Palabra de Tebow

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Una final que realmente hace justicia a lo visto durante toda la presente temporada. Es indudable asegurar que la división Sur de la BigXII (que no la conferencia), con la propia Oklahoma, Texas, Texas Tech y Oklahoma State, ha sido la más competitiva y dura de todo college football, hasta tal punto que el propio sistema BCS tuvo que intervenir directamente en el desenlace del tiebraker (con records de 7-1) entre Oklahoma, Texas y Texas Tech. Dejando de lado la polémica selección de Oklahoma por encima de Texas (ya sabéis, fueron los Longhorns quienes ganaron el clásico rivalry game en terreno neutral), los Sooners han sido una máquina ofensiva de anotar y se presentarán en Miami con el flamante vencedor del Heisman, Sam Bradford. Por otro lado, la conferencia SEC, a pesar de haber perdido potencial y profundidad después de las horrorosas temporadas de Auburn y Tennessee (quienes han despedido respectivamente a sus coaches Tommy Tuberville y Phillip Fulmer) o el ligero retroceso de LSU, aún sigue siendo la conferencia (en general) más competitiva de todo el país. Por lo tanto, un matchup entre el ganador de la división Sur de la BigXII y el ganador de la conferencia SEC realmente va a desvelar el campeón nacional de la presente temporada.

Por otro lado, adentrados ya en el mes de Diciembre, es el momento de comentar como se presenta la tradicional temporada de bowls, que arranca este próximo sábado 20 de Diciembre con la disputa de la EagleBank Bowl entre Navy y Wake Forest. Habría sido fantástico disfrutar de un campeonato nacional “alternativo” entre Alabama y Texas en alguna de estas Majors Bowls, pero el sistema BCS de elección y los intereses (y contratos) comerciales de cada una de estas bowls imposibilitaban tal escenario. No obstante, podremos disfrutar del clásico showdown Pac-10 vs. Big10 que nos ofrece la tradicional Rose Bowl el 1 de Enero entre los Nittany Lions de Joe Paterno y los Trojans del coach Pete Carroll, en un matchup entre la feroz defensa de los angelinos y la solidez y perseverancia de los pupilos de JoePa. Otro duelo interesante será el de la Fiesta Bowl entre Texas y Ohio State, donde los Buckeyes buscarán demostrar que no son un fiasco del BCS y donde Texas querrá proclamar que debieron haber sido finalistas en Miami por el campeonato nacional.

Fuera de las Major Bowls, uno de los duelos más atractivos será la Poinsettia Bowl en San Diego entre TCU y Boise State. En un duelo que perfectamente podría ser auténtico BCS, la defensa de los ‘Frogs de la competitiva Mt-West se enfrentará ante el ultraeficiente juego aéreo de Boise State. El matchup que ofrece la Papajohns.com Bowl en el legendario Legion Field de Birmingham es uno de los más desconocidos para el gran público de college. NC State y Rutgers no llegan ni ranqueados pero son posiblemente dos de los equipos más enrachados de toda América. También me parece muy interesante el matchup de este año de la Holiday Bowl entre el mejor juego de carrera de la BigXII, Oklahoma State, y el mejor de la Pac-10, Oregon. No obstante, ese mismo día y a esa misma hora, la alternativa “underground” será la Texas Bowl en Houston entre los ultra prolíferos ataques de Rice y Western Michigan. Se cerrará el presente año con la Sun Bowl entre Pittsburgh y Oregon State, en un duelo entre los eléctricos backs LeSean McCoy y Jacquizz Rodgers, y la Chick-Fil-A entre la Triple-Option del coach Paul Johnson de Georgia Tech y la clásica física defensa de LSU.

En año nuevo lo más interesante será la Gator Bowl entre una Nebraska que retorna a la post-season y unos Clemson Tigers que buscan ilusionar a sus fans de cara al futuro, y la Capital One Bowl entre Georgia y Michigan State. Pero sin duda, el encuentro más interesante será el del 2 de Enero entre Ole Miss y Texas Tech en la legendaria Cotton Bowl de Dallas y la GMAC Bowl entre Tulsa y Ball State, en un matchup de high-powered offenses que puede ser uno de los no-BCS más divertidos de todo el año.

