ Spiller amarga la noche a los ‘Canes

Después de toda una tarde-noche muy intensa y realmente excéntrica con 12 cambios sobre el marcador y donde ambos squads se combinaron para 7 turnovers en Land Shark Stadium (el cual mostraba sobre sus gradas una imagen y atmósfera desoladora para todo lo que hubo en juego), tuvo que aparecer todo un clásico de la competición como es el all-around RB CJ Spiller, quien con la mareante cifra de 310 yardas all-purpose (que incluyen 81 terrestres, 104 totales aéreas, con una recepción de 56 yardas para TD, y un retorno de kick-off de 90 yardas para TD), dejaría a los Miami Hurricanes al borde del KO en la división Coastal, después de un inicio muy esperanzador por parte de los pupilos del coach Randy Shannon. La derrota de los ‘Canes llega como auténtica agua de Mayo para Georgia Tech y Virginia Tech, quienes se enfrentan ante la parte más blanda de sus respectivos calendarios. Siempre que Miami pareció hacerse con el tempo del partido aparecería el estelar RB CJ Spiller. Después del TD de 23 yardas de carrera del RB Damien Berry tras un drive aéreo excelente liderado por Jacory Harris, CJ Spiller retornaba con electrizante velocidad sobre el lado derecho un kick-off 90 yardas para TD y en la segunda parte, de nuevo Harris lideraría otra consistente drive combinándose con el WR Leonard Hankerson y recuperando la ventaja sobre el marcador, para que en tan sólo unos minutos más tarde, Kyle Parker encontrase a CJ Spiller completamente abierto tras el LB Sean Spence con una bomba de 56 yardas para TD. El DT-DE híbrido Allen Bailey, el mejor defensor de los ‘Canes sobre el campo en la tarde-noche del sábado, llegaría a Parker y provocaría un fumble recuperado por Marcus Robinson, quien sin oposición se escaparía hasta la endzone de los Tigers 53 yardas para TD. Después de lo que parecía otro nuevo día en la oficina para Jacory Harris (17/27 para 256, 2 TD y 3 INT), el quarterback local ejecutaría un lanzamiento pobre y bastante atrasado que caería mansamente sobre las manos del CB DeAndre McDaniel, quien lo retornaba 23 yardas para TD. Sin embargo, en solamente la siguiente acción, Jacory Harris ejecutaba el drop-back y golpeaba in-stride sobre el slant al veloz WR Travis Benjamin, quien se escapaba 69 yardas para TD. A pesar de que Clemson se vería por debajo del marcador hasta en 7 ocasiones, sin embargo, CJ Spiller y Kyle Parker (25/37 para 326, 3 TD y 1 INT) llevaban a Clemson hasta la 12 de Miami para igualar el partido con un FG de 30 yardas del PK Richard Jackson con 5 segundos sobre el reloj. En la prórroga, Miami decidió no arriesgar con un 4th down en la yarda 5 de los Tigers, confiando en su defensa, sin embargo, la unidad dirigida por el DC John Lovett dejaría a Parker demasiado tiempo en el pocket, para que éste con un agresivo lanzamiento de 26 yardas por el centro encontrase en el crossing-pattern a otro auténtico speedster como es el WR Jacoby Ford. (R: 40-37)