Todos estos son los duelos más interesantes sobre el papel, en mi opinión, pero como gran fanático y seguidor de college football no veo el momento para que arranque el tradicional maratón de las bowls, uno de los momentos más esperados de todo el año.

BUFFALO PIERDE SU TIMIDEZ

En la vida real, el programa de football y la ciudad de Buffalo no ganan campeonatos, y en un mundo normal, los imbatidos Cardinals de Ball State, quienes han sobrevivido a la competitiva división oeste de la conferencia MAC, deberían haber pasado por encima de los Bulls (record de 7-5), campeones de una más débil división este. Con un QB de auténtico calibre NFL como Nate Davis (31 de 48 para 351 yardas, 1 TD y 1 INT) y el productivo RB MiQuale Lewis (30 carreras para 131 yardas y 2 TDs), Ball State debió ganar el título de una conferencia que ha sido propiedad privada durante sus 12 encuentros de la liga regular.

Pero no quiten crédito al upset de los Bulls (en su primera final de la MAC) del coach Turner Gill, aunque si que es cierto que su título de la MAC es realmente sorprendente, después de que se viesen sorprendidos en la última semana en casa ante Kent State y de que Ball State, en su mejor temporada de la historia (No.12 en el BCS), haya conseguido tumbar al entonces campeón de la MAC, Central Michigan, y a Western Michigan (record de 9-3) en sendas semanas consecutivas. Todo parecía indicar que los Cardinals se convertirían en el futuro powerhorse y niña bonita de la conferencia MAC, sin embargo, (todo sea dicho) una revisión bastante polémica cambiaría el destino en Motor City.

Un error en un hand-off de Buffalo que provocaría un fumble recuperado por Ball State dentro del campo de los Bulls (con los Cards arriba 17-14 en el tercer cuarto), dirigió un fugaz drive hasta la redzone de UB y con serias intenciones de subir dos posesiones sobre el marcador a favor de los Cards. MiQuale Lewis tomaría el hand-off en la 9 de UB y se dirigiría directo al pylon izquierdo de la endzone, en una jugada que parecían 6 puntos claros a favor de los Cardinals. La repetición descubría cómo Lewis golpeaba con su pierna derecha el pylon (que es también parte de la endzone) ante de salir por la banda y cómo con su mano derecha extendía el balón dentro del campo (y no fuera como aseguraron los cebras). A pesar de que Lewis, con este inteligente movimiento se aseguraría el touchdown, los oficiales, sorprendentemente, no opinarían lo mismo en el booth review y dictaminarían que la jugada había finalizado en la yarda 1 de UB. De todos modos, con la posesión en segundo down y 1 yarda, la situación aún era realmente asequible para que Ball State pusiese rumbo en el marcador, pero nadie en el Ford Field de Detroit contaba con que Nate Davis provocaría un fumble en la yarda 1 en un scramble directo a la endzone, que era recuperado junto a la banda por el FS junior Mike Newton y retornado 92 yardas para TD.

Y en el siguiente viaje de Ball State a la redzone de Buffalo buscando recuperar el liderazgo sobre el marcador, el C senior Den Gerberry provocaba, de nuevo, un fumble horrible en el snap que salía disparado hacia el campo de los Cards, donde sería recuperado por el CB sophomore Sherrod Lott, quien lo retornaba 74 yardas para TD. Dos potenciales drives anotadores para Ball State serían, en cambio, traducidos sorprendentemente con una distancia de 11 puntos en el marcador a favor de Buffalo, y los Cardinals, quienes cometieron 4 fumbles durante toda la noche (dos convertidos en TD para UB), sufrieron golpes irreversibles que acabaron con Buffalo como sorprendente campeón de la MAC y con un record final de 8-5. (Resultado: 24-42)

PASE LO QUE PASE LOS HOKIES SIEMPRE GANAN

Cuando llega el momento de la verdad, el momento donde se decide el BCS para la conferencia ACC, siempre aparece la Beamer Ball y siempre justo en el momento adecuado. Desde el decepcionante upset a manos de East Carolina en el primer partido de todo el año, pasando por la controversia por el redshirting planeado del QB Tyrod Taylor, la derrota con su propia medicina ante la propia Boston College en Chestnut Hill y la victoria ajustadísima (una constante del año) de la última semana ante una arruinada Virginia (record 5-7), los Hokies se ingeniarían el modo de romper el tiebraker de la división Coastal ante Georgia Tech, a quienes batieron en Blacksburg con un FG en los últimos 5 minutos, gracias a su siempre oportunista defensa. Mientras los pupilos del coach Paul Johnson recibían toda la publicidad por su sorprendentemente y veloz adaptación a la conferencia y el coach Butch Davis recibía todos los halagos por el brillante futuro que le depara en North Carolina, todo lo que hizo Virginia Tech, mientras tanto (no pregunten cómo), fue vencer a sus rivales cuando hubo que hacerlo y presentarse en Tampa Bay para disputar la final de la conferencia y una invitación BCS directa a la Orange Bowl.

Y cuando llega el momento de la verdad es cuando emana en todo su esplendor la comúnmente llamada Beamer Ball para llevarse su segundo titulo de conferencia consecutivo (3 títulos de los 5 años que llevan como integrantes de la ACC). Virginia Tech experimentaría su encuentro más completo en lo que va de temporada.

En los primeros instantes del mismo, el partido se sumergiría (con dos tres-y-fuera consecutivos) bajo una dinámica donde los pupilos del coach Frank Beamer se encuentran más cómodos, hasta que Tyrod Taylor inaugurase el marcador con un TD de carrera de 5 yardas. Comenzado el segundo cuarto, el RB freshman Darren Evans (31 carreras para 114 yardas y 1 TD) rompía la primera línea defensiva con un big-play de carrera de 30 yardas y de nuevo Tyrod Taylor (11 de 19 para 84 yardas y 1 INT, además de 11 carreras para 30 yardas y 2 TDs), ante el feroz blitz del Will LB Mark Herzlich y con su clásica elusividad en campo abierto, ponía tierra de por medio sobre el luminoso con un scramble de 4 yardas para TD. A pesar de todo, Herzlich desviaba un lanzamiento de Taylor sobre la línea de scrimmage que caía mansamente sobre las manos del safety senior Paul Anderson, quien interceptaba el lanzamiento y lo retornaba 16 yardas hasta la medular del Raymond James Stadium. El QB freshman Dominique Davis (17 de 43 para 263 yardas, 1 TD y 2 INTs), en su segunda titularidad de toda su carrera en college (Crane se rompió la clavícula hace dos semanas), conectaba 32 yardas con un lanzamiento in-stride sobre el WR junior Rich Gunnel (7 recepciones para 114 yardas y 1 TD), quien se dirigía sin oposición directo a la endzone, sin embargo, en una jugada características de la defensa del DC Bud Foster, los Hokies conseguían forzar el fumble sobre la espalda de Gunnel y recuperarlo en su propia endzone para touchback. De todos modos, la excepcional defensa (durante todo el año) de los Eagles detenía a Darren Evans y al ataque de VT con un inmediato tres-y fuera, y esta vez si, Dominique Davis, desde el shotgun, encontraba en la endzone a Gunnel en un lanzamiento de 16 yardas para TD, que reducía la distancia en el marcador antes del descanso.