No fue bonito, pero sí efectivo

En una salida trampa para la sorprendente Iowa de Kirk Ferentz (líderes en solitario de la conferencia Big-10 e imbatidos), los Hawkeyes buscaban el primer inicio con un record de 8-0 en toda la historia de éste auténtico programa old-school, pero como se preveía, los pupilos de Ferentz tuvieron que sufrir hasta el último instante literalmente para noquear a los Spartans de Mark Dantonio en la siempre complicada East Lansing. Iowa sorprendería en los primeros instantes con un game-plan bastante sorprendente recayendo en demasía sobre los hombros del QB Ricky Stanzi, y los Hawkeyes fracasarían ofensivamente, además de perder por lesión de rodilla al talentoso RG Dace Richardson, el jugador más consistente up-front de Iowa y llamado a ser todo un auténtico All-American al finalizar la temporada. El RB Edwin Baker, recordando con sus veloces y eléctricos off-tackles al hiper-productivo Javon Ringer (actualmente en la NFL), pondría en apuros a la defensa Hawkeye, sin embargo, Iowa explotaría con éxito los stretch-plays del RB Adam Robinson (27 carreras para 109 yardas) por el lado izquierdo tras el estelar LT Bryan Bulaga junto los screen-plays sobre el talento RB true-freshman Brandon Wegher, siendo suficiente para mantener el luminoso igualado. En la segunda parte, el QB local Kirk Cousins (16/32 para 225 y 1 TD) aprovecharía dos agujeros en la secundaria rival para conectar con lanzamientos muy precisos de 28 y 19 yardas respectivamente sobre los wide-outs Blair White y Mark Dell, y junto a un big-play terrestre por fuera de 37 yardas del RB Edwin Baker, Michigan State llegaba hasta la yarda 1 de Iowa, sin embargo, el MLB Pat Angerer y el frente defensivo de los Hawkeyes, con un espectacular goal-line-stand, se negarían a encajar un touchdown, teniendo MSU que conformarse con un FG corto de 23 yardas. Iowa conseguiría también llegar profundo en los primeros instantes del último cuarto con una carrera poderosa de 11 yardas de Adam Robinson, sin embargo, al igual que la defensa Hawkeye anteriormente, la D de MSU detendría a Iowa en tan sólo 1 yarda con otro nuevo goal-line-stand. De nuevo, otro nuevo drive sólido de los Hawkeyes, ayudado por un offside del left-end de MSU en un 3rd down largo y un muy discutible helmet-to-helmet, adentraría a los pupilos de Ferentz en territorio Spartan, donde Ricky Stanzi (11/27 para 138 y 1 TD), aprovechando el man-to-man, conectaría 32 yardas con Derrell Johnson-Koulianos en un espectacular lanzamiento sobre la banda, perfectamente protegido con su cuerpo por el wide-out junior, sin embargo, Iowa sería incapaz de nuevo de superar 3 yardas en situación de goal-line, teniendo que conformarse con otro FG corto de 20 yardas del PK Daniel Murray. Aparentemente perdonando, el proverbio siempre dice que estos acaban pagándolo, y eso es lo que le ocurriría a Iowa en los últimos tres minutos. En situación de 3rd down y 18 yardas, Cousins conectaría con un lanzamiento corto de 11 yardas sobre Brian Linthicum, sin embargo, éste ejecutaba un perfecto lateral-pass sobre Blair White, quien se escapaba 27 yardas hasta la 30 de Iowa, donde Cousins se deslizaría en el pocket ante la presión rival para con un gran touch-pass, enviar un lanzamiento a la endzone conectando de nuevo con el WR Blair White a falta de 1:37. Tras esta anotación aparentemente definitiva de Michigan State, Stanzi comandaba un espectacular último drive y un claro holding defensivo anularía una intercepción de la secundaria de MSU. Con 2 segundos sobre el reloj y en la yarda 7 de los Spartans, Iowa solicitaría un TO ante la decisiva y definitiva última jugada. Stanzi ejecutaba el drop-back, leía el blitz up-middle y la situación man-to-man de la secundaria, para conectar sobre el slant-pattern del WR Marvin McNutt, quien ganaría con comodidad la posición a su marca para mantener la racha de 12 victorias consecutivas de este programa. (R: 15-13) 