En la segunda parte, un FG de 50 yardas del PK Dustin Keys (el más largo de la historia de la final de la ACC) y una intercepción del CB Stephan Virgil sobre Davis, retornada 34 yardas y capitalizada por Darren Evans con un TD de carrera de 10 yardas, establecían en el tercer cuarto una diferencia en el marcador prácticamente insalvable para BC. Dominique Davis, natural de la localidad de Lakeland (a apenas 50 Km. de Tampa), intentaría situarse sobre la piel de Chris Crane y buscar la gran remontada, sin embargo, un sack (de los cinco que sufrió durante toda la tarde) de Orion Martin forzaba un fumble que era recuperado por él mismo, retornándolo 18 yardas para TD a falta de 9 minutos para el final del partido. (Resultado: 12-30)

TEBOW CONDUCE A LOS GATORS A MIAMI

Hay quien afirmaba que nos enfrentábamos ante la mejor final de toda la historia de la conferencia SEC; quien ganase se aseguraba nada menos que un billete a Miami para disputar el campeonato nacional y sin duda, durante 60 minutos, ambos conjuntos, con estilos de juego completamente opuestos, pusieron sobre la mesa una lista interminable de golpes, de agotadoras batallas sobre la línea de scrimmage y una completa exhibición de habilidades atléticas y velocidad supersónica que dieron como resultado una noche inolvidable de college football, que permanecerá especialmente en el recuerdo de ambas aficiones; para la Gator Nation sobre todo, porque supone su segundo título de la SEC en tres años y, como apunté anteriormente, avanzar en la final por el Waterford Crystal, y para la Crimson Nation porque sencillamente significa el comienzo de una futura hegemonía junto a sus rivales de Gainesville.

Volviendo al partido, que es lo que nos corresponde, Alabama demostró que Las Vegas se confundía terriblemente con el papel de underdog otorgado (9,5 puntos por debajo) y en líneas generales su gameplan defensivo (dejar el partido en el brazo izquierdo de Tebow) en gran medida funcionó, sin embargo, el QB natural de Ponte Vedra Beach respondió a este reto echándose sobre sus espaldas a los Gators (ante la baja por esguince de tobillo de Percy Harvin) y ganando el partido él solito desde el pocket, en una actuación que bien puede valer otro Heisman. El coach Urban Meyer lo tiene muy claro: “He tenido jugadores realmente muy buenos, y tengo muchos en este equipo. Pero nunca he tenido uno como este. Tim posee algo especial en su interior. No me refiero a lanzar. No me refiero a correr. Me refiero al hecho de hacer mejor a todo quien le rodea. Aquel último cuarto fue cosecha de Tim Tebow”.

‘Bama tenía muy claro que sí había un apartado donde podía imponerse, ese era proponiendo un juego terrestre físico, de control de balón y golpeando el interior con la dupla de backs formada por Glenn Coffee y Mark Ingram, sin embargo, los Crimson Tide serían detenidos inmediatamente con un tres-y-fuera, en el primer drive de todo el partido, cuando el WR Darius Hanks, en un cross-route en 3rd down, se encontró el impacto de un defensor de UF que permanecía en el rover. Inmediatamente, Tim Superman Tebow (14 de 22 para 216 yardas y 3 TDs, además de 17 carreras para 57 yardas), partiendo de su propia yarda 44, se ingenió un drive contundente de 9 jugadas y 4 minutos y medio, que finalizaba con un lanzamiento ajustadísimo de 3 yardas para TD sobre Carl Moore, quien con gran concentración lo recepcionaba en la endzone a apenas pulgadas del turf del Georgia Dome. Los Gators “rompían el saque” sobre Alabama y amenazaban las posibilidades de The Tide con un primer drive donde Tebow se mostraba terrestremente intratable (algo que los pupilos de Saban no querían ni oír durante la noche), sin embargo, John Parker Wilson (12 de 25 para 187 yardas y 1 INT) conectaba en campo abierto con el WR true-freshman Julio Jones, quien rompía dos tackles y se escapaba en un big-play de 64 yardas hasta la 18 de UF, donde Glenn Coffee (21 carreras para 112 yardas y 1 TD) se escaparía por fuera del tackle derecho para anotar, lanzándose sobre la goal-line, una carrera de 18 yardas. La defensa de ‘Bama entonces detendría a Florida con dos consecutivos tres-y-fuera, mientras aprovechaban para adelantarse con un FG de 30 yardas del PK Leigh Tiffin, sin embargo, la lesión momentánea del propio Tiffin (por una conmoción cerebral) en un intento por placar al especialista Brandon James en un retorno de kickoff, obligaba a forzar un call poco característico del coach Nick Saban, quien en la 32 de UF buscaría un fake de FG con una carrera sin éxito del holder PJ Fitzgerald (mientras empleaban al PK backup Corey Smith de decoy). La defensa de Alabama estaba realmente tan preocupada de imposibilitar las lecturas de pase a Tebow, que empleando todo su back-seven en cobertura, se olvidaron completamente de controlar su aspecto más peligroso, la posibilidad de scramble, pero, además, los Crimson Tide con este enfoque apenas conseguían incomodar a Tebow en el pocket, básicamente porque el front-four de The Tide no dispone de armas amenazantes en el puss-rush. Tebow se aprovecharía de este desajuste general para mantener el drive vivo en un 3rd down y 7 con un scramble de 11 yardas y con un big-play de 51 yardas de pase sobre el WR junior Riley Cooper, en un drive que finalizaría con un FG de 19 yardas del PK senior Jonathan Phillips, igualando el partido. Pero antes del descanso, un error del especialista Javier Arenas en un retorno de kickoff encerraba a ‘Bama dentro de su propia yarda 4 y obligaba a los Crimson Tide a alejar la posesión profundos dentro de su propio territorio. Con la posesión aproximadamente en el centro del campo, Tebow conectaba 22 yardas con el TE Aaron Hernandez llegando hasta la 5 de UA, donde aprovecharía el man-to-man del safety Justin Woodall sobre David Nelson para conectar con este último en la endzone, en un lanzamiento de 5 yardas para TD.

En la segunda parte, Alabama consiguió ajustarse a ambos lados del balón; Defensivamente, Saban comenzó a emplear más el blitz mientras confiaba a su secundaria el marcaje man-to-man, y justamente un blitz de los LBs Rolando McClain y Eric Anders en 3rd down obligaba a Tebow a lanzar un pase demasiado atrasado sobre Louis Murphy, forzando un tres-y-fuera en el primer drive de toda la segunda parte. Ofensivamente, el OC Jim McElwain decidió abrir su playbook y buscar a Julio Jones (quien no tocaba el balón desde aquel big-play del primer cuarto) y JP Wilson, a base de continuos play-actions, encontraba al propio Julio Jones y acercaba al ataque hasta la redzone, donde ya con varias carrera cortas de Glenn Coffee y Mark Ingram (quien anotaba con una carrera straigth-ahead de 2 yardas) conseguían igualar el partido. Sin embargo, nuevamente Louis Murphy (4 recepciones para 86 yardas) batía a los cornerbacks de The Tide y atrapaba un lanzamiento profundo de 34 yardas de Tim Tebow, pero el PK senior Jonathan Phillips erraba su intento de FG de 42 yardas. ‘Bama aprovechaba este error para ingeniarse un nuevo drive empleando el play-action sobre el TE Nick Walker y sobre un imparable Julio Jones (5 recepciones para 124 yardas), además de seguir fiel a su estilo percutiendo terrestremente por el interior con el RB junior Glenn Coffee, sin embargo, dentro de la yarda 12 de UF, solo conseguirían sumar un FG de 27 yardas de Leigh Tiffin, perdiendo una oportunidad única ante el ataque de Florida. A pesar de todo, el LB true-freshman Don’ta Hightower detenía en campo abierto en 3rd down una carrera del RB Jeffrey Demps en un potencial tres-y-fuera, sin embargo, un riguroso facemask (solamente rozaría con sus dedos la mascara) tiraba por la borda todo este esfuerzo y mantenía vivo el drive de los Gators. Tebow, dentro de la 10 de UA, engañaba a todo el mundo con un fantástico shovel-pass de 6 yardas sobre el TE Aaron Hernandez y Jeff Demps (14 carreras para 53 yardas) anotaba en un pitch de 1 yarda, adelantando a Florida en el marcador.