Una motivada Texas destruye a Mizzou

Después de la sufridísima victoria en el último segundo de Alabama frente a Tennessee varias horas antes, Texas se presentaba en Columbia con el gran objetivo de impresionar a los votantes del BCS con una sólida y convincente victoria frente a Missouri en Faurot Field, que permitiese a  los Longhorns volver a recuperar el puesto No.2 que da acceso automático al encuentro final por el campeonato nacional, y realmente lo conseguirían con una demoledora victoria sin paliativos desde el primer minuto, pero tampoco se pueden tomar demasiadas conclusiones frente a la paupérrima secundaria y game-plan defensivo tan sospechoso que correrían los Tigers, quienes respetaron en demasía el juego aéreo de los ‘Horns. Colt McCoy arrancaría con un cómodo primer drive, asociándose con su receptor favorito, Jordan Shipley, con quien conectaría en un underneath-route de 8 yardas sobre el lado derecho en un primer TD con demasiada suficiencia por parte de los ‘Horns y después de que el SS Jasper Simmons se mostrase tremendamente pasivo atacando la jugada. Mack Brown buscaría agresividad y contundencia, y que mejor momento para llamar a un fake de punt con apenas 1 yarda en mitad del campo. Texas resolvería un nuevo tercer down con un boot-leg de 9 yardas sobre el lado derecho de McCoy, quien inmediatamente ejecutaría un hand-off en shotgun sobre el RB Foswhitt Whittaker, quien conseguía girar la esquina con una carrera de 11 yardas y anotar lanzándose sobre el pylon.  Mientras tanto, Texas crearía confusión up-front mostrando multitud de blitzes y mezclando diferentes aspectos, llegando constantemente al QB Blaine Gabbert y convirtiendo a Mizzou en una auténtica marioneta. Su secundaria, temiendo la habilidad para el big-play de los wide-outs de Texas, permitiría demasiada distancia a este talentoso cuerpo de receptores y lo acabarían pagando. En su mejor partido (de largo) de toda la temporada, McCoy (26/31 para 269 yardas, 3 TD y 1 INT) completaría sus primeros 11 lanzamientos produciendo touchdowns en los tres primeros drives de todo el partido, después de un pump-fake que sacaría de la jugada al safety de los Tigers para completar sobre el WR John Chiles, quien soportaría el golpe de su marca manteniéndose dentro del campo y anotando un lanzamiento de 34 yardas. Missouri reviviría con un primer drive para la esperanza, tras sorprender con varios hand-offs sobre el RB Derrick Washington, además de la emergencia de Kendial Lawrence fuera de su go-to-guy Danario Alexander, consiguiendo anotar con un drive de 12 jugadas y 81 yardas, que parecía aliviar un tanto al maltrecho QB Blaine Gabbert tras su lesión de rodilla frente a Nebraska. Una nueva cobertura errada por la terriblemente mediocre secundaria de Mizzou sería aprovechado por Jordan Shipley (7 recepciones para 108 yardas y 2 TD), quien más tarde batiría con facilidad a una marca que osó jugarse cara-a-cara la jugada en el aire con Shipley en lugar de golpearlo sobre la línea de scrimmage y confiar en la ayuda de su safety. El resultado sería otro nuevo TD aéreo de 13 yardas, que unido a un contundente punt bloqueado por los equipos especiales de Texas a falta de 45 segundos para el descanso, sentenciaría este duelo de divisiones en la conferencia Big-XII. La segunda parte sería un puro trámite con Missouri y Texas jugando con los jóvenes QB Jimmy Costello y Garett Gilbert respectivamente.