Alabama intentaría levantarse del golpe a continuación, pero un sack del end Jermaine Cunningham en 3rd down (que bien valió el partido, solamente hubo que ver la reacción de los fans de Florida en un segundo plano) forzaría un contundente tres-y-fuera. Entonces, el safety Rashad Johnson bajaría al box para amenazar con el blitz, Tebow leería inmediatamente el man-to-man del CB Kareem Jackson sobre Louis Murphy y con un lanzamiento perfecto en una ventana muy ajustada, colocaba milimétricamente el balón por encima del hombro de Murphy, conectando en un lanzamiento definitivo de 33 yardas hasta la 21 de UA. El TE sophomore Aaron Hernandez bajaba con una recepción espectacular un lanzamiento alto de 15 yardas y Tebow sentenciaba definitivamente el partido conectando en la endzone con Riley Cooper. (Resultado: 20-31)

PURO TRÁMITE PARA LOS SOONERS

Después de que el sistema BCS decidiese colocar a Oklahoma por encima de Texas (a pesar de que los ‘Horns venciesen en terreno neutral) y de una semana cargada de polémica con esta decisión, los Sooners finalmente representarían a la división sur en la final de la conferencia BigXII en Kansas City, después de romper polémicamente el tiebreaker con sus archirivales (de todos modos, el BCS no nació con este objetivo). Sam Bradford y compañía hicieron lo que tenían que hacer y el rodillo ofensivo de los Sooners (el único equipo de la historia de la NCAA en anotar 60 puntos en 5 partidos consecutivos) simplemente aplastó sin ningún tipo de piedad a la paupérrima defensa de Missouri, consiguiendo su tercer título de conferencia consecutivo (el primer programa en la BigXII que lo consigue en los 13 años de existencia de la misma), además de que supone su cuarto título en los últimos 5 años y su sexto en la presente década.

El partido no tuvo demasiada historia salvo en los primeros compases del mismo, y especialmente en el kickoff del comienzo, donde el RB estelar DeMarco Murray sufriría una lesión de rodilla, obligándole a abandonar el encuentro. Después de que OU se tuviese que conformar (en algo bastante inusual para este ataque) con un FG de 20 yardas del PK freshman Jimmy Stevens en el primer drive de todo el partido, Bradford conectaría con dos lanzamientos verticales consecutivos de 16 y 17 yardas sobre uno de sus targets favorito, el TE junior Jermaine Gresham, y el RB Chris Brown anotaba con una carrera de 4 yardas en un draw-play perfectamente ejecutado por Bradford, haciendo desaparecer posibles pequeños fantasmas en el arranque del encuentro (sí en algún momento existieron). Sin embargo, en la siguiente posesión, Mizzou contestaba la anotación con un lanzamiento in-stride de 27 yardas de Chase Daniel sobre el WR Jeremy Maclin, quien aprovechaba el terrible desemparejamiento en el slot con el cuerpo de linebackers de los Sooners para anotar sin oposición el TD. Pero inmediatamente Sam Bradford, con interminable tiempo en el pocket, conectaba en la endzone 10 yardas con Juaquin Iglesias en una jugada completamente rota y en la siguiente posesión, Chase Daniel decidía tomar terrestremente el option-read pero cometía el error de chocar, en campo abierto y con el balón desprotegido, frente al agresivo safety Nic Harris, quien forzaba el fumble que era recuperado por el CB Brian Jackson en la 49 de Mizzou. Bradford aceptaba amablemente el turnover y encontraba abierto en la endzone, de nuevo, a Iglesias en un lanzamiento para TD de 7 yardas. El talentoso RB sophomore Mossis Madu (en el papel de sustituto de Murray) anotaba sin ser tocado, un eléctrico TD off-tackle de 12 yardas y Chris Brown capitalizaba la intercepción de Brian Jackson sobre un pobre lanzamiento de Daniel, para anotar un nuevo TD de carrera off-tackle de 6 yardas, dejando sentenciado el partido con 31 puntos de ventaja antes del descanso. El resto del encuentro simplemente sirvió para descubrir sí Oklahoma sería capaz de anotar 60 o más puntos durante 5 encuentros consecutivos, y a falta de 3:41, Madu despejaba la incógnita, aprovechando una nueva autovía sobre el lado izquierdo para escaparse 37 yardas para TD. (Resultado: 21-62)