Los ‘Frogs demuestran que son de la élite de la nación

BYU buscaría venganza ante su ferviente parroquia en Provo tras la dolorosa derrota en su particular “Quest for Perfection” de la pasada temporada ante TCU (No.8 en el ranking BCS y No.10 en el AP Poll), y realmente lo demostraría con un público enchufadísimo que llevaría en bolandas a la defensa de los Cougars para conseguir un contundente “tres y fuera” en la primera posesión de TCU de todo el partido. En la siguiente oportunidad de los ‘Frogs, Andy Dalton, a pesar de la excepcional cobertura de la secundaria de BYU, encontraba con un fantástico touch-pass por encima de la secundaria rival y junto a la línea de cal, a su WR Bart Johnson para más tarde conectar con un lanzamiento agresivo sobre el centro sobre su WR Jimmy Young, llevando a TCU a campo muy profundo de los Cougars, donde los ‘Frogs anotaban con una poderosa y paciente carrera de Joseph Turner aprovechando la presión ejercida de su OL sobre la pila, en un drive que demostraba que los pupilos del coach Gary Patterson tenían muy claro cual era su game-plan a ejecutar en este auténtico showdown de la conferencia Mt-West. TCU comenzaría a encontrarse muy cómodo sobre el terreno de juego, y su fantástica defensa empezaba ya a poner terrorífica presión sobre el QB Max Hall (18/28 para 162, 1 TD y 1 INT), quien se marcaba como indispensable para atacar por aire sobre el centro a esta D, quienes por el contrario, son infranqueables en el juego terrestre (No.1 absoluto de la nación con 47,08 yardas por partido). Un end-around sobre el X-Factor Jeremy Kerley, antiguo QB en el instituto, recibiría la feroz presión de la defensa de BYU, sin embargo, Kerley conseguía conectar profundo en un lanzamiento de 44 yardas sobre el WR Bart Johnson. Dalton ejecutaba el drop-back y encontraba al back Ed Wesley saliendo del backfield, quien superaría por encima a un defensor de BYU para pasar el balón lo suficiente sobre el pylon y anotar con una recepción de 28 yardas. Se empezaba ya a adivinar la diferencia atlética y de velocidad entre ambos squads. Max Hall conseguiría encontrar a su brother-in-law, el TE Dennis Pitta, con un lanzamiento sobre el centro de 22 yardas pero los fans de BYU mostrarían su descontento con un sonoro abucheo tras el hand-off sobre el RB Harvey Unga (21 carreras para 123 yardas) en tercer down de 8 yardas, sin embargo, los Cougars fallarían un intento de FG de 45 yardas desviado sobre el lado derecho. Minutos más tarde, tras recuperar TCU la posesión, Dalton conseguiría salvar un tercer down largo al aprovechar sobre una ventana muy ajustada el miss-match de Kerley junto a un linebacker de los Cougars. Realmente los ‘Frogs supieron aprovechar muy bien los constantes desemparejamientos frente a la defensa de BYU y en situación de goal-line, Dalton enviaba un balón alto y bombeado a la endzone en un fade y Jimmy Young conseguía la recepción en la esquina de la endzone, situando milimétricamente un pie dentro del campo antes de salirse del mismo (aunque las repeticiones de Versus TV nunca mostraron una evidencia clara). A pesar de la dominante primera parte de TCU, Max Hall aún tendría tiempo para liderar a BYU a territorio profundo de los ‘Frogs con toda una Harry-Up-Offense, aunque la defensa de TCU detendría a Harvey Unga por tierra en apenas 2 yardas, sin embargo, el coach Bronco Mendenhall se jugaría el 4th down en un intento por recuperar momentum en el partido y Max Hall conectaba en el flat con Unga saliendo del backfield para un TD de recepción de 3 yardas.

En la segunda parte, BYU buscaría aprovechar ese momentum de los instantes finales de la primera parte con un drive bastante interesante, sin embargo, Max Hall en un intento por buscar el underneath-pattern sobre un receptor intencionado, conseguiría conectarse con éste, sin embargo, el balón saldría despedido al aire cayendo sobre las manos del SLB Daryl Washington sobre territorio Cougar, y TCU aprovechaba el turnover para rentabilizarlo con un FG de 28 yardas del PK Ross Evans después de varias jugadas conservadoras. En un down largo, Andy Dalton (13/24 para 241 y 3 TD) ejecutaba el pump-fake despistando lo suficiente a los safeties de los Cougars, y junto con el stop-and-go route del WR Antoine Hicks, ganarían la suficiente separación para que Hicks recepcionase completamente abierto tras la secundaria de los Cougars, una bomba de 75 yardas para touchdown. En los primeros instantes del último cuarto, la DL de los Horned Frogs se haría ya definitivamente con el mando del partido, castigando la línea ofensiva de los Cougars y llegando con suma facilidad a Max Hall (5 sacks), y en un down largo, su defensive-end estrella y auténtico All-American Jerry Hughes llegaba como un rayo y completamente sólo por la espalda de Hall, propinándole un terrorífico golpe con el sack y forzando un fumble sobre la yarda 25 de BYU y recuperado por TCU, quienes se beneficiaban el agotamiento de la defensa de los Cougars para aprovechar un agujero enorme generado con contundencia por su línea de ataque, para anotar un TD de carrera de 7 yardas del RB Matthew Tucker y acabar con este auténtico blowout. (R: 38-7)

Artículo anteriorSábado de supervivencia
Artículo siguienteEl fin de la edad de las tinieblas
Israel Llata
Israel Llata es natural de Maliaño, una localidad de Santander (Cantabria). Ingeniero informático de profesión y aficionado al fútbol americano desde mediados de los años 90, asombrado por la habilidad atlética del quarterback Steve Young y aquellos exitosos 49ers. En los últimos tiempos centraría su mirada sobre un desconocido pero excitante college football, destapando su corazón como entusiasta aficionado de Alabama, una institución a la que rinde culto. Analiza en su columna semanal la jornada universitaria desde 2007. @israel_lata

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.