EL “HEISMANÓMETRO”

Tras quince semanas, mi voto definitivo sería el siguiente:

1- Sam Bradford (QB Oklahoma): Simplemente Bradford ha sido el jugador más destacado (y consistente) de la presente temporada de college football desde que OU  arrancase el pasado 30 de Agosto. Ha roto todos los registros en Norman posibles para un quarterback y estadísticamente su temporada es, sin duda, una de las mejores de toda la historia del college football (4.464 yardas, 48 TDs y sólo 6 INTs). Incluso en la única derrota de los Sooners ante Texas, su actuación también fue realmente destacada. Bradford ha conseguido elevar a otro nivel la eléctrica no-huddle offense de los Sooners y siempre ha mantenido su compostura en el pocket, sin cometer errores y consiguiendo constantes big-plays (a pesar incluso de hacerlo con una rotura de ligamentos en la mano que no utiliza para lanzar). Su firma para el Heisman es su vuelo sin motor de cabeza sobre el pylon de la endzone en la victoria ante Oklahoma State.

2- Tim Tebow (QB Florida): Sus números no se acercan a los que en la anterior temporada le encumbraron a ganar el Heisman Tropy, sin embargo, Tebow demostró ante Alabama (MVP de la final de la SEC) que probablemente es el jugador más dominante de college football; por todo lo que significa y representa para su equipo y porque hace mejor a todos los que le rodean. Partiendo de esta base, Tebow tiene probabilidades reales de unirse a Archie Griffin como los dos únicos jugadores en ganar dos Heisman Trophies en toda la historia, sin embargo, su temporada no ha sido tan consistente como la de Bradford (sobre todo en sus primeros 4 partidos del año), aunque bien es cierto que en la segunda parte de la temporada ha mostrado esa capacidad dual-threat con la que encandiló en el 2007. De todos modos, ha conseguido lanzar 25 TDs y correr para otros 12 en una conferencia tan competitiva como la SEC.

3- Colt McCoy (QB Texas): Me es realmente complicado desplazar a McCoy hasta el tercer puesto de mi “boleto” después de su espectacular y consistente temporada desde la misma semana 1, pero, en mi opinión, Bradford y Tebow han conseguido superarle por apenas pulgadas en este sprint final por el Heisman con un final de temporada absolutamente dominante, donde ambos han conseguido reconducir a sus respectivos conjuntos hasta Miami para pelear por el campeonato nacional. Si, los Longhorns han visto como se les despojaba injustamente de ganar la división sur y de pelear, con toda seguridad, por el campeonato nacional, pero nunca nadie dijo que esto fuese justo. McCoy se ha mostrado tremendamente preciso (sobre ventanas muy ajustadas) y seguro durante toda la temporada, liderando al ataque de los ‘Horns ha sobreponerse en la segunda parte ante Oklahoma para derrotarles y evitando turnovers pero, en mi opinión, por unas cosas u otras, McCoy no ha podido terminar con tanta fuerza como los otros contendientes.

 

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Israel Llata
Israel Llata es natural de Maliaño, una localidad de Santander (Cantabria). Ingeniero informático de profesión y aficionado al fútbol americano desde mediados de los años 90, asombrado por la habilidad atlética del quarterback Steve Young y aquellos exitosos 49ers. En los últimos tiempos centraría su mirada sobre un desconocido pero excitante college football, destapando su corazón como entusiasta aficionado de Alabama, una institución a la que rinde culto. Analiza en su columna semanal la jornada universitaria desde 2007. @israel_lata

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